miprimita.com

En el amor no hay sexos,sino sexo

en Transexuales

Es curioso pero cuando uno se para a pensar en su sexualidad y decide que lo que le gusta son las mujeres nunca piensa que un día tendría una de sus mejores experiencias sexuales.

Una noche de fiesta donde todo parecía que iba a ser como otras noches, conocí a una chica morena, de ojos verdes, con una preciosa sonrisa que desde el primer momento que la vi, en mi cabeza no pasaba otro pensamiento que no fuera conquistarla.

Bien cuando me acerque a ella, la verdad es que la encontré bastante receptiva, su nombre era Gio, y la  verdad es que desde el primer momento que empezamos a hablar la cosa iba por buen camino. Después de llevar un rato hablando me propuso que si nos íbamos a su casa a tomar algo allí y a hablar más tranquilos sin tanto ruido, yo no dude ni por un momento y un rato después allí estábamos los dos en el sofá del salón tomando una copa.

Poco a poco la temperatura iba subiendo en el ambiente, fue Gio la que decidió romper el hielo y empezó a acariciar mi cuello seguido de unos besos, eso me hizo ponerme más caliente aun, y entonces empezó a besarla. Cuando llevábamos un tiempo besándonos nos dirigimos a la habitación, donde poco a poco y mientras no dejábamos de besarnos nos fuimos quitando la ropa, en aquel momento fue cuando descubrí que era transexual, por un momento vacile pero acto seguido y contra lo que hubiese imaginado le quite el tanga y comencé a acariciar su miembro que poco a poco empezaba a estar cada vez mas erecto. Ella al ver tal gesto la verdad es que en un principio se vio sorprendida porque no lo esperaba pero después todo fue como si de una relación normal se tratase.

Gio empezó a recorrer mi cuerpo lamiendo primero el cuello, después los pezones y para seguir con el ombligo hasta llegar a mi pene. Empezó a chuparlo con movimientos circulares con la lengua mientras subía y bajaba muy lentamente, yo cada vez estaba muy cachondo. Poco después me pregunto qué a que estaría dispuesto a llegar esa noche, yo sin duda ni un momento le dije que estaba dispuesto a todo, que pese a que nunca había tenido una relación así estaba abierto a probar nuevas experiencias. Dicho esto nos tumbamos sobre la cama de lado cada uno mirando hacia un lado de la cama y empezamos a chupar el miembro del otro, ambos estábamos muy excitados, y sin duda estábamos pasando un buen momento.

Des pues de esto puse a Gio a cuatro patas y empezó a lamer su ano, para que poco a poco fuese dilatándose, al principio solo me limitaba a lamer, pero poco a poco fui introduciendo un dedo y luego dos, hasta que vi que era el momento de iniciar la penetración. Cogí un poco de lubricante y lo eche sobre su ano y un poco más sobre me polla. Entonces poco a poco comencé a introducir mi polla en su ano hasta tenerlo completamente dentro, la sensación no era nueva ya que si que había practicado sexo anal antes con mujeres, todo fue muy bien pero cuando estaba a punto de correrme ella hizo pararme, quería disfrutar un poco más antes del final.

En ese momento empezó a lamer mi ano, yo al principio está nervioso y eso lo noto, pero poco a poco consiguió relajarme y cuando introdujo su dedo en mi ano la verdad es que consiguió que me excitara aun más. Tras haber lubricado con su saliva mi ano, cogió un condón y se lo puso, tras chupársela un poco, cogió lubricante, vertió un poco en mi ano y otro poco con el que se cubrió su polla. Empezó a acercar su miembro a mi ano y poco a poco iba metiendo la punta, al principio no quería forzar y poco a poco fue intentando introducirlo más profundo hasta que de repente lo introdujo hasta el fondo, yo exhale un grito entre dolor y placer, al principio fue una sensación dolorosa pero poco a poco el dolor iba desapareciendo dejando sitio nada más que al placer.

Cuando Gio estaba  a punto de correrse nos pusimos uno en frente del otro, y me indico que primero quería correrse ella sobre mi boca mientras yo me preparaba para hacer lo mismo acto seguido a ella. Así fue se corrió en mi boca, era otra experiencia nueva. Una vez que termino coloco su boca junto a mi pene y espero a que me corriese, no tarde mucho ya que estaba muy cachondo. Una vez que me había corrido y todavía con su corrida en mi boca empezamos a besarnos, nuestros sémenes se mezclaron y empezaron a caer por nuestros cuerpos hasta que sin mediar palabra me dijo que nos dirigiésemos al baño. Una vez allí y metidos en la bañera me dijo que me pusiese de rodillas, acto seguido empezó a mearme por la cara, la boca y el cuerpo, fue la guinda a la magnífica noche, una vez que hubo terminado nos duchamos y nos dirigimos a su cama a dormir. Al día siguiente me pregunto qué tal había estado, si me había gustado la experiencia, yo le dije que sí que me encantaría volver a repetir algún día.

Espero que os haya gustado y espero vuestros comentarios de todo tipo, si queréis también me podéis mandar comentarios a esta mail: uuhahhscotty@live.com