Busque mi teléfono y marque el número de mi esposa. Al contestar ella, le conté que las niñas estaban un poco mal; que las había traído al apartamento de su hermano y que tendría que ir en busca de analgésicos. Me contesto que no me preocupara. Que me quedara a cuidarlas y que por la mañana nos veríamos Eran ya las 2:30 de la madrugada. La fiesta apenas comenzaba
Corte la llamada y regrese a la sala. Ariel y Susana estaban en el sillón, haciendo un 69. Ariel estaba abajo y Susana tenia su culo parado mientras Ariel le chupaba su fruto prohibido. Sus manos recorrían sus cuerpos y se confundían entre si. Dos nenas comiéndose una a otra siempre ha sido mi acción favorita.
Ahora las tenía frente a mí y tenia el resto de la noche para disfrutarlas! Me acerque al culo de Susana y, puse mis manos en sus nalgas. Di un pequeño masaje a cada una de ellas y saque mi lengua; con esta, dibuje artísticamente sobre las superficies redondas y lisas. Solo se oían los gemidos de las hermanas que disfrutaban entre si de las lenguas que exploraban sus clítoris y mas.
Con mis manos abrí las nalgas de Susana y lamí su ano. Con la punta de mi lengua hacia pequeños círculos sobre de él agujerito. Al sentir mi lengua sus sensaciones aumentaron exponencialmente. Sentía no solo mi lengua en su culo, sino la de su hermana en su panocha. No resistió más
Ahhhh. Cabrones! Me matan Me corro Me corro
Y sus jugos fluyeron. Ariel, que estaba bajo de ella fue la que disfruto el sabor de néctar que brotaba del sexo de su hermanita. Yo solamente disfrutaba de su culito con mi lengua comenzando a entrar y salir de el
Susana, esa corrida no es nada comparada a lo que te voy a hacer sentir ahora.
Tiito, hazme lo que quieras. Lo que quieras
Me arrodille tras de ella. Ariel seguía jugando con su lengua dentro de la raja de Susana. Tome mi verga en mis manos y la apunte a la entrada del culo de Susana. Comencé a presionar. Poco a poco logre que la cabeza de mi falo se introdujera en su culito apretado.
Ayyyy Tiito, me matas. Despacio por favor.
Ya entro Susana, la cabeza ya entro Relájate
Así lo hizo. Continúe deslizando mi verga en su canal prohibido poco a poco hasta que mis huevos tocaban contra la cara de Ariel, quien seguía su trabajo ahí, por debajo. Al sentir que toda mi verga estaba dentro, Susana comenzó un baile con sus caderas que le brindaba el mayor placer que nunca había sentido.
Mmmmm. Que delicioso. Mis personas favoritas cojiendome por ambos agujeros. Los quiero tanto. Mmmmm, que rico!
La tome por sus caderas y empecé a presionar y acelerar mis embestidas. Chocaban mis huevos contra su panochita, lubricada por su hermanita, Ariel. Seguí aumentando la velocidad y la presión. Mi placer también aumentaba al darme cuenta que era un hombre con mucha suerte. Aquí, de vacaciones con mis sobrinas, disfrutando de sus cuerpos juveniles, llenos de vida, llenos de pasión.
Tío, mas, mas, mas Me vengo, Me corro, Ahhhh. Me corro!
Susanita, donde quieres mi leche? En tu culito?
No tío, dijo Susana, quiero tomarme tu leche.
Yo también Tiito, dijo Ariel.
Saque mi verga de su culo y la tome en mi mano. Las dos hermanitas se hincaban frente a mí con su boca abierta, esperando mi leche como un par de pajaritos esperando la comida del pico de su madre.
Mi verga estallo. La leche brotaba en chorros que caían, a veces en su boca, a veces en su cara. Con sus ojitos cerrados se tomaban lo que caía dentro de sus bocas. Con sus manos se limpiaban la cara, dirigiendo mi leche hacia sus lenguas que saboreaban cada gota. Que divertido verlas pidiendo más. Un chorro más.
Al terminar mi corrida, Ariel y Susana se alternaban chupándome la verga como queriendo exprimir una gota mas. Cerré mis ojos y simplemente disfrute del calor de sus bocas en mi verga que poco a poco perdía su dureza! Que niñas. Que escena.
Mmmm, que rico sabes Tío. Me podría comer tu palo toda la noche entera, dijo Ariel.
Te gusta mucho mamar, verdad?
Si Tío. Es mi pasatiempo favorito. Puedo?
Por mi, hasta que amanezca. Pero, déjame comerte a ti ven y siéntate en mi cara.
Ariel obedeció. Con su panocha en mi cara, comencé a jugar con su panochita. Estaba depilada por completo. Deslice mi lengua por su rajita hasta llegar a su clítoris. Alli me detuve un poco para darle un masaje. Mi lengua danzo alrededor de su capullito. Comenzó a gemir de nuevo.
Mmmmm, que bien lo haces Tiito. Mi tía seguro que es muy feliz contigo.
No se puede quejar. Le sirvo bien. Me gusta ser su esclavo de amor.
Que romántico, dijo Susana. Espero que un día mi esposo sea tan bueno conmigo.
Susana, sentada junto a mí jugaba con su panocha y nos miraba a Ariel y a mí. Su mano se deslizaba por su rajita y se metía tres y cuatro dedos dentro de su agujero. La velocidad que su mano adquiría era sorprendente. Al verla, me excitaba más y más.
Seguí comiendo de la panochita de Ariel. Ella seguía mamando mi verga que ya estaba más dura que una piedra. Con mi dedo índice le sobaba su culito y ella lo movía para sentir más mi dedo que dibujaba figuras 8 sobre él. La cabronisima empezó a hacer lo mismo con mi culo! No me quejo, se sentía bien.
Ahhhh, que bien lo haces, Ariel. Un poco mas y me corro en tu boca.
No tío, en mi boca no Quiero que me llenes el tanque
Quieres mi leche en tu culito?
Si tiito, lléname.
Se levanto y se hinco sobre mi verga con su espalda hacia mí. Se acomodo la verga en su agujero y se sentó en ella. Poco a poco mi verga desaparecía dentro de su culo. Ni un solo quejido. Susana, al ver esto, se acerco a mí y se sentó sobre mi cara. Ariel comenzó un sube y baja en mi palo y fue aumentando el ritmo poco a poco.
Susana se movía, dejando que mi lengua viajara a lo largo de su raja. A cada pasada, la introducía lo mas dentro que podía. Al llegar a su clítoris, le chupaba lo más que podía. Susana usaba sus manos para masajearse los pechos y pincharse los pezones.
Los tres subíamos en nuestro estado de placer y nuestros gemidos se confundían entre si. La armonía de nuestros sonidos empezaba a componer una canción muy bella. Mi verga estaba por estallar. Ariel ya no podía más. Susana alcanzaba un orgasmo más al meterle un dedo dentro de su culo.
Ahhhhh. Ahhhhh. Me corro! Que rico. Quiero más, más, más. No te detengas. Ahhhh.
Se confundieron nuestros gritos al corrernos al mismo tiempo. Era la primera vez que presenciaba esto; tres seres llegando al placer simultáneamente. Mi leche inundaba el culo de Ariel, Los jugos de Ariel brotaban sobre su mano que jugaba con su clítoris, chorreando hasta mis huevos. Susana no se quedaba atrás; llenaba mi boca con sus jugos. Los tres nos fundíamos en uno solo. Éramos una masa de carne y hueso sobre aquel sofá
Bueno, hijas, que dicen si nos vamos a la cama?
Si tío, vamos, dijo Ariel, pero no pienses que vamos a dejarte dormir
Oh, claro tiito, agrego Susana Tenemos que aprovecharte ahora que te tenemos aquí!
Y nos fuimos al dormitorio de aquel apartamento