Seguramente habrá un antes y un después de este día, para los dos…

Te paso a buscar como siempre lo hago en el auto y nos escapamos a un lugar muy tranquilo, enla Sierra.Unatarde hermosa y sin viento es el cómplice ideal para llevar adelante “toda nuestras fantasías”…

En el viaje nos hablamos al oído, nos lamemos y nos prometemos “cuanta guarrada se nos ocurra” lo que aumenta la excitación de ambos…

Vos puta como sos (Fiel a tu estilo) me propones que te pase el dedo por la vagina…

Esta súper húmeda y me invita a clavarte un dedo dentro de ella… Lo hago suavemente y percibo  en mi oído un gemido que sale de tu boca, tan excitada como vos… Y así como estas me decís, “por favor no me lo saques ¿si?”… Esto me excita mucho más aun…

Mientras manejo, te susurro sutilmente… “¿mira como se me puso?” Y vos te desesperas por agarrar fuerte mi pija y decirme “¡Dios la quiero ya!”… Pero para esto debemos esperar a llegar al lugar elegido…

Seguimos el camino entre comentarios cada vez mas subidos de tono, jugando con mis dedos en tu vagina y clítoris (Dejándote al borde del orgasmo mas de una vez, llegando a tu limite) y con mi pene recibiendo fuertes embates masturbatorios de tu mano…

La ruta esta tranquila así que nos invita a seguir con nuestra “previa sexual”…

Al dejar la ruta principal y tomar por la secundaria el trafico es prácticamente nulo, de modo tal que no te resistís y te agachas sobre mi pija y la empezas a comer con desesperación A cada embate de tu boca caliente y húmeda, mi pija se pone mas grande y dura y tu vagina acompaña los movimientos con sutiles “latidos” y una humedad que a esta altura ya es un río…

Calientes como estamos, buscamos un camino de tierra, tomamos por este y al llegar a un descampado,  te saco la boca de mi pija y te obligo a bajar del auto…

Toda la inmensidad de la sierra nos pertenece, con un silencio sepulcral… Solo interrumpe esta calma el vuelo de un Carancho, único testigo de nuestra “locura sexual”…

Al descender del auto me decís, “¡clávame por favor que no doy mas!”

Te tumbo sobre el capot del auto, te sujeto tus brazos por detrás, y así casi unidos, te los ato con un pañuelo… Estas totalmente sometida, de frente a la inmensidad de la montaña que acompaña con su belleza el extasiado momento que vivimos juntos…

Te lleno la cola de vaselina… Me susurras “¿Qué haces?”… Y antes de tener respuesta alguna, te apunto con mi pija enorme tu apretado agujero de la cola, y ¡zas te clavo! ¡Suavemente pero sin detenerme! Vos te movés mezcla de placer y dolor, veo cierto sufrimiento en tu cara y eso me excita más, saca mi lado sádico” TE susurro al oído: “Aguanta perra que aun me queda la mitad por clavarte…” y sigo empujando casi con desesperación por hacer tope en tu cola…

Cuando menos lo esperamos los dos, la tenés toda adentro, súper penetrada…

Y me decís “¿la tengo toda adentro amor?” “Porque no me duele… ¿No me romperías la cola moviéndote dentro mío?” Y así ante tu pedido, comienzo a moverme, primero suavemente y acariciándote el clítoris… Explotas en un profundísimo orgasmo, y detrás de este casi a continuación 2 más… Tu cuerpo parece electrificado, toda erizada y la piel de gallina mientras temblás… Haces fuerza cada vez más hacia atrás, atada como estas y me decís “¡Cojéme más fuerte! ¡Cojéme la cola! CO JE ME!!! POR FAVOR CO JE ME!!!!”

Y yo hago realidad tu pedido, dándote por atrás fuerte mientras te sujeto las manos con fuerza dejándote sin posibilidad de movimiento ninguno… Cuando estoy a punto de acabar, vos me decís “¿Estas por acabar amor? ¿Estas por acabar? ¿Me llenas la cola?...”

Y casi sin que lo percibas saco violentamente mi pija de tu cola (Súper dilatada, y que no se cierra, no vuelve a su estado natural, luego de tantos violentos embates de mi pija...)

Y te agarro la cabeza, así apoyada sobre el capot del auto… Y te meto la pija hasta el fondo. Tu cara dibuja una mueca de dolor, placer producido por la irrupción violenta de semenjante pija en tu boca, el placer que te da, y sumado a esto “los sabores mezclados de los flujos de tu cola, con algo de semen ya derramado”… Todo esto me lleva a una violenta eyaculación en tu boca. Salvajemente te sujeto la cabeza para que no puedas retirarte, y te obligo a beberte cada gota  de mi semen, que pasa casi hasta la garganta, salvo porque sutilmente pones la lengua de una forma inteligente que hace que el semen golpee contra ella y desvíe su curso dentro de tu boca, para ir a parar sutilmente a tu garganta, producto de la gravedad…

Así extasiados, me quedo inmóvil, teniendo tu cabeza bien apoyada contra mi pelvis y notando como mi pene va disminuyendo de tamaño dentro de tu boca… Ya cuando el tamaño es medio, te quito la mano de la nuca, me retiro hacia atrás, te desato las manos. Te doy un beso tierno y te digo “¡Fue lo más! ¡Me encanto todo!”…

Exhaustos, bajamos unas reposeras y compartimos unos mates mirando el hermoso paisaje, y prometiéndonos que en cuanto nos recuperemos arrancamos otra vez…