Una vez en mi casa la invite a beber algo, ella acepto, y le saque una cerveza, pues es lo único que había en una nevera de piso de estudiantes, ella parecía muy nerviosa, y el ritmo al que bebía lo confirmaba, le dije tranquilízate, estamos aquí para estar a gusto, ella me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Había soñado tanto con este momento que no sabia ni como empezar, ella tenia una mirada congelada en el botellin de cerveza y yo estaba empezando a tener sudores fríos de no saber como “agarrar” dicha situación, me arme de valor y me quede asombrando su gran belleza, era tal y como la recordaba e incluso mejor, con el rimel un poco corrido de los llantos de anteriormente.

Ella observó y se dio cuenta de como la miraba, me miro y susurro, ahora tocaría besarnos ¿no?, y sin responder a esa pregunta me abalance y nos fundimos en un beso mejor que el anterior y seguramente pero que el próximo, nos abrazábamos tiernamente mientra el beso continuaba, nos dejamos llevar por la pasión y empezamos a quitarnos la ropa el uno al otro, todo era mágico, apenas habíamos empezado y yo estaba en la mas absoluta de las glorias, estábamos los dos sin ropa y me levante le cogí de las manos y entre besos y lametones fuimos a mi cama.

Se tumbo completamente desnuda, yo a su lado y seguimos besándonos, era lo mejor baje mi mano desde su hombro a su clítoris, y empece a rozarle con meticuloso cuidado, a lo que ella solto un pequeño gemido, !o...oh¡, yo seguí pues la forma de la cual se mordía el labio inferior me hacia ver que disfrutaba de mi acto, pare le volví a besar seguidamente me deslice por su barbilla y cuello dando cortos y seguidos besos en su piel de canela, seguí bajando por el surco que separaban sus pechos y me detuve en su ombligo para pesarlo, lamí su cintura y llegue hasta su sexo, ella estaba en la gloria y saber que era por mi me hacia el hombre mas afortunado del mundo, una vez entre sus piernas empece a besar su sexo y el oír como susurraba dulces y cortos gemidos me ponía cada vez mas. Ella empezó a pedir mas mientras con su mano derecha me agarraba del pelo con suavidad, me dio un pequeño tirón en el pelo para que alzara mi mirada, y nos volvimos a mirar a los ojos.

El nerviosismo entre Iris y yo había desaparecido y ahora solo eramos dos amantes disfrutando y formando escenas de pornografía muy sofisticada. Entrelazo sus manos por la parte trasera de mi nuca y hizo que me acercara a su boca para dar un nuevo beso que hiciera no querer separarnos nunca el uno del otro, me tumbo bocarriba y me susurro en voz baja al oído, ahora me toca a mi, amor, vi que repetía el movimiento de deslizarse por mi cuerpo, hasta llegar a mi bálano y comenzó una felación que juntaba eroticidad, amor y placer, lo hacia con esmero y experiencia como las actrices de escenas pornográficas, yo no sabia hacer nada, salvo disfrutar de aquel sueño que no quería acabar nunca.

Ella se incorporo y metió la mano en el bolsillo de mi pantalón sacando de el, un preservativo que llevaba ahí por si las moscas, lo abrió ayudándose de su dientes blancos como perlas, y con cuidado me lo puso, me sonrió, y yo le mire con cierto asombro, se incorporo sobre sus manos y se coloco encima de mi bálano, y se dispuso a introducir mi sexo en el suyo, así lo hizo y empezó a moverse de arriba a abajo con una maestría digna de una diosa como afrodita, subía y bajaba mientras lentamente aumentaba el ritmo de vez en cuando, empezó a soltar suspiros de placer que sonaban a música y pequeños gemidos que demostraban su deleite, a su vez se agarraba su propio pelo fusionando sus dedos entre los cabellos y aumentado la pasión de la situación.

Después ella se coloco debajo y me dijo, amor, llevo deseando esto mucho tiempo, yo respondí, ya tenemos algo en común, sonrió, y se dejo hacer, yo comenzaba a moverme y a poseer a esa mujer escultural mientras ella me apresaba con su piernas de porcelana. De vez en cuando nos besábamos en mitad del polvo, y la pasión aumentaba y aumentaba, ella estaba a un milímetro del éxtasis, y yo no podía aguantar mas, nos desatamos y acabamos a la vez en un orgasmo que finalizo con un beso pasional entre los dos y un suave y pequeño mordisco suyo en mi labio inferior.

Ella se tapo con la sabana y me miro con los ojos brillantes, me dijo, ha sido la mejor noche de mi vida, te quiero, yo le mire le di un pico en la boca y le dije, desde que te conocí soñé con este momento un centenar de veces y ahora que se ha hecho realidad, no quiero que acabe nunca, me miro y soltó una mínima carcajada, y prosiguió diciéndome, cariño, estate relajado que esto ni siquiera ha empezado, me abrazo, y nos quedamos dormidos.

FIN.

Comentario del autor: esto solo es el final del primer relato, a partir de ahora los relatos que publicare en su gran mayoría sera de estos dos personajes, intentare moverme en otros tipos de géneros pero en principio sera sexo y amor, por favor, comenten y aconsejarme con criticas constructivas, si creen que es mejorable. Gracias.