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Biografía sexual (6)

en Hetero: Infidelidad

Biografía sexual (Sexta Parte)

Holaaaaaaa, otra vez yo, como están?, espero que les haya atrapado mi zaga, ya que le pongo mucho empeño y cariño a mis relatos, a pesar que soy bastante limitada en mi forma de escribir, pero bueno, intento que cada relato salga mejor. En este capitulo les contare sin ninguna duda unos de mis actos sexuales más alocado de mi vida, les cuento por que:

Como recordaran yo tenia una amiga muy liberal (en todos los sentidos) llamada Silvia, ella estaba casada y nos conocimos en el gimnasio donde íbamos, allí nos hicimos muy amigas y por supuesto que nos contábamos todo, no teníamos secretos entre ambas, a pesar que ella no era mi mejor amiga.

Pero bueno, vamos a los hechos que les interesa a ustedes: resulta que Silvia cumplía años un viernes y decidió festeja su cumple en su dpto (estaría sola, ya que su marido no estaba invitado –jajajaja-) con algunos compañeros de la facultad, del trabajo y del gmy, en el cual estaba invitado Rafael (leer mi tercer relato, publicado en forma anónima); no se si se acuerdan de el, es la misma persona que se cogio a Silvia y a mi en la ultima fiesta del gmy, pero volvamos a este episodio; la idea es que allí podríamos bailar y escuchar música fuerte hasta muy tarde, y luego salir a bailar.

Ese mismo día a la tarde Silvia me dijo por el msm que me valla mas temprano a su Dpto., así nos cambiábamos juntas, pero me adelanto con me lleve algo zafado para ponerme, ya que ella se había comprado una vestimenta apropiada para la ocasión.

Obviamente a mi novio Hernán no le dije que iba a ir al cumple de Silvia, ya que el literalmente la odia, ya que sabe que es una mina bastante rápida y un mal ejemplo para mi, pero eso invente la excusa que debía estudiar para un examen el lunes siguiente, y por eso esa noche no podríamos vernos, gracias a dios el se trago el anzuelo.

Empecé a la tarde a prepare la ropa que me pondría esa noche y tipo 19:30 me marche al Dpto. de Silvia ya que me iba a bañar y cambiar allí; al llegar Silvia me dijo que pase al baño inmediatamente, ya que estábamos mal de tiempo, por eso me empecé a bañar lo mas rápido posible, una vez que termine y me empezaba a secar entro Silvia, me vio desnuda durante un par de segundos, hasta que me tapé con una toalla rápidamente, por lo que creo apenas tuvo tiempo de verme bien, pero no fue así, por que al parecer me observo muy detalladamente mi vagina, ya que me dijo:

Como es posible que no tenga depilada completamente la vagina?

No se, nunca se me ocurrió.

No te preocupes, esto tiene solución, sécate que te espero en la cama.

Salí del baño envuelta en una toalla, allí Silvia me esperaba con una maquina de cortar el pelo en una de sus manos y con la otra removía una cera con tranquilidad, con dulzura diría yo, como si estuviera removiendo una delicada crema inglesa, cuidando para que no se le cortase en el ultimo momento.

Túmbate bebe, sácate la toalla y ponela en la cama, así nos ensuciamos nada, me ordenó.

Yo obediente lo hice, me senté en el borde de la cama y me desprendí de la tolla, quedado íntegramente desnuda frente a Silvia, ella me coloco una silla enfrente de mí, luego me subió los pies, lo que provoco cayera de espaldas en la cama.

Que te parece si antes aprovechamos y te repaso las axilas?, me preguntó.

Ok, le conteste.

Levanté el brazo derecho, y ella con un clinex secó el posible sudor, y con la otra mano repasaba la axila extendiéndose hacia el pecho, luego con la espátula en la mano aplico la cera caliente en la axila, con cuidado, soplando por encima para aliviar el dolor. Dejó la espátula en el recipiente, y con mano decidida despegó un poco el pegote de cera tirando de la piel con la otra mano, y ZAS, tirón!, rápidamente puso su mano en mi axila irritada y la levantó para soplar la piel resentida, soplaba acercándose mucho y acariciando todo el rededor, deslizando la mano repetidamente por el lateral del pecho desnudo. Yo estaba viendo que aquella actitud no era demasiado usual, tantos mimos, tantas caricias, pero a ella se la veía tan dulce, que ni me atreví, ni ose disuadirla de sus métodos, al fin y al cabo me gustaba mucho esa suavidad.

A pesar de ello me sentía turbada, pero admití que sabia como calmar el dolor de esa tortura y su forma de trabajar me empezaba incluso a parecer placentera, me olvidé del dolor para desear que volviera a tirar de esa maldita cera y recoger las caricias y mimos que me iba a proporcionar.

Así procedió con la otra axila, usando el mismo método, los pezones se erguían al contacto de sus dedos, que toqueteaban como distraídamente, como si aquello fuera parte de su trabajo y no hubiera intención alguna en sus tocamientos.

Qué pechos grandes tenes Vale!, yo no tengo nada, tenes unos pezones duros y muy sexy!

Pero tenes una cola mas linda que la mia, le conteste el cumplido en forma atrevida.

Bueno Vale, volvamos al trabajo, ahora las ingles!

Yo transportada por esa forma tan dulce de manosearme, entregada y obediente a sus palabras, abrí las piernas, primero la derecha. Le debo confesar que estaba tremendamente ansiosa en ver que caricias aplicarían a la zona que se proponía depilar. Me aplicó la cera con tanto mimo como venia haciéndolo, apenas noté la temperatura porque yo esta ya caliente, con decisión y mucha habilidad tiró de nuevo, luego rápidamente apoyo su mano, golpeando con suavidad la piel, yo ya no estaba turbada, dejé que manoseara, decidiera e hiciera lo que ella quisiera, me abandoné en sus manos, luego prosiguió con la izquierda terminado así su trabajo en esa zona.

Y ahora, que sigue, me pregunto.

Supongo que la vagina.

Si nena, aquí vamos, pero acertaste un poco mas, me dijo, prendió la maquina y empezó a cortarme mis pelos vaginales, las cosquillas que sentía al pasar la cortadora de pelo incremento la excitación que sentía e instintivamente solté un pequeño suspiro.

Luego Silvia con mucha pasión separo mis piernas para cortar todo el bello que rodeabas mis labios y me dijo:

Tranquila Vale, ya falta poco, me dijo, mientras las manos Silvia y la cortadora seguían rozando mi vagina, cuyo rozando me excitaron tremendamente, sin poder resistirlo mas solté un hondo suspiro, allí Silvia se dio cuenta de mi terrible excitación y me impidió levantarme y dijo:

Ya termine, solo falta poner un poco de crema para evitar la irritación.

Prosiguió a colocarme la crema y me empezó a pasar y repasar la mano por encima de mi sexo, ella y yo notamos como me excitaba, ya que incluso como una gotitas que salieron mi concha, pero Silvia seguía en su labor sin dejar de charlar y de explicarme cosas a las que yo apenas prestaba atención, ciegamente obsesionada por el movimiento de sus manos.

Yo en ese momento estaba en el nimbo, no entendía como podía excitarme con Silvia, nunca había sentido atracción hacia alguna mujer, pero el vaso que colmo mí calentura fue una pregunta directa de Silvia:

Te gustó Vale?, mientras miraba mi vagina perfectamente depilada.

Me encanto Sil, muchas gracias, le conteste, en realidad me había gustado mucho, me sentía más sexy y más cachonda.

Luego de ese episodio tan excitante con mi amiga me dispuse a cambiar, mientras Silvia se entro a bañar, por ello abrí la bolsa con mi ropa y empecé a sacar primero la tanga de encaje negra, chiquita, bien apretada, pero el toque de distinción era una medias con fantasía que me llegaban hasta mi cintura, luego me coloque una mini falda de cuero negra, muy corta, un top también negro sin corpiño, que hacia que resaltara mis senos, por ultimo mi vestimenta se componía de unas botas negras altas. Lo mejor era que cada vez que me agachaba, aunque sea un poquito se veía toda mi colita apretada con la tanga, por eso decidí sacarme la misma y quedarme solo con las mas medias enteras.

Mmmmmmmm, al mírame en el espejo si que me veía como todo un prostituta, esta muy caliente, y esa noche intuida que algo fuera de lo común sucedería; Silvia a verme se quedo maravillada, ¨nena¨, me dijo ¨estas toda un putita, yo me tendré que esforzarme mucho para igualarte¨, ¨vos decis´´, le conteste con una sonrisa y me marche de su cuarto para ir a recibir los invitados que estaban pronto a llegar.

Ya a las 10 de la noche éramos 15 personas en el departamento de mi amiga Silvia, entre hombre y mujeres, la verdad es que todas estábamos bastante pilas porque por el festejo del cumple.

Al cabo de unos minutos apareció Silvia frente a todos nosotros, uuuuu, si que me había superando, Silvia se veían bárbaras, más putita que yo, y eso es mucho decir, ya que estaba toda de blanco, con un pescador de tela fina y un top también del mismo color que sólo le cubría los pechos, sin espalda, ese pantalón blanco era súper ajustado y transparente, al tan punto que se le marcaba descaradamente la tanga en su trasero y su vagina.

La fiesta por fin empezó, al principio empezamos a tomar muchas cervezas, pero después cuando ya estábamos más "alegres" seguimos con Fernet con coca, vodka o gancia speed, al ver a todas mis amigas del gmy mas detenidamente comprobé que todas se veían bárbaras, una más trolita que la otra.

A esa altura de la noche las cosas se había descontrolado por producto del alcohol y la música de Soda Stereo, yo estaba más que alegre, igual que mis amigas, entonces Silvia se subió a la mesa a bailar: como le dije ella tenía puesto un pescador blanco y top, todo el mundo la miraba, ya saben por que, por que se marcaba la tanga en forma impúdica, por lo ajustado del pantalón, en ese momento ella me evito a subir a bailar con ella, yo accedí y me empecé a mover frenéticamente con ella, al hacerlo note por las miradas de todos que se me veía mi cola sin tanga, según cómo me moviera, porque la mini era realmente muy cortita.

Los chicos empezaron a gritar "que se besen", nosotras estábamos bailando juntas y nos moríamos de la risa, pero ellos insistían "que se besen, que se besen", para darles el gusto, Silvia y yo nos dimos un ligero besito en los labios.

Queremos un beso de verdad", insistieron los chicos, golpeaban palmas y la mesas gritando más fuerte "que se besen, que se besen".

Vale, vamos a tener que hacer algo mas, me dijo Silvia riéndose.

Y si, le conteste, entonces Silvia rodeó mi cuello con sus brazos, acercó su rostro hacia el mío con la boca entre abierta y los ojos cerrados, yo también la abracé, abrí mis labios y nuestras bocas se juntaron.

No lo podía creer, nunca había besado a una mujer y supongo que el efecto del alcohol me hizo hacerlo, se sentía bárbaro besarla, su lengua y la mía, casi desnudas, tocándonos, tenía ganas de hacer más que besarla, y esas ganas me subían mientras ella me coloco su mano en mi cola, pero allí me separe de ella y termino ese suceso tan zafado.

Los chicos estallaron en un aplauso, y no era para menos, yo era la primera vez que besaba a una chica, y descubrí con asombro que mis pezones se habían puesto duros y que mi vagina estaba ligeramente húmeda, a Silvia le pasó lo mismo, ya que pude observar que se le marcaban los pezones debajo del top, entonces la mire fijamente a sus ojos y le dije "feliz cumpleaños Sil".

En el último tramo de la fiesta de cumple quedamos, además de nosotras dos, otros dos chicas (Sole y Gaby), el resto ya se habían marchados, entones decidimos que era hora de irnos al boliche y para allí fuimos. Al cabo de unos minutos de estar en el boliche llegaron otros amigos del gmy, entre ellos nuestro amante compartido de Silvia y mío, llamado Rafael, que al parecer no puedo asistir al dpto de Silvia, pero si se llego al boliche para saludarla.

Sin embargo, le debo confesar aquella noche estaba mal, seguramente debido a los tantos tragos que me había ingeridos y mas aun cuando algunos pesados que apenas conocía se me acercaron a joder; pueden imaginar cómo estaban de calientes los chicos que estaban cerca de mí en la discoteca que al vernos nuestras vestimentas algunos casi babeaban mirándome bailar con mis amigas. Algunos intentaron hablar, pero yo me quitaba enseguida a los babosos de encima, porque cuando quiero puedo ser muy antipática y borde, así que me puse a hablar con Rafael, pero luego de un rato lo eche a la mierda ya que se zafo por un comentario fuera de lugar, ya que me dijo que esa noche parecía una puta en busca de una buena pija y me invisto a coger enseguida, yo lo mande a la mierda y le dije que nunca mas lo quería estar con el, el se rió, y me contesto que no le importaba, ya que se seguía cogiendo a Silvia, tal respuesta me enfureció mas aun, pero me la tuve que aceptar sin chillar.

Como alrededor de las 5 de la mañana yo no aguantaba más, estaba muy borracha y de mal humor, no se, extrañaba a mi novio, y mas aun por la desubicación de Rafael que me había puesto peor, de pronto se acerco Silvia y me pregunto que me pasaba, allí le conté lo que me dijo Rafael y ella muy bien me contesto que no le diera bola y me pregunto:

Vos lo hiciste con Rafa?, me pregunto.

Si, igual que vos

Como sabes nena?

No te acordas que en la ultima fiesta del gmy te vi chupándole su pene en el baño de esa casa.

Jajajaja, si Vale, recuerdo, parece que te gusto ver, ya que no te perdiste detalle?

Si, me gusto.

Por que no vamos a tu dpto que estas sola así hablamos?

Mmmm, yo dude, por acepte:

Ok, vamos, no aguanto más estar en este boliche, necesito dormir hasta tarde.

Yo también, si te parece bien me quedo a dormir en tu dpto, ya que mañana es sábado y no trabajo.

OK, no hay drama, le conteste, y nos marchamos al departamento.

Al final llegamos a mi dpto, eran las 5:30 de la mañana, las dos estábamos muy alcoholizadas, Silvia al entrar inmediatamente prendió mi Centro Musical y puso un DVD de Luís Miguel con volumen bajo y me dijo:

Qué fiesta de cumpleaños que tuvimos, me dijo riéndose, y agrego: No vas a negarme que estuvo genial?

Si, la pasamos muy bien.

Bailamos Vale.

Como?

Si, bailemos ante de dormir, así no relejamos.

Si, por que no, le dije, y empezamos a bailaren forma suave.

Entre el alcohol y la música ya no sabía ni qué hacía y, sin darme cuenta, estaba bailando apretada a mi Silvia, yo a esa altura estaba perdida, luego giramos las dos y empezamos a bailar juntas rozando nuestras colas, la de Silvia era perfecta y se sentía mejor con ese pantalón ajustado, luego giramos, ahora ambas bailando cara a cara las dos muy juntitas, y allí me dijo:

Vale, hace tiempo que quería hablar contigo, decirte que me gustas demasiado, desde que te vi por primera vez en el gmy, físicamente me gustas muchísimo, pero cuando comencé ha conocerte, cómo eres como persona, me gustaste aún más, incluso hasta tu carácter difícil me gusta. Cada tarde que te veía llegar a clases de taebo el estómago me daba vuelcos increíbles, cuando te acercabas a saludarme tu aroma me envolvía por completo, escuchar tu risa me pone feliz, tu manera de caminar, de bailar y tu sonrisa, hacen que me tiemblen las piernas.

Sil, no se que decirte, le conteste intrigada.

Nada, no me digas nada, pero el gusto que siento por vos es inmenso, he pasado infinidad de noches soñando cómo sería tenerte cerca.

Yo la mire de forma extraña y dubitativa, y luego agrego:

Lo siento, tenías que saberlo.

Yo estaba frente a ella mirándola a los ojos creo que sin parpadear, como en estado de shock; no estaba enojada, pero tampoco sabía qué decirle, qué responder, porque no me había ofendido, es más era de las cosas más bonitas que alguien me ha dicho jamás. Creo que ella lo notó porque comenzó a acercarse, al parecer ella estaba dispuesta a arriesgarlo todo esa noche, era el momento y por ello rodeó mi cuello con sus brazos, luego acercó su rostro hacia el mío con la boca entreabierta y los ojos cerrados. Yo también la abracé, abrí mis labios y nuestras bocas se juntaron, nos dimos un largísimo beso, húmedo, profundo, nuestras lenguas se mezclaron, la de ella exploró en mi boca y la mía no se quedó atrás, mientras nos acariciábamos mutuamente la cabeza, los cabellos, la nuca, y movíamos sensualmente nuestros cuerpos al ritmo de Luís Miguel.

En ese instante Silvia me toco mi vagina por encima de mis medias, mientras con la otra mano me toco unos de mis senos libres bajo top, ya que recuerden que no usaba corpiño. Lo hacía suave al principio pero fue aumentando el ritmo, me empezó ha frotaba con rapidez, yo creí que iba a desmayarme, me temblaban las piernas y tuve que apoyarme a la pared para no caerme, pero allí reaccione y le dije:

Basta Sil, no puedo, que estamos haciendo, y me dirigí arduamente a mi cama y me tiré boca arriba, la cabeza me daba vueltas, no podía crees lo que estaba pasando.

Silvia llegó un instante después y se sentó en la cama, y lentamente se acercó, me tomó de un hombro y despacio me empujó para recostarme en la almohada, ella se tiró de costado a mí, y comenzó a acariciar mi cabello; en ese momento comencé a sentir una serie de estallidos dentro de mí, jamás me imaginé estar en esa situación, y allí Silvia me pregunto algo que no debía preguntar:

Seremos Bisexual?, me gustó el beso que nos dimos y sé que a ti también te gustó.

No lo sé Sil, respondí, solo se que no esta bien.

Por que?, si somos cuál es el problema?, insistió ella con una sonrisa.

Como cual es problema - le grite - a mi me gustan los hombres, no las mujeres, esto esta mal y lo sabes.

Tranquila Vale, me contesto, y allí de mi cabello pasó a mis hombros, los acariciaba con mucha delicadeza, y eso me encantaba, luego pasó sus dedos por los comienzos de mis senos y mi respiración comenzó a agitarse.

Se incorporó un poco, para quitarme el top, yo accedí levantando los brazos, luego se quedó un instante mirando mis senos y comenzó a rozarlos y me dijo:

Tienes unos pechos preciosos.

Acto seguido volvió a tirarse en la cama y comenzó a acariciármelos, muy suave, desde la base, por los costados, yo sentía cómo mis pezones se endurecían poco a poco, ella también lo notó, así que se acercó aún más a mí y sin dejar de acariciarme, comenzó a lamer uno de ellos con la punta de su lengua, se sentía tan húmeda y tan caliente, que mi excitación aumentó de forma increíble, me estaba encantando lo que me hacía, poco a poco comenzó a ponerse encima mía, tomó mis senos con ambas manos y siguió lamiendo mis pezones, uno después del otro. Yo estaba ya más que excitada, estaba hirviendo, comenzaron a salir gemidos de mi garganta, y sentí que mi vagina estaba prácticamente empapada de mis fluidos.

Entonces ella se acomodó entre mis piernas abiertas como si fuera un chico, recostando su cuerpo sobre el mío, apoyando su concha a través de su pantalón contra la mía, nuestras tetas quedaron juntas y volvió a besarme.

Al estar sobre mí, puso una de sus piernas entre las mías, así que de inmediato notó también lo mojado de mi concha e hizo un ruido muy rico como de satisfacción y me dijo:

Te está gustando, verdad preciosa?, quiero que lo disfrutes, quiero hacerte gemir como nunca, sólo déjate llevar.

No tenía que decírmelo, ya estaba rendida hacía mucho, pero no obstante de ello le conteste por formalismo:

No por favor Silvia, no podemos hacer eso, por favor, pero mi excitación pudo más y la abracé y rodeé sus caderas con mis piernas, Silvia gemía mientras me besaba y yo también.

Luego volvió a incorporarse y se echó para atrás, se quitó el top, ella tiene unos pechos más pequeños, pero firmes, bonitos, su piel es más oscura que las mía, y pude ver sus pezones muy erectos, levanté mis brazos y los acaricié, ella cerró los ojos y sonrió, luego me miró a los ojos y bajó con ambas manos comenzando a acariciarme desde los tobillos, subiendo por mis piernas, y al mismo tiempo tendiéndose sobre mí, llegando por fin a mi boca y me besó, lentamente, suavemente, con mucha pasión. Con el beso fue bajando por mi cuello, hasta llegar nuevamente a mis senos, los besaba, los lamía, les daba pequeños mordiscos húmedos, deliciosos, yo le acariciaba la espalda y los brazos, no sabía qué hacer, su mano derecha fue bajando sin que su boca dejara de chuparme, luego levanto mi mini falda hasta mi cintura, y allí me dijo:

Nena, te sacaste la tanga, soy una tremenda puta, yo estaba perdida por la calentura que tenia y le pedí que me chupe mi concha recién depilada.

Silvia al escuchar eso me rompió con sus uñas mis medias estera a la altura de mi vagina y empezó a chupar mi concha, su lengua entre mis labios y sobre mi clítoris me hicieron delirar de placer, me retorcía de placer y arqueaba mi espalda, jamás pensé que sería capaz de sentir tanto placer, sus dedos, sin separarlos, los frotaba suavemente por encima de mis labios vaginales, y poco a poco fue abriéndolos, despacio, hasta encontrar mi clítoris. Tenía ya la vagina inundada, de tan excitada que estaba, pero cuando comenzó a tocar mi clítoris, mis líquidos fluyeron aún más, luego abrí las piernas para que pudiera tocarme mejor, y ella volvió a besarme en la boca; deslizaba sus dedos y se escuchaba el ruido que hacían con mis fluidos, era delicioso, yo movía mi cadera al ritmo de sus dedos, estaba disfrutándolo de verdad.

De pronto dejó de tocarme, yo abrí los ojos por el corte de las caricias, y me dijo: queres que te haga el amor?, yo le respondí con la garganta reseca de tanto gemir, que sí, que lo deseaba de verdad.

Entonces se paro para quitarse el pantalón, le dio mucho trabajo quitárselo por lo ajustado, luego procedió a bajar su tanga, mi corazón se aceleró increíblemente al verla tan decidida, cuando terminó de quitárselo allí comprobé que tenia su vagina completamente depilada, allí me pedio que me desnude, y así lo hice, cuando termine de hacerlo me acosté y ella se puso sobre mí nuevamente, pero ésta vez se acomodó de tal manera que su vagina tocara la mía, mmmmmmm, que hermosa, las dos concha depiladas y húmedas.

Allí tuve un estallido de placer cuando sus labios vaginales tocaron los míos, sentí su calor, abrazante, desesperado, estaba también inundada como yo. Con una de sus piernas abrió un poco más las mías, se tendió sobre mí, me besó y comenzó a mover su cadera contra la mía, tocando mi vagina con la suya, de una manera inconteniblemente deliciosa. Con mis manos acaricié sus senos todo lo que pude, un deseo muy fuerte me animaba a hacerlo, los besé, lamí sus pezones, quería que también ella disfrutara conmigo, era maravilloso escuchar el ruido que hacían nuestros fluidos y los gemidos de ambas, de pronto comencé a sentir que iba a tener un orgasmo, no podía creerlo, sólo pude cerrar los ojos y sentir cómo llegaba, cómo me invadía todo el cuerpo, haciendo pulsar muy fuerte mi vagina y mis senos, estallé en medio de gemidos que eran casi gritos, y en medio de los besos y las caricias de Silvia.

Luego me hizo girar en la cama hasta quedar boca abajo, suavemente con sus manos separó mis nalgas y enterró la cara entre ellas, su lengua se hundió en el agujerito de mi culo, yo lancé un bramido de placer, ya que me pone realmente en éxtasis que me estimulen el ano de esa manera, lo descubrí hacia poco, ya que me novio por ahí me tocaba mi año con sus dedos, sin que pase a mayores, pero lo que nunca imaginé es que fuera mi amiga la que me brindara tanto goce. Silvia tenía la boca pegada contra mi agujerito y la lengua adentro de mi esfínter, estaba dura y caliente, la movía en círculos, la metía y la sacaba, luego me penetró suavemente con uno de sus pezones, se sujetaba el pecho con la mano y apuntaba el pezón a mi culito, después se montó sobre mí, sus tetas quedaron en mi espalda y su boca pegada a mi nuca, sin avisarme, mi amiga me hundió un dedo en el culo, yo grité y gemí.

Siempre quise saber qué gusto tenía tu culo, me susurró al oído.

Siiiii, debe ser rico como el tuyo.

Silvia a esa altura tenía los labios vaginales muy húmedos, les chorreaba mi jugo incoloro y espeso, estuvo un rato frotándose contra mi espalda sin dejar de penetrarme con el dedo, luego me la sacó, lo chupó y me hizo girar otra vez en la cama hasta que quedé boca arriba nuevamente.

Queres probarme a mí?

Siiiiiiiii, claro, le conteste súper excitada.

Por esa respuesta me metí sus tetas en la boca, eran muy ricas, duras, grandes, con los pezones muy erectos, siempre admiré los pechos de mi amiga, los míos son más grandes pero un poco mas caídos, pero Silvia son perfectos.

Ella se movió en la cama y se sentó sobre mi rostro, ahora tenía toda su concha a disposición de mi boca, estaba empapada, tenía olor fuerte a chica caliente; le metí la lengua, la moví en todas direcciones, me encantaba saborear a mi amiga de esa manera, ella movía la cadera y se pellizcaba los pezones, sus jugos mojaban toda mi cara.

Lámeme la concha, que soy un zorrita que le vuelve loca que se lo chupen, Dios ummmmmmmmmmmmm, sigue, sigue, más Vale, que me estas volviendo loca. Ummmmmmm.

Lo hago bien Sil, decime por favor.

Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Vale, es perfecto, que lengua.

Luego me deslicé un poco, Silvia quedó en cuatro, con las manos apoyadas en el respaldo de la cama, su culo estaba a mi disposición, se lo lamí y luego le hundí mi lengua, tenía razón, el sabor era exquisito; se lo chupé largo rato y pude comprobar que el agujerito se le abría fácilmente, obviamente no era virgen de allí, le metí mi dedo índice y desapareció hasta el fondo, Silvia gemía, con la respiración agitada, entrecortada.

Méteme otro, me pidió con voz caliente, y se abrió las nalgas todo lo que pudo con sus manos.

Apunté a su ano con mis dedos índice y mayor juntos, y se los engulló sin problemas, ella se frotaba fuertemente la concha, entraba y salí rápidamente, cogiéndola con los dedos, con la otra mano yo también me acariciaba mi clítoris, Silvia gritaba y se movió en la cama violentamente, luego me tomó de los brazos y me empujó, caí otra vez boca arriba y ella me abrió las piernas, se acomodó, ella también abierta, para que nuestras conchas quedaran pegadas y empezó un movimiento de frotación muy intenso.

Yo respondí, siguiéndole el ritmo, al mismo tiempo nos acariciábamos las tetas, ella se prendió de mis pezones y me las sacudía, yo se las amasaba con pasión, por primera vez sentí que una mujer me cogía la concha con su propia concha y yo se lo estaba haciendo a ella.

Aunque fue grandísimo mi orgasmo, no quedé exhausta, al contrario, todavía continué excitada, eso fue algo increíble, jamás lo había experimentado. Silvia cuando vio que había terminado mi orgasmo, se tiró un poco en la cama, acomodando su cadera de modo que su vagina quedaba totalmente enfrente de la mía, como en una especie de tijera, y comenzó a agitar fuertemente su vagina en la mía, en un momento sentí que también venía su orgasmo, y así fue, la vi echar la cabeza hacia atrás y gemir muy fuerte, estallamos las dos en un orgasmo muy ruidoso, gritando como locas.

Luego quedamos completamente mojadas, teníamos nuestros jugos mezclados en nuestras bocas y en los muslos, después juntamos nuestras cabezas sobre la almohada, aún agitadas.

Te gustó?, preguntó ella.

Muchísimo, le respondí, y nos dimos un beso muy profundo.

Ya más tranquilas, pude ver que mis muslos estaban escurriendo, así que me fui a dar una ducha, y ella también lo hizo. Pero al volver a la habitación, creo que ambas seguíamos súper excitadas, porque Silvia me quitó la toalla y me tumbó sobre la cama me dijo que le había faltado darme un regalo, que era lo que más había soñado, por ello separó mis piernas y con su lengua comenzó a explorar mi vagina, jamás me había echo sexo oral también bien como Silvia, ya que ella lo hacía de tal manera perfecta, me lamía y me besaba con delicadeza, casi con devoción, y sin esperarlo, estallé en otro orgasmo, no tan intenso como el anterior, pero un orgasmo al fin, delicioso, vibrante.

Luego Silvia se recostó a mi lado y nos dormidos separadas, no abrazadas, ya que yo me resisto a decir que soy Bisexual, pero en realidad, lo seré?

Seguirá….

Vale