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La canguro

en Hetero: Primera vez

   Soy Elena, tengo 18 años recién cumplidos y toda mi vida he vivido en un pueblo grande de la provincia de La Rioja, Estudio Bachillerato y se puede decir que soy buena estudiante ya que saqué todo en Junio. Hace mas o menos 6 meses que salgo con Mario, un chico dos años mayor que yo. Siempre me había gustado  y reconozco que me las hizo pasar canutas hasta que conseguí salir con el, pero... ahora es el quien vive atenazado por los celos y  las ganas que tiene de hacerme el amor por vez primera.

Me considero una chica normal y corriente con sus vicios y virtudes, pero desde hace tiempo mi amiga Eva  me comenta que le da envidia ya que conoce a mas de uno que se muere de ganas por estar conmigo. Soy morena, de pelo largo, mis ojos son verdes, mido 1,70 y desde que mis caderas se ancharon un poco, noto como la mayoría de los chicos se vuelven a mi paso, es una sensación que me encanta y me produce morbo, por lo que a menudo intento ponerme los vaqueros lo mas ajustados posible, cosa que a Mario le pone enfermo. La verdad es que lo único que me acompleja son mis tetitas, son bonitas pero no se han desarrollado lo suficiente y aun están es plena floración, paso bastante envidia cuando veo como mis amigas pueden llevar bikinis marcando unas tetas generosas, que hacen enloquecer a la mayoría de los chicos.

Hace tiempo que Mario quiere que hagamos el amor, soy virgen y la verdad es que no estoy muy segura de que sea el el hombre adecuado para perder la virginidad. A el no le digo la verdad, siempre le cuento que me da mucho miedo y que si un día lo hago me gustaría que fuera en un sitio especial, al menos en una cama como dios manda... cosa que ahora no tenemos.

Pero la verdad es que cada día que pasa me siento menos a traída por el... sus celos compulsivos, el hecho de tenerlo comiendo a mis manos y porque no decirlo... lo pésimo amante que es, hacen que cada día que pasa este menos convencida a entregarle ese tesoro que tengo guardado.

A menudo cuando estamos solos tengo que fingir que lo que me hace me gusta, es torpe, rudo y la sensibilidad en el brilla por su ausencia... como muchos otros hombres solo esta lleno de si. La inmensa mayoría de las veces me excita muchísimo más hacérmelo yo misma que me lo haga el, a menudo cuando estamos juntos y llego a casa, tengo que ser yo la que me haga un “apaño”, ya que con Mario me suelo quedar como estaba.

Bueno, mi historia transcurre en el mes de Julio, como ya dije soy de un pueblo grande de La Rioja y en el pueblo de al lado son las fiestas patronales, desde hace dos años suelo ir allí a cuidar a los niños de una pareja que conocen a mis padres, el trabajo consiste en estar con los niños por la mañana y por la noche de esa forma sus padres pueden salir con los amigos a cenar, sin preocuparse de volver a casa temprano, porque al día siguiente tienen que estar con sus hijos, por lo general si los niños no son revoltosos, suele ser un trabajo tranquilo y te sacas unos euros para algún capricho.

Este año la cosa ha cambiado y la pareja amiga de mis padres se han marchado de vacaciones y voy a ir a otra casa recomendada por ellos mismos.

La verdad es que estoy preocupada por varios motivos, primero porque no se que tal será la nueva pareja y segundo porque mi novio esta empeñado en ir un día, cuando los niños duerman y sus padres salgan por ahí. El ya lo ha planeado todo ya que según el...

 “Ahora no tendrás excusa ya que vamos a tener una cama y una noche para los dos solos”.

En esos pensamientos estoy cuando cargada con mi bolsa de de viaje me presento en casa de María y Nestor (que así se llaman la pareja), los niños son dos angelitos de 2 y de 5 años llamados Hector y Hugo, desde el primer instante percibo que no serán para nada de los que me van a crear problemas, todos son gente muy educada, María me presenta a toda la familia y me da una vuelta para que conozca la casa, es un unifamiliar de dos plantas y un garaje en la planta baja tienen el salón la cocina y un baño y en la parte de arriba hay 4 habitaciones una ocupada por cada hijo, una de matrimonio y la de invitados, que por supuesto es en la que yo dormiré.

Maria y Nestor son un matrimonio de unos 35 años, la verdad es que hacen una pareja perfecta, los dos son muy guapos eso si, cada uno en su estilo... María es una mujer rubia de media melena que medirá algo menos que yo, tiene unos bonitos ojos azules, un cuerpo delgado y bien cuidado, me llama la atención sus pechos, la verdad es que los pechos grandes siempre me llaman la atención... a través de su blusa se puede adivinar que son bien proporcionados y generosos, es sofisticada y elegante, la verdad es que tiene mucha clase al vestir, cada complemento que lleva es acertado. Nestor también es un hombre muy guapo, es moreno y se adivina alguna canita en su cabellera que lo hace mas interesante, tiene los ojos oscuros y su cuerpo esta trabajado por algún deporte y la verdad es que tiene una sonrisa cautivadora...

Durante la visita por la casa, María me comenta que trabaja como abogada en un bufete de Logroño y que su marido Nestor tiene una tienda de deportes en la localidad, que durante el año, la semana de fiestas es la única que coinciden en las vacaciones y la verdad es que tenían ganas de pasarla  juntos disfrutando un poco sin hijos, María es simpática y agradable, alguien con quien enseguida coges confianza y no duda en ofrecerme cualquier vestido que me guste al pasar por su habitación. Por su casa y por la forma de vestir que tienen, una se da cuenta enseguida que son una pareja acomodada de clase media alta.

Por último María me comenta alguna de las normas que tienen sus hijos a la hora de las comidas y de acostarse y me pide que sea lo menos permisiva posible a la hora de la aplicación, no es muy amiga de las chuches y caramelos y me pide que les de los menos posible, tampoco le gusta que anden levantados mas tarde de las 10, la verdad es que a mi también me parecen unas buenas normas por lo que asiento sin rechistar ni pío.

Ya en la habitación mientras estaba guardando mi ropa en el armario, recibo la llamada de Mario, el pobre esta loco por venir el Sábado a lo que yo contesto; que ya veremos y  me invento que los dueños de la casa son muy rectos y que no dudaran ni un instante en llamar a mis padres, si pillaran algún novio por allí, Mario hace oídos sordos y esta “erre que erre” con ir el Sábado, por lo que yo cansada siempre de lo mismo cuelgo el móvil sin despedirme.

La noche del primer días fue de lo mas tranquila, después de darles la cena y acostarlos, estuve un rato viendo la tele y me acosté temprano ya que no sabía si los peques se despertarían esa noche a darme la tabarra, me costó un poco conciliar el sueño, por ser la habitación un lugar extraño y por lo incomoda que me hacia sentir Mario con su monotema. A eso de las 4 de la mañana un ruido me despertó, pude escuchar como alguien abría la puerta y entraba en casa, acto seguido escucho como suben las escaleras, sin duda son Nestor y María, van cuchicheando mientras ríen por lo bajo, entran primero a la habitación de los niños y mas tarde en la suya, a los pocos segundos puedo escuchar un ligero bamboleo acompañado de unos gemidos ahogados, por lo que a mi me es imposible conciliar el sueño y al imaginar la escena, noto como mi coñito se humedece y no puedo evitar hacerme un dedito a su salud.

Al día siguiente Nestor es el primero en levantarse, yo estaba con los peques en la cocina y al entrar me pregunta que como ha sido la noche a la vez que su mano se posa en mi hombro, sentir ese primer contacto me ruboriza e intentando mantener la compostura le contesto que no ha habido ningún problema, que los peques has dormido de un tirón y yo también a lo que el contesta con un, me alegro acompañado de su embriagadora sonrisa. A los dos minutos aparece María dándome los buenos días, y preguntándome lo mismo que su marido. A pesar de ser por la mañana y de haber estado parte de la noche de juerga, María esta preciosa, sigue manteniendo ese aspecto interesante incluso con zapatillas y bata de casa.

Durante el tiempo que coincido en casa con Nestor, he notado que nuestras miradas se han cruzado en algún momento, la verdad que no tiene una mirada para nada viciosa, pero da la impresión que algo se siente atraído por mi y para que negarlo, a mi me produce muchísimo morbo también. Tiene por costumbre poner las manos sobre los hombros y mirar a los ojos, por lo que a mi me ruboriza y me produce un ligero escalofrío cada vez que hablamos.

La segunda noche y no tengo noticias de Mario, en el fondo me siento aliviada, estaba cansada de tener que inventar excusas, muchas veces me dan ganas de decirle la verdad... decirle;

(Mira Mario no me apetece hacerlo contigo, sabes porque no me apetece lo mas mínimo?

“Porque eres un zoquete en la cama que no piensa mas que en su propio placer, que cree que el sobar es acariciar y que no llegaría al orgasmo ni estando un año en la cama contigo”) 

Pero bueno, tampoco quiero ser cruel con el, al fin y al cabo creo que me quiere y yo aunque con muchas dudas  también.

En esos pensamientos estoy cuando cansada de la tele basura me levanto y me voy a curiosear un poco por la casa, me encamino a la habitación de matrimonio y una vez dentro comienzo a curiosear por los armarios, viendo cada uno de los vestidos de María, verdaderamente tiene cosas maravillosas y que para nada me había equivocado cuando pensé que era una mujer con mucha clase, mirando por los cajones encuentro el de la lencería, y ahí si que tiene autenticas maravillas... una a una me voy probando las braguitas y tangas. Me hubiera gustado probarme todos los conjuntos, pero María tiene dos o tres tallas mas de pecho que yo, así que prefiero probarme lo de abajo, lo paso genial quitando y poniendo lencería después me recuesto sobre la cama e imagino que Nestor esta ahí a mi lado y me arrancá de un tirón el tanga, antes de hacerme suya.

Inmersa en esos pensamientos estoy cuando al intentar dejar las braguitas dobladas tal y como estaban, noto como una caja en el fondo del cajón, lo cojo y veo que es un CD, en el que no hay título ni anagrama, lo miro y con una  curiosidad enorme, me encamino a la parte de abajo de la casa, con las prisas no me percato que solo llevo puesto el tanga de María y la parte de arriba del pijama. Una vez en el salón introduzco el CD en el DVD y clavo la mirada en la televisión... Las primeras imágenes no me dicen nada, se ve oscuro una imagen balanceándose, al poco la imagen se estabiliza, una cara que no distingo adivinar mira un segundo y desaparece, tras unos segundos una lampara de mesilla de noche se enciende y comienzo a conocer el lugar donde se encontraba, sin duda era la habitación de María y Nestor, la misma habitación en la que hace tan solo unos instantes me probaba la lencería de María e imaginaba que Nestor me hacia suya una y otra vez. Durante un tiempo la cama de matrimonio es la única imagen, aunque se nota que en la estancia hay alguien porque se puede escuchar hablar y reír en el ángulo muerto de la cámara.

Tras unos minutos observo una figura de mujer caer sobre la cama, lleva puesto un vestido de fiesta, frente a ella la figura de un hombre introduce su rostro entre las piernas y levanta la la falda ligeramente, ella dobla las piernas y las arquea ,mientras el prácticamente arranca por la fuerza su diminuto tanga, clava su lengua en su coño y ella arquea hacia atrás la cabeza a la vez que lanza un gemido de placer, el continua saboreando todos los fluidos  que emanan de su cuerpo mientras ella rodea su cabeza con sus manos y presiona hacia si, intentando aplacar el deseo, las piernas de ella se elevan y se entrelazan a sus hombros. No puedo apartar la vista de la pantalla y mi cuerpo  comienza a estremecerse con la visión que contemplan mis ojos, siento como mi coñito  se humedece por instantes...

La mujer se da la vuelta y queda delante de la cámara...son María y Nestor!!!  dios mio!!! mi corazón en ese instante da un vuelco, noto como mi garganta esta seca y como mi pecho respira acelerado mientras en la pantalla María queda postrada de espaldas y Nestor hunde su lengua entre su culito y lame una y otra vez cada uno de sus rincones mas íntimos, María gime de placer, sus ojos cerrados y su boca entreabierta son la viva expresión del placer  y mientras sin darme cuenta apenas, mis dedos comienzan a acariciar mi coñito, el tanguita de Maria ha quedado empapado, con una mano rozo mi clítoris y con la otra acaricio mis pezones duros y erectos.

El deseo me embriaga, reseca mi garganta y hace que mi respiración se entrecorte al ver como Nestor arranca el vestido y deja semidesnuda a María, la coloca a cuatro patas, es una imagen maravillosa, María lleva puesto una medias con ligero y su vestido ha quedado enrollado en su cintura, sus preciosos pechos cuelgan mientras Nestor roza con su pene su coñito, tras unos instantes... Nestor hunde su polla en María y esta lanza un gemido de placer, sus brazos musculosas sujetan sus caderas mientras la atrae una hacia el una y otra vez, su culo se endurece con cada embestida, su cuerpo se tensa dejando al descubierto el fibroso cuerpo,  María  gime y se mueve como una loca con cada sacudida... mientras, mis dedos no pueden dejar de acariciar mi húmedo coñito, mi cuerpo no puede dejar de mirar la pantalla mientras estoy entregada por completo a un punto de no retorno.

En la pantalla Nestor ha perdido el control por completo, entra y sale en María en un éxtasis total, a la llegada el clímax los gemidos y gritos de ambos se entremezclan en la habitación. Mientras... mi cuerpo, todo mi cuerpo comienza a estremecerse, comienzo a sentir espasmos de placer que me recorren una y otra vez mientras mis gemidos se pierden en aquel salón, tras unos instantes de pequeñas convulsiones y placer maravilloso quedo tendida sobre el sofá. Sin apenas haberme repuesto  observo como el bonito tanguita de María esta empapado y en ese instante...

Mi corazón da un vuelvo al escuchar ruido de llaves al otro lado de la puerta de entrada, de un salto me levanto y apago el televisor, apago las luces lo mas aprisa de lo que soy capaz y subo a mi habitación, salto sobre la cama y me tumbo jadeante, mi corazón late a mil, cierro los ojos y rezo para que no se de de cuenta de que en el DVD encendido hay algo que no debería de haber visto... Durante unos minutos no se escucha a nadie que suba a las habitaciones y poco a poco voy recuperando el aliento, tras unos instantes escucho como se abren las puertas de las habitaciones de los niños y vuelven a cerrarse a los pocos segundos, es en ese instante cuando se abre mi puerta, mi corazón se acelera por el miedo, permanezco con los ojos cerrados como una avestruz que introduce su cabeza en el hueco ante el peligro, intento pensar cual va a ser las historia que voy a contar cuando María y Nestor descubran que he visto el CD, ¿como voy a poder explicarle que llevo su tanga puesto? Una vez abierta la puerta noto como unos pasos se a cercan hacia mi y se detienen a poca distancia de la cama, durante varios segundos no puedo escuchar nada, permanezco con los ojos cerrados muerta de vergüenza imaginando una escusa creíble y en ese instante noto como una mano templada se introduce entre mi camiseta y mi piel, recorriendo mi estomago y terminando acariciando dulcemente mis pechitos, un ahogado suspiro dejo escapar de manera casi imprevisible mientras toda mi piel se eriza con ese primer contacto inesperado. La mano se mueve en el interior de mi camiseta y acaricia mis pechos pellizcando con dulzura mis pezones duros y erectos por la impresión inesperada...

Pero yo permanezco con los ojos cerrados, como si así podría estar libre de cualquier peligro, mientras mi inesperado amante recorre mi cuerpo y se cuela sin permiso entre mi tanguita y mi vello, al rozar por vez primera mi chochito húmedo no puedo evitar, dejar escapar un gemido acompañado de un movimiento involuntario de mis caderas, pero... yo sigo con los ojos cerrados imaginando que mi amante es Nestor, imaginando que es el quien me recorre con sus brazos fibrosos, imaginando que es el quien me mira y me desea.

Tras unos instantes noto desaparecer las manos de mi cuerpo y al segundo son mis piernas las que son acariciadas, recorriendo con dulzura el interior de mis muslos, rozando mi sexo y despojándome de mi tanguita por completo. Esas mismas manos que me hacen estremecer separan mis piernas y dejan mi  coñito abierto... en ese instante pienso que voy a ser penetrada y me preparo para un instante de dolor... pero muy al contrario lo que siento es la humedad de una lengua recorriendo mi sexo y haciéndome gemir cono una loca, su lengua se desplaza y me acaricia  mi clítoris y mis labios, roza cada zona sensible de mi parte mas íntima como si fuera yo misma la que lo hiciera y siento como creo que en cualquier momento podría desmayarme de placer.

Muy despacio los besos abandonan mi sexo, recorren poco a poco mi cuerpo y a la vez que escalan hacia mis tetitas, sus manos quitan la parte superior del pijama dejándome completamente desnuda sobre la cama. Esos labios maravillosos rozan mis pezones y rodean con la lengua mis aureolas, los pellizcan muy despacio y con sus manos los presiona haciéndome gemir nuevamente de puro placer.

Su rostro casi esta junto al mio, y en el instante que sus labios rozan los mios, abro los ojos por vez primera... El corazón me da un vuelco, y no puedo evitar un suspiro de impresión al ver frente a mi, los labios de María, la preciosa y sensual María es quien ha sido mi amante por unos instantes, mientras en mi mente era su marido quien recorría mi cuerpo. Quedo paralizada por la impresión y María se da cuenta...

·        ¿No te gusta mi niña?

Claro que que me gusta pienso para mi, en verdad creo que no es posible sentir el deseo que mi cuerpo esta experimentando en esos instantes.

·        Si si me gusta María

·        Que te sucede  bonita?

·        Yo no soy lesbiana.

·        Yo tampoco

Y en ese instante María roza mis labios con dulzura... nuestros cuerpos se entrelazan y comienzan a tocarse como dos desesperadas. Mis manos llegan a su culo y se cuelan hasta su sexo húmedo y mientras ella me responde con similares caricias, durante unos instantes el tiempo se detiene mientras nuestros cuerpos se han fundido en uno solo.

María sube muy despacio, hasta quedar arrodillada cobre mi boca, su coñito húmedo, queda dispuesto ante mis labios y comienzo a saborear sus fluidos divinos, maria comienza a moverse intentando que el roce de mis labios la presione mas y mas fuerte, intentando que el deseo que siente quede aplacado con la presión de mi lengua y ante mi puedo ver como sus pechos grandes y perfectos se balancean con cada balanceo...

La respiración de María se ha convertido en gemidos, gemidos que se pierden en la oscuridad de la habitación y en ese instante... Noto como unas manos acarician mis muslos y separan mis piernas dejándolas encogidas sobre mi.

Dios mio!! Tiene que ser Nestor, son los dos los que habían entrado en la habitación y estaban junto a mi cama hace unos instantes, mientras... Nestor hunde su boca en mi coñito húmedo y cálido y comienza a besar de la misma manera que hace unos instantes lo hacia su mujer... María sigue sobre mi mientras mi lengua la penetra una y otra vez.

Tras unos minutos maravillosos Nestor se detiene por unos instantes...no puedo alcanzar a ver lo que hace ya que mi única visión son los pechos de Maria moviéndose sobre mi, de repente un escalofrío se apodera de mi al sentir su pene acariciando mi coñito virgen, mis manos instintivamente se aferran a las manos de María entrelazándose con fuerza. Tras las caricias una presión hace que por un momento todo mi cuerpo se tense, espero una embestida pero  Nestor solo introduce su puntita introduciendo y sacando una y otra vez, de repente un dolor agudo recorre mi cuerpo cuando en una fuerte embestida la polla de Nestor entra en lo mas profundo de mi, todo mi cuerpo se estremece de dolor y mis manos se aferran con tal fuerza a las de maría que creí hacerla daño...

Nestor se detiene y queda dentro de mi, mi cuerpo esta temblando y siento como un hilo de mi inocencia teñida de rojo discurre por mi culito... tras unos instantes comienza a penetrarme muy despacio, todavía tensa, intento ayudar con mis movimientos, poco a poco el dolor deja paso a un hormigueo de placer que empieza a recorrer mi cuerpo casi sin percatarme, los gritos dejan paso a los gemidos y mi lengua vuelve a hundirse en el coñito  de María.

Nestor me penetra una y otra vez mientras que con sus musculosos brazos me atraen hacia el, siento como tu polla se introduce en mi y me llena por completo una y otra vez, el placer me embriaga mientras María cabalga moviendo las caderas sobre mi, María habla entre gemidos...

·        No puedo mas, me viene, no pares sigue por favor...

La sujeto por los muslos mientras mi lengua acaricia una y otra vez su clítoris, siento como su cuerpo se estremece con pequeñas convulsiones involuntarias   mientras sus manos se vuelven a enlazar con fuerza a las mías, su orgasmo le llega mientras sus caderas se frotan una y otra vez contra mi boca y tras unos instantes maravillosos, su cuerpo queda inerte junto a mi. Mientras... Nestor sigue llenándome una y otra vez, cada vez con mas furia, mis gemidos se mezclan con el sonido de sus músculos  golpeando contra mis caderas y mientras mis piernas rodean su culo  atrayendo hacia mi y facilitando sus embestidas.

María esta a mi lado acariciándome y besándome cuando su marido lanza un fuerte gemido, todo su cuerpo se tensa a la llegada del orgasmo, su culo se endurece con cada sacudida y las gotas se sudor mojan sus cuerpos desnudos, siento como su semen me llena por completo y es en ese instante todo mi cuerpo me abandona y me traslada a un orgasmo maravilloso cargado de espasmos y placer...

Tras unos segundos los tres nos recostamos en la cama, mi cara frente a María y Nestor tras de mi, tras unos minutos en el que solo se escucha nuestra respiración acelerada, Nestor se levanta nos da un beso en los labios a cada una y sin decir nada se levanta y se marcha a su cama. Maria queda junto a mi, las dos estamos recostadas y desnudas, cierro los ojos mientras Maria recorre con las yemas de sus dedos la piel de mis caderas.

Al despertar, Maria ya no esta ahí, ¿que hora es? mi cama ha quedado desierta, me levanto y me pongo algo de ropa, cambio las sabanas sucias de la noche anterior, bajo a la cocina y veo que toda la familia esta desayunando, todos me dan los buenos días y salvo una sonrisa cómplice de Maria acompañada con un beso en la mejilla, nada hace sospechar lo que durante la noche ha pasado.

Continuara....