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La nena y el empresario

en Interracial

¡Hola a todos! Mi nombre es Karla Fabiola, tengo 20 años y estudio la carrera de Comunicación Social. Me encanta la playa, el volleyball de playa y el jazz.

Soy una asidua seguidora de esta página y de sus relatos y llevo más de 4 años leyéndolos. Recién ahora me animo a escribir un relato propio de una experiencia que me ocurrió hace 2 años; gracias nuevamente a los relatos que he leído tuve el valor de hacer todo lo que hice.

Les dejo una foto mía para que se imaginen todo lo que voy a contarles a continuación:

 

Como les decía antes, los sucesos de mi relato se dieron cuando yo recién había cumplido los 18 años. Mi papá me quiere mucho y siempre me ha consentido ya que soy la única niña (sólo tengo un hermano que es mayor que yo 5 años y es muy rebelde) Cada año para mi cumpleaños nos vamos a pasar una semana a nuestro rancho en la playa, dado que es mi lugar favorito. Mi papá es dueño de una empresa que con mucho esfuerzo hizo prosperar y tiene relaciones de negocios con innumerables personas de negocios alrededor del mundo.

Una noche antes de partir a nuestra tradicional semana de celebración yo ya tenía mi maleta hecha, múltiples bikinis para la playa, shorts cortos, minifaldas para la noche y tops frescos por el clima.

Mi papá subió a mi cuarto cuando yo ya me disponía a dormir, se sienta en mi cama y me dice:

-Princesa, ¿emocionada por la semana que nos espera?-

-¡Claro papá! ¡Cada año lo espero con ansias!-

-Jaja, lo sé mi amor, y ya sabes que a mi me encanta consentirte, pero tengo una noticia un poco triste. Lo que sucede es que mañana vienen unos importantes empresarios desde Colombia, y es una buenísima oportunidad para ampliar nuestros negocios a nivel mundial y debo atenderlos; entonces no podré estar con ustedes hasta el miércoles-

-¡Papá! ¡Eso no es justo! Esta es nuestra tradición-

-Si mi amor, yo lo entiendo, pero esto es muy importante, y si todo sale bien, podría ser muy beneficioso para todos nosotros-

-Entonces llévalos con nosotros a la playa, allá podremos atenderlos más cómodamente, a mi no me importa con tal de que estemos todos juntos esta semana-

-¿estás segura Karlita?-

-Claro papá, si no hay problema con ello, por mí está bien-

-Ok entonces, se van ustedes temprano en tu carro, y yo llego más tarde en la camioneta con nuestros invitados-

-Está bien papá-

-Muy bien princesa, entonces buenas noches, que descanses-

Me dio un beso en la frente y se fue. Yo me arropé y dormí con una sonrisa en los labios.

A la mañana siguiente salimos temprano mi mamá, mi hermano, su novia, mi mejor amiga y yo a nuestra casa en la playa, nos instalamos, nos refrescamos y mi amiga y yo salimos disparadas a la piscina vestidas con nuestros bikinis. Disfrutamos del sol, el agua durante buena parte de la mañana.

A eso de las 10 de la mañana las cosas comenzaron a tomar un curso inesperado. La camioneta de mi papá entró al garaje y a los 10 minutos bajó a la piscina con su ropa de playa acompañado por los 2 empresarios colombianos. Al verlos mi amiga y yo nos quedamos heladas. Eran un par de morenos altos y fornidos. Luego de las presentaciones supe que Raúl era el más alto, media alrededor de 1.90 de amplio pecho y brazos musculosos, tenia 42 años y estaba casado en su natal Colombia. El otro era un poco más bajo, como 1.80, se llamaba Gonzalo y tenía 35 años, pero no era ni cerca tan impresionante como Raúl que me cautivó desde el primer momento.

Pasaron en el estudio toda la mañana, discutiendo de negocios y qué se yo que cosas más. A la hora de mediodía el almuerzo fue servido en el jardín al lado de la piscina. Todos nos sentamos a comer y platicamos de lo más a gusto. Raúl se interesó mucho en mí preguntándome por mis estudios, mis gustos, mis relaciones y eso comenzó a excitarme. (Por cierto yo ya no era virgen desde los 15 años y mantenía relaciones habituales con algunos amigos del colegio)

Luego de comer y relajarnos un rato, ellos siguieron en sus negocios y los demás partimos hacia la playa a pasar la tarde. Disfrutamos bañándonos, jugamos volleyball y mi amiga Tatiana se lastimó el tobillo por lo cual ya no pudo caminar bien. Regresamos a casa y encontramos a los 3 hombres en la piscina tomando unas cervezas. Me impresioné aún más con el físico de Raúl.

Llegó la noche y mi hermano salió con su novia a una disco a un par de horas de la casa. Más tarde mi papá y mi mamá se fueron a un bar al cual siempre iban cuando estábamos acá, y que estaba aún más lejos de la casa.

Raúl y Gonzalo decidieron acostarse temprano ya que estaban cansados del viaje y yo tuve que quedarme a cuidar a Tatiana, que se durmió muy temprano.

Bajé a la cocina por algo de tomar y al pasar por la sala vi a Raúl sentado en el sofá viendo la tele; estaba sin camisa y solo en boxers. Me acerqué como hipnotizada con un baso de jugo en la mano el cual le ofrecí, él se sorprendió al verme, porque creía que no había nadie en la casa. Le expliqué lo que había pasado y me ofreció sentarme a charlar un momento.

Yo vestía solamente un camisón delgado casi transparente con una tanga nada más. Comenzamos a platicar de trivialidades, que del clima de su país, que de mis estudios, que de su trabajo. Luego la conversación fue llegando a temas más personales, me contó como había conocido a su esposa y me preguntó por mis novios, y así casualmente pero muy directo me preguntó por mi primera relación sexual y yo me horroricé con la naturalidad con la que le describí con lujo de detalles como a los 15 años en la cama de mis padres me acosté con el mejor amigo de mi hermano. Fuimos contándonos experiencias y noté como le crecía su pene abajo del boxer y el notó a su vez como mis pezoncitos se marcaban en mi camisón.

Me preguntó si alguna vez había estado con un negro y yo le dije que no, pero que había oído maravillas de ellos, en especial en el tamaño de su polla y que me gustaría comprobarlo por mí misma. En ese momento el se puso de pie y sin ninguna vergüenza se bajó en boxer hasta las rodillas dejando ante mi un pene enorme, moreno y grueso, al menos unos 20cm, colgaba entre sus piernas, balanceándose e invitándome a tomarlo. –Tócalo si lo deseas- me dijo. Yo estaba petrificada con la boca abierta, jamás había visto algo tan grande y grueso, y ese color. Lentamente estiré mis dedos hasta tocarle la puntita, le di un empujoncito para que se balanceara más y para mi sorpresa su verga se levantó más, alcanzando los 23cm, yo estaba extasiada. Me acerque más y ya no era dueña de mí misma, le bese el miembro y comencé a mamarlo, le acaricié los huevos que estaban un poco velludos, era como tocar a mi peluche favorito. Por más que intenté no pude meterme toda esa tranca en la boca, no llegué ni a la mitad, así que mientras chupaba lo que podía le tome lo que sobraba de su tronco con mi mano, abarcándolo todo y masturbándolo a la vez que lo felaba. Luego de 10 minutos así mi mandíbula comenzó a doler y al mismo tiempo sentí su palo engrosarse y dejarme ir una corrida monumental, la leche no dejaba de salir, me separé de su pene sin soltarlo de mi mano y le masturbé más rápido, parte de su lefa llegó a mi garganta y lo que no pude tragar salio por mi nariz y me mancho la cara, provocándome un ataque de tos. Le solté la polla que permanecía dura a pesar de la corrida y me senté en el sofá. Él se acercó a mí y lentamente me quito el camisón, abriendo mis piernas se arrodillo ante mi dándome el mejor sexo oral de mi vida, su lengua grande y rasposa penetraba intensamente en mi vagina y mojándome completamente, lamia toda mi raja de arriba abajo antes de volver a penetrarme con su lengua, estaba loca de placer y me corri en su boca justo como el había hecho en la mia. Tome su cabeza con ambas manos y lo hundi en mi raja. No deseaba que me sacara su lengua, pero estaba ansiosa por probar esos 23cm de carne que estaban durísimos todavía. Me levanto ya sin delicadeza y me arranco la tanga de un tiron. Me mamo los pechos mientras metia un dedo en mi vagina yo estaba loca de placer y entonces me dio la vuelta me dejo el culo levantado y me metió su gran polla en la vagina justo desde atrás aferrándose a mi cintura comenzó a bombear, a pesar de que estábamos muy lubricados sentía la resistencia de mi vagina que no estaba tan abierta para semejante pene, eso parecía encender mas a Raul que tomo fuerte mis caderas y me empujaba todo su miembro hasta que de pronto quede sin aire porque de un empujon me taladro hasta el fondo, sentí sus huevos chocar en una de mis piernas y una lagrima rodo por mi mejia. Lentamente comenzamos a movernos, despacio y cuando mi vulva se acostumbro al descomunal negro, comencé a moverme con mas ahinco clavándome toda la longitud de su gruesa lanza, su enorme mano quedo marcada en mi claro trasero luego de la nalgada que me propino, dejando mi culo rojo y sin sacarme la polla se dio la vuelta sentándose en el sofá y dejándome a mi sobre el y aunque yo lo creía imposible su verga se clavo aun mas en mi interior comencé a saltar dejando que mis pechos se movieran al ritmo de mis saltos cuando sentí que su cabeza se hinchaba cuando incontables chorros de semen bañaron mi interior, los sentía hasta en la garganta y exhausta me que dormida sobre el luego de besarnos apasionadamente…

Lo que sucedió después es otra historia ;)

Espero que les haya gustado y leer sus opiniones… Besos