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Drakula de Ara Stoker. (2) Las novias del Conde

en Parodias

Capitulo I, continuación.

Diario de Jonathan

5 de Mayo. El castillo

El gris de la madrugada se ha desvanecido y el sol está muy alto respecto al lejano horizonte. Cuando subí a la diligencia, el cochero aun no había subido, hablaba con la dueña del hotel y era obvio que hablaban de mi puesto que ocasionalmente volteaban a verme, la mayoría de las veces con una expresión de lastima, frecuentemente repetían unas palabras muy raras que no pude entender así que saque mi diccionario y las busque, no me animaron mucho su significado puesto que eran; Satanás, infierno, bruja, hombre-lobo o vampiro (Mem., preguntarle al conde sobre estas supersticiones).

Cuando empezó el recorrido la diligencia, alcance a ver a unos campesinos haciendo la señal de cruz y señalándome con dos dedos. El resto del viaje me quede dormido y de nuevo soñé con la mujer del tren, desperté y ya estaba anocheciendo me sorprendió lo mucho que me dormí, puesto que no había desvelado mucho esa noche, vi que se me notaba una erección, a lo que puse mi portafolios sobre mis piernas, por suerte creo que nadie me vio, me he dado cuenta que mi libido a aumentado desde que esa mujer me sedujo en el tren, ya era de noche y la diligencia seguía su curso, se notaba todo obscuro y de repente alcanzamos a ver unas luces que se acercaban, era una carroza y nos detuvimos, entendí que esta venia por mí y yo subí a ella, el hombre no dijo palabra y nos dirigimos al castillo. Ahí me esperaba el conde y me llevo a mi habitación, era un hombre viejo encorvado, blanco y a su alrededor el aire era frio, me dijo que la cena estaría lista en media hora, me refresque un poco y fui a cenar, el no probo bocado, disculpándose dijo que ya había cenado antes de mi llegada, platicamos del viaje y me fui a mi habitación. Estaba casi dormido cuando escuche que algo a alguien me llamaba desde el pasillo del catillo, no sé porque pero seguí la voz y me encontré con una puerta semi abierta donde se veía luz de vela y unas sombras.

El estaba ahí podía verlo y escucharlo atraves de la puerta estaba con varias mujeres, tres pude contar y eran hermosas, con unos grandes y brillantes ojos, casi salía fuego de ellos, sus pechos de tamaño considerable y hermosos, su trasero redondo y bien formado, era una pelirroja de cabello rizado, otra morena de cabello negro, brillante y la otra rubia de cabello ondulado, jóvenes hermosas o almenos lo que alcanzaba a ver y el tan viejo y asqueroso, no podía dejar de verlos no podía, estaban en una posición muy extraña estaban las 3 mujeres dándole la espalda o mas bien las conchas al conde, pude ver su miembro era bastante mas grande que el mío y ellas se peleaban por el como unas bebes por una paleta, lo lamian de arriba abajo una lo masturbaba con una velocidad impresionante el conde gemía y mientras el les metía los dedos en la concha esos largos dedos se los metía a dos mientras a la de en medio le lamia toda concha de arriba abajo , yo estaba observándolos detrás de la puerta estaba completamente excitado y no vi más remedio que pajiarme ahí mismo y entonces una de las mujeres volteo, la morena y pude verla, esa cara que nunca podre olvidar la mujer del tren, no lo podía creer estaba en shock pero mi excitación aumento de manera impresionante, la mujer lo besaba y a él no le importaba lo que había hecho antes, ella se acomodo su verga en la entrada de su concha y las otras dos lamian y besaban la concha de la mujer y la verga del conde por turnos, ella se la metió todo y un gemido mas fuerte salió de su garganta empezó a cabalgarlo muy rápido movía su cadera de un lado a otro,  la pelirroja se había colocado en la cara del conde y él le chupaba la concha le metía la lengua y un dedo nunca antes había visto eso, la morena mientras era penetrada masturbaba a la rubia, era una escena muy erótica y excitante, yo me masturbaba, después vi como cambiaban de posición la pelirroja se puso en una posición que parecía una perra a cuatro patas el conde empezó a penetrarla por detrás, la rubia puso su concha delante de ella y empezó a chuparla, la morena se situó detrás de la pelirroja y comenzó a chuparle el culo, y meterle un dedo ella despego la cara de la concha de la otra y comenzó a gemir como una perra en celo y metía sus dedos muy rápido dentro de la rubia, los gemidos de las mujeres, resonaban en mis oídos y hasta ahora me persiguen en mis sueños más húmedos:

-Hooo..!! Amo, com..o extrañaba tu jugosa verga dentro mio... Gemía la pelirroja.

-Amoooo hoo!! Nuun…ca nos vuelv..as a dej..ar tanto tiempo… haaa.  Decía entre gemidos la rubia siendo penetrada por los dedos de la pelirroja.

La mujer morena solo gemía como ya había escuchado antes, cuando el conde saco su verga de la concha de la pelirroja, la morena la lamio y limpio toda, después empezó a introducirla en el culo de la mujer, su gemidos se hicieron mas fuertes yo no soporte mas y me corri ahogando mis gemidos detrás de la puerta, cuando recupere la conciencia, volví a la escena y el conde seguía sodomizando a la pelirroja, y la rubia ya estaba en posición de perra para ser sodomizada por su amo, la morena lamia he introducía un dedo en el culo de la rubia, como preparándolo para la verga del conde, después el la saco de la pelirroja y la morena la limpio de nuevo, -que asco- pensé para mis adentros y el conde ya metía la metía dentro de la rubia que gimió de una manera estruendosa, yo ya me había corrido una vez pero mi miembro seguía en todo su vigor cuando volteé de nuevo la rubia gemía frenéticamente ante las estocadas del conde que parecía atravesar a esa hermosa criatura, las otras dos se besaban entre ellas y restregaban sus conchas mutuamente mire la cara de la morena y me sorprendí al ver que me estaba viendo, después cerro sus ojos sonrió y las dos tuvieron un orgasmo al unisonó, después abrió los ojos y me sonrió….

CONTINUARA…