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Plan para el sabado

en Bisexuales

Era una tarde de sábado bastante aburrida, estaba frente a mi ordenador tratando de entretenerme, de modo que como muchas otras veces me conecté al chat gay de mi zona para buscar un chico para mamar. en cuanto me conecta pongo un mensaje haciendo saber mis intenciones:

- "Alguien para oral esta tarde?"

No tardan en abrirse como siempre un par de ventanas, en ese momento hay que ser rápido para no dejar escapar al posible plan de esta tarde. Uno es un cuarentón que solo quiere a alguien que se la chupe gratis, yo espero que también me hagan algo. El otro parece ser un joven muy agradable:

El - Hola

Yo - Hola, q tal?

El - Bien, que buscas?

Yo - Pues en principio alguien a quien mamar, y si me maman a mi también, pues genial

El - mmm, suena muy bien, como eres?

Yo - 26 años, moreno, 1.80 70kg con barba, bi y sin pluma, tu?

El - Yo también soy bi

El - moreno, pelo corto, 1.77 unos 75kg, sin pluma 26 también

Yo - Tienes sitio?

El - Ahora mismo no, pero a las cinco ya estaré solo

Yo - Vives con tus padres o tu pareja?

El - ni lo uno ni lo otro, en un piso de estudiantes

La conversación siguió un rato más para conocernos mejor. El era un estudiante universitario que vivía con dos compañeros y una chica. Todos usaban el piso como picadero ocasional y los demás lo comprendían y se iban. El, al igual que yo, era un hetero curioso, nadie sabia de sus aficiones y quería mucha discreción ante todo. Si alguien nos veía entrar al piso le diríamos que yo era un compañero de facultad que iba a hacer un trabajo, (bueno, un trabajito si nos íbamos a hacer).

Habíamos quedado a las 6 en la puerta de un sex-shop, me gusta quedar ahí porque en un sitio donde hay poca gente y la gente que hay no va a decir nada. Llegó puntual y me llevo a su piso. Era un piso moderno, de los recién estrenados para estudiantes, muebles de Ikea y un poco de desorden. Me siento en el sofá de la salita frente a la tele, el pone un DVD porno, era una peli de bisexuales que me puso muy caliente. Me pregunto si quería una cerveza:

- "Ahora mismo prefiero otra cosa" - Le dije tocando su paquete.

El comenzó a quitarse el cinturón y yo le ayudaba a bajarse los pantalones. Me quedé mirando su slip y a acariciarlo por encima de la tela, notaba como poco a poco se iba poniendo mas duro y grande, mientras el se quitaba la camisa. Realmente estaba tan dotado como me había dicho por el chat. Antes de poder quitarle el slip, se bajó hacia mi para quitarme mis pantalones, yo le ayudé sentándome hacia el borde del sofá. Me quitó los pantalones y mi boxer, jugó un poco con las manos con mi pene afeitado, no es que sea muy grande, pero es bastante atractivo. Enseguida comenzó a lamer, de abajo a arriba, poco a poco, y te vez en cuando se metía la punta en la boca, pero rápidamente volvía a lamer hasta los huevos, era una delicia. Cada vez tenia la polla mas tiempo en su boca, jugaba con su lengua y a veces se la metía toda entera. Yo tenia ganas de probar el suyo, así que le pedí que cambiásemos:

- "¿Me dejas jugar a mi ahora?" - Le pregunte.

Se puso en pie delante mía, le bajé el slip para versela mejor. Ahora no estaba tan dura como antes, pero tenía ese punto de "morcillona" que me encanta. Se la acaricié con las manos, moviendo las manos arriba y abajo, me la acercaba a la cara y la frotaba contra mi barba, poco a poco me la pasaba por la boca y la acariciaba con los labios. a medida que notaba que se ponía mas dura, la lamía por fuera, con la lengua recorriendo todo su pene. Cuando llegaba a la punta, me la metía en la boca y jugaba un poco con ella, después la volvía a sacar y bajaba hasta los huevos. Me los metía en la boca, los lamia y chupaba, eran una delicia porque el también los tenia afeitados, aunque se dejase algo de pelo sobre el pene, daba gusto mamarle.

Al poco rato de estar tragando su pene, oímos como se abría la puerta, si apenas tiempo a reaccionar, vimos como una chica morena apareció de repente, mirándonos con cara de asombro. El chico, bastante abrumado, trató de explicarse:

- "¡Marta!... esto ... yo ..." - Al chico no le salían las palabras y yo no sabia que hacer, me quedé quieto con su polla en mi cara, y esperando a ver como salir de esta.

- "No pasa nada Carlos. Como Lucy se tenia que ir pronto, yo he vuelto a casa. Pero vosotros seguid con lo vuestro" -  Le dijo ella. Por lo visto Marta era su compañera de piso.

- "Una pregunta, ¿os importa si miro? me da mucho morbo" - Dijo mirándonos a los dos desnudos. Carlos no contestó, pero yo me metí otra vez su polla en la boca, ahora flácida por el susto, y seguí chupando. Por el gesto de placer que hizo, parecía obvio que a él tampoco le importaba ya que su compañera de piso nos viese. Ella se acercó hasta un sillón de la salita para vernos de cerca. En ocasiones me separaba un poco del chico para observar que es lo que hacia nuestra espectadora. Era una chica un poco más joven que nosotros, unos 20 o 22 años, con la piel muy clara y el pelo moreno cortado con media melena, Vestía con unos vaqueros claros y una camiseta roja sin mucho escote, pero bastante ajustada, lo que permitía ver bien su figura y su ombligo. Ella no hacia nada extraño, sentada frente a nosotros miraba como le mamaba la polla a su amigo, de vez en cuando nos hacíamos miradas de complicidad.

Poco después Carlos se separó de mi cara, me tumbó sobre el sofá y se puso encima mía, con su pene de nuevo sobre mi cara, pero esta vez, el también lamia el mio. Parece que vernos hacer un sesenta y nueve, nuestra admiradora empezaba a calentarse. Se reclinó hacia atrás y comenzó a tocarse suavemente por encima de la ropa, de forma discreta, pero muy sexy. Mientras Carlos se tragaba mi polla, levanto la cabeza para pedirle a Marta que trajera condones. Al oír esto empecé a comerle también el culo al chico para irle preparando. pasaba mi lengua por el agujero y trataba de abrirme paso con la punta, cada vez resultaba mas fácil meter la lengua, de modo que empecé introduciendo un dedo, lo movía y poco después ya podía meter dos. Noté como dejó de mamarme el pene i enseguida me estaba poniendo un preservativo, al mirar entre las piernas de Carlos, pude ver como era Marta quien me esta poniendo el condón, cuando terminó, ella se volvió a sentar y Carlos se movió hacia adelante para poner su trasero en posición.

Agarró mi pene con su mano y lo guió hasta su dilatado agujero, se fue sentando poco a poco. Yo podía sentir como me abría paso hacia su interior, cada vez más adentro, me apretaba con sus paredes y lo sentía rico. Podía ver como Marta se metía la mano bajo el pantalón desabrochado y se acariciaba, parecía que le ponía caliente ver a su compañero de piso follando con un desconocido. Carlos me pidió cambiar de postura, nos separamos, nos pusimos en pie y el se colocó a cuatro patas sobre el suelo, me coloqué detrás de él y volví a metérsela, esta vez apenas costó nada de introducir.

Me incliné un poco más sobre él y le agarré la polla con mi mano y le masturbaba mientras me lo follaba. De vez en cuando me pedía que parase, porque todavía no se quería correr. Los dos podíamos ver la cara de Marta mientras se tocaba, su expresión era una mezcla entre curiosidad y placer, nos hacíamos gestos de complicidad y eso le ponía más caliente aun.

Carlos dejó de moverse y me preguntó si ahora me apetecía a mí, por supuesto le dije que si. Le saqué la polla y me quité el condón usado, mientras él se sentaba. Llené mis dedos de saliva y me lubriqué bien mi agujero, me metía un par de dedos para abrir bien mientras miraba como se ponía el preservativo. Él estaba sentado en el sofá de cara a Marta, yo me puse frente a el pero dándole la espalda, para poder ver a Marta que cara pone al ver como me meto esa polla. Voy doblando las piernas poco a poco, esta vez dejo que sea él quien guíe la polla hacia mi culo, en cuanto siento el primer contacto, me muevo para dejar que su punta me roce por el agujero. Después voy bajando un poco más.

Noto como la cabeza se abre paso, paro un poco para acostumbrarme al grosor y sigo bajando, hasta sentirla toda en mi interior. Subo y bajo despacio, sin dejar de mirar a Marta, ella no deja de mirar como la polla de Carlos entra y sale de mi culo y como la mía se tambalea arriba y abajo. Sin mediar palabra, ella se levanta y se dirige hacia nosotros, me agarra el pene y empieza a hacerme una mamada, muy despacio, muy rica. Estiro la mano para tocarle un pecho, pero con la mano libre me aparta. Eso me pone más caliente aun, sentir como me follan el culo y me hacen una mamada a la vez y yo no puedo tocar.

Subo el ritmo, me muevo con mas energía sobre la polla de Carlos que parece estar a punto de venirse. Pero soy yo, con la mamada de Marta el primero que se corre sobre su cara. No parece disgustarla, deja que todo el semen se esparza sobre su rostro. Dejo de moverme, me saco la polla de mi culo y me siento al lado. Carlos tiene una erección tremenda, y me sorprendo sobre como me ha cabido eso. Enseguida le quito el condón y empiezo a masturbarle con fuerza, para que se corra también sobre el rostro de Marta. Ella no hacía intención de mamarle, solo esperaba una descarga mas sobre su rostro. No tardó mucho en venirse y lanzar unos potentes chorros de leche sobre su compañera. El semen se escurría por su cara y goteaba sobre la camiseta. A ella se la veía con cara de felicidad, aun sin haberla tocado nada, nosotros estábamos exhaustos sobre el sofá.

Me levanté y les pedí que me indicaran el baño, tenia ganas de mear. Ella se ofreció a acompañarme:

- "Ven conmigo, tengo que quitarme todo esto de la cara" - dijo ella.

- "¿Puedo quitártelo yo? - Le pregunté. era la primera vez que había estado con un tío sin llenarme de semen, y me ponía muy caliente poder lamerlo de la cara de Marta.

- "Claro" - Dijo ella, y me agarró la cabeza para besarme, nos lamimos los dos la cara pasándonos el semen de una boca a la otra. Limpié con mi lengua toda su dulce carita, y después la besé, nuestras lenguas se pasaban el semen como si fuera un chicle, lo se desbordaba por fuera de nuestros labios se quedaba en mi barba, luego ella lamía mi cara y volvíamos a lo mismo. Todo esto me ponía caliente, pero necesitaba ir al baño.

Carlos también se apunto y nos fuimos los tres a asear. Al entrar al lavabo a Carlos se le ocurrió una idea guarrilla:

- "¿Porque no la limpias con tu chorro?" - Se refería a que le mee en la cara de Marta para limpiarla de semen.

- "Y una mierda, que te bañe a ti" - Le respondió enseguida ella. Carlos no dijo nada, pero se sentó en el plato de ducha y me hizo un gesto para indicarme que le mee encima. Agarré mi pene y le apunté a la cara; el chorro salía con fuerza, y le fui "regando" todo el cuerpo. Enseguida noté como ella se puso detrás mía, me sujeto el pene y guiaba el chorro por todo el cuerpo de su amigo. Hasta que quedé sin una gota no paré, al terminar ella me soltó la polla y Carlos se levantó para lamerme la punta y las ultimas gotas que quedasen. No me di cuenta, pero marta se estaba quitando los pantalones y las bragas, entonces pude ver por fin su coñito. Tenia bastante vello, lo cual no me gusta en una chica joven, pero los labios los tenia prietos y sonrosados.

- "Ahora me toca a mi." - Le dijo a Carlos indicándole que ella también le iba a duchar. se puso sobre el en la ducha y poniendo un pie sobre la balda, le empapó de nuevo. Esto hizo que me volviera a empalmar, la imagen era asombrosa, ella estaba vestida solo con la camiseta roja, mientras meaba sobre su compañero de piso desnudo.

En cuanto terminó, salió de la ducha y se lavó la cara, que aun tenia restos de semen. Yo me metí en la ducha con Carlos para lavarnos. Como tenia una importante erección, se arrodillo i me hizo una mamada mientras corría el agua, no tardé demasiado en venirme. quise hacerle una mamada yo también, pero no me dejó, quería tirarse a Marta después, de manera que solo nos sobamos las pollas un poco y después salimos de la ducha.

Yo había quedado mas que satisfecho, y de camino a la salita donde estaba mi ropa le dije que podíamos quedar de vez en cuando para follar, lo cual le pareció muy buena idea. al llegar a la salita estaba Marta viendo la televisión, vestida tal y como había salido del baño, solo con la camiseta roja. Me vestía mientras me despedía de los dos, con intención de vernos pronto y repetir, ella también parecía ilusionada. Me fui de su casa con lo huevos vacíos y muy satisfecho, dejándolos solos y desnudos.

Espero les haya gustado.