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Diarios de un corazón desbaratado (La primera vez)

en Hetero: Primera vez

"Remember me when you’re the one who’s silver screen
Remember me when you’re the one you always dreamed
Remember me when everyone’s noses start to bleed
Remember me, special needs"

Special Needs – Placebo

Y ahí estábamos… en un cuarto de paredes rosas, en una cama llena de peluches y pequeñas almohadas con Placebo de fondo y la luz de la luna entrando en la ventana… la atmósfera perfecta diría yo.

Ahí, sobre mi cama recostados… Ángel sobre mí, con tan solo un bóxer cubriéndolo, mientras yo con una pequeña falda subida hasta la cintura, un bra y unas panties fucsias a modo de juego…

Sus manos dibujando círculos sobre mis piernas, mientras su miembro se clavaba en mi pelvis a través de las pequeñas telas, y nosotros fundiéndonos en aquel beso…

Aquel beso tan lindo, me atrevería a decir que hasta inocente. Dicen que la forma de besar de una persona define mucho como ella es, y es cierto, por que ese beso para mi significó más de mil palabras; mil palabras que me hicieron comprender una sola cosa… quería que Ángel me hiciera suya.

Un beso tan prolongado, tan dulce… sus labios me sabían a fresa, eran unos labios tan cálidos, tan suaves que sabían muy bien cómo fundirse con los míos. Estaba perdida en aquel beso que mis deseos más contenidos salieron a la luz…

"Ángel hazme el amor", fue lo único que alcance a susurrarle…

Él delicadamente se detuvo por un instante…

"Estás segura?", me pregunto mientras me miraba a los ojos con un brillo especial…

Ese niño era tan lindo, y respetuoso que no quería estropear nada, fue lo que me dijo después… puesto que en una de nuestras pláticas había salido que yo era virgen y él también. Tal vez fue eso lo que me ánimo, el hecho de que tanto él como yo teníamos la misma inexpereciencia.

"Sí nene, estoy muy segura… quiero perder la virginidad contigo", le dije con una gran sonrisa en mis labios, y sin dejar de mirar esos ojitos azules que tanto me gustan.

Ángel también me sonreía, aunque ambos estábamos algo apenados, y yo creo que hasta me sonroje un poco… después de ese instante, comenzó a besarme de una forma inexplicable, sus labios buscaban a los míos tan pasionalmente que en ese mismo instante me sentí transportada otro lugar, me perdí en el tiempo y solo pensaba en aquel beso.

Delicadamente desabrocho el zipper de mi falda, para luego quitármela lentamente… sus manos recorrían mis piernas suavemente mientras se llevaba mi falda entre ellas, la dejo a un lado de la cama, y como un depredador viendo a su pequeña presa se subió de nuevo a la cama, acercándose lentamente a mí con esa sonrisa en sus labios, acarició tiernamente mis mejillas y volvió a besarme de la manera como solo él sabe… sus besos eran tan mágicos que me volvían loca.

No sé en que momentos mientras nos besábamos se quito el bóxer, me di cuenta cuando se recargó totalmente sobre mí y sentí el calor y la dureza que emanaba su pene, aquello arrancó un suspiro dentro de mí que fue casi como un susurro para él…

Lentamente comenzó a mover sus caderas hacía adelante y hacía atrás, rozando su pene contra mi vagina, al instante me provocaron pequeños gemidos de placer que el ahogaba con sus besos.

Nuestras respiraciones entrecortadas, los latidos y sus movimientos cada vez más rápidos, los gemidos más notables, y aquellos besos más apasionados. Y es que Ángel sabía como ponerme realmente excitada, y perderme en su tiempo y espacio.

Pero algo nos hizo volver a la realidad, y es que justo en ese momento escuchamos como el portón de mi casa se abría…

"Son mis papás", le dije algo asustada.

Deteniendo sus besos, lo paré y me levante de la cama para buscar mi blusa y arreglarme un poco la ropa, pero antes de que yo pudiera si quiera moverme él me volvió a jalar a la cama quedando de nuevo sobre mí…

"No quiero soltarte, pero tampoco quiero causarte problemas mi pequeña… mira como me tienes", - en ese momento él bajo la mirada y yo la seguí viendo como su pene apenas rozaba mi vientre señalándome directo a mí – "¿Crees que podrías ir mañana a mi casa, después de las 7?"

"Sí nene, si puedo, pero más te vale irte ahora o si no, no sé lo que pasaría" – le conteste algo nerviosa, tanto por mis papás, como por su proposición…

"Sí, no te preocupes nena, ve con tus papás te voy a escribir mi dirección y te la dejo sobre tu tocador" – me dijo mientras me daba un pequeño beso en los labios, y se hizo hacía un lado para que yo pudiera salir…

"Okei nene, mira sales y vas por la izquierda ahí sigue el pasillo hasta el fondo y hay una salida al patio, rodea la casa y sal por la puerta, yo voy a entretener a mis papás… hasta mañana Ángel" – le sonreí y le volví a dar otro piquito, mientras me ponía a toda prisa mi ropa y salía de mi cuarto a saludar a mis papás…

Salí del cuarto, recorriendo el pasillo que va a la sala, mirando como mis papás entraban en ella, y a la vez pensando que en mi cuarto había un chico, probablemente aún desnudo, con la verga totalmente empalmada que acababa de fajar con su pequeña nena de 15 años… uff la simple idea me causo un cosquilleo en mi entrepierna.

Corrí y salude primero a mi mamá y luego a mi papá, preguntándoles como les había ido en el día, entre otras cosas… me senté sobre el sillón que da hacía las ventanas, para que ellos pudieran sentarse de espaldas a ellas y así no ver como Ángel corría hacía la puerta, casi me da un ataque de risa al ver las muecas que Ángel me hacía al salir corriendo de mi casa.

Después como pude les dije que tenía que regresar a hacer mi tarea, y así poder ir a mi habitación (ya que cuando mis papás se ponen de platicones no le paran a su rollo).

Me levante y después de que ya no pudieran verme, casi corrí hasta mi cuarto cerrando la puerta tras de mí, y notando como una pequeña nota estaba pegada a mi espejo, "encontró mis post-it" me dije a mí misma mientras sonreía:

"Mi pequeña:

Lo de hoy ha sido maravilloso, enserio nena gracias,

Espero poder verte mañana, esta es mi dirección….

Te quiere, Ángel".

Una sonrisa aún mayor se dibujo en mis labios al terminar de leer su mensaje, me gire para ver hacía mi cama, y sorprendida vi como los peluches, las almohadas y las sábanas ya estaban bien arregladas.

Comencé a quitarme la blusa de nuevo, la faldita y el bra para solo dejarme las panties imaginando que era Ángel quien me despojaba de ellos, me recosté en mi cama y pude sentir el calor que todavía estaba en ella, abrace una almohada y así me quede dormida.

Por la mañana me desperté más contenta de lo normal, o eso me dijeron mis padres y hermanos. Y sí, para haber sido un domingo como cualquier otro, para mí fue muy especial.

En la escuela estuve todo el día distraída, pensando en lo que había pasado y en lo que venía… no pude evitar sentirme algo nerviosa al pensar en ello.

No sé si fue por lo mismo, pero sentí que el tiempo pasó muy lento…

Llegue a casa y mientras comíamos, le comente a mis padres que había surgido una tarea de improviso, de esas que son grupales y que mi grupo bien tenía la costumbre de hacerlas por turnos, y que para mi suerte el turno que me tocaba era el último, el de 8 a 11 de la noche…

Como no era la primera vez que a mi grupo se le ocurría ese tipo de cosas, claro que esta vez era tan sólo un pretexto, mis papás dijeron que sí, con la condición de que me regresará en un taxi… alegremente asentí, diciéndoles que no se preocuparan por ello.

El tiempo en la tarde lo sentí más lento aún, y si se preguntan por qué dije que a las 8, era por que quería hacer sufrir tantito a Ángel, además de que las chavas por ley llegamos tarde a todo, y más si soy yo… ya que no poseo el don de la puntualidad.

A eso de las 6 de la tarde me metí a la bañera a disfrutar de una larga y relajante ducha, salí como cuarenta minutos después ya cuando la piel se pone así como arrugadita, y con el olor de los jabones totalmente impregnados en mi piel, lo cual me encanta.

Me metí en mi cuarto y desenrollándome de la toalla me tiré a la cama cubriéndome un poco con ella, recordando lo que el día anterior había sucedido ahí. Sin querer, me lleve los dedos a mi vagina, sintiendo como de ella emanaban ya mis flujos… se sentía tan calientita y húmeda.

De sólo imaginar que en unos minutos después estaría alojando a un intruso, me recorrió un pequeño escalofrío que puso de punta a mis vellitos.

Yo soy una chica de mente muy abierta, y que desde hace un buen tiempo sabe cosas con respecto al sexo, puesto que de 13 años veía porno con mi primo, y a esa edad me comencé a masturbar, más o menos.

Siempre me habían llamado la atención esas actrices que llevaban el pubis depilado, así que esa vez en el baño me lo quite todo. Y si ya me veía algo pequeña por mi edad, seguro Ángel al verme con todo el pubis depilado pensaría que era más niña aún.

Me acerque al espejo y no pude evitar sonreír al verme totalmente desnuda y con la vagina así, se me hizo muy bonita… la toque y estaba súper tersa, tal como si fuera la piel de un bebe.

Desenredé mi cabello, le puse algo de crema para peinar, mientras que mi cuerpo llevaba unas panties naranjitas a juego con un bra azul celeste, una blusa negra que hacía ver mi gran escote, y unos pantalones pegados, que hacían notar muy bien mis caderas y mi trasero, junto con unas sandalias plateadas.

Cuando salí de mi cuarto no había nadie, así que tome un taxi y le di la dirección que Ángel me había dado.

Llegue a eso de las 7.49 pm a su casa, veía como desde la sala una sombra se movía de un lado a otro como desesperada, sonreí y toque el timbre de su casa.

Nada más al verme una sonrisa muy cálida me recibió…

"Hola nena, creí que ya no ibas a venir"- me dijo con un carita un tanto triste.

"Como crees que no nene, lo que pasa es que se me hizo un poco tarde, es todo." – Le comente mientras acariciaba una de sus mejillas.

"No te preocupes pasa, estas en tu casa"

"Gracias Ángel."

Pasamos a lo que sería la sala de su casa, me invitó a sentarme mientras me ofrecía un vaso de refresco, el cual yo acepte gustosa, y nos pusimos a platicar en como nos había ido en el día y cosas sin sentido. En el aire se notaba tensión y nerviosismo, ni él ni yo sabíamos como comenzar a actuar.

Eran casi las 10 de la noche, ya habían pasado dos horas desde que yo había llegado y aún seguíamos en la sala, platicando muy gustosamente sí, y a la vez riéndonos como niños… pero para esto ya pensaba que no iba a suceder nada. Había perdido las esperanzas.

Me invitó a su cuarto, y me mostro las cosas que le gustaban. Algo que tenemos muy en común es que ambos somos muy molestosos y juguetones, así que cuando el se resbaló cayendo sentado sobre la cama yo no desaproveche y me subí en el para hacerle cosquillas.

Él obviamente al ser más grande que yo, tenía más fuerza y de un solo empujón me tiro a la cama colocándose sobre mí, pero como soy muy pequeña pude zafarme de él haciéndome hacía atrás y rodeando su cama. Ángel inteligentemente se subió sobre ella y me abrazo rodeándome con sus brazos, al ver que por más que me forcejeaba no lograba librarme de él, me di por vencida y nos empezamos a reír.

"Ves, no que tú puedes con todo y que no se qué" – me dijo burlonamente.

"Hahahaha, ya verás que en otros lados si puedo hacerte temblar" – le dije mientras acariciaba su pecho con la yema de mis dedos.

"Ah sí?, pues eso esta por verse pequeña" – y diciendo esto me tomo de las piernas y me levanto, haciendo que yo rodeara su torso con ellas, y llevándome así se sentó sobre un sillón que estaba frente a su cama.

Comenzó a besarme lentamente, mientras sus manos acariciaban mis muslos a través de mi pantalón. Por mi parte le acariciaba el pecho subiendo desde su abdomen hasta su cuello, donde me ponía a jugar tiernamente con uno de sus oídos. Él con cuidado acariciaba mis muslos recorriéndolos hasta llegar a mi espalda, metiendo sus manos debajo de mi blusa, no sin antes acariciarme el trasero.

Delicadamente comencé a acariciar sus costados hasta llegar al contorno de su playera, y así jalar de ella hasta quitársela. Ángel por su parte, cada vez subía más y más sus manos tocándome delicadamente el borde de mi bra sin tocar mis pechos, así hasta bajar sus manos y tomar mi blusa para también despojarme de ella.

Subí mis brazos como una niña, cuando él me quito la blusa… después clave mis ojos en los suyos, y con una sonrisa picará le seguí para darle un beso más apasionado, si es que se podía. Mordía su labio inferior, mientras me separaba tantito para quitarme el bra sin que se diera cuenta, pues cuando pegue mi pecho desnudo al suyo, sentí como su piel se erizaba, y como su pene luchaba por salir de su pantalón.

Lleve mis manos hasta su cuello rodeándolo con ellas, y él aprovecho para acariciar parte de mi estómago, mis costillas y el inicio de mis senos; sus movimientos eran algo torpes, pero tiernos, el sólo sentir sus manos tocando mi piel me provocaban suspirar.

Dejo de besar mis labios, para descender poco a poco hacía mi cuello, lo chupaba delicadamente, sin dejar señas o mordiéndolo delicadamente. Mis manos se paseaban por su espalda, enterrando mis uñas, no demasiado fuerte, sobre él.

Sentí como las manos de Ángel descendían para desabrochar mi pantalón, cuando lo hizo aproveche y me levante… colocándome de lado frente a él, baje lentamente mis pantalones, hasta quedar completamente agachada con las piernas rectas, así volví a levantarme lentamente mientras acariciaba mis muslos sensualmente.

Ángel sin poder evitarlo, se desabrocho el pantalón que automáticamente liberó su gran erección.

Paso una de sus manos por mi trasero, y me incline hacía él para besar sus labios internando mi lengua dentro de aquella inexplorada boca, que lo termino de encender. Se deshizo de los pantalones… y puso ambas manos sobre mis nalgas atrayendome de nuevo hacía él.

Sentí como aprisione su pene con mi pelvis, y de nuevo ese cosquilleo en mi entrepierna que me hacía mojar las panties, nuestras lenguas continuaban debatiéndose para ver quién podía llegar más lejos que la otra, mientras las manos de Ángel recorrían todo lo largo de mis costados, hasta llegar al borde de mi ropa interior…

"Qué es esto?" – me preguntó él, al sentir un pequeño broche a un costado de mis panties…

"Es un broche"- le dije sonriendo más lujuriosa de lo normal…

"Y para qué sirve?? – me dijo con esa sonrisa tan juguetona, bien que lo sabía, pero sólo se hacía.

"Pues, por qué no lo desabrochas y lo compruebas tú mismo?" – tanto roce y tanto calor me tenían en un punto sin regreso…

Dicho esto, Ángel lo desabrocho y automáticamente mi ropa interior cedió, dejando completamente a la vista mi vagina. Me levante tantito para deslizar la prenda y quitármela.

Ahí estaba completamente desnuda sobre un chico que no dejaba de recorrer todo mi cuerpo con sus manos, y ahora mismo con la mirada también. Me sonroje un poco, y le sonreí… él volvió a buscar mis labios, mientras yo bajaba mis manos sobre su pecho y buscaba a su pene, lo saque del bóxer, y este automáticamente saltó hacía afuera… Ángel suspiro al sentir mis manos sobre su miembro, pero ambos gemimos cuando yo pegue su órgano a mi pelvis.

Él sin dudarlo me tomo de las nalgas y comenzó a hacer un movimiento de arriba-abajo, mientras nuestras partes se rozaban totalmente, provocando una masturbación entre ambos que consigo traía gemidos que ninguno de los dos acallaba.

En una de esas subidas su pene quedo apuntando directamente la entrada de mi vagina, él me detuvo ahí y viéndome a los ojos, con una pequeña gota de sudor recorriéndole la sien, me sonrió.

"Pequeña estás segura?"

"Sabes, creo que no sé si quiero esto ahora… " – le dije mientras ponía una cara de confundida.

"Qué?!" – puso su cara de espantado.

"hahahahaha, era broma tontito" – y dicho esto tome su pene con mis manos y lo guie hacía la entrada.

Él nada más observaba mis movimientos, esperando ver en qué momento su pene se hundía en mí. Sabía que al ser mi primera vez me dolería, así que con cuidado metí el capullo, un suspiro por parte de ambos se escucho. Lo miré a los ojos y sonriéndole me clave todo su pene dentro de mí.

"AAAAAAAAHHHH" – un grito de dolor había salido de mis labios, y mi espalda se arqueo al sentir como su pene me habría totalmente.

"Aaaah, neeena ess..tás bii..en??" – Ángel me miraba con ojos de espanto y trato de levantarme, pero yo se lo impedí.

"No.. nene, tran..quilo, estooy bii..en… teeengo que acoostum..braarme" – le dije mientras me quedaba quieta y mi vagina se acostumbraba al invasor, y es que tenía 18 cm de carne dentro de mí. Lentamente sentí como algo caliente se deslizaba por mi vagina, manchando la pelvis de Ángel, sonreí tímidamente al ver que ya no era virgen.

Él también lo había notado, se acerco a mí y me beso lentamente, un beso tierno, nuestros labios se abrazaban tiernamente como si apenas se conocieran. Ya no sentía tanto dolor por lo que comencé a hacer suaves movimientos, subiendo y bajando por el pene de mi chico.

Lo que en un principio eran suspiros terminaron siendo grandes gemidos cuando él puso sus manos sobre mis nalgas, ayudándome a clavar más y más su pene dentro de mí, el placer fue indescriptible… sentir como aquel pene ardía dentro de mí, sus venas y como mis flujos se mezclaban con los de él era maravilloso.

Él se levanto del sillón donde estábamos, y me cargó aún estando dentro de mí, para depositarme en la cama. Al quitarse los bóxers se salió de mí, pero no tardo mucho en regresar, y ahí pude sentir como lentamente se internaba de nuevo dentro de mí. Tardo un par de segundos, por lo que creía que aquel miembro era interminable, no me podía creer que todo aquello me entrará sin ningún problema.

Volvió a besarme, lentamente al igual que sus movimientos de entrar y salir de mí, y conforme me iba besando más apasionadamente me la metía más rápido y fuerte.

"Aaaaaaaaah, hhhmmm, aaaaaahhhh" – era todo lo que se escuchaba en la habitación, y los choques de nuestras pieles, el típico sonido de la fricción por nuestros flujos, y los besos que nos dábamos.

Si bien era la primera vez de ambos, él no lo hacía tan mal. Me penetraba fuerte, pero a la vez con cierta delicadeza. Mis caderas no tardaron en acompasar sus movimientos, y es que sentir como se resbalaba dentro de mí era maravilloso, quería que lo enterrará en lo más hondo de mi ser.

Ángel en todo momento me veía a los ojos sonriéndome, dándome la suficiente confianza para tocarlo, arañarlo y morderlo… él por su parte pasaba sus labios por mi cuello, besándolo, succionándolo y en ocasiones también lo mordía pero no fuerte. Se atrevió a posar sus labios por el canalillo de mis senos lo cual me hizo gemir aún más fuerte… "AAAaaaah".

"aaaaaah, Luna ya.. no.. aguaanto" – me decía Ángel, con su rostro perlado por el sudor y una cara de lujuria que me volvía loca. Desde un principio había notado que los gemidos le provocaban cierto morbo.

"yo tampoco, Ángel vente con..mii..go neene…. aaaahmmm" – estaba al borde del delirio, pero quería llegar al mismo tiempo que él.

No sé como mis labios se abrieron tan bien que mi clítoris se comenzó a frotar directamente con la pelvis de él… Sabía que no podía aguantar mucho más.

"Ángel ya no puueedoo… aaah… hhmmmmm" – le decía mientras con mi vagina provocaba pequeñas contracciones para que él se vinera más rápido. Ya que a mi clítoris ya no lo podía controlar.

"AAAAAAHHGG… LUUUUUUUU…" – me decía mientras me penetraba cada vez más fuerte y rápido.

"AAAAAAHHHHHHH.. SIIIIII… AANGEEEEL" – me corrí al sentir uno, dos… y hasta cinco chorros de semen inundar mi vagina. Mi espalda se arqueó automáticamente al sentir esos chorros de placer, mientras mi vagina no dejaba de contraerse como tratando de exprimirlo todo.

Lentamente Ángel dejo de moverse dentro de mí, hasta parar por completo y mirarme a los ojos con su típica sonrisa.

"aaah.. Lu, eres.. eres heeermosaa neena" – fue lo último que alcanzo a decir Ángel antes de caer sobre mi pecho.

"y tú eres mi Án..gel, soolo mío" – le decía mientras le acariciaba tiernamente su cabello y su espalda.

Me miro, y me dio un beso más delicado y tierno. Estábamos ahí totalmente empapados de sudor, sintiendo como su semen se resbalaba fuera de mí mezclándose con mis flujos, y mi propia sangre. Aún agitados por el recién orgasmo nos quedamos unos minutos ahí recostados, y abrazados mirándonos como niños que acaban de hacer travesuras.

"Te quiero Lu, y bueno… quiero que seas mi novia, qué dices?" – su pregunta me sorprendió un poco, pero provoco una gran sonrisa en mí.

"Qué te dice esto??" – mientras le daba un tierno beso en sus labios.

"Eso es un sí?" – me pregunto algo emocionado e inocente.

"Claro que sí tontito, es un sí" – le respondí con una gran sonrisa que luego fue apagada con otro beso.

Estaba tan feliz, nunca había imaginado cómo sería mi primera vez, pero esta no la cambiaría por nada del mundo. Ángel me había hecho sentir mujer, y ahora ya me sentía suya, totalmente suya, y lo mejor… feliz.

Sin querer observe un reloj que estaba sobre uno de sus buros, "11.34 pm", me levanté lo más rápido que pude y el asustado me abrazo.

"¿Qué pasa pequeña?"

"Mira el reloj, ya es muy tarde tengo que…" - me detuve al ver una mancha de sangre en sus sábanas – "Nene, mira como eh dejado tus sábanas" – le dije sonrojada.

"Naah nena no te preocupes por eso, yo me encargo, deberías preocuparte pero por esto.. " – diciendo eso llevo sus dedos a mi vagina, tocando delicadamente mis labios, que al instante me erizo la piel, y comenzaba a mojarme de nuevo.

"Ya nene quieto, que te eh dicho que ya es bastante tarde y ya tengo que irme" – lo empuje un poco, sonriéndole y luego le di un beso en sus labios – "Me prestarías tu baño?"

"Para qué??" – me preguntaba con esa sonrisa seductora y traviesa que tiene.

"Pues para que yo me ponga a contar ovejitas de seguro, para qué mas va a hacer" – le conteste riendo. - "hahaha".

"No pues deja que yo consienta a mi nenita" – me tomo de la mano y me guio hasta el baño, estando así desnudos los dos.

Caminamos como tres metros después de la puerta de su cuarto y ahí estaba el baño. Entrando encendió la regadera y yo me metí dentro de ella, sintiendo como el agua fría enfriaba todo mi cuerpo aún caliente.

"Haber nenita, abra las piernitas" – diciendo esto, las separo delicadamente y comenzó a limpiar suavemente mis labios, metiendo sus dedos entre ellos.

Note que su pene comenzaba a dar señas de guerra de nuevo y mejor lo paré.

"Nene, espérate, que no me gustaría dejarte con las ganas… ya tengo que irme" – le dije juguetonamente mientras le aventaba un poco de agua al rostro, tome una de las toallas que estaban ahí y me enrolle una de ellas. – "Anda date un baño para que se te baje eso, mientras yo me cambio sale?"

Dicho eso me salí del baño, no sin antes acariciar todo el tronco de su pene con mis manos.

Salí toda apresurada pensando en la regañada que seguro me esperaba al llegar a casa, quien sabe como pude cambiarme y secarme un poco el cabello, me puse las sandalias, y salí del cuarto de Ángel, dejando las sábanas hechas una pequeña bolita.

En el pasillo me tope con él, que salía del baño con una toalla enrollada a sus caderas…

Me jalo de nuevo hacía a él, y me arrinconó a la pared.

"Ángel ya es tarde nene, tengo que irme" – yo trataba de separarme de él, pero la verdad es que es imposible.

"Y qué no hay besito de despedida para mí?" – me dijo sonriendo el muy travieso, sabía que su sonrisa me mataba.

Tiernamente, mientras le acariciaba sus mejillas, acerqué su rostro a mí y le di un lindo beso, que luego él hizo más y más apasionado, metiendo su lengua dentro de mi boca para que jugara con la mía; y me levanto contra la pared, haciendo caer su toalla y sintiendo de nuevo su erección contra mi abdomen.

"Nene, no me tortures por favor, ya tengo que irme feito" – notaba como sonreía maliciosamente, joder que ponerme así le encantaba.

"Esta bien horrorosa, pero antes… quiero que sepas que ha sido la mejor noche de mi vida, no pude habérmela imaginado mejor… te quiero mi niña hermosa" – me confesó viéndome a los ojos y aún teniéndome en sus brazos.

"Para mí también a sido maravilloso nene, gracias por querer compartir esto conmigo" – le dí un beso en su frente, uno en su nariz y al último otro en sus labios, jalando delicadamente con mis dientes uno de ellos.

Él lentamente me fue bajando, y poniéndose su toalla me miró partir desde su pasillo.

Salí de su casa con una gran sonrisa, que hasta el regaño se me había olvidado. Había pensado que tal vez hacerlo con Ángel iba a ser una locura, pero al final de todo arriesgarse valió la pena. Y ahora hasta su novia era. No podía estar más feliz que ese día, al salir pasaba un taxi que automáticamente tome al verlo.

Llegue a las 12.34 am a mí casa, todos ya estaban durmiendo y nadie noto que llegue tarde.

"Perfecto, esta noche sí que voy a soñar con Ángelitos ^^"