Parte IV

Después de haber comentado las dos mejores sesiones de anal con cada una de estas dos mujeres excepcionales y siendo sincero, existen varias cualidades las cuales no me dejan decidirme por uno, como el mejor. También, se que en esta conclusión de los relatos sobre ellas no me quedaré con uno solo, no terminaré con los dos, así que la decisión la tomo con las características de cada una.

Con el culo de Christa la penetración llevaba bastante cuidado, tenía que masajearle bien el ano, siempre utilice una cantidad moderada de lubricante, ya sea, el de uso exclusivo anal o saliva, dependiendo del grado excitación en la que ella se encontraba; eso sí las enculadas eran fenomenáles. Con Ailé, esto simplemente fue diferente, en ella, utilizaba menos tiempo en prepararle el ano para encularla, creo esto se debe a ese ano elástico que tiene; con ella, con una simple mamada en el culo y una insertada de un dedo, estaba lista para recibir toda la polla, Christa no, era una penetración gradual.

Ailé aceptaba una enculada fuerte y rápida, sin que me mencionara que le comenzaba a doler, Christa si llegó a mencionarme más de una vez que dolía cuando le aplicaba velocidad y fuerza. Algo que puedo tomar a favor de Christa, es que ella al tener un ano común y corriente, los espasmos que generaba por tener la polla dentro, eran sumamente placenteros, Christa si apretaba muy bien con el culo, esto, la diferenciaba de Ailé, ella al tener un ano elástico y aceptar que mi polla le entrara y saliera sin impedimento, los espasmos eran menores, eso sí, al apretar las nalgas me proporcionaba gran placer, pero en esto Christa era mejor ya que ella si me apretaba muy bien y fuerte con el ano. Ailé me encanta porque puedo recorrerle todo el recto sin que tema lastimrle, éste es un punto a favor.

Algo que si no puedo dejar fuera es ese par de nalgotas que Ailé tiene, al tener cuarenta pulgadas de culo, las enculadas eran sumamente buenas, en realidad tiene un señor culo, esponjosas, podía apretárselas mientras la enculaba y aparte le temblaban bien rico. No era una mujer con un culo duro como piedra, más bien era un culo suave, perfecto para apretujarlo. Christa tiene un culito respingón, pero, creo que eso la hacía llamativa, en realidad eran unas nalguitas, así que al metérselo por atrás, mi polla recorría menos camino que con el señor culo de Ailé. Mamarle el culo a Christa era algo placentero, el ano era distintivamente grande para ese par de nalguitas respingonas, grande en tamaño no de apertura, bien apretado, perfectamente circular, con unos pliegues perfectos y un poco de bellos;  antes de tronarle el culo, lo tenía de color rosado, ella lo contraía muy bien, mientras le daba su buena mamada. Con el tiempo el ano de Christa se volvió un poco profundo, algo normal en mujeres anales y tomó un tono más obscuro. Su ano era apretado, costaba trabajo meterle la lengua cuando le besaba, era mejor succionárselo y tenía un aroma casi nulo.

Algo curioso en Ailé era que con semejantes nalgotas, tenía un ano más pequeño que Christa, eso sí, hermoso, era como un círculo perfecto, lleno de pliegues, no sabría decir si con más pliegues que el de Christa, pero era rosado y con bellos casi nulos; algo que me volvía loco al besárselo era que tenía bien marcados los pliegues, podía sentírselos perfectamente con la lengua, este año si lo podía penetrar fácilmente cuando se lo mamaba, era más fácil insertarle los dedos, el realizarle succión como a Christa no era tan placentero, ya que era mejor penetrarlo. Pero, el aroma, era perfecto, un aroma al humos de Ailé, es decir, dulce, no causaba ninguna repulsión, nunca percibí algún aroma no placentero, con Christa tampoco, pero con ella el aroma era excepcional, Christa carecía de él, ahora, el sabor, con Ailé era un sabor dulce el que me daba, con Christa era de la misma forma, pero con la diferencia que era menor. Algo que le da otro punto a Ailé es que ese culote si sudaba, era fenomenal que al terminar de encularle, tuviese ese culote sudado, con Christa no era así. Me encantaba poder probarle el culo y follarlo a Ailé ya que el sudor le daba ese toque especial, además debo reconocer que me gusta más tener la cara sumergida entre dos nalgotas mientras mamo un culo, que con Christa que no lo era así.

Christa soltaba el semen de su culo con fuerza, pero Ailé pedorreaba mejor, creo que por ese culo elástico, podía pedorrear mejor, además el semen lo soltaba lentamente sin intermitencias, como un caudal, mientas que Christa podía soltarlo todo de una vez o en pausas;  algo que las dos tenían de igual forma era que mientras las enculaba se pedorreaban vaginalmente, y anal, aquí Christa gana ya que era más ruidosa que Ailé, pero ella era más prolongada.

Después de haber señalado las características de cada culo, solo me queda la última y la más importante para señalar con cual culo me divierto más.

Con Christa fueron contadas las ocasiones en las que le pude dar enculadas seguidas sin utilizar lubricante, una fue la que mencioné en el relato, cuando la tomé por atrás en el cuarto trasero al tomar el dinero para comprar las cosas en el mercado. Christa podía mantener de tres a 4 enculadas en una noche, con su respectivo lapso de inacción, pero, debíamos lubricar de nuevo, con Ailé no, ella, podía mantener tres o cinco enculadas sin ningún problema, no lubricamos más que la primera vez, luego su rico ano elástico se dejaba penetrar sin problema alguno. Es por este motivo que el culo que más me encanta coger es el de Ailé, si, ese culo, ese señor culo, es mejor, para follar, puede recibir gran acción, y generar tanto placer que hemos mantenido en algunos meses más sexo anal que otro estilo, Ailé simplemente nació con un culo digno de usarse y bien que lo utiliza. Este culo jamás lo dejaré, hasta la fecha le sigo dando por atrás, cuando podemos encontrarnos, y seguirá así porque le encanta que le meta la polla, como ella me dice  -mi puerta trasera, es igual o mejor que cualquier puerta principal-

Espero y estos sucesos sean de su agrado, con esto termino, estos eventos que quise compartir.