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Mi primer trio

en Trios

Bueno, en vista del éxito que han tenido mis dos relatos anteriores, me animo a contar el siguiente, con el cual creo que termino mi trilogía de historias dignas de ser contadas, aunque tal vez a futuro narre otras más normalitas

Sucedió esto en el año 1997, cuando contaba yo con 18 años y era estudiante de segundo año de derecho. Ese año conseguí cuadrar mis clases para tener casi todas las tardes libres, así que con un poco de ayuda paterna me conseguí un trabajo de medio tiempo en una prestigiosa firma de abogados. No era la gran cosa, pues me tocaba estar yendo a los tribunales a vigilar los casos, y realizar otras labores menos confortantes, pero bueno, aprendí muchas cosas nuevas y la paga, sin ser la gran cosa, me alcanzaba para darme mis gustos en mi época de estudiante y aun hasta para ahorrar. Trabajé ahí por casi un año y medio.

Uno de los abogados junior más exitosos de la firmar era Andrés. Tendría unos 28 años y era bastante esnobista. Impecablemente vestido, andando en un vehículo ultimo modelo y rodeado de mujeres lindas, era la envidia de más de uno en la oficina. Al principio a mi me cayó mal porque me pareció engreído y superficial. Más tarde me tocaría estar bajo su directa supervisión, y pues ahí me di cuenta que era un tipo bastante agradable no solo a nivel laboral sino en el trato personal. Trabajé casi un año bajo su supervisión, y además de aprender muchas cosas de él, fuimos estrechando un lazo que fue de amistad y camaradería, al punto que llegó a confiar más en mi que en cualquiera de los otros dependientes a su cargo. Yo le hacía el cuarto cuando se escapaba en hora laborales a verse con sus amantes, le guardaba la espalda cuando estaba con una de ellas y otra lo preguntaba y en más de una ocasión lo llevé a su casa bastante pasado de copas. El por su parte me invitaba a tomar trago, me prestaba su carro para salir con mi novia de ese entonces y en más de una ocasión me regaló dinero para que fuera a darme mis gustos con ella o con cualquier otra chica. En fin, fuimos excelentes compañeros y grandes amigos.

Cuando lo llevaba borracho a su apartamento su mujer lo recibía algo molesta. Viviana era una chica que sin ser negra, era morena, pero sus rasgos eran finos y definidos. Tendría tal vez la misma edad de su compañero (no eran casados, sino que vivian juntos) y su porte era bastante soberbio. Tenia un culo exquisito y sus tetas, aunque no muy grandes, eran perfectas. Total en más de una ocasión me regañó por permitir que su compañero bebiera hasta emborracharse (como si yo fuera la niñera de el!!) y me despedía con cajas destempladas, en vez de agradecer que alguien se hubiera preocupado por devolverle a su querido Andrés, aunque no pude evitar notar que yo le gustaba a la fulana (como hombre te das cuenta cuando no le eres indiferente a una mujer) y que me miraba con deseo.

Ocurrió pues que en una sesión de tragos yo le pregunté a Andrés cómo hacía para sacar tiempo para verse con sus amantes y para pasar noches enteras fuera de casa sin que su mujer le riñera o le armara escándalo. Riéndose me dijo que el tenía todo el derecho de irse cuando y con quien le viniera la gana de irse, porque su mujer hacía lo mismo. Me contó entonces que años atrás, cuando ellos recién habían comenzado a convivir, el por un azar del destino había descubierto a su mujer con otro tipo en su propio apartamento. Dijo que la muy puta disfrutaba como una condenada y que por extraño que pareciera, el se había excitado mucho al ver a la pareja haciendo sus cosas, pero que luego de un rato de observarlos y dejarlos que terminaran, entró haciéndose el furioso a la habitación donde ellos estaban. El amante obviamente por poco y se tira por la ventana y salió corriendo casi desnudo (se rió mucho al recordar eso). Ella entre lágrimas le decía que el tipo no significaba nada, que solo fue sexo, etc, las típicas excusas que sacan las mujeres cuando las pillas en esas....total que el le dio unos buenos golpes y que prácticamente la violó. Dijo que le había excitado mucho clavarse a Viviana después que el otro tipo había acabado dentro de ella y que la sensación se sentir su verga resbalar en el semen de otro hombre lo había puesto a mil. Total que el no solo le perdonó la infidelidad, sino que desde ahí acordaron que cada quien podría tener los amantes que quisiera siempre y cuando le contara con lujo de detalles al otro todas las cosas que hacía. Se volvieron una pareja sumamente liberal que cada día buscaban cómo disfrutar de nuevas mejores sensaciones. Los trios con hombres y mujeres fueron cada vez más frecuentes y me contó incluso que el con otros dos amigos se la habían cogido el pasado fin de semana y que ambos lo habían disfrutado sobremanera.

Yo casi no podría creer lo que oía, pero bueno, como dicen por ahí, si ambos lo disfrutan, todo es válido en materia sexual. Total terminamos la sesión de tragos y el se fue para su casa (no lo llevé), pero yo me quede pensando en el tema. Si bien a esa edad yo ya no era ninguna doncella virginal, lo cierto es que tampoco había siquiera pensado en participar en trios, orgias o cosas así. Total que en la siguiente sesión de copas, el tema volvió a aflorar y Andrés ya con sus tragos en la cabeza me preguntó si no quería darle una revolcada a su mujer. He de confesar que la idea si me había rondado la cabeza, pero no admití de frente. Total acordamos que lo haríamos, pero no le presté mucha atención pues creí que era por los tragos que Andrés me había dicho eso. Pero al lunes siguiente, el en sano juicio me dijo que entonces para cuando dejábamos la diligencias..... yo me sorprendí mucho y me sorprendí más cuando me pasó un casette de vhs y me dijo que le diera una mirada. Total el dichoso casette contenía una filmación casera de Viviana mientras dos tipos de la comían por todos lados. También tenía una de Andrés con Viviana y otra mujer a quien se estaba clavando ante la mirada atenta de su mujer. Cuando se lo devolví no oculté mi asombro cuando me dijo que tenían una colección bastante grande de videos por el estilo y me dijo que cuando yo quisiera podía revolcarme con su mujer, con quien ya había tocado el tema, y que ella pese a que me había regañado varias veces en el pasado, estaba muy de acuerdo en probar a alguien mucho más joven que ella. YA entrado en confianza acordé que me pasaría por su apartamento el próximo sábado en la tarde, pero a manera de broma le dije que quería que Viviana estuviera disfrazada de colegiala.

LLegó el sábado y cuando llegué Viviana me recibió vestida de colegiala, con unos ligueros blancos preciosos y con una pinta que podría semejar la de las chicas de la telenovela "Rebelde". Incluso se había hechos dos coletas. La encontré mucho más provocativa que las otras veces y de solo verla, sentí que me empalmaba. Andrés esperaba adentro y me recibió muy efusivamente. Me dio un vaso con un excelente whisky y nos pusimos a charlar animadamente. Me preguntó si Viviana me gustaba y si me parecía buena, a lo que le respondía afirmativamente. Ya varios tragos y todos más desinhibidos , empezó entonces a manosearla descaradamente en mi presencia, e incluso le metió un par de dedos en la concha, mientras le hacía que me mostrara sus suculento culo. Ella reía como una tonta y de repente a sin que nadie se lo pidiera se pasó a mi lado y se sentó en mis piernas. Me rodeo con sus brazos y me besó en la boca. Antes que pudiera decir nada, me dijo al oído que estaba muy rico y que hacía mucho rato me tenía ganas. Yo sin pensarlo dos veces ataqué y tomé una de sus deliciosas tetas. Ella no llevaba puesto sostén, así que mi labor fue mucho más fácil . Sus tetas eran firmes y sus pezones pequeños y exquisitos. Jugué con ella un rato después sin más preámbulos procedía a chupar esas deliciosas tetas al tiempo que mandaba la mano hacia su chochita que ya estaba empapada. Andrés solo miraba sentado en otro sillón, justo al frente de nosotros, pero después de un rato vi cómo se sacaba la trola y empezaba a pajearse sin ningún recato. Yo había comenzado a desvestirla y un rato después ya solo sus bragas la acompañaban.

Yo chupe las tetas de Viviana hasta que me cansé y le ordené que me mamara la verga. Ella de inmediato cumplió la orden y al tiempo que me quitaba la ropa, se apoderó de mi gran verga, la cual comenzó a chupar como una verdadera maestra. Definitivamente la experiencia no se improvisa. Yo cerré los ojos y me dejé llevar por esa experta mamadora. No me percaté que Andrés se había ido del lugar, pero cuando volví a tener conciencia de mi alrededor, vi que el muy degenerado no solo se había desnudado completamente mostrando su verga empalmada, sino que estaba filmando la escena que tenía frente a sus ojos. Yo me turbé bastante puesto que no me esperaba esto, e incluso quise zafarme de Viviana, pero ella me lo impidió y me dijo que disfrutara tranquilo.

Cuando sentí que iba a acabar, le pedí a ella que parara, y le ordené que me besara mientras se me bajaba un poco la leche a los huevos. Ella de inmediato obedeció, pero mientras tanto me masturbaba con su mano. Decidí entonces que si iba a terminar, tendría que ser dentro de ella, así que sin más preámbulos la obligué a que se tendiera en el suelo mientras colocaba mi paquete en la entrada de su conchita. Andrés seguía con entusiasmo la escena y se había cambiado de pose en más de una ocasión para captar el mejor ángulo. Yo sentí a Viviana tan húmeda que la empalé de un solo golpe. Ella dio un gritito, puesto que mi verga es grande, y comparada con la de Andrés, era mucho más grande y gorda que la de él. Total que empecé a bombearla sintiendo como su gruta me apretaba más y más. Ella empezó a respirar fuertemente y su respiración se convirtió al poco rato en gemidos cada vez más y más fuertes. Incluso me rodeó con sus piernas para que ejerciera más presión. Yo no pude aguantar mucho el ritmo y después de embestirla con bastante fuerza, le descargué un chorro gigante de semen dentro de la concha. Pude sentir cómo se agitaba presa de un orgasmo monumental y me apresaba con una fuerza descomunal. Después de un rato fue aflojando la presión y se relajó. Yo con la verga aun adentro de ella, la besé apasionadamente y ella me correspondió mientras me abrazaba. Un momento después sentí como Andrés me tocaba en el hombro. Al voltear a mirar vi que el con un movimiento de su cabeza me indicaba que me bajara de Viviana, pues el quería clavarla. Yo me salí de ella mientras el me pasaba la cámara y me decía que siguiera filmando. Sin siquiera esperar a que ella se aseara un poco la clavó de un solo golpe y solo unos instantes después acababa dentro. LA soltó y en cuanto sacó su verga, un borbotón de semen salió de la concha de Viviana.

Andrés se sentó en el sillón cercano, mientras tomaba un cigarrillo y daba un sorbo a su whisky. Viviana seguía en el suelo, empapada en semen, dándose dedo y sobándose el clítoris; incluso se metía un dedo en la chocha empapada se lo chupaba . Yo paré la filmación y me acerqué a ella, y le di a chupar mi verga. De inmediato ella se la tragó toda y un rato después ya me había empalmado de nuevo. Andrés entonces me dijo que quería ver cómo me la comía por el culo. La idea me encantó puesto que hasta ese entonces yo no había comido culito (las dos chicas con las que había estado hasta ese entonces se habían negado a dármelo) y de inmediato procedí a untar el ano de ella con el semen que le escurría de su vagina. Yo la verdad era inexperto en ese entonces en el arte de coger por el culo a una mujer, así que fui un poco torpe o incluso brusco. Viviana se dio cuenta de eso y gentilmente me ayudó con la labor y pocos instantes después hundía la cabeza de mi verga en su sabroso culo. Pude sentir que su culo ya tenía bastante kilometraje, pero en todo caso me pareció delicioso sentir la estrechez que me brindaba. Ella por su parte solo atinó a gritar suavemente cuando la clavé y al rato ya lo estaba disfrutando como nunca. Andrés había tomado la cámara y filmaba mientras con la otra mano se mecía la verga. La emoción de comerme mi primer culo me llevó a excitarme al instante y por consiguiente a venirme muy rápido, y en menos de nada le había llenado las entrañas con otra poderosa carga de semen que en cuanto saqué mi verga, empezó a salirse a borbotones. Andrés hizo un acercamiento y quedó filmando casi a cinco centímetros del culo de ella, deleitándose en ver a su mujer chorreando los jugos de otro hombre por todos lados.

Después de dos cogidas yo estaba bastante cansado, así que descansé un buen rato mientras bebia algo. Andrés, al parecer tenía una resistencia limitada, pues estaba aun más cansado que yo, así que solo atinó a pedirle a su mujer que le chupara el pito un rato, a ver si se paraba de nuevo. Mientras tanto yo me recosté en un sofá cercano para descansar un rato. Ella seguía la mamada, mientras él miraba en el visor de la cámara la filmación que había hecho

Después de un buen rato de mamada, a él el pito continuaba sin parársele, así que ella desistió por un rato de seguir, y en su lugar fue a preparar algo para comer. Se puso por toda prenda la camisa de su marido y marchó a la cocina. Entre tanto Andres me preguntó qué tal me había parecido su mujer. Yo con honestidad le dije que me había parecido muy rica y que me había encantado cogérmela por el culo y que me gustaría repetirle. Andrés se rió y me dijo que yo era el invitado y que podía hacer con ella lo que se me viniera en gana, así que sin mayores explicaciones me pare del sillón donde estaba y me fui a la cocina. La tomé por detrás por sorpresa y apreté con fuerza sus menudas tetas. Ella de inmediato se volteó y me besó mientras me abrazaba. Le ordené que dejara lo que estaba haciendo y prácticamente me la llevé a rastras a la habitación, mientras le sobaba todo su delicioso cuerpo. Mi verga había recuperado sus fuerzas y ya estaba empalmado y listo para atacar de nuevo, aunque no había pasado más de media hora. Debo confesar que incluso yo me sentí gratamente sorprendido de esa rápida capacidad de respuesta.....bien hacen en decir que a los 18 es cuando más potencia se tiene.

Total me la llevé a la habitación de la pareja y llamé a Andrés para que viera como me la comía. Yo mientras tanto la arrojé en la cama y le sujeté con fuerza las muñecas mientras la obligaba a abrir la piernas. En menos de un segundo ya mi verga había encontrado la entrada a su gruta y se deslizaba rápidamente adentro. Se la engulló toda y solo quedaron mis pelotas golpeando contra su culo. Solo después que ya había empezado a bombearla caí en cuenta que Andrés se la había cogido y que ella estaba lubricada en el semen de los dos. Al principio de dio un poco de asco e incluso pensé en parar, pero ya entrado en gastos decidí continuar y dejarle otra carga dentro de su útero y ovarios. Andrés llegó en esas y vi que por fin se había empalmado. Ella le sugirió que se la comiera por el culo, y que entre los dos le hiciéramos una doble penetración. Andrés, antes que ella terminara de hablar, ya se había subido a la cama y le decía que se alistara. Yo le saqué la verga y le sugerí le diera la espalda a Andres mientras se clavaba poco a poco por el culo. Luego ella se recostó sobre el, quedando boca arriba y yo me monté encima de ella. Quedamos como en un sánduche donde la carne era ella. La verdad solo he hecho eso una vez y a decir verdad, me pareció incómodo, pero ellos como que ya estaba acostumbrados y parecian disfrutarlo mucho. Total que la bombee un buen rato por delante, mientras Andrés hacia lo mismo por detrás. Incluso podía sentir la verga de él a través de la delgada pared que separa la concha del ano. Total que nos la cogimos así un rato, y Andrés al poco rato acabó en su culo. Yo aceleré el ritmo y al poco rato sentí como la hacía llegar a otro orgasmo. Instantes después le llené nuevamente la cuca con un buen chorro de semen que de seguro entró directo en su útero. Estuvimos los tres asi un rato, y luego yo fui el primero en salirme de ella. Como era de esperar, el semen se le empezó a salir y a embarrarle toda la concha, mientras caía en la colcha de la cama. Sin ningún pudor, ella se metio los dedos en su cuevita y chupaba el semen que quedaba en ellos.

Después de tres polvos yo ya estaba deshecho, y necesitaba un buen descanso, Andrés, mayor que yo, no se diga, así que los tres nos acostamos en la cama y nos dormimos. Yo por lo menos dormí como 3 horas y cuando desperté solo ella seguía a mi lado, pues Andrés se había parado creo que al baño. Creo que me moví muy fuerte, pues ella se despertó y me preguntó con una sonrisa si me había gustado cogérmela. Yo le dije que si y que me había gustado mucho su culo. Ella se rió y me dijo que eso y lo demás era mio cuando quisiera, y sin mayores avisos me besó y luego bajó a chuparme la flácida trola mientras acariciaba los huevos delicadamente. Me dijo que quería una carga de semen en su boca. Yo le dije que no estaba seguro de poder lograrlo puesto que ya tenía tres polvos a cuestas en muy poco tiempo, pero le pedi que me lo mamara. Esta mujer era una verdadera maestra en el arte de chupar vergas puesto que me la mamó con tal destreza que un momento después ya estaba parada de nuevo. Junto con Catalina (protagonista de un relato anterior) creo que es la mejor mamadora que he conocido. No tardé mucho en sentir que acababa y un instante después llenaba su boca con una modesta carga de semen. Recuerdo que me dijo que el sabor de mi semen era exquisito (cosa que Teresa, protagonista de otro de mis relatos también me ha dicho) así que lo degustó un buen rato antes de tragarlo.

Después de esto ya dimos por terminada la sesión. Me bañe y me fui agradeciéndoles a los dos la hospitalidad brindada. Ambos me dijeron que podía volver cuando quisiera, y la verdad es que tome a la letra el ofrecimiento. Me encule tantas veces a Viviana, e hice con ella tantas cosas que perdí la cuenta de ello. Era cómico incluso que con descaro yo le decía a Andrés que me prestara su carro para ir a cogerme a su mujer. El solo sonreía y me pasaba las llaves.....en verdad todo eso fue una experiencia memorable. Incluso en cierta ocasión me invitaron un día a cogérmela junto con una de las amantes de Andrés, pero lastimosamente no pude ir ese día por un inconveniente que se me presentó. Siempre he creído que cualquier puta de la calle añoraría tener la experiencia y maestria que Viviana demostraba en la cama

Con esta pareja aprendí, me atrevo a decir, el 90% de las cosas que en materia sexual conozco. Pero lo bueno no dura, ya que más o menos un par de años después, cuando ya me había retirado de la firma de abogados donde lo conocí, Andrés consiguió un trabajo mucho mejor en una ciudad costera y junto con Viviana se trasladó para alla. No obstante continuamos charlando y aun somos buenos amigos. Incluso he ido a visitarlos unas cuantas veces y me han atendido como a un rey, aunque ya hace rato que no voy a verlos. Un dato interesante es que Viviana quedó embarazada hace cosa un par de años y ninguno de los dos sabe quien es el padre. Igual a ninguno de los dos les importa saber eso y adoran a la niña que ya tiene un poco más de un año. Incluso Andrés llegó a comentarme que podía ser yo el padre puesto que el tiempo de la concepción coincidía con una de mis visitas, pero eso a mi tampoco me interesa saberlo. Ya bastante tengo con saber que dejé embarazada a Diana (protagonista de otro de mis relatos) y que mi hijo se lo están haciendo pasar por suyo a otro hombre.

Bueno, creo que con esto concluyo los relatos que considero dignos de mención. No me lo estan preguntado pero he de decir con seguridad que los tres relatos que he hecho hasta el momento son reales, que yo he sido su protagonista y que en los mismos he tratado de conservar la esencia de las cosas tal y como pasaron, ya que no he exagerado ni aumentado las cosas. Espero sus cometarios.