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Ladrón de sensaciones II.

en Erotismo y Amor

Una velada Pasional.

Esta noche tienes el presentimiento que será diferente, una fuerza dentro de tu corazón te indica que un deseo furtivo regresará ante ti para llevarse algo más que solo esa pasión que desbordas cuando te entregas a los deseos e ilusiones de quien sabe compartir contigo el camino de la vida, donde el viaje pasional que han realizado por mucho tiempo culmine con tu rostro recargado sobre su pecho, oliendo el perfume de la fogosidad que han desprendido esas pieles llenas de un sudor que baña sus cuerpos.

Es tiempo de irte a recostar  a la cama, sin embargo ese presentimiento te dice al oído que dejes la ventana abierta, lo piensas demasiado, las dudas giran dentro de tu cabeza sin decidir porque hacerlo, pero lo haces, dejas esa ventana abierta, tu amante mira en esa dirección y te pregunta ¿porqué esa ventana permanece abierta?, solo respondes –porque quiero que la luna y las estrellas vean lo mucho que nos amamos-, te da un beso en la frente y te dice al oído “buenas noches”, te cubre con esa cobija que ha compartido con ustedes   noches seductoras y mañanas llenas de fuerza pasional para iniciar un nuevo día, los brazos de tu amante cubren tu cuerpo del posible frío que entre por esa ventana para sentir el calor cósmico de una piel llena de amor hacia ti.

Un viento mueve la cortina de la ventana anunciando la llegada de alguien que viene a llevarse de ti algo más que solo un recuerdo hermoso en una noche llena de luz, viene a robarse un beso tuyo lleno de miel que alimente su alma con esa saliva ardiente que lo queme por dentro y le de vida a una silueta solitaria por encontrar quien puede llenarla de color,  con su cómplice infalible: el silencio nocturno y su amiga fiel la oscuridad de la   noche, avanzan lentamente hasta donde tu hermosa figura duerme, con un semblante lleno de tranquilidad, con la ayuda de mi compañero el silencio nocturno, te despojo de tu cobija para apreciar la divinidad de tu cuerpo, envuelto en una lencería roja, el color de la pasión, que se adhiere perfectamente a ti y a ese color natural de tu piel que puedo apreciarlo incluso en la oscuridad.

Mis manos acarician tus piernas, finas, suaves, siento nuevamente como me erizan tan solo con tocarlas, lentamente y sin prisas, el tiempo no es mi enemigo esta noche, al contrario es un aliado más para disfrutar de tu compañía, siento la tersura de tus pantorrillas, la fineza de tus rodillas, la exquisitez de tus mulos, ahí me detengo para besarlos, probar esa sabor en mis labios, un sabor sensual, lleno de ti, lleno de fogosidad, de candidez, de ternura que combinas perfectamente con los deseos pasionales que haz regalado a tu amado, poco a poco mis labios suben hasta llegar a donde tu fina lencería cubre esa delicada y sensible zona erótica de tu ser, mis labios pasan sobre tu prenda, humedeciéndola un poco, un movimiento de tu cuerpo anuncia que puedes despertar, pero aún no es tiempo de que lo hagas, subo hasta tu estomago de fuego, llameante como tu figura volcánica, subo a tus senos, exquisitos, llenos de licor embriagador, ahí me detengo para sentirlos con mis manos, con mis labios, extraer de ellos todas tus emociones posibles y hacerlas realidad cuando despiertes.

Mis labios en tus senos y mi manos en tu templo pasional donde mis dedos traviesos juegan con esas flores que crecen en ese sacro y divino lugar, tu cuerpo comienza a reaccionar a esas caricias, a esas emociones que despiden un vapor de tu piel, ligeros gemidos de tus labios se escapan avisando que pronto vas a despertar, acelero los movimientos de mi manos y mis labios se apropian de tus senos como si fueran dos excitantes frutas que necesito para alimentar mi alma con ese fuego que llevas dentro y poder tener yo vida propia gracias a ti, tus labios pronuncian palabras como –no te detengas Amor, me encanta cuando me sorprendes asi-, sin embargo notas que no hay respuesta, abres tus ojos y un beso en tú boca diferente a los de tu amado, se apodera de tu voluntad, sus lenguas se encuentran en un puente donde trasmiten esos deseos ocultos en lo más profundo de tu alma que llegan a la mía para recrearlos en las eternas noches que pasaremos juntos, abres tus ojos, volteas a tu lado y ves que tu pareja duerme tranquilamente, el asombro en tu mirada y mis labios en los tuyos no te permiten reaccionar, de pronto recuerdas aquella noche donde solo sentías esas caricias, escuchabas esas palabras, donde no distinguías a quien estaba logrando que tu cuerpo se perdiera en el universo de las ilusiones anheladas por tu esencia de mujer, por descubrir los deseos arraigados ahí dentro que no pueden salir de esa jaula que los esclaviza.

Cuando una luz amenaza con mostrar el rostro de aquel ladrón de sensaciones, mi amiga la oscuridad con una sombra como compañera se opone a nuestras miradas para dejar mi cara oculta bajo su protección, ahí a milímetros de tus ojos no puedes ver quién te besa con ese fulgor ardiente, pasional, que ni tu fiel escudero parece conocerlo, esos besos son cada vez más intensos, mas llenos de mensajes de ilusión, llenos de algo más que solo emociones, sino llenos de un sabor especial que yace en nuestras almas, ahí sobre tu cuerpo, siento el olor natural de tu seducción, nuestras pieles intercambian energía con cada caricia, cada roce, cada fricción, mi mano con el permiso que otorgas en silencio y que gracias a mi fiel amigo de la noche llega a mis oídos para llegar a tu templo, tu guarida de la Diosa Eros, sentir el dulce sabor de la pasión en esos néctares sabor arcoíris, mojarme los labios y saciar mi sed por fundirme contigo en este noche eterna para los dos, es maravilloso aquello que mis ojos pueden ver, cada parte de ese suculento lugar envía señales directas a tu alma para dejarse llevar por esta emoción antes desconocida, ahora es algo que disfrutas cada segundo que avanza el reloj que mi amigo el tiempo ha puesto solo para nosotros.

Te das cuenta que a pesar de que alguien vela tu sueño, esa habitación es solo para nosotros dos, podrías gritar y decir que eres inmensamente feliz por esta noche, tu voz solo la escucharían la luna y las estrellas, con mucha delicadeza mis labios se insertan hasta lo más profundo de ese mágico lugar, sin decir palabra alguna te colocas de rodillas sobre la cama, ahí frente a mi me besas y me empujas ligeramente hacia atrás apoyando mis manos sobre ese colchón y con mi espalda arqueada, donde mi pecho queda a merced de tus labios, mis senos son ahora los que disfrutan de tu caricias, bajas por mi estomago y llegas hasta mi virilidad, ahora eres capaz de sentirla en su momento más excitante, desearla, tus labios la aprisionan, tu lengua la sofoca hasta sentirla en el fondo de tu boca, lentamente y poco a poco aceleras el ritmo, controlas cada movimiento , combinas a las perfección el sutil placer  de la paciencia ardiente, con la rapidez de una noche que llega lentamente a su fin, tus manos sienten como se contrae mi cuerpo cuando te sumerges el centro de mi cuerpo, cuando tu boca helada sofoca esas llamas de calor intenso que produce mi virilidad despierta por tus caricias, cuando la humedad de tus labios provoca un océano con una marea alta en mí, es exquisito verte asi, tocar tu espalda, sentir tus curvas, tomar tus pechos, que ellos sean los que ahora atesoren mi virilidad, quemarme con sus llamas ardientes, mientras besas mis labios con sabor a ti.

Nuevamente llevas tus manos a mi pecho y me avientas hacia atrás, sigues besándome con furia pasional, con una salvaje ternura, te colocas sobre mi y nuestros cuerpos se convierten en uno solo, tus manos en mi pecho, tu cabello cubriendo tu rostro, mi manos en tus senos, el remolino de tus caderas producen una sensación deliciosa en todo mi ser, despacio y con una calma desesperante de arriba abajo me sometes como una domadora a su fiera incontrolable, tu lo haces con esos movimientos rítmicos, suculentos e incluso poéticos, arqueas tu espalda para deleitarme y sentir tu también de esa fuerza placentera que yace dentro de ti, el número perfecto es el ocho que dibujas perfectamente con tus caderas, contoneas tu cuerpo de una forma indescriptible, tus manos ahora sobre mis piernas, dejando apreciar tus senos esplendorosos que disfrutan mis labios, nuestros besos son cada vez más intensos, más pasionales, mas fogosos, aumentas la velocidad y solo puedo ver una luz brillante de tu silueta que produces con esos movimientos de huracán que son tus caderas.

Sin decir palabra alguna te levantas, me besas y me dices al oído que deseas que sea yo ahora quien sea parte de ti, te colocas de rodillas dándome la espalda, veo lo hermoso de tus curvas, siento esa lava que sale de tu piel, te tomo de la cintura, beso tu espalda, tus oídos y te digo –lista para gozar Mi Dama de la Pasión-, mis labios regresan por ese sendero que he marcado con mi lengua, y beso tus curvas, siento de nuevo ese sabor que tienes tu, tan intenso, tan delicioso, tan suculento, unas palmadas de mediana fuerza les doy y sin hacerte esperar más soy parte de ti ahora, soy yo quien hace movimientos acoplados a tus caderas, soy yo quien siente ese calor, ese vapor, esas llamas, esa fuerza que tienes cuando te entregas al máximo, sin culpas, sin reproches, ahora soy yo quien decide el ritmo de cada envestida, lento para disfrutar de todos los poros de tu piel o fuerte para escuchar de tu voz el sonido de la satisfacción, mis manos se aferran a tus caderas, mi cuerpo comienza a sentir ese temblor corporal que anuncia la llegada de una culminación mágica, diferentes, es por eso que aumento la velocidad, unas gotas de sudor caen en tu espalda, siento que tu cuerpo tiembla igual que el mío, siento como llegamos al límite de nuestros deseos, es ahí cuando una explosión de fluidos de colores cae sobre nuestras pieles, mi cuerpo reposa sobre el tuyo, mi aliento se confunde con el tuyo, el cansancio fue presa de nosotros y reímos conjuntamente por este momento sublime, la habitación comienza a normalizarse, tus ojos pueden ver los objetos que adornan ese cuarto, comienzas a escuchar el ruido del tic-tac del reloj, el viento que entra por la ventana, el sonido de las cobijas con que cubres tu cuerpo, el vaivén de las cortinas, los suspiros se normalizan con tu respiración, el sudor de tu cuerpo comienza a secarse y una sombra que se escapa por la ventana no sin antes dejarte un pedazo de papel escrito con la palabra GRACIAS, con un beso para ti, ahora el sueño es presa de ti y mañana despertaras sabiendo que nuevamente llego a tu cuarto el LADRÓN DE SENSACIONES.