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Vuelo 1604

en Hetero: General

Después de 16 horas de vuelo entre escalas, maletas, pasaporte, lecturas, iPod y cualquier otra cosa que os podáis imaginar, el cuerpo se le queda a uno como un flan. Sin embargo, mi deseo de verte era tan fuerte que no sentía nada más que las profundas ganas de besarte al llegar. ¿Llegarías puntual al aeropuerto? ¿Qué llevarías puesto? El calor en Madrid comenzaba a hacer estragos en los armarios, las prendas se volvían cada vez más diminutas con los días. A ti te encantan las minifaldas... ¿Cuál llevarías? ¿La blanca que me encanta y me pone muy cachondo?  ¿O la vaquera que te hace ver espectacular? En cualquier caso que más daba, solo quería verte, sentir tu lengua tibia dentro de mi boca, sentir la presión de tus tetas contra mi pecho. ¡¡Uffff!! Era todo tan excitante, me sentía como la primera vez que nos vimos en aquel bar del centro. Emocionado, excitado y ahora después de un año de estar contigo, más enamorado que nunca.
 
Intenté ver la última parte de la película que echaban, pero mi mente ya no podía concentrarse en nada más, la escala en París había sido un coñazo, pero todo valía la pena con tal de verte ahí. Una azafata muy guapa paso por mi lado y me dijo: "Su cinturón por favor" ¿Perdón? "Que si puede abrocharse el cinturón que estamos a punto de aterrizar" ¡¡Ah, perdone!! ¡¡Ahora mismo!! respondí nervioso, por unos momentos pensé como tu y esa rubia azafata me comíais la polla . ¡Dioosss! ¡Que imagen! Pero inmediatamente desapareció y solo estabas tu, con esos rizos sueltos y sujetándome el cuello para besarme de una manera desesperada, como bien sabes que me gusta.

Por fin, entre pitos y flautas llegamos, Barajas me parecía tierra santa, y tu una diosa esperando mi llegada, la llegada de tu súbdito, de tu esclavo, de la persona que no puede respirar, ni sentir más si tu no estas. Maletas, pasaporte, aduanas, revisiones... en fin, todo un rollo. Delante de mi una puerta automática blanca que se abre y cierra sin parar. ¡Te he visto antes de salir! Mi buena visión me hace reconocerte fácilmente, incluso mi olfato que es tan malo lo habría hecho, destilabas sexo, ya podía sentir tu aroma. ¡Que cabrona! Llevabas la minifalda blanca, erección inmediata, mi polla desde hace ya varios minutos estaba durísima, ahora estaba a punto de explotar.

 
 
¡Te he echado mucho de menos! ¡Yo también! ¡Te amo! ¡Vámonos a casa, tengo unas ganas locas de follarte! ¡Ufff, yo también! Dame un minuto, que me meo, voy al servicio y nos vamos pitando ¿ok? Me fui casi corriendo a los lavabos que estaban a un lado de la salida de vuelos internacionales, no podía más. Tan pronto entre al baño, busque el último váter del lugar, es una manía que tengo, me gusta mear a mis anchas y sin molestias, aunque el baño estaba vacío, me gusta estar tranquilo. Cerré la puerta sin echar el pestillo, mi polla estaba muy dura entre el calentón y que me meaba no podía más. Saqué mi polla y cuando estaba a puntito de mear, solo escuché: "Házmelo a mi" Tu voz inconfundible me estremeció, comenzaste a abrir cada una de las puertas del servicio hasta que finalmente me encontraste. "Meame ahora" No supe que decir, te cogí por la cintura y te bese con una desesperación de adolescente hormonado. "Más fuerte", me dijiste, mi polla estaba a punto de explotar, no podía más, te metí la mano entre las piernas, tu bragas estaban empapadas, tu coñito peludo, muy peludo como me gusta estaba ardiendo. Te metí un dedo, te comencé a tocar despacio como te gusta. ¡No, así no! ¡Mas fuerte! ¡Joder, esto si que era nuevo! Querías caña, y claro que te la iba a dar. Mis dedos no paraban de entrar y salir de tu húmedo coño,  nuestros besos cada vez más salvajes. ¡Calla! Nos quedamos en silencio, tu sujetándome la polla cada vez más fuerte. Alguien estaba meando a un lado! Fue breve, ya se ha ido. Seguimos con más fuerza que al principio.

 

 

¡Ponte de rodillas!, dije y comenzaste a comerme el rabo, te lo quite de la boca y entonces empecé a mearte toda la cara mmmm ¿ te gusta ehh? ¡¡¡siiii!!! demasiado, me excitó mucho ver toda tu cara mojada.

 

¡Dámelo todo, méame las tetas anda cabrón! Cumplí tu ordenes, vi como te mojabas toda, tu boca chorreaba y descargué hasta la última gota en tu cuerpo, te cogí fuerte del pelo y te besé, saboreaba toda tu cada húmeda, estabas ardiendo.Inmediatamente después te puse contra la pared, te subí la falda y te la metí hasta el fondo, una y otras vez empujaba mi polla, tu coño ardía, seguía escurriendo. ¡Por el culo cabrón! Y así lo hice, el calentón era tal que no hubo tiempo de dilatarlo como siempre lo haces. Un pequeño grito sordo se escucho en el servicio ¡¡Ahhh! y mi polla no hacía más que disfrutar tu estrecho culito, dios que morbo, que delicia, toda mojada de mi, y yo metiéndotela por el culo.

 
 
Date la vuelta, ordené. Te senté sobre el váter, me puse de rodillas y comencé a comerte el ese delicioso coño peludito, ¡¡UFFF!! no hay cosa que me excite más que comerte el coño cuando los tienes así de peludo... ¡Todo un manjar! ¡Ahora es tu turno! "Ya sabes que no puedo", respondiste, inténtalo, méame la cara por favor, necesito sentirte en mi cara... Hiciste tu mejor esfuerzo... no hubo manera. No te preocupes mi amor, lo seguiremos intentando. Te cogí suavemente las nalgas y te seguí comiendo hasta que te corriste en mi cara... ¡DELICIOSO!

 

 

 

Te secaste lo mejor que se pudo, te quitaste la camiseta y te pusiste mi jersey gris. Salimos del servicio fundidos en un beso, un verdadero beso de amor. "Ahora vámonos a casa, que aún tengo una sorpresa esperándonos en el salón" Te amo, te amo.

 

@SoytuMenarca

 

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Gracias por disfrutar! ;)