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Mi nacimiento en la esclavitud (3)

en Fetichismo

Las puertas del ascensor se abrieron en la primera planta. Ella se dirigió con paso sensual bamboleando sus pechos hacia la puerta de la habitación del hotel. Yo la seguía con el corazón a mil, en parte por lo mojada que tenia las bragas al imaginarme saboreando sus tetas, y en parte por miedo a el futuro que Ella quisiera para mi, al ponerme en sus manos.

Le abrí la puerta con mano temblorosa a la segunda vez, y la deje entrar. Miró por un instante la habitación y la atravesó para descorrer las cortinas de un ventanal que daba al parking. Yo permanecí embobada contemplando cada uno de sus movimientos y temblando por que no sabia que hacer. Temía no solo el ponerme en sus manos, sino lo que Ella me quisiera hacer, y también no conseguir que Ella se sintiera orgullosa de ponerme a prueba.

La habitación era bastante pequeña. Al lado de la puerta de entrada estaba un pequeño armario de una puerta y una silla. Era cuadrada, lo justo para la cama. Y enfrente de la cama había otra puerta que supuse el baño y junto al ventanal otra silla, y entre la silla y la puerta una pequeña mesa con televisión.

Ella volvió desde el ventanal, se colocó frente a mi, al lado derecho de la cama y me dijo. "¡¡Pero que haces ahí!! Entra, y cierra la puerta. Ahora lo que debes aprender es que siempre a donde vayamos, debes descálzate y dejar tu calzado y ropa junto a la puerta. ¡¡Venga a que esperas, hazlo!!". Yo temblaba, tenía miedo de estar metiendome en algún lío, y a la vez de no estar a la altura. Era bastante humillante estar desnuda ante su mirada, y la mirada de cualquiera que pasara por el parking. Me sentía muy poca cosa al lado de su cuerpo, que aunque voluptuoso y relleno, me parecía el más perfecto y deseado que hubiera en este planeta.

"Deja la maleta sobre la silla y ponte en el medio que te vea bien." Me quede quieta donde me indicó, a media distancia entre la puerta y la cama. Ella fue a donde la maleta y empezó a sacar cosas. Saco dos pañuelos, uno me lo coloco sobre los ojos, y con el otro me ato las manos atrás. "Niña, esto lo hago por ti, para que te sea mas fácil." Oí como sacaba mas cosas de la maleta e iba y venia por la habitación hasta pararse otra vez delante mío. Por el ruido de una cremallera y el deslizar de ropa, pensé que se estaba desnudando. Yo en esos momentos me derretía pensando en sus enormes, duras y venosas tetas llenas de leche y en cuando podría mamar de ellas.

Después de quitarse la ropa giro alrededor mío. El silencio era ensordecedor hasta que Ella empezó a chasquear la lengua, como si no le gustase lo que veía. Eso me hacia sentir mas insegura todavía. Giraba tan cerca de mí que notaba sus pechos en mi piel. "Umm, ¿notas como mis pechos rozan tu piel?" "Si" dije notando como sus desnudos pechos apenas acariciaban mi piel por mi espalda dejando gotas de ese liquido que tan preciado y derrochado. Mi deseo por sus pechos me mareaba, pero me asusté cuando sin esperarlo me abofeteó mis rojas mejillas.

"No nena, así no. Tendrás que aprender a ser un bebe, llorarás, reirás y solo podrás decir aquellas palabras que yo te enseñe (volvió a girar a mi alrededor). ¿Notas como la leche se me sale de las tetas y te moja entera? (asentí con la cabeza) ¿Te gusta? Bien, por que a mi hay cosas de ti que no me gustan. Empezando por tus tetas." Y me cogió con cada mano un pezón y empezó a retorcerlos y a apretar y tirar de ellos hacia abajo hasta que sus pechos estuvieron rozando y recorriéndome toda la cara. "Bebe, ¿notas la leche que se escapa en tu cara? Está mojando hasta el pañuelo sobre tus ojos. ¿La hueles?¿Quieres ya mamar?" Abrí la boca mientras asentía con la cabeza con la esperanza de que se apiadase de mi y me dejase mamar de esos suculentos pechos. La manera en que me llamaba bebe, la manera en que hablaba de sus tetas y su leche hacían que aunque me sintiera indefensa y perdida, me excitara aun más. "Todavía no bebe. Primero debes dejarme que convierta ese cuerpo en algo bonito. ¿quieres que lo haga?". Mientas movía la cabeza afirmativamente se alejó y noté que empezaba a castigar mis tetas. Yo no deseaba que prestara atención a mi cuerpo, tan solo pensaba en adorar el suyo. El único placer que deseaba yo era el de dárselo a su cuerpo y mamar de sus hipnotizantes pechos. Pero pensé que si soportaba lo que Ella quisiera, podría tener mi recompensa. Pero eran unos pellizcos muy dolorosos y me costaba mucho mantener la boca cerrada y no gritar. Ella se dio cuenta y tiró de mis pechos otra vez hacia abajo acariciándome con sus tetas mi cara. Eso me volvió a excitar mucho y con cada pasada que daba por mi cara, yo abría la boca con la esperanza de atrapar el pezón, y me relamía las gotas de leche que me dejaba.

"Uyyy bebe, estas quedando preciosa. Te estoy colocando las pinzas de colgar por tus tetas y alrededor de los pezones. Ahora parecen margaritas, si, ahora si que estás más bonita, bebe." Se alejo de mi para contemplarme mejor. Ella tocaba y movía mis pechos a su antojo arrancándome movimientos incontrolados por el dolor. Yo estaba ahí en medio, indefensa ante sus dolorosas caricias, sin poder ver, sin saber lo que pasaba alrededor, solo escuchando e imaginando, desnuda. En esos momentos no solo me notaba desnuda de cuerpo, sino también de pensamiento y valor. "Solo dos pequeños detalles más (dijo mientras me colocaba en cada punta de mis pezones dos pinzas). Ahora si que la nena esta más bonita" Mientras decía esto, abría y cerraba las pinzas haciendo que estuviese a punto de gritar de dolor, pero yo, aguantaba con la boca cerrada mordiéndome los labios.

Se alejo de mi y me dijo "Ven, sigue mi voz." Yo andaba a pasitos cortos, con miedo de tropezar con algo y así fue, di contra algo que estaba en el suelo. "Mal, muy mal. No estas siendo una buena nena. Ponte de rodillas y gatea. Tienes que gatear. Ven a mi." Cuando llegue a donde estaba ella, pude notar por sus rodillas que estaba sentada en la cama. Con sus manos me coloco un lado suyo y me hizo doblarme sobre sus rodillas. Note en mi piel el tacto de sus medias que terminaban a la mitad de sus muslos. Empezó a azotarme con las manos el culo. Al principio podía aguantar, pero luego me escocía la piel del culo e intentaba moverlo para escapar de los azotes, pero cuanto más me movía, mas fuerte me daba. "Has sido mala, no debes de tropezarte y romper algo. Tienes que ir a gatas, así lo harás bien. ¿Serás buena para mi?¿Si?" Después de que asintiera con la cabeza me volvió a incorporar, dejándome de rodillas frente con mi cuerpo pegado aun a sus rodillas. Note como abría sus rodillas y me empujaba hacia Ella. Tenia pánico por que no sabia que podía pasar y a la vez estaba totalmente mojada por imaginar que podría por fin mamar de sus enormes y henchidos pechos. Cogió algo y empezó a peinarme, era un cepillo. Me hizo raya al medio y cuando me hacia a cada lado de mi cabeza una coleta, restregaba sus pechos contra mi cara. Ella tiraba de la coleta para tensar el pelo y yo abría la boca intentando cazar al azar el pezón que tanto ansiaba. La oía reírse y me decía que lo estaba haciendo bien, muy bien, cosa que me hacia volverme mas loca aun, buscar con mas ansia el pezón.

Después de haberme puesto dos coletas bien tensas, siguió tirando fuertemente de ellas cada vez que mi boca estaba apunto de rozar el pezón. Le gustaba desesperarme de esa manera. Sin esperarlo, me empujo hacia atrás, cayéndome de espaldas. Me indicó que fuese otra vez a donde Ella, y cuando volví de rodillas, note que Ella estiró la pierna con lo que me frenaba. Colocó su zapato clavándome su tacón en la parte sin pinzas de mi pecho izquierdo.

"Por aquí esta tu corazón. Dime, ¿tienes corazón de bebe? ¿Sólo piensas en chuparme las tetas? Demuéstramelo, chúpame el tacón como si fuera teta" Ella puso su zapato en mi mejilla y yo alcance con mis labios el tacón, saque la lengua y empecé a lamerlo, terminando por meterme todo el tacón en la boca. Seguí recorriendo con mi boca todo el zapato y después de unos minutos y poco a poco logre quitárselo con la boca siguiendo mi labor de besar y chupar su pie. Me lance hacia arriba y cuando llegue a la rodilla. Ella me la aparto dejándome en su lugar el otro zapato. Repetí lo mismo que con el otro pie, en mi afán por llegar a donde mi pensamiento me llevaba, a sus tetas. Se me hacia eterno luchar contra mis ganas de tener sus pezones en mis labios, de chuparlos, de mamar con ansiedad haciendo que ese líquido, su leche me llenase mi boca, y recorriese mi garganta. Ya había probado su leche. Ese líquido entró quemándome la garganta y cambiando mi vida. Me hizo querer más, querer convertirme en lo que Ella quisiera, estar a su disposición.

Cuando acariciaba con mis besos sus muslos por donde terminaba las medias, note como me acariciaba la cabeza con la mano a la vez que me atraía mas cerca suyo, hacia el centro de donde terminaban sus muslos. Mis labios rozaron su coño. Tenía los labios carnosos. Nunca había estado con otra mujer y tenia miedo de defraudarla, así que puse toda la carne en el asador. Empecé a besarla dulcemente en sus labios mayores, estaba totalmente depilada. Probé a sacar la lengua y darle un beso con lengua en su coño. Lo recorría todo, lo exploraba todo con la lengua. Su sabor me enloqueció, era dulce y yo una golosa. Primero rodeaba con mi la punta de mi lengua su clítoris y luego recorría con ella mas abajo hacia su vajina, intentando entrar en ella para luego salir y dirigirme a su ano. Oí su respiración entrecortada, lo que me dio pistas de que no lo estaba haciendo mal. Notaba su calor en mi boca, su jugo provocado por la excitación. Ello me dio más seguridad para hacerlo con más pasión y determinación.

De repente me volvió a poner sobre sus rodillas y a azotarme fuertemente el culo con las manos. No entendía que pasaba, no sabia que había hecho mal, pero tenia miedo de haberla fastidiado y que todo acabase ahí. Después volvió a ponerme de rodillas y empezó a abofetearme seguido varias veces. "Me has mentido. Dijiste que nunca habías estado con una mujer. Sabes comer el coño demasiado bien." Yo negaba con fuerza con la cabeza, pero Ella seguía abofeteándome. Cuando creí que tenia la piel en carne viva de lo que me ardían las mejillas, Ella paró. "No quiero que me mientas. En el momento de que me entere que algo no es cierto todo acabará. ¿Entendido? (asentí con la cabeza) ¿Has comido el coño antes? (negué con la cabeza) ... Vaya, entonces es que aprendes bien y rápidamente. Eso me gusta mucho. Lo tendré muy en cuenta nena."

Empezó a besarme las mejillas y cuando me beso en la boca me pillo de sorpresa. Me besaba apasionadamente, era suya. "Tienes unos labios preciosos, gorditos mi bebe, me encantan" Y empezó a mordisqueármelos. Al principio los mordiscos eran dulces y suaves, pero luego se intensificaron hasta que me hizo sangrar. "Bebe sabes bien, me gusta. ¿Te gustaría ser MI bebe? (asentí con la cabeza llevada por su voz melosa). Haces que este húmeda bebe." Y me volvió a colocar la cabeza en su coño, volviendo yo a mi deber de comérselo, notando como Ella gemía.

Mi cabeza ya no pensaba, tan solo me dejaba hacer. ".....Tengo ganas de que mames ... ¿Quieres meter mis tetas en tu boca? (moví rápidamente la cabeza de arriba abajo, sin dejar de lamer con mi lengua su coño) ...sigue así...síiii...lo estaas.. haciendo bien, bebe..." Sus palabras se fueron entrecortando, siguió gimiendo hechada en la cama hasta que una oleada de espasmos la sacudieron. A mi boca llegaron sus jugos (tan sabrosos) que no dejaba escapar de mi boca.

"Nena, creo que me va a gustar mucho jugar contigo....¿Te gusta mi coño? Esta suave muy suave así, ¿verdad? (asentí con la cabeza todavía metida en su coño). Pues voy a dejártelo así de suave nena, como un bebe. Es otro pasito mas para convertirte en bebe." Cada vez que me llamaba bebe hacia que me volviese loca intentando hacerlo lo mejor posible para mamar sus tetas.

Se puso de pie pero apretando mi cabeza contra su coño "Umm nena, haces que me cueste separarme de tu cara....." Y con un tirón hacia atrás de mi coleta derecha me tiro al suelo. Me quede quieta sin saber que hacer, mientras la oía moverse de la silla a la cama y de la silla a la otra silla y a la cama.

"Ven a mi. Sube a la cama" . Subí con bastante esfuerzo a la cama. Me veía a mi misma ridícula e indefensa, en mis esfuerzos por subir a la cama siguiendo de rodillas con las manos atadas atrás e intentando no caerme de la cama, y arrastrándome sobre ella.

"Muy bien bebe. Túmbate boca arriba, así, bien, y abre bien las piernas, ¡Muy bien!!. Te has ganado un chupete" . Me dio un beso en la frente y me metió en la boca el chupete y al de unos segundos me lo quito. "¡¡Uyssss, pero si la nena no sabe chupar!! Ja, jajajaja pobre bebe." Entonces se puso encima mío aplastándome. Yo estaba bastante incomoda por que tenia todavía las manos atadas atrás. Se arrastró encima mío hasta poner los pechos sobre mi cara y empezó a restregarlos. "Di teta nena, di lo que quieres, di teta".

Yo como loca empecé a repetir varias veces la palabra teta mientras con la boca intentaba cazarlos, pero Ella entonces se levantaba alejándome de ellos para más desesperación mía. Tenia los codos apoyados en mis coletas, así que cada vez que intentaba subir la cabeza para seguir la teta solo conseguía un tirón de pelos. "Veo que tienes sed. Deseas mi leche bebe., jajajajaja. Así así, busca teta bebe, jajaja.( Teta teta gritaba yo mientras Ella reía). Nena, quiero que imagines que el chupete es mi teta, que es mi pezón. Ahora inténtalo cazar (me ordenó). Umm muy bien."

Cacé el chupete e imaginando que era su teta empecé a chuparlo con las mismas ganas. Ella intento quitármelo, pero esta vez le costo. "Este será tu chupete, debes cuidarlo muy bien, por que solo te dejaré tener uno. Tu chupete solo YO te lo puedo poner, y solo YO te lo puedo quitar. Debes obedecerme si me quieres, y me deseas como Mama. Bien bebe, ummm me encanta como suena." Al decirme esto, empecé a chupar haciendo más ruido.

Se quitó de encima mío, me ató los tobillos a las dos esquinas del pie de la cama, y oí que se quedó a un lado mío enredando en algo. Entonces sin aviso, un liquido ardiente cayó quemándome mi coño. Yo intente revolverme y gemir. "Chupa mi bebe, sigue chupando así bien" Y mientras yo mamaba el chupete imaginando su teta, Ella de un tirón, me quito el pelo del pubis. Me dio unas suaves palmadas en mi coño mientras me susurraba lo bien que me estaba portando. Pero ahí no acabó. Volvió a esparcir con la espátula de madera la cera sobre mi coño. Ya lo tenia irritado con lo que me quemaba más todavía. Esta vez Ella tiró con más fuerza. Yo me revolví gimiendo y dejando de chupar, no creí que pudiera resistir más. Tiré el chupete y me quejé.

"¿Te cuesta aguantar nena?¿Quizás es muy difícil para ti?" dijo entrecortadamente, Ella estaba excitada. Moví la cabeza afirmativamente pensando que así acabaría todo mi sufrimiento. Ella paró. "Si quieres puedes elegir: quieres que te ayude a soportarlo y seguir aprendiendo, o prefieres descansar, mamar, pasar un buen rato, y después irnos. Sé que es difícil. A mi me encantaría seguir, convertirte en MI bebe (me susurro melosamente al oído, remarcando la palabra mi). Por que aunque sea difícil de soportar el aprender a ser bebe conmigo, sé que necesitas sentirte mía. Y tu sabes, aunque todavía no te des cuenta, que lo necesitas. Deseas ser mi bebe. Pero será duro y después no pararé. Dime que quieres ¿quieres que pare?"

En esos momentos me sentía en la mas inmensa oscuridad, no solo de mi visión, sino de mis dudas. Ahí me encontraba yo, indefensa con una mujer que sólo conocía de habérmela encontrado en el centro comercial el día anterior, y a la que sin embargo iba poco a poco entregando mi cuerpo, mente y alma. Le divertía hacerme daño y humillarme. El dolor era cada vez mayor y Ella parecía que no iba a parar. Tenia miedo, mucho miedo. No tenia ningún motivo para estar ahí sufriendo. No encontraba en mi mente ningún motivo para hacerlo. Seria genial parar el dolor, mamar de sus enormes e hinchadas tetas, pasarlo bien las dos y luego irnos cada una a su casa. Pero algo en mi interior sabia que con solo eso no seria feliz. Después de comerme el coco durante un día entero que paso como un siglo, no podría resistir vivir ya sin Ella. Sabia que necesitaba dejar que Ella me enseñase a ser bebe, por que sentía en mi alma, que dependía de Ella. Sus pezones manchados con gotas de leche era ya todo lo que tenia en mente. Era todo lo que ocupaba mis pensamientos. Era todo lo que parecía que necesitaba desde ahora en mi vida.

"¿Dudas bebe? No te preocupes que ahora te desato." Pero antes de que terminara la frase estaba negando yo con la cabeza y gemía para que se diese cuenta que no, que no quería. "¿Estas segura? ¿Quieres que siga? (Afirme con la cabeza tímidamente) ...No voy a preguntártelo ni una sola vez más..... Ahora es cuando puedes elegir.....Después solo yo decidiré que es lo que te conviene. Tu deber será obedecerme absolutamente en todo. Deberás hacerme una feliz y orgullosa Mama... Piénsalo porque apartir de ahora no habrá marcha atrás y tendrás que esforzarte mucho por que soy muy exigente." Yo sabia que iba a ser verdad, que Ella me lo iba a poner difícil. Pero aún así sonreí y asentí. Me azoto con la mano mi coño. "Teta, teta, teta" Contesté yo.

"Eso significa que aceptas ser mi bebe. Tu único pensamiento serán mis tetas, mi leche y mamar, y tu deber ser un buen bebe y conseguir que yo te dé tu toma." No paso ni un segundo y la respondí "Teta, teta". Ella me mordisqueó los labios y me puso de nuevo el chupete. Reanudo su tortura. Volví a sentir el calor de la cera cayendo sobre mi coño como si estuviese echando un chorrito de miel. Estaba demasiado caliente y no podía evitar el revolverme en la cama. Pero gemía e intentaba no parar de chupar, haciendo ruido con el chupete. Cada vez que quitaba la cera con tirones parecía que me quitaba la piel con ellos. Creí que iba a chillarla diciendo que parara, mi cara debía de expresar todo lo que mi voz no decía.

"Yo te ayudare bebe, te ayudare a soportarlo mejor". Me dijo y para mi sorpresa se sentó encima de mi cara. Restregó su coño hasta que me quito el chupete. Se levanto un poco y me pregunto: "¿Hueles mi coño? Me estas excitando bebe. Chupalo....ummm chupa este nuevo chupete así ...siiii..." Tenia sus rodillas a cada lado de la cabeza y de vez en cuando se dejaba caer encima de mi cara, se restregaba, y se levantaba. Estaba contenta pensando que el sufrimiento había pasado. Ella estaba húmeda y yo la humedecía más con mi lengua. Abrí bien la boca y saque la lengua introduciéndosela en la vagina lo más adentro y tiesa posible. Pero entonces Ella cayo encima mío gimiendo y volví a sentir la espátula con la cera ardiendo en mi coño, me quemaba la piel ya dolorida por las anteriores pasadas. Me retorcí de dolor gritando, pero mi boca estaba prisionera de su coño. Ella gemía y me daba con la espátula de la cera en mi coño, para luego arrancar la cera pegada en la ya delicada piel. Apretó su coño encima de mi boca tapando así mis gritos.

Cuando mis gritos se fueron apagando restregaba su coño por mi cara. Siguió repitiendo la depilación, pero cada vez me azotaba mas fuerte y era más violenta y dolorosa. Y cada vez notaba que Ella estaba más cerca del orgasmo. Volvió a castigar mi coño , yo ya no podía aguantar más, gritaba a pleno pulmón y trataba de escaparme, pero lo que conseguía era ahogarme por que Ella me aplastaba con mas fuerza. Empecé a sacudir las piernas para escapar. A su vez, Ella empezó a azotarme con la mano lo que antes era mi coño (yo pensé que ya solo quedaría carne viva por como me quemo la cera). Cuanto mas intensos eran azotes, yo más me ahogaba y removía haciendo que Ella se convulsionara mas, hasta que note que su vagina me llenaba la boca de su jugo y una sacudida la recorrió el cuerpo mientras cogía mis pechos con cada mano y tiro de ellos con fuerza arrancándome violentamente todas las pinzas que tenia en ellos.

A ese intenso momento de placer para Ella y de infinito dolor para mi, siguió unos segundos en los que las dos intentábamos recuperar la respiración. No entendía lo que me estaba sucediendo. Estaba rota por el dolor que me invadía, cualquiera en mi lugar hubiera escapado de ese infierno. Pero sin embargo su gozo era lo único que me importaba en ese momento. Un increíble placer me llenaba al notarla con el resto de mis sentidos gozar de mi. Comprendí entonces que mi dolor seria su placer, y su placer se convertiría en el mío. Era una locura que no sé si alguien podría entender.

Yo lloraba desconsoladamente mientras lamía los últimos rastros de su coño, y me retorcía por mi dolorido cuerpo. Lloraba mas por el descubrimiento de mis sentimientos hacia Ella, que por el dolor físico. Me sentía derrumbada.

Ella se colocó junto a mi, cogió los polvo de talco y empezó a echármelos por todo el cuerpo acompañándolos de pequeños azotes. Lo que conseguía era que me siguiese retorciendo y llorando por los azotes.

"Mi bebe, te has portado muy bien. Nacer es doloroso y tu acabas de nacer para mi. Ahora puedes estar orgullosa de ser mi bebe y yo de que lo seas. Shhhh jajaja, lloras como un bebe que quiere teta." "Teta, teta" conseguí decir entre llanto. Me cogió por la barbilla y me dijo. "Espera mi bebe que te desato las manos. Te has ganado tu toma." No me podía creer que pudiera meterme su teta en la boca, todavía estaba con los ojos tapados y no veía nada. Se tumbo a mi izquierda, me soltó las manos y me llevó una de mis manos a mi boca para mojarla con mi saliva y luego por debajo de su cuerpo hacia la raja de su culo y la otra por delante hacia su vagina. Yo empecé a acariciarla y meterle los dedos por su vagina y ano. Primero suavemente y según note que le gustaba metía mas dedos y los movía mas rítmicamente. "Mi bebe me pones a cien". Ella respiraba con dificultad de nuevo. Me saco los dedos de sus agujeros y me los volvió a poner en la boca. "Chupa mi bebe, chupa. ¿Te gusta como saben? ¿Te gusta como sabe tu Mama?" Nuestras respiraciones volvían a ser dificultosas por que estábamos otra vez excitadísimas. Yo movía la cabeza afirmativamente mientras ella sacaba y metía mis dedos en mi boca para humedecerlos, y para continuación volver a ponérselos en la entrada de su vagina y ano, sabiendo yo como debía moverlos para su mayor placer.

Me colocó la almohada bajo mi cabeza y giro mi cuerpo hacia Ella todavía sin desatarme las piernas. Ella se subió un poco mas en la cama y se quedo incorporada a mi lado izquierdo con su teta rozándome la cara. Acaricio mi pelo entre suspiros, apoyo su codo derecho sobre mi coleta derecha y me quito la venda de mis ojos. Yo que todavía lloraba, ahora lo hacia mas pero no del dolor que había sufrido hasta ahora, sino que era del dolor de sentir que empezaba a tener un orgasmo por esa visión divina y no tener todavía su pezón en mi boca.

Cogió con la mano mi cabeza y me la doblo para que mirase hacia abajo. "Mi bebe. Mira como ha quedado tu coño" Mientras decía esto, cogió el bote de talco y empezó a echarme bastante encima de mi rojo y escocido coño. "Es precioso ahora. Tengo que esparcirte bien el talco mi bebe." Me azotaba con la mano cada vez mas fuerte en mi coño, mirándolo y mirándome a la cara. Yo me mordía los labios para no gemir de dolor y a la vez solo podía pensar en el placer que me estaba dando Ella, ya que cada vez que me azotaba sus pechos se movían mas violentamente, haciendo que esa visión borrara todo dolor y solo sintiera placer. Tanto placer que intentaba ya no gritar de dolor, sino de no llegar a un orgasmo.

Creo que Ella se dio cuenta, por que por un momento dejo de azotarme y volvió a recostarme sobre la almohada y se puso encima mío. Ella se acercaba y se alejaba, mientras yo intentaba cazar con mi boca el pezón, pero su codo encima de mi pelo no me dejaba incorporarme. Me metió la otra mano en mi boca chocando su teta contra la mano e impidiendo que pudiese meter su teta en mi boca. Al principio el talco que quedaba en su mano me daba arcadas, pero el deseo de mamar me las quitó.

En ese momento volví a derrumbarme. Lloré desconsoladamente. Pensé que me había engañado torturándome para jugar conmigo, por que nunca jamás, después de haber sufrido tanto, mamaria de Ella. Me di cuenta que habría hecho cualquier cosa por tener su leche llenándome la boca, quemándome la garganta. Que solo quería conseguir su leche para seguir existiendo. Que sin sus tetas mi vida ya no tenia sentido. Pero Ella quizás no me daría tan fácilmente mi ansiado premio. Entonces Ella sonriendo entreabrió sus dedos pudiendo sacar mi lengua al encuentro con la tiesa y maravillosa punta de ese pezón que se había convertido en mi universo. Era como ver los rayos del sol después de una tormenta. Ahora todo giraba alrededor de Ella. frenando mi lengua cuando quería alcanzar su pezón. Ella se reía y gemía por el placer que le daba mi tortura, y a la vez mi desesperación en atraerla con mis dedos moviéndose fretenticamente, metidos en su vagina y ano, para tenerla más pegada a mi. Con sus dedos en mis dientes me abrió al máximo mi boca y sosteniéndola así, bajó su pecho. Lo tenia al alcance de mi boca, pero Ella no me dejaba cerrar la boca y atraparlo. Tan solo alcanzaba a tocar la punta del pezón con la lengua, así que me lance enfurecida a lamerlo. Al darle con la lengua caía leche de tan hinchadas que estaban esas enormes tetas y yo intentaba atrapar con la lengua todo el pezón.

Era toda una tortura que Ella contemplaba mientras reía y gemía. Se recostó sobre el lado de la almohada dejando mi boca libre para lanzarme a tragar el máximo de teta posible. Soltó mi coleta y con esa mano apretó mi cabeza contra su teta. Yo chupaba con ansiedad mientras Ella de vez en cuando me tiraba del pelo para separarme de la teta y me azotaba con la otra mano en mi coño. Cuando no miraba sus tetas, miraba su cara. Su cara era la imagen pura de la pasión con su boca abierta y sonriendo por el placer que obtenía. Y su respiración tan entrecortada me indicaba que estaba muy cerca de conseguir que tuviera un orgasmo. Entonces supe que debía de mamar con mas fuerza y mover mis dedos en sus agujeros con más ímpetu.

Mientas comía su teta mire a su cara. Era increíble ver su expresión, su boca abierta atrapando el aire que su excitación la robaba. Mi piel pedía clemencia y su mirada a mi piel quería lastimarla mas.

Cada vez me azotaba mas fuerte y yo respondía también chupando mas fuerte. Hasta que las dos, abrazadas como estábamos, nos movimos con las sacudidas de un orgasmo.

Ella por dejarse llevar por el placer que le daba hacerme sufrir, y yo por haber conseguido con mi tortura que Ella tuviera el orgasmo. Ella se dejo caer hacia mi aprovechando para meter lo máximo que podía de esa teta en mi boca.

En ese mágico momento, quería morir con esa teta ahogándome y llenándome de leche. Por un momento se inclino a la izquierda contemplando sonriente como mamaba. Nos miramos, nuestras miradas eran de felicidad. El paraíso, la felicidad absoluta existía y estaba en esa habitación. Ella era mi Diosa, me había transformado. Me sentí renacer, y ahora mi vida solo tenia un sentido: el adorarla. No era un cambio cualquiera. No solo estábamos unidas por ese abrazo. Abrazo en el que yo hundía mis dedos dentro de Ella y devoraba su teta, mientras Ella me acariciaba y aplastaba mi cabeza contra su teta e intentaba con su otra mano abrir mi boca mas. Ahora me sentía unida a Ella por ese liquido que me daba otra vida. Una nueva vida que no había pedido pero que Ella me regalaba.

Ella ronroneó volviéndose a dejar caer encima mío, aplastando mi cara con sus tetas. Nuestra respiración volvía a la normalidad, pensando incluso que Ella se había quedado dormida encima mío. Deje por un momento de mover mis dedos y Ella empezó a mover las caderas de manera que supe que quería que siguiera. Por un momento deje de mamar, sacando mi cara de sus pechos, y penetrarla con mis dedos para chuparmelos. Ella abrió los ojos se inclino sobre la izquierda y dijo:¡¡¡Ohhh mi bebe, sigue sigue , no pares viciosilla!!!

Como una orden a cumplir, volví a poner mis dedos dentro de ella moviéndolos de manera que también acariciase su clítoris con el pulgar. Después de ver su cara de placer hundí la mía en sus tetas otra vez y seguí mamando. Tenia miedo que se cansara y no me diera tiempo a tomarme toda la leche de esos enormes pechos, así que me esmeré en chupar con fuerza y rapidez. Ella se retorcía, me tiraba de las coletas hacia todos los sitios, y me azotaba no solo mi culo sino cualquier zona, mas y mas fuerte hasta que de nuevo otro orgasmos la invadió. Yo que estaba pendiente de no perder ni un segundo en mamar y en hacerla gozar, cuando note como le estaba provocando otro orgasmo, me deje llevar alcanzando yo otro. Ella se colocó entre gemidos encima mío de nuevo aplastándome con sus pechos. Eran tan grandes que aun intentando metérmelo con la boca bien abierta, sobraba tanto como para perder la cabeza entre ellos. Deseaba que el mundo se parara ahí, con sus tetas ahogándome, no deseaba mas mundo que ese.

Con miedo de que parara de darme de mamar, yo seguía chupando teta con rapidez e intensidad para tomar la máxima leche posible. Ella continuaba tumbada encima mío, aplastándome, como si mi maravillosa Diosa respondiese a mi plegarias. Estaba como dormida, así que saque los dedos de su vagina y ano. Estaban mojados, pensé en chuparlos pero perdería tiempo, así que limpie las manos en la colcha y empecé a acariciarle los pechos, intentando que entrasen mas en mi boca. "Mi bebe, eres extraordinaria" dijo como ronroneando de sueño. Así pasaron los minutos, no se cuanto pero conseguí acabarme con la toma y quede también dormida con una teta en la boca y con la mano izquierda acariciando el otro pezón.

Paso poco tiempo y Ella se despertó y se incorporo quitándome la teta de la boca "Teta, teta teta" suplique yo. "Viciosilla, hasta la próxima toma no te toca. Y tendrás que portarte bien, que sino te castigare sin comer, jajajaja. Ahora te dejare durmiendo y me iré a cenar. Luego seguiremos." Metió mi chupete en su coño y luego me lo metió en la boca "¿Así te sabe mas rico mi bebe? (Asentí mirándola lujuriosamente a sus tetas y volviendo a hacer mucho ruido al chupar). Ummm me sigues poniendo a cien. ....Agggg..., como deseo que sea tu boca y no tu chupete lo que me meta en el coño bebe."

Me acaricio la cabeza, me mordisqueo los labios, me dejo atada de pies y manos a las esquinas de la cama, con el pañuelo tapándome los ojos. Volvió a ponerme las pinzas desparramadas en su sitio, es decir en mis pechos y a azotarme todo el cuerpo "Mi bebe, se me va a hacer muy largo estar sin jugar contigo. Descansa ahora". Oí de nuevo ruido de ropa y cremallera, así como también de como abrió y cerro la puerta de habitación.

Me quede en mi oscuridad pensando en todo lo que había pasado. Estaba contenta, no me arrepentía de lo que había pasado, aunque tenia dudas sobre el futuro, por que ahora solo quería ser su bebe, nada mas. Estar todo el día ahogándome con su teta. Y pensando esto y chupando mi chupete, me quede dormida feliz como un bebe.