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Descubriendo al heredero (i)

en Control Mental

El proceso de regresar a mi hermano Santi a la condición de juguete y herramienta sexual, adicto al incesto y cabeza de mi extensa pirámide de esclavos fue un completo éxito.

Nunca imagine que aquel día que decidí dedicarme a estudiar y conocer más sobre la mente humana, sobre los procesos químicos, sobre las reacciones del cerebro sobre el cuerpo e incluso la voluntad propia me podría llevar tan lejos.

Parecería una fantasía, pero es una deliciosa realidad. Soy dueña de una poderosa empresa de fármacos y durante años he investigado e invertido en algún líquido que inhalado, inyectado o ingerido tenga los mismos efectos que una conocida hierba sudamericana, que se encarga de poner la voluntad de cualquiera bajo control.

Es obvio que a mí lo que me excita más allá de esto es el hacerlo con aquellos a los que el ingrediente extra de perversión, en este caso, el incesto mismo, los empuje a incluso dejar de recibir dicha dosis y dejar que el cerebro se encargue de proporcionarles esa reacción química.

Aunado a mis estudios de psicología, de hipnotismo básico y avanzado y creo yo, de que soy una mujer bastante atractiva y dominante, he conseguido las herramientas necesarias para poner a básicamente yo desee bajo mi poder.

Así convertí a mi hermano mayor, a mis dos hermanas menores y a un par de jovencitos y jovencitas en mis esclavos, en mis juguetes, obedientes, deseosos del sexo y las sensaciones que yo pudiera ofrecerles y mostrarles.

Ahora, 12 años después, había arrancado la siguiente fase de mi pervertido plan de vida. Convertir a los hijos que mis hermanos y yo hemos procreado y encaminarlos al mundo del incesto y de la dominación sexual, transformándolos en jóvenes juguetes para mi placer y satisfacción.

Ya había empujado a Santi a cerrar la esclavización de Sonya, exitosa y excitantemente y así, conseguir a los dos primeros peones en mi delicioso viaje de recolección de nuevos elementos.

Santi tuvo tres hijos con su esposa Sofía y otros que él no recuerda al procrearlos bajo mi control mental, entre ellos nuestra deliciosa Sonya a quien ya había gozado hasta la última parte de su cuerpo y de quien me siento orgullosa y segura de que algún día se convertirá en la ama sexual de muchos otros hombres y mujeres, como su Madre.

Uno de los hijos de mi hermano, el mayorcito, se llama Erick y lo tengo que describir para que se lo imaginen perfectamente.

Es un chico aparentemente más desarrollado que el resto de los de su edad, es alto, su volumen muscular mengua ya con el de un adulto, de labios carnosos, facciones ya no tan aniñadas, ojos cafés claros y pelo negro y corto. Es un delicioso pre adolecente en espera de iniciar su vida sexual activa en cualquier momento.

Además, de los tres retoños de Santi, él es el que más me recuerda a cuando mi hermano tenía esa edad, que fue cuando todo esto inicio, el día que inocentemente nos metimos a bañar juntos. Y tiene como plus que goza de cierto sex appeal, seguramente heredado de su madre, Sofía, que es una ricura de mujer.

Bueno, teniendo ya dominado a Santi y con el campo libre para continuar mi cacería sexual, decidí planear la dominación de quien seguramente sería el Heredero de mi hermano, en todos los aspectos, esperaba ansiosamente que al momento de arrancarle la ropa descubriera que mi sobrino había heredado la parte más importante de su Padre, una verga grande y larga, eso haría las cosas demasiado sencillas para mis planes a futuro.

Santi hablo con ellos por teléfono mientras lo masturbaba, les dijo que yo iba cuidarlos durante toda la tarde porque él iba a estar ocupado en una junta (Esta junta realmente era de índole sexual con su propia y recién estrenada hija y otra sorpresa) y que cuando llegaran de sus clases deportivas yo iba a estar ahí en casa para lo que se ofreciera.

Así pues, el primero en llegar de su clase de futbol soccer fue Erick.

Desde que entro, sudoroso, agotado del sol y el ejercicio, mi concha se mojó instantáneamente. Recordé a todos esos jovencitos que he convertido en mis esclavos, sus miradas perdidas en lujuria, sus voluntades doblegadas, sus cuerpos jóvenes y sudorosos enfocados en satisfacerme sexualmente y no pude resistir más. Este muchacho iba a ser mío hoy mismo.

Vestía un short deportivo en color blanco y la camisa del equipo de futbol de la escuela, todavía tenía puestos sus zapatos y las espinilleras.

Erick se sentó en la silla de la cocina mientras se desabrochaba las agujetas, cuando entre yo, vestida no como una prostituta, pero si como sé que a los hombres les excita más vernos, con unos pantalones pegados para hacer Yoga, un top pegado y lo suficientemente ajustado y una media coleta.

Hice como si llegara yo también de hacer ejercicio y me sorprendiera de encontrarlo.

-“¡Erick!, ¡Llegaste más temprano de lo que creía!, ¡que gusto me da verte!”

Diciendo esto extendí mis brazos esperando un abrazo, hacía muchos años que no lo veía, ni el a mí tampoco y no existía realmente una relación afectiva entre tía y sobrino (al menos no aun…)

-“¿No me vas a dar un abrazo?”

Erick se levantó de la silla y me abrazo confusamente, era casi de mi estatura y aunque no soy una mujer muy alta, el sí lo era para su edad.

Por unos segundos sentí su marcado abdomen, nada fuera de lo común de lo que un cuerpo joven como el suyo suele ofrecer e inhale profundamente ese dulce olor a sudor de macho que solo logro alimentar mis deseos de dominarlo completamente.

-“Hola Tía Mar, Tonik todavía va a tardarse un rato, tenía pruebas para su competencia”

Tonik es el hermano menor de Erick y el de en medio de los hijos de Santi, le gustaba mucho la natación y aparentemente era bueno para eso.

-“¿Entonces vamos a estar solitos tu y yo?” le dije mientras con una mano le pasaba mi mano por su frente y su cabeza sudada.

Debo confesar que mi vagina ya estaba retorciéndose de ansiedad y quizá tuve un par de pequeños orgasmos mientras lo tocaba por primera vez. Debió ser algo hormonal, quizá olía parecido a mi hermano y removió en mí esos deliciosos recuerdos y experiencias únicas que el incesto con Santi me ha regalado.

-“Estas sudando mucho, déjame te preparo algo para que te recuperes rápido de todo el ejercicio”

Del refrigerador saque un litro de agua mezclada con los ingredientes especiales, que a veces inyecto directamente a los testículos de mis víctimas y otras veces se los doy para que los ingieran sin darse cuenta, como en esta ocasión.

Erick lo tomo y sin decir nada le dio un fuerte trago. El efecto es siempre inmediato. Comienzas a sentirte relajado, como cuando bebes un poco de alcohol o quizá después de tener sexo, todo comienza a fluir lento, como cuando fumas mota y poco a poco comienzas a excitarse sexualmente, esta última fase dura aproximadamente 45 minutos ininterrumpidos y son el tiempo exacto para que con un poco de experiencia, cualquiera termine bajo mi poder.

Se volvió a sentar para continuar desabrochándose las cintas de sus zapatos. Yo me senté por un lado realmente a contemplar su joven cuerpo, más de joven que de niño e imaginaba algún motivo por el cual un chico así de atractivo no tuviera experiencia en el sexo o al menos alguna chica interesada en él.

Erick dio un par de tragos más a la bebida y deje pasar unos 5 minutos a que surtiera efecto. Me di cuenta de que era momento cuando de entre el bulto que se marcaba bajo sus shorts comencé a notar una erección. Una deliciosa y gran erección que me quitaba las dudas al respecto. Erick gozaba de la herramienta familiar más codiciada.

Su cuerpo se relajó y pude notar un comportamiento errático y lento, como cuando se está alcoholizado, era el momento exacto de atacar.

-“¿Te funciono la bebida? ¿Te sientes más relajado?” le pregunte a mi sobrino mientras lentamente comencé a sobarle las piernas.

Me puse de pie y camine hacia sus espaldas. Lo tome por el cuello y la cabeza y le susurre al oído.

-“Tengo curiosidad por saber una cosa desde que te vi llegar. ¿Alguna chica de tu escuela te encuentra atractivo?”

Pude ver de reojo como su verga comenzó a tratar de escapar por un lado del short entre su pierna izquierda y conforme lo tocaba y susurraba al odio tenia espasmos que la hacían ponerse más y más dura.

Erick me miro entre confundido y visiblemente excitado.

-“Pues, no lo sé, no me he dado cuenta si le gusto a alguna”

Mi inocente sobrino, con un cuerpo y un rostro al cual muy pocas jovencitas le dirían que no y con una verga que volvería a cualquiera de ellas en sus esclavas sexuales de manera casi instantánea no tenía idea de todo el poder que tenía y todo el potencial del que gozaba, obviamente tendría que guiarlo de la manera correcta.

Lo tome por el rostro y sin decir nada lo bese apasionadamente, le metí la lengua, me di un atasque pasional y por mi cabeza pasaron todos aquellos besos ardientes que me había dado con Santi en el pasado, el chico, torpe e inocente, no era malo besando y se dejaba llevar, una señal más de que todo iba conforme a mis deseos.

Cuando retire mi rostro de sus labios pude ver esa mirada pérdida y llena de excitación sexual que tantos muchachos me han entregado anteriormente y mire como su verga ya asomaba un grande y rico glande por entre el short, una erección punzante y virgen, totalmente a mi merced.

-“Bueno Erick, creo que tenemos que enseñarte un par de cosas respecto a las mujeres…y el sexo en general”

El proceso de esclavizar a mi sobrino y convertirlo en el segundo miembro masculino de mi revitalizado harem incestuoso estaba en marcha y no había vuelta atrás.

CONTINUARA…