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Tarde con los albañiles

en Orgías

Hace algunos años cuando iba a la universidad, tenía un novio que se llama Gustavo, era un buen muchacho, que realmente me quería, todos los día tratábamos de pasar un rato juntos platicando, en la universidad, en algún café o en su carro, casi todos los días me llevaba muy cerca de mi casa, me dejaba a 2 cuadras de donde estaba mi casa.                    

Realmente él era un buen novio, me gustaba estar con él en lo referente a lo sexual él era bueno en la cama, y siempre me dejo satisfecha, como a todos mis novios, a él también le fui infiel, y esta es una historia de una de esas tantas veces, que aunque no duramos mucho tiempo sí le fui infiel muchísimas veces, y es que difícilmente me resisto a una verga, si me ofrecen una no la puedo despreciar.                          

Uno de los día que me llevo, y camine hacia mi casa pase por una construcción donde los albañiles empezaron a silbar y a gritarme cosas    

Que nalgas tan ricas        

A ese culo le doy toda la noche      

Que par de tetas, para mamarlas siempre         

Me puso muy caliente todo lo que decían y yo moví más mi culo, al llegar a mi casa, ya estaba demasiado caliente, necesitaba algo dentro de mi concha, algo que me satisfaciera, fui a mi cuarto me desnude tome un consolador de 30 centímetros, lo pase por mi cara, después por mis senos, después me lo metí a la boca, me imagine a un hombre moreno de rasgos indígenas como los albañiles que me habían calentado, y pensaba que era su verga la que me estaba dando placer, dentro de mi boca le pasaba toda la lengua, después la sacaba y la metía a mi boca, así estuve, hasta, que dije           

 Ya es hora de que me cojas            

Tome el consolador y me lo metí en la vagina, me lo metía y sacaba muy rápido, gemía como una puta, acariciaba mi clítoris, el placer, era increíble, seguía metiendo y sacando rapidísimo, y ya no acariciaba mi clítoris lo jalaba parecía que me lo quería arrancar, seguía gritando, sudaba, mi cuerpo estaba sudoroso, de repente mis piernas empezaron a temblar mi concha se abría y cerraba, y latía rapidísimo, empecé a tener un orgasmo, realmente delicioso, descanse unos minutos, me levante me puse un pants, y me dormí un rato después de la masturbada que me día.         

Ahora cada vez que pasaba me gritaban cosas, como     

 Algún día te he de meter la verga            

Te he de ver brincando sobre mi pene      

Voy a chupar ese culo hasta que la lengua se me seque    

Con esa boquita se ve que la mamas muy bien 

Un día después de clases mi novio me llevo al lugar en que me dejaba, cuando freno el carro, me abrazo y me beso, después me acarició la cara y me dijo     

-Eres la mujer más hermosa que hay         

 -Gracias            

Me agarró una teta por encima de la blusa que traía, después me agarro la otra, me estaba poniendo caliente, él se tenía que ir, me baje del carro y camine hacía mi casa, al pasar frente a la construcción empezaron otra vez los silbidos y los gritos    

Que rica puta        

Te queremos coger entre todos                 

Ya me tenían muy caliente, camine hacía la construcción, iba dispuesta a todo, al entrar todos se acercaron a mí, eran 6 albañiles, uno el más joven tendría unos 18 años, otros 2 como 30, otro como 45, otro como 50 y otro como de 65, el de 45 me dijo                 

Vienes por verga putita                

Yo le dije,              

Pues gritan mucho pero se me hace que a la hora de la hora les da miedo              

Todos empezaron a reír, menos el de 50 años que dijo pues yo me voy, salió de la construcción y se fue, les pregunte que porque se iba y me dijeron que era la persona más fiel del planeta, así que en vez de 6 vergas solo tendría 5, pero 5 vergas son muy buenas, los seguí retando y les pedí                Desnúdense quiero ver sus vergas         

Todos se quitaron la ropa, sus vergas eran casi del mismo tamaño entre 18 y 20 centímetros.                          No están mal, creo que la podemos pasar muy bien               

Me acerque al de 18 años, le agarre su pene con mi mano derecha,  le di 2 lengüetazos y me la metí a la boca, la metí completamente en mi boca 3 veces y eyaculo, lo echo todo dentro de mi                         Va uno quien sigue                 

El muchacho dijo pero si aún no te cojo, y yo le dije la culpa es tuya por no tener aguante                  

Me acerque a uno de los treintañeros, empecé a masturbar su verga, y cuando estuvo muy parada, le día unos lengüetazos, después me la metí a la boca, la metí y la saque de la boca, después deje solo la cabeza dentro de mi boca, y jugué con mi lengua, sé que eso enloquece a los hombres, recorría su cabeza con mi lengua cuando empezó a venirse en mi boca, me trague todo su semen, al aún le temblaban las piernas cuando dije                       

Van 2, ¿quién sigue?                     

El de 45 años levanto la mano y dijo                

Por lo visto la mamas muy bien por lo cual yo te la voy a meter en la concha de una vez           

Todos gritaron y aplaudieron su decisión, yo me desnude, me acosté en una colchoneta, doble mis piernas y las abrí para que mis rodillas quedaran cerca de mis hombros, le sonreí y le dije                       Después de mamar 2 vergas, ya quiero tener una en la concha, clávamela toda                       

Se sentó sobre sus piernas frente a mí, me tomo del culo y me la metió de un solo golpe, yo grite, y el bruscamente la sacaba y metía muy rápido, me dolía pero me excitaba, cada vez yo gemía más fuerte, de repente el tomo mis piernas y las puso sobre sus hombros, empezó a apretarme las tetas y después a jalarme los pezones, yo ya estaba que no daba más de lo caliente, mi cuerpo temblaba, y los otros albañiles gritaban          

Bien dale a esa puta            

Cógetela, que se lo que le podemos hacer                          

Yo tuve un orgasmo, y el aún no eyaculaba, me saco la verga, y se acomodó frente a mi cara, llena de mis fluidos me la metió a la boca, me la metía y me la sacaba, parecía que cogía mi boca, me estaba ahogando con tanta carne en la boca, hasta que se vino en mi boca                

Tu sí sabes coger                    

 Te gusta que te traten como puta, no.                  

Sí me gusta ser la puta de todos, ¿quién sigue?                    

El otro treintañero dijo yo, yo estaba acostada él se acercó a mí, me cargo y me puso de perrito, metió su verga de un solo golpe,  me empezó a dar nalgadas y cogerme de una forma salvaje, pero ante su excitación se veía que no iba a durar mucho, empezó a mover mi cadera en forma circular para hacerlo acabar rápido, de pronto sentí como mi vagina se inundaba otra vez de leche caliente, que puta era, me habían metido la verga 4 hombres y ninguno usó condón, ya solo faltaba el hombre de como 65 años, me vio y antes de que yo dijera algo me dijo                  

Ya acabaste de jugar, ahora te toca probar a un hombre de verdad                       

Me llevó a una recamara y ahí, me hizo agachar la espalda y sacar el culo lo más que pudiera, con su mano me dio 5 nalgadas súper fuertes que me ardieron muchísimo y me dijo        

Para que aprendas como se trata a una puta                       

Nunca me habían excitado ese tipo de cosas, pero ese día este hombre violento me excito.                                     Sí soy una puta castígame                 

Me tiro al suelo, se puso a mi lado, me hizo abrir la boca, y me metió toda su verga, por sus movimientos parecía que quería que llegara hasta mi estómago, me estaba ahogando con tanta carne en mi boca, pero me sentía súper caliente, llego un momento en el que ya no podía respirar me saque su verga de la boca                     

Que rica sabe           

Él se rió y me la volvió a meter en la boca, me seguía ahogando, me tomaba de la cabeza y cada vez me apretaba más hacía el, sentía latir su verga sobre mi boca, otra vez no podía respirar y me la saqué            

Que rica sabe              

Se rió y me dijo como quieres clavarte mi verga, le dije acuéstate y me siento en ella                

Se acostó, me puse en cunclillas sobre él, tome su verga y me la pase por los labios vaginales, me acariciaba los labios con su verga, lo veía con lujuria, me la metí de un solo golpe, mi concha seguía muy abierta, así que entro con facilidad, el gimió, yo me acomode sobre él y me empecé a mover lentamente sintiendo su verga por toda la concha, me movía muy lento para sentir cada parte de su pene, cada vena, como rozaba cada parte de mi vagina. Una vez que ya mi vagina conocía bien esa verga, me empezó a mover rápido, me la metía y me la sacaba, llego un momento en que brincaba sobre esa verga, me iba hasta arriba para dejarme caer en ella, el placer era inmenso, yo ya gemía como la mejor de las putas, y el trataba de clavármela lo más adentro, me tomo de la cintura y me marco el ritmo en que quería en que me metiera y me sacara su verga.

-Tienes una vergota riquísima.

Mientras me la metía, me acariciaba el clítoris.

-Dame verga.

-Ahí te va puta golosa.

-Así, que rico, ahhhhhhhhhh, maaaaaaaaaaaas.

No aguante más y llegue a mi orgasmo.

-Ahhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, me encanta la verga.

El siguió moviéndose hasta que termino en mi vagina, como siempre se me había olvidado usar condón, pero no me puedo resistir a la verga. Me vestí y me despedí de el

-Gracias, me cogiste muy rico.

-Para eso estoy, para atender a las putas como tú.

Salí de ese lugar y vi a los otros albañiles

-Chicos la pase muy bien, espero que lo repitamos alguna otra vez.

Uno de ellos me dijo

-Cuando quieras, siempre estamos aquí.

Me fui a casa a descansar un rato, mi vagina iba muy abierta y escurriendo semen, y todo porque no hay nada que me guste más que la verga, nací para ser puta, y así seré.