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Mi profesor de la universidad y yo en un paraíso

en Sexo con maduros

Mi profesor bello y yo en un paraíso (3)

Luego de algunos encuentros y salidas con mi guapo y maduro profesor y de que nos va divinamente en cuestiones carnales, decidimos cambiar de aires y de rutina en nuestros encuentros y salir fuera de la ciudad a disfrutar de la naturaleza, el aire libre, la tranquilidad y por supuesto de nosotros, de nuestros cuerpos, de nuestros besos, de nuestra sexualidad...

Quedamos en encontrarnos el sábado y salir como ya dije fuera de la ciudad, desde el día anterior yo me dediqué a planearlo todo, es decir qué me iba a poner, mi ropa interior, mi mejor maquillaje y a fantasear sobre cómo iba a ser ese encuentro, pero les digo que tod lo que yo imaginé se quedó corto frente a toda la maravilla que viví ese día, que sin duda se quedará en mi memoria como uno de os más hermosos y plenos de mi vida.

Nos encontramos muy por la mañana cerca de la universidad –nuestro referido y siempre recordado punto de encuentro desde la primera vez, más si allí fue donde nos conocimos y donde empezó todo esto- cuando yo llegué al lugar acordado él no estaba y eso hizo que por fracciones de segundo creyera que nada de lo acordado se iba a hacer realidad, pero inmediatamente me tranquilicé cuando sonó mi celular y del otro lado de la línea estaba él quien me decía que estaba a escasas tres cuadras de nuestro sitio de encuentro pues por problemas de tránsito se iba a demorar un par de minutos más de lo acordado, efectivamente hasta que yo termine de guardar mi celular y de verme una vez más en el espejo, él ya estaba allí, ese día no vino en su acostumbrado automóvil si no que escogió traer su cuatro por cuatro que es el auto que va mejor para la aventura y vaya que fue buena esa idea pues el paraíso al que fuimos tenía sitios un poco difíciles de transitar.

Me subí al auto y allí estaba él recibiéndome con una gran sonrisa y con un gran beso de ternura y delicadeza pero a la vez de una gran pasión que ya hacía presagiar lo que se venía. Me dijo que estaba hermosa, que cada día que me ve se da cuenta aún más de lo bella que soy y de lo afortunado que es él al tener a una muchacha tan bella y tan joven solo para él y de saber que toda mi figura, mis piernas, mi cintura tan pequeña, mis tetas, mi carnudo y tan bien formado culo, mi chuchita rica y lubricadita son para él, esas palabras me empezaron a excitar de una manera grande pues el deseo que yo le tengo a mi profesor es grande, por cierto que tenía razón pues ese día me arreglé muy bien y efectivamente estaba más hermosa que de costumbre, vale indicar que estaba puesta un jean negro ajustado a las líneas de mi cuerpo, un top rojo con vivos negros a través del cual se dibujaban perfectamente las líneas de mis curvas y se me notaban las grandes y redondas tetas que hacían una deliciosa conjunción con mi parte trasera que estaba más notoria que de costumbre gracias a esa vestimenta, por dentro estaba con una ropa interior conformada por un brassiere ajustado confeccionado de randa, encaje y con unas flores bordadas igual que el interior que era un hilo dental parte de ese mi conjunto.

Empezamos nuestro viaje hacia un lugar que está al norte de la ciudad a unas dos horas de viaje, primero paramos para abastecernos de bebidas refrescantes y una que otra cerveza y allí si emprendimos el tan añorado viaje, pusimos música súper romántica de fondo y bien pegaditos, prácticamente los dos en el asiento del conductor empezamos a recorrer esas dos horas de viaje de ida más espectaculares que hemos vivido, todo el tiempo me iba diciendo lo mucho que me quiere y lo deliciosa que soy, lo bien que me disfruta en la intimidad y por supuesto me iba manoseando por todos los lados posibles, prácticamente no hubo sitio de la carretera por donde no hayamos ido totalmente pegaditos uno al otro, cada que el tránsito y las condiciones del camino nos daban la oportunidad nos dábamos esos besos que me enloquecen y que le gustan tanto a él.

Al cabo de un buen trecho de camino recorrido y con todo ese ambiente tan hermoso y abriendo el cierre de mi ajustado pantalón, la mano de mi profesor llegó a donde tenía que llegar, sí metió sus dedos en mi rica chucha que estaba totalmente mojada ruto de la excitación que me produce el solo roce de ese maduro que me da sexo y placer como nadie, él al sentirme tan mojada también se excitó más de la cuenta y me empezó a manosear a un lado de la carretera donde nos quedamos detenidos para poder darnos un poco más de placer, allí con sus dos manos libres y al calor de la salsa romántica que sonaba en ese momento nos besamos con verdadera pasión, me metió la mano por todos los lados posibles, me mamó las tetas, yo le chupé ese tan apetecible tronco de 20 cms que me tiene loca de ganas por él, con cada chupada su tronco se hacía más grueso, más grande y más caliente, nos acariciamos también con suavidad y con ternura, os besamos una vez más y seguimos hacia nuestro destino, pues así lo planificamos y teníamos que cumplirlo.

Continuamos con nuestro recorrido bien pegaditos y abrazados, a ratos la posición para mí era un poco incómoda pues mi costado izquierdo estaba apoyado sobre el cinturón de seguridad del conductor y sobre el freno de mano, para él tampoco creo que haya sido muy cómodo manejar con una sola mano pues la otra estaba bien ocupada alrededor de mi bien formado cuerpo, pero nada de eso importaba lo único real era que estábamos tan cerca, tan juntos y con tantas ganas el uno del otro que todo lo demás era secundario.

Así abrazados nos acercamos al último tramo de nuestro viaje para arribar hasta la hostería y spa a donde nos dirigíamos, allí en este último trecho el camino cambió radicalmente, habían muchos baches en la carretera y a ratos debíamos separarnos de asiento pues era bastante difícil conducir en esas condiciones, después de unos 20 minutos llegamos a la hostería, era hermosa tenía un paisaje digno de un sueño, muchas aves, flores de todos los colores y las variedades, árboles inmensos, cascadas, senderos, senderos por los cuales se podía caminar en contacto con la maravilla que es la naturaleza, los dos juntos en ese paraíso que constituye ese sitio, en tan agradable y deliciosa compañía, empezamos a caminar por ese precioso camino, muy juntitos abrazados, muy cariñosos y con unas ganas locas de estar juntos sexualmente, con cada beso o cada caricia nos poníamos a mil, hasta que hubo un momento en que yo me sentí tan mojada que ya no pude más me quedé de pie le abracé alrededor del cuello y le di el beso más rico y largo de la vida, él enseguida comprendió lo que trataba de decirle y me besó con pasión por el cuello, en la boca, me alzó el top y me empezó a dar de mamadas y mordidas por las tetas, a poco de eso sentí su enorme y duro tronco puntear mi vagina, estaba tan grande y duro que me dolía cuando me embestía en ese momento sin quitarnos la ropa, instintivamente los dos empezamos a desvestirnos, claro que a mí me daba miedo de que vengan personas que también estén disfrutando de la hostería por donde nosotros estábamos y nos vean pero por suerte eso no sucedió.

Cuando estuvimos desnudos nos acariciamos con más fuerza aún y mi vagina latía a mil pidiendo ser penetrada por tan maravillos ejemplar, una verga de 22 cms supongo pues estaba más crecida y gordita de lo acostumbrado, me apoyé en un árbol y él empezó a meterme sus dedos en ese huequito del que salían gran cantidad de jugos que le mojaban la mano, luego él tampoco pudo aguantar más y me metió frenéticamente la verga en mi hoyito, me entró con toda facilidad pues mi vagina era un auténtico mar de tantos líquidos que emanaba, me dio con gran vigor y placer mientras me decía lo maravillosa que era mi chucha, me manoseaba y sobaba las tetas y de vez en cuando se las comía como un bebé que está hambriento después de no haber comido por muchas horas, a ratos me sacaba la verga y me metía los dedos, o a ratos yo me sacaba la verga y me agachaba a lamerla y devorarla con la misma pasión que él devoraba mis tetas.

Me decía que yo soy una hembra maravillosa, que le encanta darme su verga porque siempre le han enloquecido las chuchas tan lubricadas como la mía, que su verga está hecha exactamente para calzar en mi huequito caliente y delicioso.

Una vez que estuvimos cogiendo bastante rato y que yo ya había tenido algunos orgasmos, decidios que íbamos a parar para seguir caminando por ese paradisíaco lugar y disfrutando de las maravillas de la naturaleza, de un buen almuerzo, para luego sí ir a la habitación a deleitarnos de un sexo placentero y rico como solo los dos nos podemos dar.

Efectivamente nos pusimos nuestra ropa y seguimos caminando un tramo más, no mucho porque ante tantos abrazos y besos deliciosos, noté que un riquísimo bulto se empezaba a asomar debajo del pantalón de mi profesor, era un paquete duro que empezó a restregarse contra mi culito y ya no pude más de las ganas locas que se me vinieron a mi cuerpo, sobre todo a mi chucha que nuevamente me empezó a picar frenéticamente pidiendo que le diera su comida favorita, una verga de mi maduro y guapo profesor de la universidad, allí mismo nos desvestimos y seguimos con lo que ya habíamos empezado claro que esta vez con más ganas pues una vez que se nos despertó la gana a ese nivel teníamos que hacerlo muy bien, entonces nos acostamos e un lecho de hierba suave y fresca, oíamos el cantar de los pájaros y el silvo del viento al chocar con los árboles, allí una vez más hicimos el amor, él me besó todo mi cuerpo me lamió y mamó las tetas, me metió los dedos firmemente con lo cual me hizo sentir unos ricos orgasmos, hicimos un delicioso 69 que nos llevó a l mismo cielo en ese paraíso natural, me dijo que en todos sus años no había tenido una experiencia tan sensual y maravillosa, luego me dejó de chupar y me tomó de los cabellos y me ubicó frente a su bien parado aparato y me lo metió en la boca, yo sentía que me llegaba hasta la garganta y tenía que abrir la boca como si estuviera en una consulta con el dentista pues de otra forma no me cabía semejante pinga grande y deliciosa.

En medio de suspiros y abrazos me levantó del suelo y me tomó de los brazo y me los puso alrededor de su cuello mis piernas rodeaban su cintura y mi vagina recibió tod el poder de ese tamaño y grosor de pene que me hizo estalla a la vez de dolor y de placer, me dolía pues en esa posición me entró caso hasta las bolas y aparte sus dedos que no solo me acariciaban el clítoris si no también que me metía los dedos en vi vagina, era como tener dos penes ahí adentro lo cual era rico pero también me ardía un poco, luego nos acostamos los dos frente a frente entonces yo abrí mis piernas y lo recibí con toda mi vagina abierta y absolutamente lubricada.

Luego de decirme y hacerme todo lo que pudo se decidió a darme unas embestidas brutales, me daba con toda la fuerza de su ser cada embestida que me entraba parecía que me partí en dos, nunca había sentido que un pene que me entra por la vagina se me salga por la garganta, pero en realidad así era como lo sentía, por supuesto que fue delicioso, además el contexto en el que se desarrollaba era espectacular.

Luego de esas embestidas finalmente él terminó de una manera abundante me sentí llena de su caliente y espesa leche, cansada, feliz y fresca en medio de esa naturaleza maravillosa.

Luego de ello regresamos a bungaló para podernos bañar y acicalar para ir a almorzar, la comida estuvo deliciosa, la compañía excelente y el lugar ideal, todo era una perfecta conjunción, mientras comíamos me acariciaba mi mano y me decía todo lo que me quería, lo que me deseaba y lo bella que soy, luego de terminar de comer, vino otro paseo pero esta vez en compañía de alguna gente más que visitaba la hostería, posteriormente fuimos al lecho de un río a observar la potencia del agua en su correr por la cascada.

Finalmente, al término de la tarde y luego de comer unos deliciosos dulces que allí preparan nosotros también nos preparamos para ir a dormir a nuestro bungaló, claro que lo de dormir es solo un decir porque no llegamos a dormir ni unas dos horas en toda la noche, pues lo que hicimos estaba muy lejos de descansar, pero eso será motivo de otro próximo relato.

Gracias a todos por sus comentarios y espero me comenten lo que les pareció este nuevo relato.