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Diario de una virgencita (2)

en Hetero: Primera vez

Diario de una virgencita (parte 2)

Nos quedamos un rato abrazados sin decir nada. El me acariciaba la espalda con una mano y con la otra me agarraba de la cadera. Se inclino hacia el otro lado para verme bien la cara, mirándome a los ojos con carita de esperanza, me pregunto:

 

-Mónica, todavía eres virgen?

Yo me sonroje, me quede bloqueada por un momento, no sabia que decir, bueno si sabia pero no quería que el lo oyera, me daba vergüenza.

-Si, no he hecho el amor con nadie. Sabes que yo quería hacerlo con alguien a quien amase.

- Lo se, oye si no te encuentras cómoda aquí lo dejamos estar. Podemos quedarnos abrazados y no hacer nada mas. No quiero obligarte a hacer algo que tu no quieras hacer.

-Sergio, yo… te llame porque quería acabar con esto. Tu me ves como una santa, que en realidad lo soy pero no sabes como lo paso de mal, tengo la necesidad de probar el sexo. Tengo ganas de comerme una polla, tengo ganas de que me coman a mi…

-Jaja, estás segura de lo que dices? Podemos ir poco a poco pero te advierto que tengo un pirulo grande… yo no he desvirgado a ninguna chica, ya venían desvirgadas.

-Hagámoslo lento vale? Paso a paso, porfa.

-Tranquila, relájate y déjame hacer a mi.

 

Estaba tensa. Sergio me cogió en brazos y me llevo para la cama de matrimonio. Me dijo que me tumbara y que intentara pensar en algo agradable. Yo cerre los ojos y note como empezaba a acariciarme las tetas por encima de la camiseta. Las apretaba con delicadeza. El también estaba nervioso. Se tumbo sobre mi rodeándome con todo su cuerpo y beso cálidamente mis labios. Me gustó.

Ya me sentía mas comoda, empecé a participar, le acariciaba la cara, le daba besitos con mucha ternura… primero en el cuello, el gemia y disfrutaba. No era tonta, me di cuenta de que estaba empalmado.

Yo también me estaba poniendo cachonda por momentos. Tenia muchísimo calor, me quite la camiseta amarilla clara y me quede con el sujetador. A Sergio se le abrieron los ojos como platos. Fue directamente a comerme como si fuese un lobo feroz.

Me quito el sujetador con cuidado y empezó a lamerme los pezones con la punta de su lengua, ahhh, me encanto, estaba totalmente excitada. Yo le agarre de la cabeza para que continuase. Se metió mis tetas en su boca, primero una, luego la otra, succiono un poco mis pezónes que ya estaban duritos. Todo esto mientas me acariciaba el coño con sus dedos. Estaba muy mojada…

-Quiero probar tu polla. Metérmela en la boca.

-Hazlo. Me tumbo y te dejo que hagas libremente.

Sergio se quito el pantalón pirata que llevaba y la camiseta de hombros descubiertos. Se tumbo sobre la cama solo con su bóxer negro. Yo miraba fijamente el bulto que tenia. Que pedazo de polla debía tener!

No me atreví a quitarle los bóxer enseguida , primero toque por encima con la mano, se la agarre y fui apretando un poco la intensidad. El acabo por sacarse la polla, estaba impaciente.

Uf, me puso cachondisima ver mi primera polla de verdad, era grande y tenia buen aspecto. Le iba tocando con la mano por todas sus partes, le mire y tenía los ojos en blanco. No podía aguantar más, su polla era muy apetecible. Empecé a chuparle con la evidente inexperiencia de una novata. El no se quejo, yo le puse empeño, estaba disfrutando por comerme aquella polla. Le chupe por todo su miembro y acabe metiéndomela en la boca. Quería meterla hasta el fondo de mi garganta pero no pude, era demasiado gorda…

Me levante, me quite la minifalda, las braguitas y me puse desnuda sentada encima de Sergio. Agarre su polla con ganas, la fui rozando contra mi coño, estaba tan mojada!… aquello era un disfrute. Tantos años reprimiéndome! Tonta de mi! Le dije que necesitábamos un condón, yo no tomaba anticonceptivos. El se puso solito el condón sin mi ayuda, yo no se lo habría sabido poner y estábamos muy cachondos para andar perdiendo el tiempo en esos detalles.

Le volvi a agarrar la polla, esta vez con el condon y me la meti poco a poco, dolia mucho. Era muy gorda y mi agujero estrecho. Costaba abrirse, menos mal que estaba bien lubricada sino me habría destrozado. En el fondo estaba contenta, me estaba gustando.

Ohhh, Sergio gemia. A mi ya me iba entrando su polla, notaba una mezcla entre dolor y placer. No pude metérmela toda pero me dije a mi misma que quedaríamos mas veces para follar hasta que me entrara del todo. Tenia una sensación guay, como de comportarme al igual que una putita. Me estaba desinhibiendo.

Sergio se corrió delante de mi para que lo viera, no lo hizo dentro del condón, quería enseñármelo. Yo estaba cansada y un poco dolorida por la desvirgacion.

 

-Ahora ya puedo decir que he desvirgado a una chica, jeje

-Pues si y yo ya puedo decir que no soy una virgen, jaja. Tenemos que vernos mas veces. Me ha encantado.

-Por mi vale, no tengo novia ni nadie que me interese, excepto tu.

-Ya sabes que como pareja no me gustas pero para follar si que me sirves. He estado comoda contigo. No habría podido hacerlo con un cualquiera. A ti por lo menos te conocía.

-Bueno vamos a darnos una ducha y a cenar después…

-No me has dicho tu opinión sobre esto.

-Ha estado bien… y… sabes que te quiero, me gustaría que fueses para mi.

-Oye vamos a darnos un tiempo para pensarlo, ok?

-Como quieras.

 

(FIN)