miprimita.com

Historia del mas obsesivo vicioso sexual

en Fetichismo

 

Esta es la historia de un fetichista por tacones con una altura imposible para usarlos si no se tiene un arco tan alto que solo puede ser creado cuando se es muy niño , este chico hoy día lo hace con mucha facilidad lo que le ha causado que este hombre obsesionado sexualmente por tantas masturbaciones esté subido y caminando con sus tacones gigantescos, esto hizo que con su así exacerbada sexualidad, fuera buscando las situaciones sexuales mas rebuscadas y  bizarras para satisfacer su obsesión por lo sexual, lo que terminó por haber llevado a cabo las situaciones sexuales mas extremadamente increíbles, para poder seguir masturbándose para siempre.

 

 ESTA ES SU HISTORIA.

 

A los 2 o 3 años yo siempre jugaba inocentemente bajo la mesa del comedor mientras mi madre conversaba con sus amigas y parientes femeninas a la hora del te.

 

Yo escuchaba la conversación sin comprender mucho, pero quedó en mi inocente memoria infantil que todas estaban de acuerdo que usaban tacones altos a pesar de que no eran muy cómodos y les dolían los pies, pero que el uso de esos tacones las hacía verse mucho mas atractivas como mujer a la vista de las otras personas.

 

Mi madre era la hermana mayor de las 8 mujeres, de los 11 hijos de mis abuelos, mis tías menores eran muy jóvenes y ansiosas de parecer mayores, por eso todas usaban sus tacones bien altos.

 

Una de mis tías era prácticamente la gemela de mi madre en todos sus aspectos, siendo solo 10 meses menor que ella, pero era un poco mas alta.  Como a ambas les fascinaba verse y vestirse iguales para poder intercambiar novios, Mi tía usaba tacones de 7 Cm. y mi madre usaba unos zapatos idénticos pero con un taco 5 Cm. más alto y además una talonera interna de dos cm. para equilibrar su diferencia en altura.

 

A mi me encantaba caminar por la casa arrastrando esos zapatos con  tacones de 12 cm, ya que quería ser lo más atractivo posible como había oido, idea que era muy celebrada por las empeladas del servicio de las que yo era muy regalón, las que muy divertidas al verme así me fomentaban el hacerlo en todo momento durante la ausencia de mis padres, las muy perras eran hermanas y practicaban el lesbianismo.

 

Las dos me abusaban agitando mi pequeño miembro viril y chupándolo  una por una lo que me desataba una dura erección, mientras ellas se masturbaban mutuamente con dos gigantescos consoladores dobles, uno por sus bien lubricados anos y el otro por sus chorreantes sexos , por eso mi sexualidad se desató mucho mas temprano que la de los niños normales no abusados pero sin llegar al orgasmo e esta edad.

 

De esa manera yo siempre desde muy niño me acostumbré a usar los tacones de mamá, a pesar de la diferencia del tamaño del calzado entre ella y yo, yo con mi Nº 30 y ella en su Nº 37, hasta que mis pies empezaron a crecer.   A mis 7 años ya calzaba su  Nº 37 y usaba con gran facilidad sus altísimos tacones de 12 Cm. los que yo ya los había elevado a 14 Cm. con unas tapillas de cuero pegadas a la tapilla de la fábrica.  

 

 De ese modo a esa edad yo ya estaba convertido  en un experto en el uso de esos gigantescos tacones altos 14 cm. de mi mamá y por lo tanto mis pies se formaron con unos arcos altísimos que me serían muy útiles cuando fuera ya mayor y tuviera mis pies más grandes, lo que me iba a permitir poder usar unos tacones que le darían vértigo a cualquier mujer por diestra que fuera en usar tacones.

 

A esa edad la intensa felicidad de poder hacerlo tan fácilmente y tan bien, me causaba mucho morbo y como ya había madurado sexualmente con el continuo abuso de mis cuidadoras, me masturbaba con una enorme delicia al verme usándolos frente al espejo, lo que a esa edad ya tenia erecciones y orgasmo con eyaculación.

 

Mis padres eran muy considerados en todos los círculos del país, ya que mi padre que era propietario de una importante empresa constructora  asociado con otras empresas europeas.

 

Como mis padres tenían importantes compromisos sociales, habían  comprado sus ropas en Paris, el centro de la moda mundial en esos tiempos.  Así mi madre tenía lujosos vestidos y accesorios franceses muy elegantes, entre los cuales tenía un par de zapatos de lamé de plata con traba abotonada sobre el empeine con un taco altísimo en forma ahusada forrado en lamé dorado de 14 cm. de altura, con la anuencia entusiasta de mi papá.

 

Por su parte mi padre usaba en esas fiestas un elegante smoking con vueltas y cuello de seda, camisa de pechera bordada y corbata de pajarita, además su calzado era como se usaba en esos años, con el empeine muy rebajado casi hasta los dedos y una roseta de seda negra en el, con un taco dos y media veces mas alto que lo común y algo cónico o sea un poco mas delgado abajo.

 

A mi me fascinaba verlos salir tan elegantes y apuestos y quería ser como ellos, por eso cuando salían de visitas, yo me iba al ropero de mi madre y le sacaba las medias mas lindas y elegantes y con ellas puestas sujetas con sus sensuales ligas elásticas bordadas con rosetones que las sostenían firmemente y con sus zapatos franceses de lamé plateado, con sus tacos ahusados de 14 cm. elevados con tapillas pegadas por mi hasta los 16 Cm., me paseaba frente a los espejos del dormitorio, entregándome a las mas deliciosas sesiones de masturbaciones sin fin, hasta quedar totalmente exhausto.

 

En resumen, yo ya estaba convertido en el más fanático de los fetichistas por usar tacones altísimos, y también me excitaba verlos puestos en las  mujeres mas audaces en los diarios y revistas que se compraban en mi casa, cuyos recortes usaba en mi cama en las noches para que al mirarlos allí provocarme mas y mas masturbaciones.

 

 

Ese verano en que mis padres me llevaron a pasar el calor a un balneario del sur, a la casa de unos tíos que vivían allí, cuya hija única, una de mis primas era poco mayor que yo, ella era muy atractiva y me encantaba, además de que era muy conocedora de las mas rebuscadas aventuras sexuales, lo que había aprendido con sus compañeros y compañeras de su colegio mixto, donde también tenía muchas amigas lesbianas.

 

Íbamos a jugar con ella en el sótano de la casa donde mis tíos guardaban las cosas del invierno, allí ella me propuso que nos desvistiéramos, mientras mis padres, mis tíos y sus visitas jugaban a las cartas en el 2º piso hasta altas horas de la madrugada.

 

Allí comenzamos espontáneamente un juego de tocarse y besarse con el cual nos calentamos mucho y comenzamos a besarnos con lengua y a corrernos mano mutuamente, sabiamente ella de había puesto medias muy sexy y zapatos de taco bien alto, lo que me calentó en forma extrema

 

En este momento le propuse que yo también quería hacerlo igual que ella, ya que eso me haría calentar mucho mas fuerte. Muy excitada con la novedad lo aprobó de inmediato y así lo hicimos con los de 14 Cm. que los subía 16 Cm. cuando yo los usaba, mi mamá los que había traído desde la capital de mi país para lucirlos y causar la admiración y la envidia de sus conocidas en las provincias, por lo tan excepcionalmente altísimos que eran.

 

Fue mi prima la que tomó la iniciativa y tomó mi pene que estaba erecto al máximo y comenzó a masturbarme, yo ya muy caliente la dejé hacer y no tardé en comenzar a temblar al borde de eyacular, cuando ella se dio cuenta se agachó y engulló de un solo golpe todo mi pene hasta el mismo fondo de su garganta con una facilidad seguramente hija de una larga práctica, mientras a mi se me desataba un orgasmo sensacional mientras  sentía como mamaba los chorros de mi semen con fruición, comiéndoselo hasta casi ahogarse, en ese instante ella se masturbaba frenéticamente con una de sus manos.

 

Yo como era tan joven, no perdí mi erección y ella aprovechando su todavía firme dureza y que estaba resbaloso con mi semen y su saliva, se dio vuelta de espaldas y se sentó en mi regazo enchufándose todo mi miembro hasta las bolas, en su rosado culito y saltando con furia encima mío tuvo el mas magnífico de los orgasmos que la hizo gritar del inmenso placer y tiritar por largo rato.

 

 Me dijo que no quería que la penetrara por delante, para no arriesgarse a que yo la dejara esperando, ya que así lo había aprendido en su colegio, sabiendo que esa penetración anal la hacía gozar a concho,  igual o aún mejor que si la penetraran por adelante.

 

Ese verano fue un nunca acabar de tanto tener sexo con ella, tanto por su diestra boquita que era una campeona capaz de engullir hasta entrar en su esófago mi nada despreciable pene entero incluidas ambas bolas, así también como por su estrecho, tan delicioso y experto y rosado rosetón posterior.

 

 Ambos nos gozamos de lo lindo por varias semanas y como ya ella sabía que si yo me ponía mis tacones mi sexo funcionaba mucho mejor y mas seguido, después de comer subíamos a nuestras habitaciones.

 

Allí yo me ponía las medias y los altísimos tacones de 16 Cm. de mi madre, ante la  ansiosa expectativa de ella, siempre deseosa de tener mas y mas sexo durante nuestros amoríos en el piso sótano, totalmente seguros de no ser vistos por los fanáticos  jugadores del 2º piso, cuyo ruido nos avisaba que debíamos parar cuando contaban sus puntos entre risas, grito y ruido de sillas.

 

Cuando ya tuve ingresos suficientes al empezar con mis actividades como profesional en construcciones, empecé a perfeccionar este fetichismo hasta el extremo y con mi ingenio y algunos maestros bien remunerados logré llegar a tener zapatos de tacones no solo muy altos sino extremadamente tan altos como nunca había habido otros.

 

Con un viejo y experto zapatero remendón un verdadero artista, y la complicidad de su esposa una mujer muy ambiciosa por dinero, logré que  me hicieran unas hormas de madera corregidas a las exactas formas de  mis pies, que con los nuevos tacos de aluminio alargados soldándolos por otro maestro amigo, un mecánico que me debía muchos favores, obtuve los mas altos tacones que he tenido en toda mi vida.

 

Fueron tres pares fabulosos que me calzaban a la perfección y que me hicieron batir todos los record de altura en tacones con mis pies con arcos tan altos por haber sido entrenado desde muy niño.     Así fue como pude tener tacones de una altura sencillamente imposible para cualquiera otra persona, además de que ideé unos artificios que me permitieron superar cualquier altura de tacones que haya existido jamás.

 

Yo ya calzaba en Nº 44 y me hicieron un par de zapatos cerrados con cordones sobre el empeine, para que al quedar muy firmemente atados al pie impiden que el pie vacile hacia los lados impidiendo quebraduras laterales del pie al pisar sobre  pisos con desniveles o asperezas.

 

Esos zapatos hechos con gamuza negra tenían la parte de la planta del pie inclinada hacia delante en un ángulo tal que el nacimiento de los dedos estaba a 5 cm. por sobre el nivel de la punta de mi pie, además tenían una plataforma interior que no se veía desde afuera de otros 5 cm. y por último una plataforma exterior de 10 cm.  Como mi pie ahora de mi Nº 44 estaba tan entrenado en tacones altísimos era capaz de usar tacones de hasta 20 cm. fácilmente y sin plataformas, así el taco de aluminio pintado plateado, tenía 40 cm. o sea 16” ( Esto es un pié ingles y un tercio mas) y un grosor de solo ¼” o sea 6 mm, algo que todos los que me los vieron puestos los encontraron que se veían extremada y fabulosamente sensuales.

 

No he sabido jamás de algún zapato ni siquiera parecido, con solo 10 cm. de plataforma a la vista y un taco tan extremadamente altísimo, ya que con ellos mi estatura de 1.77 Mt. llegaba hasta los 2.17 m. lo que me destacaba lejos entre todos los que asistían a mis fiestas llenas de  transexuales y travestis.

 

Los usé hasta el cansancio y casi me morí de tanto masturbarme, después haber caminado con ellos delante de mis espejos y una vez casi choque mi automóvil por manejar con ellos puestos.

 

Los otros dos pares eran: unas reinas muy puntudas con dos trabas sobre el empeine y unas sandalias de suelas muy delgadas provistas con una verdadera nube de tirillas muy finas que permitían atarlas muy firmes a mis pies, ambas hechas de gamuza negra y sin plataforma provistos de  delgadísimos tacones de 22  Cm, los que me dejaban caminar bien gracias a mi calce del Nº 44 y a mis arcos absolutamente excepcionales, pero solo por tramos breves y no por largas horas de caminata  

 

Pero al aumentar mi edad tantas masturbaciones tan deliciosas me empezaron a pasar la cuenta, ya mis zapatos se demoraban en darme la ocasión para una masturbación mas, entonces comencé a probar otros métodos con los que pensé me podrían ayudar y esos fueron en un comienzo el travestismo, solo con todas las ropas femeninas primero y luego con el travestismo total absolutamente convertido en mujer con todos sus artilugios, cremas y cosméticos hechos por profesionales del ramo. 

 

Lamentablemente el usar solamente las ropas más sexy, los senos postizos mas exuberantes y los rellenos de caderas y glúteos mas voluminosos solo me dieron un resultado regular, porque era muy latoso el hacerlo y el resultado en mi entusiasmo sexual era mas leve que mi fetichismo por los tacones super extra altísimosl

 

Después comencé a usar otro método que aunque parece ser de un homosexual no lo es, ya que es nuestro cerebro el que siente y desencadena el orgasmo al sentir por un sistema nervioso propio un roce en las zonas sensibles del cuerpo.

 

El rozamiento mas común usado, es en la cabeza del pene para el hombre y en el clítoris para la mujer, habiendo otras zonas menos sensibles en otras partes del cuerpo llamadas zonas erógenas cuyo roce también da placer, tales como los senos en la mujer y muchos otros mas largos de  enumerar que dependen de cada humano.

 

La red nerviosa sexual se extiende por toda la zona inferior del torso, incluyendo la entrepierna y el ano en ambos sexos, pero en el caso de varón existe la próstata que esta pegada al recto muy vecina al ano.

 

La próstata es la glándula que fabrica el semen y su sensibilidad es mayor incluso que la cabeza del pene, ya que nunca es tan habitualmente rozada como la cabeza del pene. y está absolutamente involucrada en el desencadenamiento del orgasmo, ya que este se inicia al contraer la  próstata para lanzar el semen, el líquido que será el portador de los fértiles gametos durante la duración del orgasmo masculino.

 

En el caso de la mujer, la red también se extiende por toda esa zona  y por supuesto incluye también el ano y su vecindad, de modo que si tiene una buena experiencia, no tiene temor y tiene un buen entrenamiento, una penetración anal en ella, también puede desencadenarle un orgasmo excelente, cosa bastante común.

                                                                                                    

 Por lo tanto un buen sistema para provocar un más fuerte orgasmo masculino es ingresar por el ano un elemento suficientemente grueso  para rozar bien fuerte la próstata mientras estas penetrando tu pene en otra persona o  te estas masturbando, ya que ese roce te da una enorme erección en tu pene.  Para ello se usan los mas diversos elementos especializados, empezando por los consoladores, y muchos otros mas especializados todavía como son los llamados butt plugs en inglés. (Enchufes para el trasero).

 

Es evidente que esta maniobra en el hombre tiene un límite de grosor y de entrada, ya que el varón no tiene mucho ancho en la abertura del hueso ilíaco por atrás, y es bastante menor que el que tiene la mujer en su hueso ilíaco por adelante, además de que la unión trasera de ese hueso bajo la colita, es solo en la mujer de cartílago solamente, para que al abrirse, permita el paso de la cabeza de un nene naciendo, lo que va mas allá de los 13 Cm. de diámetro

 

A mí me costó casi un mes de casi no poderme sentar, ya que probando mi capacidad de entrada supe que un elemento rígido que sobrepase los 75 mm. de grueso comienza a tratar de abrir ese hueso y yo lo hice así, con gran dolor y casi quebrando ese hueso allí.

 

Ahora solo uso elementos con cierta blandura de hasta 3 ½” que son 90 mm de grueso, o sea 28 Cm. de contorno como máximo, para tener un roce de próstata muy fuerte, pero nada más.

 

En cuanto a la profundidad de penetración el límite de mi recto, si el consolador no es muy flexible es de 20 Cm., ya que un elemento con esa longitud me topa en la última curva de mi intestino grueso y si insisto en entrarlo mas, correría el riesgo de romper mi pared intestinal con el gravísimo riesgo de una infección brutal, que puede ser mortal si no es  operada médicamente de inmediato.

 

Existen consoladores mas delgados y flexibles que pueden entrar mas, pero no son para rozar la próstata con mas fuerza, que es lo que te da un placer tan grande que el que, con bastante práctica, te regala una eyaculación igual a la de una masturbación o un coito e incluso mucho mejor, ya que la sensibilidad al roce de la próstata es la mayor de todas, por lo fino de su envoltura casi jamás rozada así antes.

 

Es evidente que esta es la razón de la existencia de la homosexualidad, pero el homosexual exige que sea un pene de varón el que roce la próstata, ya que el homosexual rechaza el tener sexo con una hembra, cosa que no es válida para un héterosexual.

 

Sin embargo me ha sucedido una cosa extraña a mi definición heterosexual, ya que he encontrado muchos sitios de Internet en los que figura gente nacida con pene, o sea hombres, pero que tienen el carácter y las formas totalmente femeninas, con sus caderas amplias, su cintura muy estrecha, sus facciones muy femeninas y unos senos preciosos  asombrosamente femeninos, o sea que en la realidad son transexuales, de cerebro femenino, de formas y de corazón, pero que como no se han  operado sus penes todavía, se pueden definir como mujeres con pene,  ansiosas por tener sexo con varones bien armados.

 

Esto no siempre sucede con los travestis, pero sin embargo hay algunos tan hermosos, atractivos y sensuales, que cuando se visten como mujer y se ponen senos y rellenos  falsos,  pasan con gran facilidad como las más preciosas de las mujeres, con la gran ventaja de que como son hombres conocen muy bien nuestra forma de ser y pensar, y por tanto no ponen ningún problema para aceptar comportarse muy proclives sexualmente.

 

Ellos en ese sentido son mejor que las mujeres, las que al principio ponen condiciones o problemas que muchas veces son difíciles de aceptar o cumplir.  Estos travestis son  todo lo contrario, están tan deseosos como nosotros de tener un delicioso sexo,  penetrados por  su trasero por lo que aceptan gustosos y de inmediato una  proposición de sexo de cualquier clase, por rebuscado y especial que sea.

 

Mi travestismo total, que fue contratado con una muy conocida casa especializada en  ello, fue mucho mas interesante y delicioso,  ya que tomé un contacto muy íntimo con muchísimos transexuales y travestis.  Entre estos últimos había algunos a los que se les notaba algo su              aspecto masculino y todos los concurrentes me perseguían ansiosos para tener sexo conmigo, ya que yo hago con mucha perfección el papel de una mujer muy sensual si estoy bien travestido, usando mis tacones vertiginosos y maquillado a la perfección por los profesionales de la casa.

 

En un comienzo este sexo no me agradaba tanto, ya que a algunos se les notaba un poco que eran varones, pero sucedía algo muy lógico, ya que los travestis que pasaban por perfectas mujeres, no eran tan cooperadores, simpáticos y agradables como los que no lo  parecían tan bien, en cambio estos últimos de esmeraban en serlo y estaban siempre dispuestos a probar y cooperar conmigo para llevar a cabo todas mis rebuscadas y extravagantes ocurrencias sexuales.

 

Fue así como con ellos y las preciosas amigas transexuales pude probar un sinnúmero de posiciones y enredos en grupo, cual de todos mas singulares y por supuesto deliciosos, como el caso de tener sexos  colectivos en los que hacíamos una fila de muchos de nosotros en que yo tenía metido mi pene en el amigo de adelante y el amigo de atrás lo tenía metido en mi recto, formando cadenas de muchos, todos meneándonos al unísono guiados por el compás de una música.

 

Otra delicia era que un amigo de acostaba de espaldas en una colchoneta en el suelo, y yo me acostaba de espaldas encima de el, enchufándome su pene en mi trasero y otro amigo de subía sobre mí y también metía su enhiesto pene en mi recto ya invadido por el  amigo de abajo, de modo que yo tenía en mi recto dos penes moviéndose en mete y saca a la vez.

 

Lo máximo fue una vez solamente, ya que dos amigos en la colchoneta, culo con culo enchufados con un consolador doble, juntaban sus dos penes y yo acostado atravesado encima de ellos me enchufaba sus dos penes juntos en mi recto ya que yo ya estaba abierto para dos penes juntos, y luego ya bien enculado con los dos penes, me acostaba en ángulo recto con los dos amigos de abajo sobre unos cojines colocados sobre la colchoneta y otro amigo se echaba de frente sobre mí y me entraba un tercer pene, todos movíéndose juntos  dentro de mi recto ya relleno a su máximo. Y Para sellar la delicia sexual dos amigos más llenaban mi boca con el semen de sus penes por cada lado de mi cabeza. En resumen cinco penes dentro de mi tan vicioso cuerpo a la vez dándole duro y llenándome de semen.

  

La lectura de muchos sitios en Internet me hicieron conocer como es de común para los humanos el tener sexo con animales, ya que hay algunas mujeres que incluso se dejan penetrar con gigantescos penes de  caballo, los que tienen un pene enormemente grueso y largísimo de unos 60 Cm. con una cabeza de unas 4” o sea de 10 Cm. de diámetro, no se si hay hombres que puedan de verdad hacerlo, ya que las hembras si pueden hacerlo ya que están aptas para pasar por ahí la cabeza de un bebé que supera esa medida hasta en 2 o 3 Cm.

 

En mi caso yo ya he tenido múltiples penetraciones con mi perro favorito, un can bien corpulento de 35 Kg. de peso, con un pene de 2,5” de grueso y 19 Cm. de largo con dos gruesas  e hinchadas bolas al centro de la longitud del pene, las que se abultan muy rígidas hasta 3” ( 75 mm) y que son las que permanecen duras e hinchadas mientras el perro eyacula muy lentamente, fijando la perra por muchos minutos al pene del perro.

 

La naturaleza lo pide así para que la perra pueda quedar preñada al  recibir la totalidad de su semen, ya que el perro demora largos minutos en  entregar su abundante semen a finos chorros, mientras las bolas estén apretadas dentro de la perra.

 

Para una deliciosa penetración perruna, yo me tiendo a lo largo con las piernas bien abiertas sobre una mesita muy baja con una colchoneta encima,  así queda mi anhelante trasero totalmente desnudo precisamente a la altura del pene del perro, con mi ansioso ano listo y mi recto ya bien vacío por varios lavados  previos y abundantemente lubricado.       MI perro ya sabe que hacer, me toma de la cintura con sus patas delanteras y procede a intentar meterme su duro y rojo pene ya desnudo de su lanosa piel, empujando muy fuerte, yo le guío con mi mano hasta que su punta queda tocando mi ano y de inmediato el me penetra a fondo con gran fuerza y comienza un vaivén frenético que pasa a gran velocidad innumerables veces por mi esfínter ya dilatado totalmente, hasta quedar cazado dentro de mi recto gracias a que yo aprieto con gran fuerza mi esfínter.

 

El Perro ya lo tiene metido a fondo dentro de mi recto incluyendo sus gruesas y rígidas bolas, luego sigue dentro de mi con su rapidísimo y violento vaivén, hasta que comienza a eyacular y se queda quieto y bien fijo por mi apretado esfínter,  para que no se vaya a salir mientras me llena el recto  con sus finos y largos chorros de su tibio y abundante semen.

 

Si yo quisiera podría aflojar mi esfínter y soltar las bolas, pero no lo hago por ningún motivo, ya que el roce de sus rígidas bolas contra mi próstata es terriblemente fuerte y delicioso.    Tanto es así que apenas rozo mi  pene con la mano, comienzo a eyacular mi  semen en largos y abundantes chorros  sobre la colchoneta, mas que nada a causa de que la intensa presión alternada muy fuerte y constante de sus bolas contra mi próstata, las que al tratar de salir estrujan mi próstata al máximo y la dejan vacía totalmente, mientras el placer de sentirse tan bien abotonado y penetrado es inmenso y fabuloso.    

 

Cuando mi placer termina, abro el esfínter y mi perro ya suelto, pasa primero su lengua suave y repetidamente por mi trasero bebiendo su propio semen, el que se rebalsa desde mi recto por lo tan lleno que quedó, deslizándose fuera de mi ano.   Esa es otra caricia que me regala mi perro todavía, por la suave sensación de su lengua que pasa repetidamente en ese lugar tan sensiblemente sensual para mí. 

 

A pesar de lo que dije antes, después de haber visto ahora en directo como un potro cubrió una yegua acá, ví que su pene que si bien se ve muy grueso para mi espacio anal, si cuidara que no entre toda su longitud, la evidente flexibilidad y blandura que divisé, es posible que pueda pasar los 100 mm. de la cabeza de su pene por mis 70 mm. del   espacio en mi hueso ilíaco.  El resto de su pene me entraría bien ya que es algo mas delgado, talvez de unas 3” ( 75 mm)   Estoy más que tentado de hacer una prueba siempre que pueda asegurarme que no me entrará en toda su longitud, ya que eso podría matarme sin duda alguna. 

 

Para impedirlo y poder gozar de una penetración tan fantástica, he pensado que puedo hacer una construcción hueca parecida a una anca de yegua, entre dos altas vallas de madera, con un hoyo ad-hoc y cubierta por una piel de yegua que imite bien es hembra animal.  Allí podría entrar el pene del potro y su cuerpo topar contra esa firme imitación.    Así metiéndome previamente por abajo yo podría regular el largo que entraría en mi recto sin correr mas peligro que el grueso de su cabeza me haga doler el espacio libre de mi hueso ilíaco,  si sus 100 mm. de diámetro no se comprimen lo suficientemente fácil para poder pasar por mi espacio de 75 mm.  

 

Creo que si esto me resulta, y estoy provisto de mis tacones gigantes, la sensación sería maravillosa,  esa de sentirse lleno con un gigantesco pene de potro chorreando litros y mas litros de  su candente semen, los que luego correrían por mis piernas mojando hasta mis gigantescos tacones, mientras me temblaría todo el cuerpo por  el fabuloso deleite sexual que sentiría.

 

Solo de pensarlo tengo ya una erección salvaje que voy a calmar ahora de inmediato, usando mi consolador mas grueso hasta el fondo de mi vicioso recto, ya que estoy mas que listo para gozar, porque ya tengo puestos mis tacones de la altura del cielo con sus 40 Cm. los mas altos jamás han existido en este mundo.

 

Todo lo aquí contado demuestra con gran claridad que para mí el sexo es un maravilloso vicio a ser experimentado en todas las formas posibles y si se me hiciera necesario porque mi obsesionado deseo sexual me lo exigiera, me haría hacer dos operaciones quirúrgicas, una operación al coxis para abrir su pasada al menos a unas 4” ( 10 Cm.) y otra para ensanchar y enderezar mi intestino grueso ordenándolo de otra manera en mi vientre, para suprimir el último codo y dejar espacio para que la profundidad de mi recto llegue a por lo menos a unos 50 cm. aunque la punta de un pene me llgara a topar en el diafragma y así poder aceptar cualquier pene de potro o de un monstruo de pene humano excepcional por negro que sea su dueño.

 

Esto sería una delicia tan enorme que estoy dispuesto a afrontar todo los sacrificios mas imposibles que invoquen esas operaciones con tal de sentir esos monstruosos penes dentro de  mi cuerpo tan enviciado por el deseo sexual de sentirse penetrado por penes gigantescos, mientras me masturbo por millonésima vez.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡  Qué delicia tan grande.  !!!!!!!!!!!!!!!!!!!