miprimita.com

La vuelta a casa

en Hetero: Primera vez

Viernes por la noche, un grupo de jóvenes atraviesa la calle para entrar en la discoteca. Uno de ellos no llega a la edad mínima y no lo dejan entrar. En cambio sus amigos entran y lo dejan tirado.

Javier, así se llama el chico, decide volver a casa antes de lo esperado y toma el último autobús. Entra y se sienta en una de las butacas. Está enfadado. Esperaba poder entrar y ligar con alguna chica. Por otra parte estaba también enfadado con sus amigos a los que ahora insultaba mentalmente.

En una parada una mujer destaca entre la multitud. Se puede ver que está bastante ebria y justo se sienta en la butaca que está al lado de Javier.

Este se pone rígido cuándo aún le quedan unas diez paradas por delante. La razón de la riguicez: la mujer que está a su lado,de unos treinta y pico pero aún bastante atractiva, descansa su mano derecha en el muslo del muchacho.

La ve de soslayo y puede ver una sonrisa en la cara de la mujer, que en ese momento dirige la vista hacia él. No entiende por qué aquella desconocida empieza a subir la mano por su muslo, solo sabe que es la primera vez que le tocan tan íntimamente.

Ve otra vez de reojo a la mujer y puede observar que tiene la vista fija en su paquete. La mano subiendo lentamente cada vez más cerca de su objetivo hace que la polla de Javier se empiece a despertar.

Finalmente la mano de aquella señora llegan al paquete de Javier.

El chico nota cómo aquella mujer tantea por encima de los pantalones vaqueros en busca de la verga de él y frota encima de ellos.

Ahora el chico tiene una erección en toda regla y, aún no se atreve a ver a la señora a la cara. Simula observar por la ventana como si no pasase nada, hasta que está tan cerca de correrse que tiene que levantarse y salir corriendo dos paradas antes de la suya y casualmente la mujer lo sigue.

-Niño- por primera vez la señora le dirige la palabra-. ¿Te gustaría subir?- añade señalando uno de los edificios.

Javier está excitado, mucho y no le importa nada más. Esta era una oportunidad fantástica para perder la virginidad. Llevaba ya meses deseándolo.

-Claro ehm...

-Claudia, lla-llámame Claudia- contesta ella un poco inestable por el alcohol.

Suben por el ascensor y allí empezan un beso apollados en una de las paredes de este. Un beso bastante torpe, pues él apenas había besado a chicas a sus dieciséis años y ella había estado bebiendo mucho más de lo normal.

Entran con dificultad al piso y a duras penas llegan al cuarto de la mujer.

Tirados sobre la cama empiezan a desvestirse. Cuando están desvestidos, mientras aprecia aquel bonitocoño rasurado, Javier recuerda algo importante:

-¿Condón?

Ella le señala una mesilla de noche. Él lo pone y agradece a las clases de educación sexual de su intituto que en su día le parecieron aburridas.

Entonces procede a penetralra. Lo hace de golpe, temiendo a que de no hacerlo así se le escapase la oportunidad.

Empieza entonces el famoso mete-saca que en tantas peliculas de porno barato ha visto. Claudia gime suavemente con cada entrada.

Mientras siente la agradable fricción en su verga lleva sus manos a los pechos de aquella desconocida, que rebotan con cada envestida por parte de él. Los nota suves y los estruja cuidadosamente. Con curiosidad apreta los pezones con el índice y el pulgar y eso hace que ella gima un poco más alto.

Pronto él está casi a punto y empieza a notar como la vagina de la mujer empieza a apretarle.

Principiante como es no aguanta más y se corre justo cuando la mujer.

Alguna vez se había masturbado en su habitación, mientras veía a chicas desnudas en el ordenador, pero aquello no se aproximaba a lo que sentía.

Tumbado encima de aquella mujer siente su cuerpo débil tras el orgasmo. Sale del coño de Claudia y nota que la mujer se ha quedado dormida.

Se tumba a su lado y sin molestarse si quiera a quitar el condón se queda dormida.

***

A la mañana siguiente Claudia se despierta con un gran dolor de cabeza. Hacía siglos que no probaba una copa y ahora la noche de fiesta le pasaba factura.

No tarda en notar un cuerpo al lado suyo, intenta ver quién es y descubre que se había acostado con un hombre aquella noche. Mejor dicho, con un niño, el que todavía llevaba el condón en el pene del acto anterior.

Enfadada consigo misma se levanta de la cama sin hacer ruido y se va a la ducha.

El ruido del agua despierta a Javier. Se deshace del condón co el semen reseco y revisa el móvil las llamadas de su madre se acumulan en el contestador automático.

Le envía un pequeño mensaje y se viste. Deja una pequeña nota a Claudia en la que le agradece la noche.

Sale del edificio en dirección a casa, no sin antes haber anotado bien la dirección.

Visita mi blog para leer más relatos míos:

http://losrelatosdediana.blogspot.com/