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Marta=Raul

en Transexuales

  Raúl no se lo podía creer, el reflejo que le devolvía el espejo no podía ser el suyo, Gloria se reía a su espalda ante la incredulidad de su amigo, se conocían desde la niñez y le divertía el asombro que mostraba ante su transformación.

    Había sido una apuesta estúpida, y la había perdido, así que debía pagar por ello, pero lo que su amiga le había pedido le había parecido descabellado, una noche de juerga vestido de chica. Gloria le propuso ir al piso de sus tíos, en una ciudad a cientos de kilómetros de sus hogares para que nadie le conociese y salir de bares como dos chicas.

   Raúl había aceptado creyendo que tan solo se pondría un vestido como en una vulgar despedida de soltero, Gloria le saco de su error nada mas llegar al pisode sus tíos, la dirigió hacia el enorme cuarto de baño de la casa, con una gran bañera y un pasillo de ducha con hidromasaje, tenia una pared entera de espejo con un tocador para maquillarse y un lavabo con una regleta de enchufes, ahí entraban cinco personas maquillándose sin molestarse.

   -Desnúdate, hay que depilarte todo ese vello- le espeto

   -¿Cómo?- exclamó Raúl sorprendido

   -¿No creerás que te vas a pasear por hay con esas piernas peludas?

   Ante la insistencia de su amiga se quito los pantalones y la camiseta quedando en ropa interior, tenía un cuerpo esbelto y delgado y las piernas ligeramente musculadas. Paso el mal rato de la depilación a la cercen piernas y torso y cuando creía que había terminado gloria le ordeno quitarse los calzoncillos

   -Vamos a hacerte la brasileña- dijo entre risas, Raúl nunca se había desnudado frente a ella aunque se conocían de toda la vida y noto que su pene empezaba a ponerse erecto, ella se dio cuenta y puso una media sonrisa, le agarro los calzoncillos y con un movimiento seco se los bajo, el pene de Raúl no era muy grande pero se puso erguido como un resorte al liberarse de los boxer que llevaba,

  -Mejor así, será mas fácil afeitarlo- dijo entre risas, lo agarro con una mano y con una cuchilla empezó a afeitar el miembro viril de su amigo pronto la excitación desapareció y se volvió placido y manejable. Tras depilar pene y testículos siguió por el perineo y el ano paro lo que pidió a su amigo que adoptase una postura un tanto ridícula, Gloria no pudo reprimir la risa mientras lo afeitaba y Raúl mostraba su disgusto con cada risa con un bufido aunque estaba disfrutando de esta fase de su transformación, le gustaba las caricias de su amiga en la susodicha zona

  -Ya te lo he dicho muchas veces, pero tienes un culo de chica- le soltó mientras le daba un cachete en las prominentes nalgas, era verdad, tenia unas nalgas respingonas que no tenían nada que ver con la delgadez del resto de su cuerpo, hacia tiempo que Gloria le había confesado que tenia muchos rasgos femeninos, que hubiera sido una muchacha muy guapa, los ojos enormes de un color castaño claro, el mentón redondeado y los labios gruesos, el no la había creído, pero aquella noche saldría de su error.

   Gloria abrió una bolsa que había sacado de su maleta y le ofreció un tanga rojo y un sujetador a juego.

   -Póntelo- le ordeno, el sujetador llevaba unas pequeñas prótesis de látex que una vez puestos le daban forma de copa b, cuando se lo termino de poner le tendió un vestido de color verde esmeralda, se lo puso, mas bien se lo enfundo pues era muy ajustado, cerrado al cuello dejaba  al descubierto los hombros se cerraba con una cremallera por la espalda y se ceñía a la cintura casi como un corsé y le marcaba un esplendido culo, bajaba ya mas suelto por los muslos hasta morir en un corte asimétrico a la altura de las rodillas

   Cuando se hubo vestido, le ofreció una silla y sacando una bandeja llena de maquillajes comenzó a pintarle la cara. Sombra de ojos violeta, muy ligera, algo de color en los pómulos, rimel para enmarcar sus grandes ojos y un lápiz de labios rosado.

   Una vez terminada esa fase le pinto las uñas de las manos y de los pies y le coloco unas sandalias de esparto con cuña

   -Levántate y camina un poco, a ver si te haces a ellas- se levanto y dio un par de pasos, arqueo la espalda para acomodar su nuevo centro de gravedad y continuo unos pasos mas, Gloria reía asombrada de cómo había conseguido en solo unos pasos  caminar con gran soltura, de hecho la postura resaltaba aun mas su culo, y le hacia una figura despampanante.

  -Ahora el toque final- saco de la bolsa una peluca castaño rojizo, rizada y se la coloco cuidadosamente, la melena le caía sobre los hombros y por la espalda

   -Mírate al espejo- le dijo sonriendo

    Salieron a la calle, todavía era de día y se dirigieron hacia la zona de copas que estaba cerca del piso, Gloria le pregunto que nombre de chica iba a usar, lo que pillo a Raúl descolocado

   -Te llamare Marta- dijo pícaramente arrastrando las silabas, -es un nombre que te pega- sonrío y cogiendo de la mano al nervioso muchacho le miro a los ojos

  - Nadie te mira, solo algún chico que admira tus encantos- dijo sonriéndole y todavía amarrándole de la mano tiro de el hacia un bar que se encontraba cerca

   Entraron y se dirigieron a la barra, pidieron dos cervezas y tras echar un trago se dirigieron a una pequeña pista de baile, la música sonaba alta y no permitía una comunicación fluida, así que Gloria se decidió a bailar de manera provocativa para animar a su amigo que apenas se movía, se sentía observado y con razón, un grupo de cuatro chicos les miraban desde la barra, no tardaron en acercarse y les propusieron invitarlas a una copa, Gloria le miro sonriente y acepto. Se dirigieron a la barra y pidieron dos cubalibres, empezaron a hablar con los chicos que se presentaron, un chico rubio de pelo largo dijo llamarse Gabriel, otro con el pelo oscuro Alex un pelirrojo pecoso con cara de no haber roto un plato se presento como Pablo y por ultimo un chico que parecía ser hermano de Gabriel y que llevaba la cabeza afeitada Joel.

   Hablaron largo rato de banalidades y se metieron otras dos rondas de copas antes de salir a bailar otra vez.

   Gabriel se había encaprichado de Gloria y no perdía la oportunidad de manosearla a lo que ella respondía con risitas y movimientos de cadera, Hay que decir que Gloria era una chica voluptuosa y desinhibida no muy alta lo que resaltaba aun mas sus poderosas curvas, el resto de los chicos rodeaban a Raúl, o mejor dicho Marta, que mantenía las distancias, aunque ya había sentido varias manos acariciándole el culo. Poco a poco se fue desinhibiendo y empezó a bailar de manera sensual con movimientos lentos de cadera y subiendo los brazos sobre su cabeza, quería calentar a aquellos tíos que se habían atrevido a tocar sin permiso y luego dejarles en la estacada.

   Se dio cuenta que Joel se había apartado del grupo y había vuelto a la barra mientras sus amigos intentaban cogerla por la cintura y atraerla hacia ellos cosa que no conseguían. Se escurrió y se dirigió hacia la barra donde Joel pedía una cerveza, no había tomado ninguna copa, solo cerveza, Marta contenta por el alcohol ingerido le arrebato la cerveza y le dio un sorbo, le miro a los ojos y le dijo

   - Tus amigos son unos sobones- le devolvió la cerveza sonriéndole, el la miraba impasible, tenia los ojos de un azul grisáceo bastante intimidantes

   -Se creen con derecho-dijo, echó un trago y añadió- han pagado unas cuantas copas- y sonrío, era una sonrisa bonita y Marta se la devolvió

   -Creo que Gloria ya ha pagado por las dos- En ese momento su amiga tenia la lengua de Gabriel dentro de su boca que con ambas manos le sujetaba pecho y nalgas hábilmente. Gloria miro hacia la barra y Marta le señalo la puerta, empujo a un lado a Gaby y recolocándose el vestido se dirigió a la puerta agarrando a Marta por el camino. El grupo de amigos se quedo boquiabierto y enseguida empezaron a lanzarles improperios, solo Joel las miraba sonriendo mientras daba tragos a su cerveza. Antes de salir, Marta volvió la cabeza y Joel alzo su botella a modo de despedida desde la barra.

   -Vaya panda de idiotas- dijo Gloria tirando de Marta –Aunque el rubio besaba bien- soltó una carcajada y avanzo hacia una plaza cercana donde parecía haber un gran ambiente.

   Se dirigió a un tugurio con mala pinta, oscuro y con desconchones en la pared, la media de edad era sensiblemente superior a la de los otros locales, pero nadie se sorprendió de las dos jovencitas que entraron y se dirigieron a la barra

   -Dos matarratas- pidió Gloria –veras que puntazo, esto es dinamita- copio los vasos que el orondo camarero sirvió y ofreció uno a Marta –De un trago-dijo y acto seguido se bebió el brebaje de color añil, Marta hizo lo mismo y acto seguido sintió una oleada de calor en su estomago su visión se duplico y se agarro a la barra para no caer. Un parroquiano se carcajeo señalándola y Gloria se río también. El mundo se alineo nuevamente y una oleada de felicidad inundo a Marta, sintió como la empujaban a la pista y se encontró con Gloria agarrada a su cintura con los ojos vidriosos, la dirigía en un baile lento y ligeramente lascivo, echaba miradas hacia un hombretón que apoyado en la barra las miraba sonriente.

   -Me lo pido- dijo Gloria y soltando a Marta se dirigió contoneándose hacia el tipo de la barra, tendría cerca de cincuenta pero estaba en forma llevaba el pelo muy corto para disimular una incipiente calvicie, agarro a Gloria por la cintura y le dijo algo al oído, lo que provoco la risa de ella. De repente sintió unas manos que la agarraban por la cintura y le daban la vuelta, un hombre de unos cuarenta y pocos la empezó a guiarla en el baile pausado al ritmo de la música que sonaba.

   -Parece que venís buscando guerra, ¿eh?- le dijo sonriendo con una dentadura perfectamente alineada, su respuesta fue una risa bobalicona, aquel chupito le había llenado de felicidad y aquellas manos firmes en su cintura le proporcionaban una seguridad que la termino de relajar, se acerco al pecho de aquel desconocido y le permitió manosear su espalda y su culo, mecida por el suave bamboleo del baile el bar daba vueltas a su alrededor  se sentía exultante noto como el tipo bajaba su cabeza y comenzaba a besarle el cuello agarro su cara y la levanto hacia la suya, la miro durante un momento y acerco sus labios a los de ella, no pudo ni quiso apartarse le beso y dejo que su lengua le recorriera la boca dejo que sus manos acariciaran sus nalgas, el se apretó contra ella y pudo sentir entonces el miembro erecto del tipo contra su vientre se aparto con la mirada fija en el bulto del pantalón, le volvió a mirar a los ojos y vio una mirada llena de lascivia, se mordía el labio inferior mientras la observaba.

   -Tengo que ir al baño- le dijo y se dirigió hacia el fondo del bar donde estaban los baños, en el ultimo momento se dio cuenta y no entro en el escusado de caballeros, se volvió y entro en el femenino. Estaba realmente sucio, parecía no haber sido limpiado en semanas, entro en una de las cabinas cerro la puerta y se subió el vestido, se bajo el tanga y miccionó de pie sin acercarse demasiado al asqueroso retrete, una arcada le subió de repente, apenas le dio tiempo de agacharse antes de vomitar una mezcla de todo lo bebido con parte del almuerzo, ya que no había tomado nada sólido desde entonces, poco a poco empezaba a recuperarse del subidón de aquel chupito y comenzaba a ser consciente de lo que había pasado hay fuera. Unos golpes en la puerta y la voz de Gloria le sacaron de sus pensamientos.

   -¿Estas bien, Raúl?- dijo susurrando –Si, ahora salgo- se recoloco el tanga y el vestido y salio a la zona de lavabos.

   -Tío estas horrible, deja que te arregle el maquillaje- abrió su bolso y saco un paquete de toallitas húmedas y le limpio el maquillaje que se le había corrido con las arcadas -Si llego a saber que te iba a sentar tan mal no te lo hago beber, aunque te lo has pasado bien ahí fuera con ese tiarrón, je jeje- comento mientras arreglaba el maquillaje de su amigo

   -No le cuentes eso a nadie, me oyes, me moriría de vergüenza- dijo Raúl –tienes que prometérmelo- añadió cogiéndola de las manos

   -Claro- contesto ofendida –esto es solo entre tu y yo- y continuo maquillándole las pestañas.

   -¿Que coño llevaba ese brebaje?- Pregunto Marta otra vez transformada, -Me a puesto a volar casi literalmente- continuo inquisitivo

   -Nadie lo sabe con certeza, solo se que lleva ron dorado y blue curasao el resto es receta secreta, aunque dicen que le hecha los fondos de todas las botellas- dijo sin reprimir una risotada –el caso es que tiene fama de levantar el animo y bajar las bragas- y volvió a reírse

   - Así que fue eso- Marta se enfurruño – me tendiste una trampa- exclamo

   - Eh, quería saber tu reacción, ni siquiera se me pasó por la cabeza que te enrollarías con un tío, pensaba que me entrarías a mi- dijo ofendida ante la acusación

   Se miraron un rato, y agachando la cabeza Raúl se disculpo, Gloria le dio un beso en la mejilla y le arrastró en dirección a la calle. El tipo con el que se había pegado el lote le miro mientras salía agarrándose el paquete y pasando la lengua entre los dientes.

   -Creo que me voy a ir a casa, me esta dando el bajón y estoy un poco avergonzado- dijo Raúl dentro del cuerpo de Marta, miro a su amiga y esta con una mueca en el rostro le contesto –Esta bien, yo voy a La Marea, esta siguiendo esta calle, tengo que bajarme el calentón que llevo encima- se sonrío –Coge la habitación del fondo, es la mas tranquila- continuo, y acercándose le beso en la mejilla. Se despidió agitando el brazo y bajo calle abajo contoneando las caderas.

   Marta se giro y se dirigió en dirección al piso, cuando subía por el ascensor se miro en el espejo, ciertamente era una muchacha muy bella, recordó la sensación durante el beso en la semioscuridad de aquel bar y se arrepintió de no haber tocado el bulto del pantalón de su compañero de baile, aquello era una noche para hacer locuras y el se había acobardado alas primeras de cambio. Paró el ascensor y apretó el botón del bajo, era el momento de hacer locuras.

   Entro en La Marea y busco a su amiga, pero no la encontró, conociéndola seguramente se había entretenido en algún bar de camino, pidió una cerveza y se dirigió hacia la pista de baile, había mucha gente moviéndose al ritmo desenfrenado de la música que sonaba a un volumen altísimo, se unió a la gente dejándose llevar, moviendo la melena y las caderas al ritmo marcado por el sonido pronto perdió la noción del tiempo, solo estaba la música, los chicos que bailaban con ella y le acariciaban la espalda, la cintura y alguno se atrevía a bajar mas allá de la cintura, cuando esto pasaba Marta le cogía la mano se apartaba con un mohín y cambiaba de pareja, no se dio cuenta de que Gloria no aparecía y tampoco le importo mucho, estaba disfrutando mucho, bailaba ahora con un chico alto rubio y muy guapo, la luz  bajo de intensidad y amarrándola por la cintura la atrajo besándola sin ningún aviso previo, Marta se aparto sonriendo y le dio la espalda para ir a por otra victima, pero el chico la volvió a agarrar por la cintura y atrajo su cuerpo al suyo, le agarro por el falso pecho y por el vientre y comenzó un bamboleo sobre sus nalgas para que sintiera su erección y valla si la sintió, Marta arqueo la espalda y froto sus nalgas contra la abultada entrepierna, en ese momento la mano que la sujetaba por el vientre bajo y se encontró con algo que pensaba no debía estar ahí

   La soltó inmediatamente se aparto y armo el brazo para soltar un golpe, Marta se quedo petrificada y se preparo para un impacto que no llego, una sombra se movio a su derecha y agarro el brazo cuando empezaba a moverse.

   -Ahora nos vamos a calmar- dijo Joel que había aparecido como por arte de magia a su lado –Te vas a ir con tus amigos y les vas a decir que me he cansado de veros manosear a mi prima- continuo con una voz fría y atemorizante respaldada por la fuerza que hacia sobre la mano del agresor que tenia un rictus de dolor en su rostro mientras escuchaba –No dirás nada de lo que has notado o serás el hazmerreír de la pandilla por haber besado a un tío- le soltó la mano y vio como se alejaba

   -¿Estas bien?- pregunto –Si, solo avergonzado- le respondió Raúl –Tengo que salir- y salio a paso vivo en dirección a la salida, Joel le siguió

   - Se sentó en las escaleras de un portal, contuvo las lagrimas que pugnaban por salir y miro a Joel que le ofreció un trago de su cerveza

   -¿Cuándo lo notaste?- pregunto cogiendo el botellín –En el mismo instante que el- dijo sonriéndole –había algo extraño en ti pero nunca hubiera pensado que no eras una chica- llevaba un rato observándote bailar y alejando a los sobones que por bailar contigo se creen con derecho a algo mas- añadió recogiendo el botellín que le devolvía Marta y echando un trago- hizo una pausa y continuo –Parecía que te lo estabas pasando bien- la miro con una mirada franca y penetrante de sus ojos azules

   Marta entonces le contó la historia completa, como le había transformado su amiga como se acobardo y como recupero el valor recordándose el lema “Es una noche para hacer locuras”, Joel le sonrío y le dijo –Si quieres bailar, vamos a bailar- la copio de la mano y la guío hacia una calle principal, llamo un taxi que pasaba se subieron y le dio indicaciones

   -Al Boulevard- el taxi arranco y Joel le dijo que iban a la mejor disco de la ciudad.

Llegaron en unos minutos entraron y Marta descubrió maravillada que Joel no mentía. Era una enorme nave con varios pisos separados por tabiques y con ambientes diferentes, pasaron de una a otra sin parar de bailar, de una zona de clásicos ochentenos a una de música funk, música disco de los setenta a bachata y rumba, fue aquí donde por primera vez Joel la agarro de la cintura, hasta ese momento se había mostrado comedido en cuanto al espacio personal de cada uno, bailaba muy bien y a Marta le costaba seguirle el ritmo a veces, pero no se puede bailar una bachata separados, Raúl aprendió a bailarla de pequeño en las fiestas del pueblo, pero siempre era él el que guiaba esta era la primera vez en que se dejaba llevar, pero Joel era un consumado bailarín y le guío perfectamente, llevaban unas horas bailando y Marta le pidió un descanso, fueron hacia uno de los laterales de la sala donde había unos sofás a modo de reservados y se dejaron caer entre risas.

   -Hacia mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien bailando, mis amigos nunca quieren venir- giro hacia ella su rostro y la miro a los ojos fijamente, ella le mantuvo la mirada un rato y se levanto

   -Esta canción me encanta- empezaba a sonar en ese momento una balada de los ochenta –Ven baila conmigo- y extendió sus brazos hacia el, se levanto y la copio por la cintura, ella apoyó la cabeza en su hombro y le paso las manos por la espalda. Volvía a sentir un calor por su vientre, como si algo fuese a pasar, se movían lentamente bamboleándose al ritmo de la canción separo su cabeza del hombro de el para mirarle, sus rostros se encontraban a escasos centímetros, ella sentía el irresistible deseo de besar sus labios, pero no quería ser rechazada, no podía romper esa complicidad que entre ellos se había instalado.

Fue él el que la beso, apoyo sus labios tiernamente sobre los de ella y los arrastro sobre el labio superior de una asombrada Marta, se separo y la miro directamente a los ojos, ahora fue ella la que busco sus labios suavemente como había hecho el, pero no aparto sus labios y siguió despacito besándole hasta que sintió la lengua de el buscando la suya, estuvieron un largo rato así, ni se dieron cuenta que el tiempo de las baladas había terminado y  nuevamente ritmos latinos invitaban al baile, fue nuevamente él el que separo sus labios y  cogiéndola de la mano la llevo a la pista donde siguieron bailando hasta bien entrada la madrugada.

   -Era ya de día cuando llegaron en taxi hasta el piso de los tíos de Gloria, se bajaron y se quedaron frente a frente

   -Bueno ya he llegado- dijo Marta sin apartar la mirada –Si quieres puedes darme tu numero y nos mandamos unos wasaps- le interrogo con la mirada, no sabia cual era la reacción que iba a tener, así que cuando el recito su numero despacito ella no estaba preparada para apuntar, saco rápido el móvil y apunto los números –te mando un mensaje para que tengas mi numero- dijo mientras tecleaba, le dio un beso en la mejilla y abrió la puerta del portal mientras la señal del mensaje sonaba en el móvil de él, lo leyó levanto la mirada hacia ella y le enseño el mensaje con una media sonrisa, “Quieres subir conmigo? Tengo cerveza en la nevera” la agarro por la cintura y volvio a besarla tiernamente en la boca.

   -Sigamos haciendo locuras- le susurro al oído y la siguió hacia el ascensor.

   Los cuatro pisos los subieron con las lenguas entrelazadas, sus manos no paraban de buscar lugares que acariciar y  cuando se abrieron las puertas casi corrieron hacia la entrada del piso.

   Abrió la puerta y miro en la primera habitación, nadie estaba dentro, fue al fondo y tampoco vio a nadie, Gloria aun no había regresado, durante la noche le llegó un mensaje diciendo que se había encontrado con una vieja amiga y que no se preocupara si tardaba. Sintiéndose sola con Joel en la casa se volvió para poder besarle nuevamente mientras le acariciaba el pecho bajo la camiseta hasta sacársela completamente, le beso en los hombros acaricio sus pezones con la lengua lo que a él le gusto sobremanera a tenor de sus suspiros, bajo rozando con sus labios por los abdominales y ya de rodillas frente a el alzo la mirada, él respiraba nervioso, era la primera vez que no aparentaba seguridad, sin apartar sus ojos de los suyos, le desbrocho el cinturón y luego los botones del pantalón, acaricio sus pechos y fue bajando calcando el trayecto que antes con su boca recorrió, cuando llego a la cintura del pantalón lo deslizo hacia abajo, mostrando unos boxer azules que tapaban lo que parecía un enorme pene erecto, Marta, porque en ese momento ya era solo Marta, acaricio por encima del calzoncillo el bulto de Joel lo que hizo a este estremecerse, acerco su boca y beso el lugar donde  parecía estar el capullo, deslizo dos dedos por debajo de la goma de la cintura y bajo boxer despacito, liberada de su prisión la verga se irguió como un resorte apuntando directamente al rostro de Marta, con las manos bajo la ropa hasta el suelo dejándole totalmente desnudo, la verga de Joel tenia un buen tamaño, rondaba los dieciocho centímetros, era gruesa y venosa, además estaba circuncidada así que en aquella posición Marta tenia delante un enorme y brillante rabo, alzando nuevamente la mirada  puso sus labios sobre la punta del pene, él volvió a estremecerse, saco su lengua y lamió el glande brillante sin dejar de mirarle, el suspiraba mientras mantenía sus manos apoyadas en la pared detrás de el, en ese momento ella introdujo el glande en su boca y lo chupo como si de un caramelo se tratara, él ya no pudo reprimir un gemido, ella recorrió el pene con su lengua de arriba abajo hasta llegar a los duros testículos mientras con sus manos le acariciaba las caderas los muslos y las nalgas, volvió a recorrer con su lengua despacito desde los testículos hasta la punta del glande recorrió en círculos toda la superficie del mismo y se lo volvió a introducir en la boca, esta vez siguió metiéndose  la enorme polla de él hasta que no pudo mas y arrastro sus labios sobre ella sacándosela, una vez llegado al glande volvió a tragarse aquel tremendo aparato e inicio la mamada tradicional que tantas veces había visto en películas pornográficas, el ritmo era lento pero firme Joel pronto comenzó a acompasar con un movimiento de pelvis los vaivenes de la boca de Marta, pronto los gemidos también se acoplaron al ritmo de la cabeza de ella que seguía metiendo y sacando la polla de su boca, mientras con una mano le acariciaba el culo , el ano y los testículos, con otra sujetaba la base de el rabazo que tan golosamente chupaba

   No tenia dudas, aquello era lo que quería, sentía  la dureza del miembro en su boca, la sangre que la llenaba la hacia palpitar mientras sus labios y lengua la recorrían, en aquel momento lo único que le importaba era el placer que Joel sentía, su mano hacia rato que reposaba sobre su cabeza ayudándola en el dulce vaivén, de pronto el cipote de él vibro dentro de su boca, Joel se convulsiono y ella sintió como un torrente de semen llenaba su garganta, trago lo que pudo pero gran cantidad salio por la comisura de los labios, mientras el rugido de placer de él resonaba por toda la casa.

   Ella siguió chupando y lamiendo el pene hasta que fue perdiendo parte de su rigidez, él apoyado en la pared con una sonrisa de placer en la cara la copio por el mentón suavemente, todavía tenía su semen resbalándole desde la comisura de la boca

   -Dios, ha sido la mejor mamada de toda mi vida- le dijo, ella se relamió los restos de la corrida y le devolvió la sonrisa,

   - Voy a lavarme- le dijo -échate un rato en la cama que ahora voy- y entro en el baño.

   Se dirigió hacia el lavabo y se limpio la boca con una toallita, esto ha sido una locura, pensó, pero a sido la locura mas alucinante de mi vida, reparo en el neceser de Gloria que se encontraba sobre el tocador y recordó aquel novio que ella tuvo, uno obsesionado con el sexo anal que le hizo comprar lubricante aunque luego nunca lo uso, Gloria lo llevaba a todos los sitios por miedo a que sus padres lo encontraran y le montasen una escena, y allí estaba, en su neceser, acompañado además de una caja de condones

   Sintió entonces unas manos que le acariciaban la espalda, Joel  había entrado a buscarla, y otra vez en pie de guerra a tenor de la presión que sintió entre sus nalgas cuando el la beso en el cuello el le bajo la cremallera del vestido y lo deslizo hacia el suelo dejando al descubierto las nalgas de ella solo cubiertas por el cordoncillo del tanga, él le dio la vuelta y la beso mientras recorría con sus manos cada recoveco de su trasero deslizo las manos por su espalda sin dejar de besarla y se deshizo del sujetador con gran habilidad a continuación libero el pene de Marta del tanga que le oprimía, sus penes chocaron entre ellos mientras sus lenguas seguían su combate, Marta le aparto suavemente y le acaricio el pecho, su mente era un torbellino, él ignorante de lo que pasaba por la mente de ella con su mano derecha acaricio su espalda hasta llegar a su trasera y deslizo su dedo índice por entre las nalgas hasta posarse en el ano, al mismo tiempo con su mano libre acariciaba el erecto miembro de Marta, que comenzó a suspirar el dedo del ano recorría el mismo en pequeños círculos y aquello a marta empezaba a gustarle mucho.

   Le aparto suavemente y busco en el neceser lo necesario, Joel no comprendía que había pasado, que había hecho mal, Marta se coloco frente a el sonriendo y le beso con pasión, otra vez recorrió su torso con la lengua entreteniéndose en los pezones como la primera vez al llegar al ombligo la dura polla de él le golpeo el mentón, estaba tremendamente dura, era un majestuoso rabo, coloco sobre la punta el preservativo que había sacado de su funda mientras acariciaba sus abdominales con la boca y se lo puso suavemente, después abrió el tubo de lubricante de su amiga y vertió una generosa cantidad sobre el glande, lo extendió por toda la superficie del mismo y con lo que quedo en sus manos se lo aplico en su ano.

   Era un buen lubricante, sus dedos entraron con facilidad en su agujero al aplicárselo, se levanto y volvió a besarle.

   -Hagamos una última locura- le dijo al oído, volviéndose entonces se agacho sobre el tocador y mirándole desde el espejo le dijo -Fóllame- con la respiración entrecortada vio como se acercaba la cogía por la cintura y arrimaba la punta de su tremendo cipote al agujero de su culo ella movió su pelvis hasta que sintió que se acomodaba al lugar preciso, empujo suavemente y sintió un ligero dolor, no había encontrado el camino exacto, volvió a intentarlo, esta vez noto como el lubricante hacia su trabajo y el capullo entraba en su ano, se preparó nuevamente y empujo su cuerpo hacia atrás, suavemente noto como Joel la llenaba completamente, la sensación de la tranca penetrándola la asusto mas que provocarle dolor, siguió hasta sentir el cuerpo de Joel contra el suyo

   -Fóllame, fóllame ya- le suplico, y el obedeció, comenzó a sacar su miembro para a continuación volver a meterlo con suavidad, era consciente de las dimensiones de su aparato y que ria que aquello fuera placentero para ambos.

    Marta observaba el reflejo de Joel bombeando en su culo con suavidad, todos sus músculos se marcaban tensos, poco a poco los vaivenes comenzaron a ser mas rápidos, y Joel empezó a ronronear de placer, ya solo estaba el inmenso placer que sentía  y el culo que se lo estaba proporcionando, Marta comenzó a gemir también, sentía con cada embestida un gran placer y enseguida se derramo sobre los azulejos del suelo, ni siquiera se había tenido que tocar, el reflejo del espejo le permitía ver a Joel follándola sin piedad, entregado a la vorágine del sexo, estaba como poseído, gruñía con cada embestida y sus manos agarraban con fuerza una su cintura y otra su cuello, Marta sintió como nuevamente un orgasmo nacía en su interior el tremendo placer que le proporcionaba la cabalgada hacia que las piernas le temblasen, solo el apoyo que le daba el tocador y el pene entrando y saliendo la mantenían en pie, entonces le llego el esperado orgasmo, chorros de semen salieron despedidos de su polla mientras gritaba de placer, esto hizo que su follador anal intensificase la follada y que con un nuevo rugido de placer descargase dentro suyo entre violentas sacudidas.

   Cuando ambos recobraron las fuerzas, tendidos en el suelo del baño, se besaron acariciándose los cuerpos desnudos.

   -Bendita locura- susurro ella y se mordió el labio inferior –ha sido maravilloso- el le respondió con un beso y mas caricias

   -Debería irme- le dijo –Si tu amiga vuelve y me ve aquí tendrás que dar muchas explicaciones- se levanto, ella intento detenerle sujetándole una pierna, el le sonrío y le soltó la mano –de todas maneras me has dejado vacío, tendré que descansar todo el día- ella se río y le beso el pene flácido de el – ¿volveremos a vernos?- le pregunto

   -Quizás- respondió ella apartando la mirada, el entendió y siguió sonriendo la ayudo a levantarse y la beso tiernamente en los labios, a ella le temblaban las piernas todavía y vio como recogía la ropa del suelo del pasillo y se vestía, dándose la vuelta le dijo

   -Ojala- y se dirigió a la salida, ella escucho la puerta cerrarse y mirándose al espejo retiro cuidadosamente la peluca, tenía todo el maquillaje corrido pero su mirada era brillante, su sonrisa sincera, y su espíritu libre.

   Cogió el móvil y le mando un escueto mensaje

   “Volveré”