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Una amiga muy especial (1)

en Jovencit@s

Desde que llegue al colegio con 6 años, conozco a esta chica. Siempre me pareció muy guapa como a todos los de la clase. Solíamos coincidir al entrar al colegio y como cuando eres pequeño no te da vergüenza acercarte a las chicas, nos hicimos buenos amigos. Yo siempre fui tímido aunque haya gente que diga lo contrario, pero con esta chica fue todo diferente una especie de imán, no sé...

Bueno esta chica siempre fue alta, actualmente mide lo mismo que yo, delgada y castaña. Siempre solíamos estar juntos en los recreos, pero en los primeros años no paso de eso, éramos como novios aunque ninguno de los dos sabíamos lo que era en realidad eso.

Nosotros íbamos creciendo y nos íbamos distanciando poco a poco; yo me iba con mis amigos y ella con las suyas. Ya con diez años ambos, nos apuntaron a clases extraescolares de inglés para reforzar el nivel de los dos. También tengo que decir que son muy amigas desde el principio nuestras madres. Teníamos un profesor para los dos todo empezó a funcionar de nuevo bien, pues estamos cada vez más juntos como ambos queríamos. Un día de lluvia y tormenta, no vino el profesor, porque tuvo un atasco monumental, entonces ella y yo llegamos y no había nadie. Nos dijeron que esperáramos haber si venía Jose, que era así como se llamaba el profesor.

Esperamos una media hora cuando nos dijeron que nos podíamos ir pues no iba a venir a tiempo. Nuestros padres no iban a venir a recogernos hasta que acabaran las dos horas de clase, así que decimos ir a mi casa que no había nadie. Llegamos calados debido al chaparrón que ahora caía con más fuerza. Por ser educado la dije que si quería secarse, lo dije sin ningún motivo erótico, pues yo aún no había descubierto esas delicias.

Ella accedió y dijo que yo también debía secarme que me iba a resfriar. Nos desnudamos cada uno en un baño y salimos al salón envueltos en una toalla yo y ella en un albornoz. Nos sentamos juntos y empezamos a charlar. Al cabo de un rato nos callamos ella me abrazó diciendo que tenía mucho frío. Este fue el primer momento de mi vida que me sentí atraído eróticamente por una chica.

Estuvimos abrazados un buen rato. Venciendo mi timidez la metí dentro de la toalla y la abrace sobre mi cuerpo desnudo sin percatarme de que mi pequeña polla aun sin pelos estaba al descubierto. Al ver la cara que puso, me tape corriendo. Ella me miró con una sonrisa picarona y me dijo que se la enseñara de nuevo. Yo me moría de vergüenza por dentro y le dije que no mirando hacía otro lado.

Ella continuo y me dijo que si se la enseñaba ella me enseñaría su rajita. Esto me hizo recapacitar y armándome de valor accedí. Ella hizo lo mismo. Nos quedamos los dos mirándonos las partes atónitos. Me pareció una preciosidad: era pequeño muy pequeño con los labios un poco rojizos y con una especie de pelusilla marrón por encima. En ese momento experimenté la primera erección consciente en mi vida y el motivo era esa rosa que todavía estaba en capullo. Ella se percató de mi erección y su primera impresión fue miedo como si estuviéramos haciendo algo que no estaba bien. Después de mirarla durante un minuto su curiosidad la venció y me la tocó primero con un dedo luego con la mano entera, que fue afianzando. Ella lo primero que me dijo: esta caliente. A lo que respondí con una sonrisa. Pensé en besarla, pero como hago eso pensé, pues como en las películas cierro los ojos y lo que sea.

Eso fue lo que hice. Ella, al principio se sorprendió de nuevo y retrocedió. Me dijo que si no nos estábamos pasando que esto solo lo hacen los mayores. Yo me quede cortado y solo pude decir que "no nos estábamos pasando". Ella me dijo "por qué no me tocas ahora tu mi rajita". Se la veía que al estar excitada estaba muy incomoda pues debía ser una situación para ella nueva. Lo toque, ummm, que maravilla ella puso cara de que no debía dejarse tocar pero el gusto la podía. Finalmente ella tuvo el primer orgasmo de su vida aunque ni ella ni yo sabíamos que la había pasado. Ella dijo que era mejor vestirnos pues tu padre llegaría en breves. Se me pasó la erección que tenía al ver que eran las 6,30 y mi padre solía llegar a las 6,35 porque tenía la empresa a 5 minutos andando.

La dije que teníamos que mantener esto en secreto. Ella por miedo a que lo contará me hizo jurarlo; yo lo juré, al igual que ella. Lo llamamos nuestro secreto...

Continuará