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La tía Carmen. Su primera vez? - 3

en Sexo con maduras

Durante unos minutos, mientras me recomponía, la observaba sentada en la cama, solo con bombacha, su pelo blanco revuelto por mis manos mientras me había practicado su primera felatio, sus tetas a la vista y aún con algunos restos del sabor de mi esperma en sus labios… que imagen!!!!

Ella se levantó, pasó al lado mío y se dirigió al baño. Por el sonido deduje que se lavó los dientes. Yo me recosté en su cama y comencé a tocarme, sintiendo crecer mi miembro, que nuevamente estaba listo para la acción.

Cuando Carmen entró me miró sorprendida (pobrecita se pensó que con una mamada me conformaría). Le hice señas para que se acercara, su respuesta fue.

- Ya tengo que preparar la comida….se hace tarde y ni pienses que te vas a quedar en mi cama

Le volvió a salir la malcogida de adentro.

Poniéndome de pie delante de ella, la miré fijamente y le dije

- La comida puede esperar y en este momento la comida sos vos…..así que déjate de joder y sácate la bombacha.

Ella se sentó en la cama con cara de resignación. Yo la empuje suavemente hacia atrás hasta quedar acostada y levantándole las piernas le quité su bombacha. Comencé a besarles los pies y luego fui subiendo por sus piernas hasta ponerlas sobre mis hombros y dedicarme a saborear su concha. Esta vez no hubo resistencia, pude darle uno buenos lengüetazos a su viejo clítoris, mientras ella se contorneaba, agarrándose a las sabanas emitía sus primeros quejidos de placer. El juego con mi lengua continuó hasta que comencé a penetrar su orifico vaginal con ella. En ese instante su cuerpo se tensó…agarró un almohada, se tapó la cara y emitió un sonoro grito ahogado. Sus fluidos comenzaron a salir y mientras bajaban a su orificio anal yo aprovechaba para jugar en círculos sobre los pliegues de su asterisco (ese culo sería mío también!!!) así como estaba, mojada y completamente entregada era como la quería tener.

Yo al palo, me incorporé (aún con sus piernas sobre mis hombros) y dirigiendo mi miembro la penetré profundamente sintiendo todo el calor y humedad de esa concha lubricada por el orgasmo previo.

En esa posición, con sus piernas en mis hombros, podía penetrarla profundamente cambiando el ritmo y la dirección de mi falo en su interior. Era un placer verla abrir los ojos desorbitados, sus labios entreabiertos … en ese momento ella volvió a tensarse y abriendo su boca comenzó a gritar: Si…sii…siiiii….dammmmeeee. Enseguida la comencé a besar, hundiendo mi lengua en lo más profundo de su boca.

Cuando fue aflojando un poco su cuerpo me incorporé y bajando un poco sus piernas la comencé a coger con fuerza, sacando hasta el borde de su vagina mi pija, para volverla a introducir con fuerza.

La visión de sus tetitas bamboleándose, su rostro desencajado, su vientre contrayéndose en cada penetración, mi pija perdiéndose en su interior y nuestros cuerpos transpirados, me hicieron pensar: ¿quién diría que me estaría cogiendo a esta vieja? ¿Quién diría que solo hacía falta iniciarla para sacar la zorra que tenía adentro?

Por momentos tenía que enfriar mis pensamientos para no acabar de inmediato, porque la verdad que la estaba pasando tan bien que no quería acabar aún.

Casi en un movimiento (que pareció sincronizado) la di vuelta, poniéndola en cuatro patas (aunque su inexperiencia hizo que me saliera al intentar acostarse sobre su pecho). La levanté de las caderas y le di una  sonora nalgada seguida de una fuerte sobada a sus flácidos glúteos y nuevamente la penetré en esa posición, abriendo sus nalgas para dejar a la vista el cerrado hueco de su culo (mierda… que hermosa visión!!!!). Mientras bombeaba jugaba con mis pulgares sobre sus culito que se contraía (era como una invitación a entrar). NO puede aguantar mucho más y agarrándola fuertemente de sus nalgas la clavé profundamente y descargué todos mis mocos con un fuerte sonido de ambos.

Carmen se hizo hacia adelante y yo aún dentro de ella la acompañe. Me quede acostado en su espalda con mi miembro semiflácido en su interior, sintiendo como mi transpiración recorría mi cuerpo hasta caer en el de ella.

Una vez que mi pene se salió me salí de encima y me recosté a su lado. Mi sorpresa fue cuando comencé a sentir algunos sollozos a mi lado. Carmen estaba llorando?!

Cuando se calmó un poco me confesó, con los ojos llorosos que nunca…nunca se había imaginado algo como esto (un orgasmo)…nunca había disfrutado de tener un hombre dentro que tratase de fundirse en ella… cuanto tiempo perdido.

Yo la escuché y acariciándole la espalda le confesé que para mí también era un verdadero placer sentirla gozar así (más el morbo de ser el primer hombre que la cogía por la concha y por la boca… ya continuaría explorando su último orificio virgen).

Nos besamos y como para descomprimir el momento le confesé que ahora si tenía hambre e incorporándome, mientras me dirigía al baño le dije:

- Solo queda desvirgarte ese hermoso culo.

Cerrando la puerta tras de mí alcancé a sentir su mirada intrigada en mi espalda.

Carmen preparo la comida, obviamente en bata de baño (como si no la hubiese visto desnuda ya), comimos mirando la televisión y al terminar se dirigía al baño, a ducharse.

Cuando escuché que ya se encontraba en la ducha me colé y sorprendiéndola la comencé a acariciar y besar bajo la lluvia tibia que salía del duchador. La comencé a enjabonar y como quien no quiere la cosa (haciéndome el boludo) le comencé a enjabona el ano, haciendo cada vez un poquito más de presión.

Continuará