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El entrenador de mi hijo

en Hetero: General

Hola a todos, soy Ana tengo 37 añitos o añazos dependiendo de cómo lo consideréis. Vivo en un chalecito en una de nuestras grandes ciudades a la largo de la costa del Mediterráneo, vivo con mi padre y mi hijo de 16 años, que está con sus estudios y juega al futbol en un equipo de categoría preferente y no es porque sea su madre pero juega bastante bien, lo que provoca que muchos de esos fines de semana, dependiendo de nuestros que haceres podemos viajar con él o quedarnos en casa. Mi padre es en cierta manera mi padre pero muchas otras veces es más un hermano o un amigo en quien puedo confiar (algunas cosas, de las que cuento aquí no), es un hombre trabajador que le echaron de su trabajo de toda la vida por ser fiel a sus compañeros y honorable en su comportamiento.

Os cuento algo más sobre mi, soy morena 170cm ojos oscuros pelo negro largo liso, muchas veces con coleta aunque me gusta varias siempre. Suelo vestir a la moda, muy juvenil y si he de reconocerlo para mi ir a trabajar es ir arreglada casi como para ir de fiesta. Sobre mi rutina, pues como la de todos, rutina. Me levanto temprano y voy al colegio de donde soy profesora, doy clases de educación física a niños de entre 6 y 10 años y también a adolescentes con las hormonas revolucionadas de 18 años. Las tardes las empleo en: mi casa, ya sabéis, limpiar, preparar las clases, las cosas de la casa en general y normalmente 2 o 3 veces por semana voy al gym, un poco de spinning, natación y mucho footing y llevar al nene a entrenar.

Los fines de semana, descansar y si se puede hacer algo de deporte mejor que mejor y siempre que podemos nos acercamos a ver al nene si juega en casa y si tenemos que desplazarnos pues depende del momento.

Después de mi horrible presentación, prometo contestar a dudas que tengáis sobre mi, empezare a contar donde ocurre esta historia.

Cierto día a principio de curso mi hijo llego a casa exultante, había conocido a varios chicos de su club que jugaban en una categoría superior y de los que me había hablado bastante. Después de un mes con su nuevo equipo, un día recibí una llamada del que era el entrenador de aquello chavales, diciéndome que si podría llevar a mi hijo a entrenar con ellos, mi horario era compatible pero me suponía un gran esfuerzo ya que perdería mi habitual horario de gym y por consecuencia mis clases pagadas, le pedí a mi padre que si podía ir él al menos alguno de los tres días que el nene tenía que ir a entrenar con ellos, puso escusas muy miserables para algo que le gustaba bastante más que a mí, después me entere que hubo alguna gatita por nuestra casa. Los primeros días me entretenía viéndoles entrenar, intentando aprender sus nombres, sus posiciones en el campo, así los viajes de vuelta se harían mas cortos. Aunque no llegaba a la media hora, antes mi hijo en 10min andando se plantaba en el campo. La verdad que durante el otoño se estaba bien, daba un paseo, me sentaba a verles…pero durante las tardes invierno era otra cosa, todo el día metida en el coche me canso, me acordaba del gym y la verdad él aprendía mucho y mejoro notablemente, pero solo jugaba los minutos finales y después de hacer todos los días el viaje y no poder tener un momento para mi (además estaba perdiendo mi forma), era lo de menos. Un dia lo hable con mi hijo y después de varios días sin dirigirme la palabra llame al entrenador, a lo que me sorprendió mucho cuando dijo que si era imbécil, me extrañaron sus palabras tan bordes y mi reacción fue colgarle. Despues de un rato tratando de ignorarle sonó el teléfono de mi hijo y después de unas palabras me lo paso. Era su entrenador pidiendo perdón y diciendo que tenían un par de sorpresas para mí, que por la tarde al entrenamiento llevase mi ropa de gimnasio. Asique así lo hice, lleve mi conjunto de mallas chaqueta deportiva, top deportivo, etc y por supuesto que algo sabia sobre la sorpresa porque una madre escucha conversaciones a su hijo.

Una ver en las instalaciones el entrenador me invito a ponerme una venda en los ojos, ese día fuimos algo antes y solo estaban tres de los chicos, mi hijo y el entrenador. Agarrándome de las manos y conduciéndome por los pasillos escuche a algunos de los chicos y señores que allí entrenaban, me dio la impresión, que luego pude confirmar que allí solo iban hombres que pertenecían al club de futbol. Una vez aposentada donde debía de estarme hicieron sentarme en un altillo y note como se movía entre las risas de los allí presentes. Ellos desde lejos me dijeron que me levantase y por supuesto caí al agua, todo fueron más risas y yo me reí…

La verdad no tuvo gracias, porque para mí sola pensaba en que ese era mi único tanga y mi único sujetador. Después de agradecerle e intentar tirar a alguno el entrenador me dijo que era una forma de pagarle un sueldillo a mi hijo y a mí por mi dedicación y que él les había dicho que yo iba al gimnasio a diario y por culpa del entrenamiento no podía ir. En las instalaciones había poca gente normalmente, cuatro señores haciendo unos largos, algún jugador lesionado que hacia trabajo en la maquinas, etc. Cierto día, agotada me dispuse a cambiarme. Los vestuarios como siempre para hombres y mujeres, pero claro, era la única asique casi tenía que indicar un luminoso cuando iba a ducharme y después cambiarme  y eso a los tíos en vez de respetarlo os impulsa a hacer cosas malas. Un día, mientras me cambiaba pude verlos, ellos a mi no, mientras me cambiaba. No me importo es más me excito muchísimo y las situaciones se seguían produciendo y yo cada día pensaba mas en ellas y sobre todo en ellos…otro de esos días hasta me duche con un señor muy respetuoso el cual ni me miro ni una sola vez, pero yo si que pude ver que aquello que le colgaba no era normal, se produjo una situación tensa, yo le pregunte por mi hijo, ya que él, era entrenador de otro de los equipos del club y con toda naturalidad me conto cosas sobre él, pero también muchas más cosas no tan buenas. Una de ellas y la más importante era mi padre que pagaba parte de los gastos del club con su empresa y la segunda que el entrenador estaba loco por mi…

Pasaron los días, se acercaba Navidad y después de varios días duchándome con el mismo hombre, después de que los pajilleros del equipo estuvieran más tiempo en el gym viendo hacer mis ejercicios y después de tanto tiempo sin sexo. Me decidí a hacer algo que ni las quinceañeras hacen, pero creerme cuesta más cuando mas avanzamos de edad, le pedí una cita a mi entrenador confidente.

Quedamos esa misma noche después de entrenar y yo me puse muy elegante, me hizo esperar, y mis ganas de hacerlo aumentaron con el vino mientras lo esperaba. Y no aguante! Me fui al baño de hombres todo de mármol y le envié una foto muy sugerente diciéndole que tenía que averiguar dónde estaba…lo encontró muy rápido, venia guapísimo, he de decir que no era un portento como hombre pero tenía mucho atractivo y me resultaba muy morboso jugar con un hombre de su edad. Me remangue mi vestido negro largo de fiesta y saque su gran polla y comencé a comerla como hacía tiempo que no la comía, tarde un rato en ver el vigor de aquel miembro pero cuando lo tuve apunto de correrse me aparte y lo deje a medias, mi coñito estaba empapado y su mano lo noto asique de una fuerte sacudida me agarro me puso de espaldas a él y me penetro, a lo que solté un grito importante, llevaba unos cuatro meses sin que nadie me penetrase! Fue increíble, lo malo que solo duro un par de minutos con sus embestidas. Cuando soltó aquel semen dentro de mí sentí muchas cosas y ninguna nada buena, se quedo allí durante un minuto y después me dijo: que no te tenga que esperar yo ahora…y salió de los baños. Me limpie, me volví a maquillar y me coloque el pelo, a todo esto los hombres entraban y salían y se asombraban de mi presencia lo que hacía que imaginasen lo que allí había tenido lugar.

La cena estuvo bien, hablamos de muchas más cosas que no fuesen futbol y sobre todo nada de mi hijo en el cual se centraban todas las conversaciones cuando estábamos en los vestuarios. Antes de irnos me pidió algo, ya que él me iba a invitar era lo mínimo que podía hacer. Al pagar, dejo una nota escrita y el camarero me pidió que le acompañase. Lo hice. Una vez arriba en la que se suponía que era nuestra habitación allí estaba él, con la corbata muy suelta la camisa por fuera dejando asomar su polla…yo volvía a estar muy cachonda….

Entramos juntos y en seguida me bajo la cremallera del vestido quedándome como dios me trajo al mundo excepto mis zapatos y mi tanga de encaje, se me acerco por detrás susurrándome y me dijo, no vamos a estar solos, hay algún problema. Yo con todo lo cachonda que estaba no pude decir que no. En la mesa de la entrada había una máscara muy de época pero algo retocado, con ella no podría ver nada, me mando ponérmela y me insistió en lo que hacíamos, yo en ningún momento dude y seguimos con eso adelante. Me colocaron a cuatro patas en la cama y mientras uno de ellos me comía el coñito desde atrás, y lo que de verdad me dio más morbo fue que tocaba muy despacito con su lengua el culito. Nunca tuve a los dos a la vez pero si diré que aquello fue de los polvos mas morbosos que he tenido, cuando el desconocido se corrió en mi cara, escuche como cuchicheaban algo y salió de la habitación.

Dormimos tranquilamente no sin alertar a mi padre con la posterior llamada de mi hijo recordándome que al día siguiente debía llevarle a su entrenamiento. Al despertarme, mi acompañante se encontraba en pleno auge asique le proporcione un mamada de despedida.

Al día siguiente durante el entrenamiento, mientras todos se dedicaban a correr y ejercitarse, mi amigo y yo seguíamos con nuestra pasión dentro de los vestuarios, en los cambiadores, en las taquillas… mi cabeza no paraba de dar vueltas a quien sería el otro hombre con el que estuve la pasada noche. Seguía teniendo orgasmos ocasionados por aquella duda pero sobre todo por su miembro incansable.

Durante el siguiente mes, el entrenador del equipo sénior dejo de acudir a los entrenamientos, yo le enviaba mensajes le intentaba llamar pero nada, el otro entrenador me decía que se encontraba bien pero que necesitaba reposo, yo me sentía en parte culpable. Un buen día me contesto al mensaje pidiéndome que fuese a visitarlo. Allí estaba con su batín y un pantalón de pijama muy oscuro que dejaba ver más de lo que debería en aquellas situaciones. Me invito a cenar y me quede, cuál fue mi sorpresa que el otro entrenador de mi hijo era el hijo de mi “entrenador”. Creo que no era tanta casualidad. Vimos la tv un rato y cuando nos subimos a su habitación reconocí la máscara de aquel maravilloso día y sin pensarlo me la puse. No habían pasado ni tres minutos después de desnudarme y empezar a comérsela cuando volví a notar una lengua muy húmeda lamiéndome toda la parte baja de mi cuerpo… Ya no tenía dudas de porque mi hijo jugaba donde jugaba, ya no tenía dudas de aquel favoritismo, ya no tenía dudas que el segundo hombre que me iba a volver a follar era el hijo del entrenador sénior, es decir, el entrenador de mi hijo. En ese momento no me importo, me follaron divinamente, en su cama en el sofá, en las escaleras, teníamos la casa para nosotros solos. Un padre y un hijo jugando con una putita, aquello me excitaba y volví a tener otro orgasmo. Cuando acabamos y después de darme una ducha ellos me dijeron q siguiésemos igual… y así fue, follabamos  en los vestuarios e iba a su casa a follarmelos como su puta.

Pronto llegaron los días de primavera y el final de temporada, el balance muy positivo tanto a nivel personal, como social y sobre todo sin pensar solamente en mi, mi hijo aparte de buenas notas había mejorado y el año próximo estaría en el equipo de juvenil a nivel nacional. Quiero pensar que por meritos propios.

Como despedida, en el último entrenamiento, deje una nota a los dos entrenadores diciéndoles que quería móntamelo con ellos en el hotel de la primera vez, que me encontrarían desnuda y con la máscara. La noche llego, yo muy cachonda en la habitación esperando a mis dos hombretones. Nada más abrir la puerta oí una voz diferente, no me importo pensé que sería algún amigo de los que había entablado confianza y en esos momento de calentón ni lo pensé. Cuando les escuche decir que si era la madre de tal, al quitarme la máscara, vi a dos de los compañeros de mi hijo, con sus vergas fuera y comiéndome las tetas de una manera muy apasionada deje que siguiesen, me iba a follar a dos de los amigos de mi hijo y probablemente menores de edad…. Comencé a comer sus rabos y pronto me pidieron más, uno de ellos el más alto me cogió en brazos y me la metió mientras estaba en el aire, fue una sensación increíble pero aun mas cuando el otro de los amigos me la intento meter en mi culo, me gustaba la idea de sentirme taladrada por dos niños complaciendo todas sus fantasías. Era muy bonito, nada mas correrse en aquella postura los dos quedaron exhaustos y los tres caímos al suelo, nos besamos apasionadamente y pensaba en lo mucho que me había dado este equipo…

Como anécdota, os contaré que padre e hijo entrenadores aparecieron y nos pillaron en la misma posición que habíamos acabado el polvo….

Espero vuestros comentarios, si gusta mi historia probablemente me anime a contar alguna mas… Muchas gracias