Era la primera vez que viajaba sola por trabajo. De Argentina a Estados Unidos. Sin compañeros, sin esposo, sin hijos. Solita y sola a mis 30 y pico largos. Ni bien en el aeropuerto el pibe del counter medio que me tira los perros:

- Solita viajas?

- Si, sola

- No me queréis llevar?

- Ja, ja

Luego el de migraciones:

- Viajas sola?

- Si, sola

- Te saco la foto, poné el pulgar derecho acá y si querés, anotare tu teléfono acá

Ni le contesté, no me gustan los babosos!

El que hacía el control de pasaportes en la puerta del avión, que estaba bien bueno, me dice:

- Como viaja sola le tenemos que hacer una revisión extra, pase por aquí… - y me señala a una compañera

- OK

- Aunque si querés, lo puedo hacer yo...

"Si claro, me voy a dejar manosear por vos… Seguro", pensé. Y solo esbocé una sonrisa y seguí caminando hacia la chica que me dice:

- que lindo no? Digo, viajar sola… Nadie que te controle

Algo pasó en mi interior y medio como que empecé a sentirle un gusto rico a que me se me lancen a lo loco… Ya no me molestó tanto cuando el comandante me preguntó si no quería trabajar con él al subir al avión ni cuando el de migraciones en USA me hizo ojitos… Así que decidí empezar a disfrutar de la situación…

Cuando llegué al hotel, me duché y cambié mi look, me recogí el pelo y, como hacía calor, me puse remera blanca un poco transparente y salí, envalentonada a comerme la calle…

Me tiraron los perros de todos colores, todos los empleados del hotel y yo respondía cosas zarpadas. No se, ponele:

- Te pudo invitar un trago?

- Depende para que… Si me vas a querer coger, ni lo sueñes

O

- Qué linda queda esa remera puesta en vos?

- Y no sabés lo linda que queda tirada al lado de mi cama

O

- Guau! Que linda cola!

- Y eso que no la viste en tanga… Ni con una pija adentro

Así todo el día, mojando mi bombachita, hasta que en el hotel, en el ascensor, un negrazón bien musculoso, con camisa y pantalón planchados me mira y me dice (en inglés):

- Hola

- Hola - y se abre la puerta del ascensor

- Piso?

- 17 - Y toca el mío y el 21, que era el ultimo

- Trabajo?

- Si, si…

- Que lindos ojos tienes…

- Gracias - y harta del baboseo meloso me hice la loca y le dije - y decís eso porque no me viste las tetas…

Se quedó callado por un segundo, perplejo, y me lanza:

- Lamentablemente no, pero me gustaría invitarte al piso 21, pedir un champagne y que me las muestres…

Para qué? Casi me muero… Me había estado haciendo la canchera todo el día, pero nadie me había respondido tan directo… Lo miré bien y era el sueño del pibe: negro, fortachón, muy lindo, rico aroma y a 9000 kms de mi casa… "Y dale!" pensé...

- Te molesta si dejo mis cosas y subo?

- Para nada, habitación 2115

Fui a mi cuarto, me lavé un poco ahí abajo, me puse mi mejor tanga limpita, me cambié el corpiño por uno limpio y a estrenar, me perfumé y me puse la misma ropa para que parezca más casual… Respiré hondo y subí… Golpeé la puerta y me abrió Sean, así me dijo que se llamaba, estaba en calzoncillos, bóxer, brillosos y se le marcaba mucho el bulto. Estaba en cuero, todo musculoso, con ravioles o six pack como dicen ellos, y las piernas bien trabadas. Muy fibroso y ni un solo pelo en el pecho ni en las piernas.

Todo lo contrario a mi, que soy blanquita, ojos verdes, tetas grandes pero normales, pezones bien rosados y si bien soy flaca, para nada tengo cuerpo de gimnasio. La concha, obvio, siempre prolijita...

Me hizo el gesto de que pase con el brazo extendido. Su habitación estaba terrible de lo buena, se ve que tenía guita. Mucho más grande que la mía y en la mesa tenía una botella de champán dentro del balde de hielo. La sacó y me sirvió media copa, helada.

- Ya te dije que tenés ojos bellísimos - me dijo - aunque sos realmente hermosa toda

- Gracias - le dije medio cortante, sin querer

- Ponete cómoda

- OK - apenas atiné a responder

Como yo estaba nerviosa y no le seguía mucho el juego de lo meloso, él cambió un poco el personaje y me dijo:

- Vas a querer que compare tus ojos con tus tetas?

- No se, decime vos

- A eso viniste, así que creo que es momento de que te saques lo de arriba, no? - Y se sentó en el sillón

Yo, ahí, en el medio de la habitación, con un desconocido, sólo atiné a sacarme la remera y el corpiño y quedé en tetas, parada, con el tipo a 2 metros mirándome las tetas y los ojos, ida y vuelta. Como si estuviese mirando tenis o ping pong.

- Y… No se - me dice - no me puedo decidir… Lindos ojos y hermosas tetas

Yo saqué por fin la perra que había en mi y me di media vuelta… Me bajé el cierre de la pollera y dije:

- A lo mejor gana la cola, no?

- No se, tú dime

- No! Tu dime! - le dije y solté la pollera dejándola caer al piso. Ya sólo estaba en cola less y tetas, de espaldas a él

- Me parece que estás toda sabrosa..

- Y vos, qué tenés más lindo? El pecho o la pija?

- Segura que la querés ver? Mira que siempre que las chicas la ven lo primero que quieren hacer es llevársela a la boca…

- Sacala, bajo mi responsabilidad

Y el negrito peló una pija inmensa… Estaba medio dormida pero era grande y gruesa. Lampiño total! Una belleza… Obvio, tenía razón, lo empujé a la cama y me arrodillé delante suyo y se la empecé chupar… Estaba grande y rica, aunque no me entraba… Yo me esforzaba para chuparsela más, para que me entre más adentro, pero me costaba.

- Ahora me toca a mi - me dijo después de un ratito, se levantó, me levantó y me acostó en la cama boca arriba con las piernas colgando del colchón desde las rodillas.

Me empezó a besar el cuello y fue bajando. Primero a las tetas, que me las chupaba, mordisqueaba y masajeaba. El contraste entre mi blancura y su negrura me calentaba mucho. Luego de un par de minutos en los que yo ya tenía los pezones súper duros siguió bajando hasta la panza y luego directo a la concha… Les juro que me mató, me chupó la concha hermosamente mientras yo me seguía tocando las tetas y pegaba pequeños gemiditos. Lengua, dedos, adentro, alrededor, una belleza! Y cuando por fin tenía la conchita súper mojadita se fue para atrás, se calzó un forro (todavía no se como le entró) y me la metió hasta el fondo.

Yo no sabía, hasta ese momento, que el tamaño sí importaba. Era larga y gruesa y yo me sentía llena. Llena totalmente de pija. El negro me bombeó por unos minutos y mientras me chupaba las tetas y me mimaba la espalda.

En eso empieza a bajar las manos por la espalda y me agarra de las nalgas, con las dos manos, bien fuerte. Me las empieza a separar y cuando ya las tenía bien abiertas medio como que intenta colarme un dedito en culo. Yo estaba súper caliente, creo que como nunca… Y le mandé:

- Si me vas a tocar la cola, más te vale que me la termines haciendo, eh? - le dije totalmente sacada

Y el flaco me da vuelta, me escupe el agujerito y directamente me la clava con fuerza… Estaba tan caliente que me entró de una! Y eso que era grande…! Me bombeó durante unos segundos y empezó con el "Oh! My God! OH! My God!"… Y no pude contenerme más y acabe a los gritos… El también…

Salí para el baño, en el camino agarré mis cosas, me vestí a medias y a la salida le dije:

- Me quedé con las ganas de saber que era más rico, si el champán o tu lechita…

Y seguí caminando. Salí de su habitación, me volví al piso 17 y me hice un buen baño de inmersión de como media hora. No les voy a negar que me dolía el culo y que me dolió por un par de días. Pero valió la pena!

Lamentablemente, ya cuando estaba volviendo a Buenos Aires, en el avión, me dio mucha culpa y decidí que tenía que enfrentar a mi marido y contarle lo que había pasado, cueste lo cueste:

- Entiendo - me dijo - puede pasar… Estuvo bueno? Ya se nos va a ocurrir como lo podemos compensar…

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