Después de dos años, les traigo la continuación de diarios de un corazón desbaratado. Disculpen la espera..
Sin darme cuenta ya estaba boca arriba, mirando al techo y masturbándome Luna eres un vicio pensé mientras me sonreí a mi misma, y si me hubiera visto seguro hubiera notado la sonrisa más lujuriosa que pude haber dado.
Un beso tan prolongado, tan dulce sus labios me sabían a fresa, eran unos labios tan cálidos, tan suaves que sabían muy bien cómo fundirse con los míos. Estaba perdida en aquel beso que mis deseos más contenidos salieron a la luz Ángel hazme el amor..
La razón por la cual estaba aburrida un sábado por la tarde en casa, sola y sin nada que hacer, es más que evidente.