miprimita.com

Lo que hice por un lector mío.

en Autosatisfacción

Hola chicas y chicos del universo de Todo relatos, soy Lety, algunos ya me conocen, algunos será la primera vez que me leen, no importa, a todos gracias, mil gracias por dedicar parte de su tiempo para leer lo que escribo.

Este pequeño relato, es precisamente por uno de los que ya me han leído con anterioridad, y me hizo una petición, me pidió que de favor me desnudara lenta y sensualmente, que ensalivara uno de mis dedos, el que fuera, y que de un solo golpe lo introdujera en mi vagina, que lo que pasara después, me lo dejaba a mí, pero que de favor se lo contara todo de manera algo detallada.

Pues bien, lo hice, así es, realice lo que mi lector me pido en su correo, y aquí está la crónica de lo que sucedió, y como sucedió.

Bueno, para empezar diré que traía puesto, y cuando fue.

Lo hice el mismo día de que me mando su correo, es decir, el Viernes 18 de Octubre, traía puesto una blusa blanca, delgada, y de botones muy pequeños, traía también un short pequeño de jean, ya que me acababa de quitar la falda que me había llevado al trabajo, y unas sandalias de tacón alto, debajo traía un pequeño brasier rojo de media copa, y una tanga a juego con el brasier.

Me retire a mi cuarto, y me senté en la orilla de mi cama King Size, y como me pediste, me empecé a quitar la ropa lentamente.

 OK, entonces, comencé desabotonando mi blusa, quitando uno a uno los botones muy lentamente, de arriba a abajo, cuando terminé, ya me empezaba a sentir excitada, pero continué, y deslice la blusa muy lentamente por mis hombros, y mis brazos, hasta que me la quité y la arrojé al cesto de la ropa sucia.

Me comencé a acariciar desde  mi cuello, pasando por mis hombros, bajando por mi pecho, y eso ya me empezaba a levantar la excitación, hasta que llegué a mis pechos, los cuales acaricié por encima de la tela de mi brasier, sintiendo como mis pezones se comenzaban a poner duros y erectos con cada caricia y cada segundo que pasaba, y podía sentir como mi vagina también empezaba a despertar.

 Deje de tocar mis pechos, y me levante, desabroché el short, y lo deslicé lentamente por mis piernas, hasta que cayó al suelo, y lo hice a un lado, me mire en el espejo que tenía enfrente, y la imagen que me devolvió fue la de una mujer que estaba de pie, y semidesnuda, tan solo vestida con un pequeño brasier rojo, una tanga del mismo color que apenas cubría mis partes intimas, y en tacones altos.

Así frente al espejo, volví a tocar muy suavemente mis pechos, sintiendo mis pezones erectos, y duros como rocas, lo que me hizo cerrar mis ojos al instante, la excitación en mi era ya demasiada, pero sabía que todavía podía aguantar un poco más, entonces mis manos fueron atrás en mi espalda, y soltaron el broche de aquella prenda, al instante sentí la libertad de mis pechos, y como la tela rozaba más mis enhiestos pezones, abrí los ojos, y muy lentamente fui bajando los tirantes de mi brazier, deslizándolos por mis brazos, hasta que sucedieron dos cosas, primero, quedaron al descubierto mis pechos, y segundo, dicha prenda cayó al suelo a mis pies.

Tomé mis pezones con dos dedos de cada mano, y los oprimí un poco, lo cual casi hizo que tuviera un orgasmo inmediatamente, así que los solté, y traté de relajarme un poco antes de continuar desnudándome completamente. Después de un par de minutos, y ya que sentí que la excitación había bajado un poco, decidí continuar con mi labor, ya que solo quedaba una sola prenda en mi cuerpo.

Me aleje un par de pasos del espejo para mirarme mejor, la verdad es que Enrique había y sigue teniendo la razón, soy una mujer que para tener la edad que digo, aún me conservo con un aspecto juvenil y fresco, y eso me gustaba, me gustaba mucho aquella mujer que estaba en frente mío, y no es que sea lesbiana, lo que digo es que si yo fuera hombre, también me enamoraría de mi misma, con mi piel morena clara, delgada, con un par de piernas bien formadas, con tetas turgentes, un trasero grande y a decir de Quique, suculento, de cara angelical, y una cabellera larga, negra, china, y abundante, con todas estas características ahora veía lo que Enrique veía en mi, y me sentí alegre, joven de nuevo, y sobre todo, me sentía toda una mujer, en toda la extensión de la palabra, realizada, plena, y feliz.

 Pero en fin, sigo con esto, tomé las cintillas de mi tanguita, y muy lentamente la fui deslizando por mis piernas, hasta que cayó al suelo, todo esto, sin dejar de mirarme en el espejo, levanté mis pies para sacar la prenda, y con la punta de las sandalias, la aparte de mi, por fin estaba completamente desnuda de pie en medio de mi cuarto y frente a mi espejo, la visión de mi vagina totalmente depilada, me excito, así que así desnuda, me acerqué a la puerta, eché el seguro, y me dirigí a mi cama.

Cuando llegue a ella, me quité las sandalias, me subí, y me acomodé en medio de ella, cabe resaltar que a pesar de que duermo sola, sigo durmiendo en una cama King Size, por lo que toda la cama es para mí, y ahí estaba, en medio de esa cama, totalmente desnuda, y dispuesta a hacerlo, así que lleve mi dedo índice a mi boca, y muy lenta y sensualmente comencé a chuparlo, a lamerlo, y a sentirlo con mi lengua, cuando estuvo totalmente ensalivado, antes de sacarlo, abrí totalmente mis piernas, y entonces lleve mi dedo hasta mi vagina, y de un solo golpe me lo metí, la sensación fue indescriptible, al instante cerré mis ojos por la delicia de aquel acto, mis pezones se terminaron de endurecer, y mi vagina termino de expulsar los líquidos que tenía que expulsar, por lo cual al instante sentí mi mano completamente mojada.

La excitación era demasiada, y casi sin darme cuenta, comencé a sacar mi dedo muy lentamente, y cuando casi estaba afuera, lo volví a introducir de golpe, lo que en esta ocasión me hizo lanzar un gemido, repetí la acción por un par de minutos, igual, lentamente, pero ya después empecé a aumentar la velocidad, y un dedo más, así que ya eran dos dedos los que entraban y salían de mi cuerpo, un par de minutos así, y mis gemidos ya eran audibles, así que decidí hacerlo con tres dedos, cuando los tres los metí de golpe, no pude evitar lanzar un grito por todo el placer que eso me causó.

Esta acción me estaba llevando al cielo, los tres dedos de mi mano no paraban de entrar y salir de mi vagina, lo cual me estaba excitando exageradamente, por otro lado, mi mano derecha comenzó a estimular mi clítoris, no podía creerlo, estaba a punto de llegar al clímax, aceleré la estimulación en mi clítoris, al igual que la forma en que entraban mis dedos de mi vagina, hasta que llegue a un maravilloso orgasmo, el cual grité sin freno, no me importaba que alguien escuchara, en ese momento todo me importo poco, , se tensaron todos los músculos de mi cuerpo, y ya que había pasado mi orgasmo, me relaje, puse mis manos a lado de mi cuerpo, pero no serré las piernas.

A pesar de ese gran orgasmo que acababa de tener, después de unos minutos, no me sentía satisfecha, así que me levanté de mi cama, y me pare en frente de mi tocador, busqué mi cepillo para el cabello, ya que su mango es redondo, largo, y de goma, me volví a acomodar en medio de la cama, con las piernas abiertas todo lo que podía, y con una mano empecé a masajear mi clítoris nuevamente, mientras que con la otra metía y sacaba el mango de ese cepillo de mi boca, imaginando que era una verga.

De esta forma, me di otro orgasmo, pero no era suficiente, una vez que sentí que el mango del cepillo estaba lo suficientemente lubricado, lo puse en mi vulva, mientras que poco a poco introducía en mi raja ese duro objeto, respiré profundo y contuve la respiración cuando me metí la mitad, la cual saqué y volví a meter, saqué y volví a meter, saqué y volví a meter, empecé a relajarme, y a ponerme más caliente aún, lo volví a meter un poco más adentro y luego, ya estaba dándole con una rapidez tremenda, Aquel mango entraba y salía completamente mojado, fuera de mí, sudada, mojada, desnuda en mi cuarto, me castigaba tan salvajemente que si el cepillo no tuviera cerdas, me lo hubiese metido también, ya tenía todo el mango adentro, Incluso volteaba el cepillo y podía sentir como chocaba el mango contra las paredes de mi vagina ya dilatada, de repente sentí que ya venía otro orgasmo, aquello si fue un verdadero Orgasmo, mis gritos se tornaron tan fuertes que después creí que alguien me había escuchado, pero no fue así, todo el mango del cepillo lo dejé adentro de mi vagina, mientras que yo quedé en la cama, bien abierta de piernas, y como en las nubes.

Después de que me recuperé, yo quería sentir los efectos de otro orgasmo, así que saqué el cepillo de mi raja, y lo dejé en un pequeño buró a lado de mi cama, me fui a mi guardarropa, metí la mano al bolsillo de un saco que tengo ahí colgado, y de ahí saqué uno de mis pequeños juguetitos, que digo, este era un gran juguete, un gran consolador con forma de verga, y con vibrador incluido, para mi mayor satisfacción, me lo llevé a la boca, y lo empecé a mamar como si se tratara de una verga de verdad, me volví a acostar, pero esta vez, esperé hasta que esa verga de látex estuviera bien mojada con mi saliva, una vez que ya estaba de esa manera, me abrí de piernas lo más que pude, y  me lo empecé a meter suavemente, cuando ya estaba más caliente me lo empecé a meter con más fuerza, mis pezones se pusieron erectos y duros.

Después con una mano, me metía la verga plástica en mi vagina, mientras que con la otra me pellizcaba y apretaba los pezones, lo cual me hacía excitar aún más, como no llegaba mi orgasmo, decidí agarrar mi cepillo, levantar las rodillas, y meterme el mango del cepillo por el ano, al entrar la punta de este, dolió un poco, pero por tanta excitación que tenía, no le preste importancia, así que me seguí metiendo el mango por ahí hasta que entró todo, para ese momento, ya me estaba dando con una mano, con la verga por la rajita, y con la otra mano, me estaba metiendo y sacando el mango del cepillo por la culo, después de estar unos segundos de esta forma, mi orgasmo llegó, un orgasmo tan intenso, que cuando terminó, yo quedé agotadísima, mis extremidades perdieron fuerza, mis brazos quedaron a lado de mi cuerpo, mis piernas se volvieron a bajar, y en mi culo se quedó todo mi cepillo, y en mi vagina, se quedó toda esa verga elástica, solo sobresalía la tapa de las pilas.

Ese orgasmo me dejo tan agotada, que así me quede dormida, más o menos como a las 3 o 4 de la mañana, alrededor de las 7, desperté, y sin abrir los ojos sentía como esa verga y ese cepillo aún seguían en donde los había dejado, decidí sacarme primero el cepillo, al sacarlo me volví a excitar, así que volví a meter ese mango a mi culo, lo que hiso que mi raja se pusiera mojada de nuevo, así que tomé mi vibrador, lo encendí, y vieras que sensación era esa de sentir como esa verga vibraba dentro de mí, me excité más, así que otra vez me saqué y metí el cepillo de mi culo, y esa verga vibrante de mi vagina, después de unos segundos, decidí cambiar de posición, saqué el cepillo de mi culo, y la verga de mi vagina, y los volteé, el cepillo lo metí en mi vagina, y la verga vibrante la metí en mi culo, luego de estarme dando de esa manera, tuve otro grandioso orgasmo, cuando terminó, me saque los objetos, y el cepillo lo sequé con mi camisón, y el vibrador lo metí así como estaba en el saco del que lo había sacado.

Me levante, busque una tanga y un brasier limpios, me los puse, me puse también un pantalón deportivo, y una sudadera, mis tennis, y me fui a hacer ejercicio.

Esto que leyeron, fue lo que hice por aquel lector mío, que me pidió esto tan especial para él, espero te guste corazón, y a todos ustedes también, nos vemos en la próxima.

Besitos.