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Mi cuñado, mi secreto (2)

en Hetero: Primera vez

Los los inmensos ojos de Sara estaban llenos de una fina capa de liquido cristalino que ya había comenzado a desbordarse por sus parpados, recorría su rostro con grandes gotas, mientras, Iván y yo intentábamos tapar nuestros cuerpos por vergüenza, pero lo que no podíamos tapar era el remordimiento por lo que habíamos hecho. Iván se acerco a ella intentando abrazarla, intentando decir algo, intentando explicar algo que difícilmente se podía explicar...

 

Ivan: Perdoname cariño...lo siento mucho, no se como ha podido

 pasar....lo siento de verdad lo siento...

 

Sara : Vete de aquí!!! no quiero volver a verte!!!

 

Sara estaba tumbada sobre  los sacos mientras llora desconsoladamente, en ese instante Iván sale de la tienda quedándome a solas con mi hermana... me quedo sentada sin saber que decir, la tristeza se había apoderado de mi, se me rompía el alma de ver a Sara así, no podía dejar de pensar que yo era la culpable de todo... quería abrazarla y pedirle perdón, quería consolarla y deseaba dar marcha atrás, pero ya era demasiado tarde...

 

Me encontraba a escasos centímetros de ella, deseaba abrazarla pero me daba miedo... no quería hacerle mas daño del que ya le había hecho, dejé que llorara durante varios minutos interminables, quería que se desahogara, quería que me insultara, que me golpeara, pero no fue así... Sara permaneció tumbaba inmóvil sollozado.

Nunca en mi vida me había sentido tan mal como me sentía ahora, sentía un nudo en el estomago que me oprimía y no me dejaba respirar... en un mismo día había saboreado los labios del pecado junto a la persona que mas deseaba en este mundo y a la vez el dolor mas intenso al ver al ser que mas quería destrozada...  todo era por mi culpa,  las lagrimas habían comenzado a resbalar por mis mejillas...

Permanecí de rodillas junto a ella, acerque mi mano y acaricié su mejilla, estaba húmeda por las lagrimas que no paraban de brotar, tras unos segundos de duda, me acerque y la rodee con mis manos, me recosté sobre ella y permanecí inmóvil cubriéndola con mi cuerpo, una y otra vez repetía las mismas palabras...

Raquel: Lo siento, lo siento muchísimo... podrás perdonarme?,

 

Raquel: Lo siento Sara... ¿podrás perdonarme alguna vez?

 

No dejaba de repetir esas palabras mientras... acariciaba su pelo y besaba  sus mejillas empapadas por las lágrimas, Sara permanecía inmóvil, se encontraba tumbada boca abajo y con parte de su rostro incrustado en el saco de dormir. Me daba miedo que en cualquier momento me despachara como había hecho  con Iván... pero no fue así, al contrario poco a poco los sollozos fueron disminuyendo y su cuerpo fue calmándose por completo hasta quedar completamente inmóvil, tras unos minutos tumbadas las dos una al lado de la otra, Sara levanto ligeramente el rostro y clavo sus inmensos ojos verdes en mi, me daba mucha vergüenza aguantar su mirada pero al contrario de lo que podría esperar, en ella no había rencor, ni odio... la mire y volví a pedirle perdón, no sabía ni podía pronunciar otra palabra que no fuera...

Raque: Lo siento Sara, de verdad que lo siento muchísimo...

 

Volvía a besar sus mejillas muy despacio, pero esta vez ella movió ligeramente su cuello y mis labios terminaron por posarse en los suyos, hice un amago por separarme pero ella poso sus manos en mi rostro y volvió a rozar mis labios con los suyos... todo mi cuerpo se estremeció ante aquello, fue algo que me pilló completamente desprevenida, me quede inmóvil como una estatua mientras ella rozaba con su boca mis labios, con una dulzura que me hizo estremecer...

Creía estar inmersa en mitad de un sueño, mi cuerpo se encontraba allí pero mi mente estaba ausente por completo, mientras... su lengua se introducía en mi boca rozando muy despacio cada uno de sus rincones, era una sensación extraña, mi mente se encontraba completamente bloqueada, no podía reaccionar... Dios mio era mi hermana!! además... nunca he pensado en otras chicas de una forma sexual... pero era una sensación nueva, sentir sus labios suaves, el roce de sus delicadas manos sobre mi cara, hizo que me estremeciera de una forma desconocida hasta entonces.

Casi sin darme cuenta, mi lengua había reaccionado y se había unido a la suya en un baile de lujuria, Sara me rodeo con sus manos mientras se incorporaba y volvía a caer sobre mi, yo me dejaba  hacer mientras en mi interior proseguía  la lucha interna...no podía seguir haciéndolo, pero mi cuerpo comenzaba a traicionarme...

Poco a poco, sus labios se iban  fundiendo con los míos, comencé a sentir su sabor impregnando todo mi ser, recobraba el sentido de la realidad y me dejaba hacer mientras ella comenzaba a introducir su fría mano por el interior de mi pijama, permanecía inmóvil con el corazón golpeando una y otra vez contra mi pecho, al sentir su frío tacto por vez primera en mi piel, todos y cada uno de mis poros se erizaron, mis pequeños pechos se tersaron y los pezones se endurecieron de una forma que nunca hasta ahora había experimentado.

Un ahogado gemido recorrió mi cuerpo saliendo desde lo mas profundo de mi ser... mientras, sus manos se colaban fácilmente entre los pliegues de mi pijama, las yemas de sus dedos recorrían mi piel haciéndome estremecer de una forma deliciosa. Sentía como mi sexo se había humedecido, las manos de Sara continuaban explorando mi cuerpo y cuando estaba apunto de llegar a mi lugar mas íntimo...me entró el miedo, y de una forma instintiva, me levante y me separé de ella, me sentía avergonzada y pude adivinar esa misma sensación de vergüenza en sus ojos...

Un hilo de voz se coló entre mi entrecortada respiración...

 

 

Raquel: Que estamos haciendo? Esto es una locura Sara...

 

Se incorporó sobre si misma sin decir ni una palabra, el silencio se apoderó  del interior de aquella tienda, poco a poco con la cabeza gacha y los ojos clavados en el  suelo terminó de vestirse y salió de la tienda de campaña de forma apresurada, mientras yo permanecí inmóvil con la mirada perdida , la respiración acelerada  y semidesnuda sobre aquel saco de dormir.

 

El viaje de vuelta fue un autentico funeral, nadie dijo ni una sola palabra, me sentía de lo mas culpable, pero la la verdad es que todos los que viajábamos en aquel coche nos sentíamos de una forma u otra igual de culpables, los pensamientos se amontonaban en mi cabeza, no podía dejar de pensar en todo lo que había vivido en estos días, no sabía como lo iban a afrontar Sara e Iván a partir de ahora y lo que era peor no sabía como lo iba afrontar yo misma...

 

Tras la llegada a casa, no se volvió a hablar mas sobre todo lo vivido en aquellos días en el camping, tras unas semanas la relación de Iván y Sara volvió mas o menos a la normalidad, (cosa que me alegró muchísimo) sin embargo, Sara estaba bastante distante conmigo, me hubiera gustado preguntarle, pero la respuesta era obvia, realmente no sabía como afrontar esa situación y decidí dejar que el tiempo cumpliera con su papel.

 

Durante los meses siguientes, una amalgama de pensamientos merodeaban por mi cabeza, recordaba el momento en el que había estado con Iván, recordaba aquella primera vez y como suma dulzura había arrancado mi virginidad en aquella tienda de campaña, sentía su miembro entrando en mi y presionando las pareces de mi vagina, recordaba sus manos aferradas a mis caderas mientras me embestía una y otra vez, recordaba muchos momentos e instantes de aque maravilloso viaje, pero... los pensamientos que mas me venían a la mente, los que no podía quitarme de la cabeza eran los de mi hermana besándome, intentaba adivinar que estaba pasando por su mente en aquellos momentos en el camping, a menudo intentaba adivinar en su mirada algo que me diera respuestas a su forma de actuar...

 

Lo cierto es que tras ese día, cada vez que me masturbaba lo primero que me venía a la cabeza era la imagen de Sara acariciándome, no podía apartar sus ojos cargados de lujuria de mis pensamientos, recordaba el sabor de sus labios, su respiración en mi oído y aquellas manos tan suaves y diferentes a lo que jamas hasta ahora había experimentado, me sorprendía a mi misma recordando una y otra vez aquel momento, conforme habían pasado los días y sin entenderlo tan siquiera, forma de mirar a Sara había cambiado... me moría de ganas de saber que pensaba, deseaba conocer si lo que pasó en aquella tienda fue un acto de locura o había algo mas tras aquellos besos y caricias...

Los meses pasaron y la cosa volvió a la normalidad, bueno... lo cierto es que últimamente ya no iba apenas con ellos, la verdad es que me resultaba un poco violento y creo que a ellos también les resultaría incomodo volver a estar a todas las horas juntos tras lo que había sucedido. Mi relación con Ivan había  cambiado bastante... aquella relación infantil y divertida que manteníamos, había quedado atrás, pero en alguna ocasión nuestras miradas se habían cruzado y había podido adivinar algo en aquella mirada, había podido ver el deseo en sus ojos.

Los meses fueron pasando poco a poco y casi sin darme cuenta nos plantamos en las Navidades. El día de Año Nuevo todos en casa salimos de cotillón, incluso mis padres que no suelen salir, ese día se pusieron guapos y salieron a un cotillón con los amigos.

Yo había quedado con mis amigas Esther y Susana sobre la 01:00 pm para acudir a un pub donde siempre solíamos quedar con el resto de las amigas, una vez allí los besos de rigor y pedimos algo para beber, cuando llevábamos media hora allí vi entrar a Ivan y a Sara por la puerta, me acerqué a ellos y les volvía a felicitar el año, estuve un rato bailando con ellos. Ivan iba muy elegante con traje y corbata y Sara iba con traje corto de fiesta, estaba realmente sexi e Ivan que para aquella hora ya estaba un poco bebido, se le iban los ojos tras de ella.

Me había tomado un par de copillas y estuve disfrutando a su lado durante un rato como si nunca nada hubiera pasado, el alcohol hacía que todo se viera de una forma diferente... pero al rato, llegaron los amigos de Iván y se marcharon con ellos, mientras tanto yo volví a donde estaban mis amigas, que durante el rato que había estado con mi hermana, parecía ser que habían conocido a un par de niñatos... estos se pegaron a nosotras como dos lapas... tras dos copas mas no tardaron en empezar a ir a su rollo así que me sentí un poco estúpida mientras ellos tonteaban, cualquier otro día no me hubiera importado y seguramente hubiera sido yo la que se ligara a uno de aquellos dos, pero ese día no estaba muy animada por lo que a eso de las 03:00 me marche a casa a dormir.

No me sienta muy bien que digamos el alcohol y me costo un poco quedarme dormida, justo cuando ya había cogido el sueño un ruido me sobresaltó... escuché como la puerta se abría y tras el ruido las voces de Ivan y Sara riendo y cuchicheando entre risas. Sin duda no creían que alguien estuviera en casa tan pronto, ni siquiera habían mirado en las habitaciones ya que imaginarían que yo llegaría a casa de madrugada y mis padres nos habían dicho que aparecerían al día siguiente ya que dormirían en casa de unos amigos del pueblo vecino.

En esta ocasión no me iba a esconder como la última vez, estaba en mi casa y no tenia ganas de andar a escondidas, yo no iba a  ser la que se avergonzara, así que permanecí en mi cama mientras a unos cuantos metros mas allí se encontraban mi hermanita y mi cuñado pasándolo genial. Las voces provenían de la cocina, por lo visto no se habían movido de allí desde que habían llegado, cuchicheaban, reían y entre risa y risa aparecían prolongados silencios que yo interpretaba como besos.

Tras un largo silencio pude escuchar a Iván...

Iván: No veía el momento de tenerte... hoy estas espectacular, me muero de ganas por follarte aquí mismo...

 

Sara: Ummmmmm... pero vamos a mi habitación estaremos mas cómodos..

 

Iván: Quiero follarte sobre la mesa de la cocina jajaja

 

Sara: No aquí no es muy incomodo... para... aquí noo Ivannn....

 

Las palabras de Sara se hacían mas débiles por instantes, hasta que su voz se tornó en gemidos... podía escucharlos desde mi habitación moviendo sillas y cacharros de la cocina a la vez que sus respiraciones entremezcladas se desbocaban... sin casi darme cuenta sentí como mi coñito se había humedecido... podía imaginarlos a escasos metros de mi, escuchaba sus gemidos y mis pensamientos me trasladaban a esa cocina,  imaginaba que me unía a ellos... imaginaba que Iván volvía a penetrarme una y otra vez, mientras sentia las dulces caricias de Sara.

Seguía un poco aturdida  por el alcohol que todavía recorría mis venas, ese mismo alcohol me hizo perder la vergüenza levantándome de la cama y me acercara a la cocina por el oscuro pasillo, conforme me aproximaba, los gemidos se hacían mas fuertes, protegida por la oscuridad del pasillo me planté delante de la puerta entreabierta, allí estaban...

Allí estaban sobre la mesa de la cocina, Iván de pie, solo contaba con la camisa desabotonada, mientras mi hermana con el vestido de fiesta negro subido hasta las caderas, recibía una y otra vez sus embestidas, los grandes y preciosos pechos de Sara asomaban por encima del vestido mientras, Iban hundía su rostro en ellos, ella se aferraba a el con fuerza...

Por segunda vez estaba delante de ellos...volvía a ser una observadora de la misma escena repetida, nuevamente volví a sentir esa extraña sensación de de miedo y deseo, volví a sentir como la frustración volvía a recorrer todo mi cuerpo a la vez que no podía dejas de apartar mis ojos sobre ellos.

Desde la oscuridad, observaba como el cuerpo de Ivan se tensaba una y otra vez, todos sus músculos se marcaban cada vez que penetraba a mi hermana. Las piernas de Sara se elevaban para facilitarle la entrada y lo rodeaban entrelazadas a las caderas, llevaba unas medias hasta los muslos y el había remangado  el vestido hasta dejarlo en varios pliegues a la altura de las caderas, Sara se sujetaba a el y con una mano y con la otra se apoyaba sobre la mesa, los pechos asomaban por encima del vestido que también se encontraba a medio bajar, su rostro era la imagen del placer, su boca entreabierta no dejaba de emitir gemidos de placer al ritmo que le marcaban las embestidas de Iván.

Sara: Quiero que me lo hagas como se lo hiciste a ella... por favor lo deseo.

Mi corazón da un golpe repentino al escuchar sus  palabras... se referiría a mi ?? nuevamente no podía dejar de observar la escena y permanecía inmóvil con el corazón latiendo apresurado y la boca reseca...

Sara: Fóllame como te la follaste a ella...

Se volvieron a escuchar sus  palabras entremezcladas con los gemidos y el ruido de los dos cuerpos chocando... en ese instante Ivan salió de ella y le dio  la vuelta deforma apresurada, Sara se giró y cayó recostada sobre la mesa de la cocina, sus pechos chocaron contra la mesa y posteriormente se esparcieron sobre ella, Ivan le abrió las piernas con un ligero toque similar al que hacen los policías cuando van a cachear a alguien. La escena me recodó a la película “Instinto Básico” cuando el policía se lo monta con la psicóloga en su apartamento, el culo de Sara se encontraba en pompa delante de Iván, yo observaba su polla dura y erecta apunto de penetrarla de nuevo, tenia el capullo sonrojado y brillante, las venas se marcaban con toda la sangre amotinada en ella...tras unos segundos de espera, Iván la penetra tras una fuerte embestida y los 20 centímetros de pasión entran en ella, lanza un sonoro gemido de placer, comienza a moverse muy despacio aunque de forma paulatina aumenta la velocidad, los gemidos de ambos se mezclan con el ruido de los dos cuerpos chocando una y otra vez.

Se notaba que esa posición le excitaba sobremanera, el rostro de Ivan era la viva imagen de la lujuria, mientras sujetaba a mi hermana por las caderas, entraba sin dificultad una y otra vez, cada vez mas rápido, cada vez con mas intensidad como si nada pudiera aplacar el deseo que le comía por dentro, me fascinaba ver como aquella polla entraba y salia ni dificultad, como se hundía una y otra vez por completo en Sara. Conforme pasaban los segundos pude adivinar que había llegado a un punto de no retorno... su cuerpo se tensó y todos sus músculos se marcaron de una forma sorprendente, cuando comenzó a correrse, lanzó un fuerte gruñido sacando posteriormente su polla de Sara y lanzando varios chorros de liquido viscoso sobre el culo de mi hermana...

Por un instante había perdido la noción del tiempo y del espacio, permanecía observando desde la oscuridad del pasillo, cuando ellos comenzaron a volver a la normalidad, me dí de cuenta de mi situación y de forma apresurada volví a mi habitación, mi corazón latía golpeando con fuerza, estaba chorreando y mi boca estaba seca como el esparto. Permanecí en la cama escuchando sus palabras...

Iván: Quiero quedarme a pasar la noche

Sara: Si vuelven? no quiero arriesgarme... 

No insistió mucho, seguramente porque ya estaba saciado, o porque no tendría muchas ganas de encontrarse por la mañana a mi padre furioso. Tras unos segundos hablando escuché a puerta de salida de casa, Iván se marchaba y Sara se acostaba.

Me era imposible conciliar el sueño por mas que lo intentara, a mi mente venían una y otra vez el momento que había vivido hacía unos instantes, una amalgama de pensamientos se apelotonaban en mi cabeza, no solo recordaba lo vivido hacia unos instantes, también pensaba en aquel beso que había quedado ya lejano en el tiempo, aquel maravilloso beso que me dio Sara en la tienda de campaña, nunca había podido olvidar esa sensación, esa maravillosa sensación de estar rozando una piel tierna y delicada, tan diferente de lo que hasta entonces había conocido.

Me levanté de la cama y salí al pasillo, todavía estaba mareada por los efectos del alcohol, me plante delante de la habitación de Sara, permanecí durante unos segundos frente a la puerta, poco a poco la vista fue acostumbrándose a la oscuridad, poco a poco pude a verla con mas claridad... estaba sobre la cama tumbada boca abajo, solo llevaba puesto la parte de arriba del pijama y un minúsculo tanga de hilo negro, dormía plácidamente y no pude apartar la mirada de su bonito cuerpo semidesnudo.

Sin pensarlo y guiada por una extraña fuerza entré en su habitación y me acerque a su cama, estuve durante un minuto observándola, no podía dejar de recordar los escasos dos minutos que pasamos hace ya algunos meses en la tienda de campaña, me preguntaba si había sido real o quizás una reacción de venganza ante lo ocurrido, desde aquel día mi forma de ver a mi hermana había cambiado,en estos instantes era yo la que tenia la necesidad de tenerla.

Me quite la ropa y quede por completo desnuda, mi piel se erizo rápidamente   por el contraste de temperatura, mi corazón comenzó a latir aceleradamente al tumbarme a su lado, al notar movimiento Sara se dio la vuelta y quedó tumbada boca arriba igualmente dormida, en ese instante acerque muy despacio mi rostro al suyo y roce sus  labios con los míos, al principio un pequeño roce casi inapreciable, fue seguido de un segundo mas intenso, en este segundo beso mi lengua se asomó y rozo muy despacio sus labios, posteriormente se coló en su boca... sentí una sensación maravillosa al rozar su húmeda lengua, pero ella parecía no enterarse de nada, permanecía inmóvil mientras mi lengua jugaba con ella.

Mi mano se coló por el interior de su pijama y rozó por vez primera su piel, sentí como su cuerpo reaccionó con un pequeño espasmo involuntario casi inapreciable, mientras las yemas de mis dedos recorrían muy despacio su piel, estaba cálida y tersa, sentía como se erizaba con el contacto de mis dedos sobre ella. Mientras mis manos exploraban su cuerpo, no podía dejar de mirarla, su respiración se había acelerado mientras los labios entreabiertos aspiraban y expiraban el aire con fuerza.

Subí el pijama de Sara y deje sus pechos al descubierto, me recliné sobre ella y comencé a besadlos, era una sensación exquisita, mis labios besaban sus preciosos pechos, los pezones se habían endurecido y mi lengua los recorría una y otra vez en círculos, mientras mis manos los abarcaban ejerciendo una ligera presión sobre ellos, siempre me habían fascinado los pechos de mi hermana, son grandes y caen ligeramente, en esos momentos podía saborearlos en todo su esplendor.

El cuerpo de Sara comenzó a reaccionar a mis caricias, permanecía con los ojos cerrados pero sus manos se aferraban a mi cabeza con fuerza, su respiración se había tornado en gemidos, subí un poco y la volví a besar, esta vez nuestras lenguas se unieron en un baile de lujuria sin control, mientras comenzamos a acariciarnos como locas, sentí sus manos recorriendo mi culo,  subían por mi espalda y volvían a terminar en mi culito, en ese instante ya estaba empapada....

No podía pensar en otra cosa que en acariciarla y en sentir sus caricias, sentía como su cuerpo reaccionaba, escuchaba como gemía cada vez con mas fuerza  eso me hacía enloquecer, no pude evitar bajar poco a poco a la vez que con mi lengua recorría su cuerpo, Sara abrió las piernas, me invitaba a poseer la lo deseaba... mi lengua rozo su tanga empapado, presionó una y otra vez mientras sus manos  volvían a aferrarse con fuerza a las sabanas, retiré el minúsculo tanga que se oponía ente mi boca y su coñito y hundí mi lengua en ella, en ese instante se arqueo con fuerza a la vez que lanzaba un gemido de placer, mi lengua se hundió en ella y poco a poco fue subiendo a la vez que separaba los labios hasta llegar al clítoris, lo acariciaba y mis labios lo presionaban  dulcemente, ella gemía y movía sus caderas una y otra vez al compás de la presión que sentía. Durante unos minutos maravillosos permanecí saboreando todos y cada uno de sus fluidos como si de una bebida celestial se tratara...   

Sara no podía mas, lo notaba en su respiración, lo notaba en sus movimientos,  sabía que de un momento a otro se iría sin remedio, lo deseaba, deseaba hacerla feliz, sentir como su cuerpo la abandonaba.... en ese instante su cuerpo se tensó de repente, todo el comenzó a convulsionar mientras su boca entreabierta lanzaba pequeños gemidos de un modo acompasado, sus caderas golpearon varias veces con fuerza, como si esperaba ser penetrada y tras unos instantes llego la calma...

Sara: Que me has hecho hermanita??

Me miraba a la vez que una sonrisa llenaba su rostro, luego se incorporó e hizo que me tumbara sobre la cama.

Sara: Bueno ahora me toca a mi... este viaje no te vas a ir de rositas...

Yo estaba como loca, sentía como mi coñito estaba empapado por completo, sentía como parte de mis fluidos se derramaban hasta llegar a mi ano, Ella comenzó a besar mi pequeños pechos que estaban duros como piedras, introdujo el pezón en su boca y comento a lamer una y otra vez, su lengua recorría las aureolas a la vez que con sus labios los pellizcaba, no pude evitar acudir con mis manos a mi coñito y empezar a tocarme, ella no lo consintió y tras una sonrisa apartó mi mano y se acercó a mi.

Sara: No seas impaciente bonita...

Buff no podía mas, necesitaba que me follara, que aplacara el calor que me estaba abrasando por dentro, mi respiración era acelerada, mi cuero respondía de forma involuntaria a las caricias, mis caderas se movían intentando encontrar la presión que aplacara mi deseo... por fin su lengua llego a mi coñito, por un instante sentí vergüenza de encontrarme así, estaba empapada, todo mi sexo eran fluidos que no dejaban de emanar de lo mas profundo de mi... ese primer roce fue maravilloso, lance un gemido de placer involuntario al que le siguieron otros mas, Sara me recorría con su lengua jugueteando con cada rincón de mi sexo, estaba tan caliente que no iba a poder aguantar mucho mas... ella se percató y se detuvo, yo quería que siguiera pero ella sonriendo me hizo que me diera la vuelta y se coloco encima mi culo.

Sus manos comenzaron a acariciar mi espalda, subían y bajaban acariciando cara rincón de mi piel, las yemas de sus dedos se deslizaban muy suavemente casi sin tocarme la piel, era una sensación que me producía un cosquilleo que me recorría por completo, Sara se recostaba sobre mi y  su pelo suelto me recorría acoplándose a las curvas de mi espalda.

Sabía que estaba sufriendo, sabía que lo necesitaba como un yonki necesita su dosis y no me hizo esperar mas, se colocó tras de mi y me levantó las caderas, hizo que mi culo se pusiera en pompa dejando al descubierto mi coñito delante de ella, sentí un na corriente de escalofrío cuando su lengua me penetró, sentía como su lengua acariciaba cada rincón de mi sexo, la sentía hundiéndose en mi coñito y posteriormente recorriendo  hasta llegar al clítoris,  incluso la sentí en las puerta de mi ano, fue algo para lo que no estaba preparada y no pude reprimir un grito de placer. Me movía intentando sentir la presión que aplacara el deseo que me devoraba, en ese instante sentir sus dos dedos resbalando hasta lo mas profundo de mi vagina, los movía dentro y fuera y mientras su lengua jugueteaba con las puertas de mi culito.

No podía aguantar mucho mas, me movía torpemente a la vez que sus dedos me hacían gemir de una forma que rayaba la locura, mi cuerpo comenzó a abandonarme y un profundo orgasmo comenzó a recorrerme, mis manos se aferraban a la almohada mientras convulsiones de placer casi me hacen perder la razón.

Quedamos tumbadas con los cuerpos entrelazados, todavía tenía la respiración acelerada cuando se escuchó el sonido de las llaves en la puerta de casa...