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Gloria

en Bisexuales

 

Gloria no miro hacia atrás, siguió caminando mientras contoneaba sus caderas, si volvía la vista seguramente volvería a casa con Raúl y ese nunca había sido el plan. Mierda de plan, pensó, había preparado concienzudamente aquella noche, tenía que haber sido ella a la que Raúl besase, y mas tarde ella le despojaría de sus ropas femeninas y harían el amor el resto de la noche.

No tenia que haberse despegado de él, pero era divertido ver como los hombres le miraban, le tocaban y le deseaban, pero no contó con que a él también podía gustarle, ser el centro de atención por primera vez, era un chico apocado con pocos amigos, demasiado aplicado en los estudios para tener una novia y una vida social normal para su edad, pero a Gloria le gustaba, siempre le había gustado, incluso esas veces en las que actuaba como una chica, razón por la que se le ocurrió este plan, debería haberlo dejado todo de lado cuando tuvo su pene erecto en las manos durante la depilación, hubiese sido muy sencillo meterlo en la boca y empezar a mamársela, pero ¿si se hubiera violentado? ¿Como podía aquello haber acabado? Ahora ya daba igual, el se retiraba avergonzado a dormir y ella había decidido emborracharse y acabar en los brazos del primero que le dijera que era hermosa.

Mientras caminaba su seguridad se desvaneció, llevaba cachonda toda la semana pensando en la noche de sexo con Raúl que necesitaba algo especial para sustituirlo, entro en el primer bar pensando que una copa aclararía su mente.

-¿Gloria?- una voz la llamo por su nombre,- ¿que haces aquí?- frente a ella apareció una muchacha con una sien afeitada y el pelo de varios colores, tenia los ojos oscuros con mucho rimel en un rostro muy pálido,  vestía una camiseta negra ajustada, que dejaba su vientre al aire, y unos pantalones bombachos con los mismos colores que su pelo, se adornaba con cinturones llenos de tachuelas y su sonrisa era de un rojo intensísimo.

-¿Val?- exclamó Gloria sorprendida, mientras le abrazaba con alegría, Val, o lo que era lo mismo Valeria, era una amiga de su mas tierna infancia, fueron juntas al colegio y fue su confidente durante muchos años, pero su madre encontró trabajo en otra ciudad y se separaron, siguieron carteándose muchos años pero al final cada carta se espaciaba mas de la siguiente hasta que ya solo se mandaban felicitaciones de navidad.

-Joder estas hecha todo un pibón- le dijo mientras le palmeaba el culo,- Ven que te presento al grupo- y cogiéndola de la mano la arrastró hasta un grupo que se escondía al fondo de la barra.-Que suerte que estaba pidiendo bebida, si no seguro que no te habría visto- y se volvió sonriendo, era una sonrisa sincera y alegre, la misma de antaño, Gloria se relajo, estaba entre amigos

El grupo en cuestión era de lo mas variopinto, aparte de Valeria había cuatro chicas y dos chicos, Samantha era una rubia gordita que no paraba de reírse con una aguda carcajada de lo mas contagiosa, Mónica, delgadísima morena y poco habladora, Paula, pelirroja de unos grandes ojos verdes y una figura esbelta, Isabel una morenaza de ojos pardos y una forma de moverse y hablar supersensual, cerraba el grupo Oscar y Carlos, una pareja de chicos muy amanerados.

Estuvieron un rato hablando de cosas mundanas, bromeando y riendo mientras caían uno tras otro los gin tonics, llegados a un punto Samantha propuso irse a su piso, que estaba cerca, a seguir con la fiesta, todos asintieron entusiasmados.

El piso en cuestión era eso exactamente, todo un piso del edificio, tenia mas de una docena de estancias, y un salón donde se podía jugar un partido de futbito, Samantha puso música y saco un carrito de bebidas mas surtido que el bar de  un casino, en un momento dado Gloria se disculpo y se fue al baño, al regresar escucho algo en una de las estancias, se asomo y se quedo petrificada con la imagen que se encontró, Paula besaba apasionadamente a la fría Mónica, le acariciaba los pequeños pechos con una mano y el culo con la otra, sus cuerpos se movían acompasadamente al ritmo del magreo, Mónica se dejaba hacer, sus brazos colgaban inertes a los lados de su cuerpo, Paula le despojo de la blusa primero y el sujetador después, los pechos eran firmes y unos pezones gruesos apuntaban erectos al frente, la boca de Paula bajo hasta ellos y Mónica arqueo su cuerpo con un gemido de placer mientras apoyaba sus brazos en el respaldo de una butaca, la pelirroja seguía trabajando los pezones con su lengua mientras con sus manos le estrujaba los pechos, Gloria se fijo mas en ellas, Paula llevaba un mini vestido de esos que no esconden nada, llevaba su pelirroja melena rizada suelta sobre sus hombros, tenia un cuerpo de gimnasio buena delantera, sin exceso, un culo respingón que coronaba unas piernas de vértigo, era una muchacha atractiva sin ninguna duda, Mónica era muy delgada, pechos pequeños pero tenia unas caderas bastante grandes comparado con el resto de su cuerpo su lisa melena negra se bamboleaba contrastando con su piel palidísima al contrario que la tez bronceada de su pareja, que en ese momento se libraba del vestido mostrando todo el esplendor de su cuerpo.

Mónica tomo la iniciativa y casi derriba a Paula al besarla salvajemente, su mano se dirigió a la entrepierna de la pelirroja y le arranco el tanga, que era la única ropa que llevaba ya, la agarro con la mano del cuello con firmeza y separando sus bocas la miro a los ojos, sus miradas eran de lujuria total, Paula sonreía lascivamente, retándola mientras desabrochaba los vaqueros de ella que cayeron al suelo, no llevaba bragas, Mónica seguía agarrándola del cuello con firmeza, tenia un rictus extraño en el rostro, poco a poco obligo a Paula a descender hasta que quedo de rodillas frente a ella, entonces hablo, con una voz temblorosa dijo -Eres una autentica zorra, siempre consigues lo que quieres- y enterró su cabeza entre el poblado vello de su pubis, esto no disgusto para nada a Paula que enseguida se acomodo bajo ella con sus manos agarrando las caderas de la morena que volvió a apoyarse en la butaca arqueando su cuerpo y gimiendo de placer.

Gloria en la penumbra del pasillo observaba la escena, y sin darse cuenta comenzó a acariciarse sobre la falda, se había excitado viendo a las dos mujeres, de repente sintió a alguien a su lado, se volvió, ahí estaba Val con aquella sonrisa traviesa que tanto había visto antaño, se coloco tras ella para ver la escena mejor y abrazo a Gloria por la cintura, ella sintió un escalofrío, frente a ellas Mónica comenzó a gemir con mas fuerza, el orgasmo la convirtió en una muñeca espasmódica, su lisa melena se agito enredándose ante los movimientos de su cuello, dejo caer su cuerpo sobre el respaldo de la butaca mientras Paula sonriendo subía por su vientre lamiendo su piel, llego hasta su boca y la beso tiernamente, Gloria sintió como la mano de Val se deslizaba desde su cintura a su pecho, no hizo nada por evitarlo pero arqueo su espalda buscando con sus nalgas lo que ahí no había, fue inconsciente la búsqueda del pene de quien acariciaba suavemente su pecho derecho por encima de la camiseta, y la respuesta fue su mano izquierda deslizándose bajo la cintura de sus vaqueros en busca de su ya empapado coñito, Paula seguía boca a boca con Mónica y poco a poco se fueron deslizando hasta quedar tumbadas en el suelo, se separaron y entrelazo su cuerpo con el de ella de forma que sus coños se juntasen, con un movimiento de bamboleo suave comenzó a frotarse, Gloria comenzó a moverse para ayudar a los hábiles dedos de Val que empezó a besarle el cuello y el lóbulo de la oreja, el sensual baile entre su cadera y la mano de Valeria se acompaso con el de los dos cuerpos tendidos frente a ella en un movimiento cada vez mas rápido, sus gemidos eran el eco de los de ellas y fue entonces cuando se dio cuenta que tanto Paula como Mónica la miraban excitadas mientras seguían frotándose a punto de llegar al orgasmo.

Su cuerpo la traiciono y aunque sentía unas ganas inmensas de salir corriendo un violento orgasmo se lo impidió, sus piernas se aflojaron, y solo el fuerte abrazo de Val evito que se desplomara, la pareja yaciente como si aquello hubiese sido una señal se corrieron también entre gemidos cayendo rendidas sobre la moqueta que cubría el suelo.

Gloria se quedo exhausta de rodillas en el pasillo respirando entrecortadamente, todavía sintiendo los últimos segundos de aquel interminable orgasmo, Mónica se acerco, desnuda con su piel brillando por el sudor con paso sinuoso, sensual como nunca había visto a una mujer, se arrodillo la cogió por el mentón y elevo su rostro hacia el suyo, tenia los ojos brillantes y sus finos labios entreabiertos, la beso levemente y se aparto recogió su ropa y se dirigió hacia el salón, Paula la siguió bamboleando su precioso culo.

Miro a su alrededor pero no encontró a Val, que significaba aquello, ¿la había imaginado?

Se arreglo la ropa y volvió al salón, todos seguían como si nada hubiera pasado, solo Paula le lanzo una mirada y se relamió mientras la observaba, ambas estaban otra vez vestidas. Val le indico que se acercara y así lo hizo. Carlos estaba contando su ultima aventura sexual en el viaje en tren que le había traído desde el pueblo donde vivía, al parecer un tipo de unos cincuenta, con un gran bigote y un torso de tonel le había invitado a una copa en el vagón restaurante y luego le ofreció un poco de licor que llevaba en su camarote, el camarote en cuestión era una suite, un camarote individual, le ofreció el licor y le empezó a acariciar el culo mientras Carlos sonriéndole le decía lo fuerte que era el licor, pronto estaban ambos acariciándose las pollas bajo los pantalones y comiéndose la boca, Carlos soltó una risilla traviesa mientras contaba esa parte y Gloria pudo adivinar bajo su pantalón que se estaba excitando mientras lo contaba, tenia un buen rabo a tenor del bulto, Oscar no perdía detalle del relato con una sonrisa bobalicona en el rostro y una mano acariciándose el bulto de su entrepierna, Mónica miraba a los muchachos con una mirada condescendiente mientras Paula que se había colocado detrás de ella le acariciaba el hombro, Samantha e Isabel se encontraban recostadas en un sofá y Val sonreía mientras bebía pequeños sorbos de la copa que tenia en las manos.

Mientras Carlos proseguía su relato de cómo despojo al hombretón de sus pantalones y comenzó a comer el enorme rabo que gastaba el susodicho, Gloria escruto a su amiga Val, tenia el pelo  castaño y teñido de diversos colores por diferentes zonas, rapado por la sien izquierda donde se adivinaba un tatuaje de una rosa de los vientos, sus ojos brillaban divertidos mientras escuchaba la historia llevaba una camiseta de tirantes oscura, un tono negro gastado, ajustada a su figura, no llevaba sujetador, pues no lo necesitaba, sus pechos eran de ese tamaño que no se puede llamar menudo pero tampoco eran grandes, unos pezones gruesos se marcaban claramente bajo el tejido, estaba echada sobre el brazo del sofá, con las piernas recogidas mostrando un culo perfecto, con bastante volumen pero prieto bajo el tejido de sus pantalones bombachos, no llevaba calzado ni calcetín y destacaba en su pie izquierdo un tatuaje de una cabeza de serpiente cuyo cuerpo subía tobillo arriba perdiéndose en la pernera.

En aquel momento Carlos ya saboreaba el delicioso pollón de su compañero de viaje según seguía relatando, describía con detalle el grosor longitud e incluso el sabor de aquella delicia, según sus palabras, la metía en la boca hasta que le daban arcadas y se trago toda la corrida cuando esta llego en abundancia, todos estallaron en carcajadas lo que Gloria aprovecho para decirle a Val al oído –Gracias por lo de antes- Valeria giro su rostro hacia ella y le dio un piquito en la boca sin dejar de sonreír, se miraron un rato a los ojos, perdieron el hilo del relato que ya entraba en temas de cabalgada y grandes manchas de semen en las sabanas, Valeria le copio de la mano y la llevo a otra estancia, estaba totalmente vacia, tenia forma hexagonal y un gran espejo en cada una de las paredes, el suelo era blando, como si fuera colchoneta forrada de moqueta

-Este no es el piso de Samantha- dijo –esto es su picadero- miro a Gloria que expectante esperaba lo que pudiera venir a continuación –Aquí trae a sus ligues, o a parejas para que se acuesten- siguió contando mientras se aproximaba a un espejo –Tras cada uno de estos espejos hay una habitación, en cada una de esas habitaciones hay alguien que a pagado por mirar- Gloria empezó a sentirse un poco incomoda, ahora mismo ¿había gente tras aquellos espejos observándola, impacientes por ver que numerito iban a presenciar?

-¿Lo saben todos?- pregunto, Valeria acaricio la imagen reflejada en el espejo siguiendo el contorno de las curvas que componían la figura de Gloria –Mónica y Paula son muy exhibicionistas, les encanta que las miren- se volvió hacia ella y se acerco con un movimiento sensual –Me dijeron que les encanto verte mientras hacían su numero- la miro entornando su rostro –Paula dice que debes tener un cuerpo bestial- y se carcajeo mientras volvía a agarrarla de la mano y la sacaba de la habitación.

La llevo hacia una puerta al final del pasillo, ella la seguía como una autómata, mitad intrigada y mitad excitada por lo que estaba descubriendo

-Samantha lleva este piso como un negocio alternativo, le gusta saberse observada, Carlos es un trabajador contratado seduce a chicos o chicas y les convence de que se acuesten con el aquí- Valeria abrió la puerta y se adentraron en un pasillo estrecho que desembocaba a otra puerta –Muchos se echan atrás pero unos cuantos descubren una vena exhibicionista y acaban repitiendo- se volvió sonriéndola –Nadie actúa sin conocimiento, y todos sacan provecho- tras la nueva puerta había una pequeña sala donde un grupo de gente charlaba distendidamente mientras camareros y camareras muy ligeros de ropa servían copas y canapés.

-Pronto va a empezar el numero de Carlos y Oscar, como adivinaras el cuento que contaba Carlos era solo para calentar a su pareja, ahora si quieres puedes disfrutar el resultado- volvió a mirarla a los ojos esta vez con una mirada seria –Pero solo si quieres, podemos irnos si no te sientes cómoda- la miro inquisitivamente esperando su respuesta – No, esta bien- logro balbucear y forzó una sonrisa para tranquilizarla.

Tras la sala se abría un corredor con puertas a un lado y ventanas que daban al exterior, a la noche de la ciudad ajena a lo que ocurría en aquel edificio.

Val abrió una puerta y la invito a entrar, Gloria vio que la gente de la sala entraba también en el corredor y se dirigía a las diferentes puertas, Había todo tipo de gente, un señor de unos sesenta años acompañado de una muchacha que rondaría los veinte, no muy guapa pero con un cuerpo escultural que se reía con agudas carcajadas cada vez que el la tocaba descaradamente el culo, le seguía una pareja muy seria, los dos vestidos impecablemente, como salidos de una noche en la opera, Valeria la atrajo a la estancia y cerro la puerta -Lo fundamental aquí es la discreción- le dijo -Nadie quiere que se sepa lo que aquí se hace- Gloria observo la pequeña habitación, tenia un gran sofá que miraba hacia el espejo que comunicaba con la habitación donde antes había estado, tenia también un armario con diferentes disfraces tanto de hombre como de mujer, y una cajonera con un amplio abanico de juguetes sexuales, una luz se encendió al otro lado del espejo y Carlos entro quitándose la camiseta, tenia un torso musculado sin demasiado volumen pero muy atlético, era un chico muy atractivo Oscar se quedo en el marco de la puerta mordiéndose el labio mientras Carlos llegaba al centro de la estancia y se despojaba del resto de la ropa enseñando el apolíneo cuerpo y dejando a buen seguro a la audiencia impresionada con su viril encanto, se volvió hacia su tímido compañero y lo atrajo hacia donde el se encontraba, le beso en la boca mientras le acariciaba, Oscar le correspondió y a los pocos segundos ya se encontraba sin camiseta también, era un muchacho delgado pero no exento de atractivo tras un rato besándose Carlos le cogio la mano y se la llevo a su miembro viril, este empezaba a dar muestras de que su tamaño actual era muy engañoso, con el masaje que Oscar le proporciono llego a unos buenos  veinticinco centímetros, los ojos se le salían de las orbitas y la boca se le hacia agua.

Carlos le agarro de los hombros y le guío hacia abajo, cuando su cara estuvo a la altura adecuada se agarro el miembro y comenzó a darle suaves golpes en la cara con el, cada vez que intentaba introducírselo en la boca el lo apartaba como en un juego hasta que oscar lo agarro con su mano y comenzó a chuparlo con verdadera ansia.

Se metía y sacaba de la boca aquel inmenso mástil de carne girando la cabeza con el movimiento mientras con su mano acariciaba los testículos, Carlos no le sujetaba, acompañaba su movimiento con el vaivén de sus caderas, parecía que bailaba al ritmo de la mamada y le decía lo bien que lo hacia. Gloria se descubrió tocándose su entrepierna excitadísima, miro hacia Val que la observaba tocándose por encima del pantalón -¿Es muy excitante verdad?- le dijo ella levantándose del sofá donde estaba recostada –Nunca pensé que el sexo entre hombres pudiera ser tan erótico- llego a donde Gloria se encontraba, sus ojos miraban a los erectos pezones que se marcaban bajo la camiseta agarro con su mano un pecho duro pese a su gran tamaño y sus ojos volvieron a cruzarse, las respiraciones eran entrecortadas y profundas a Gloria se le escapo un gemido cuando apretó su pezón, y busco la boca de su amiga con desesperación, el beso fue húmedo y apasionado tras un rato de combatir lengua a lengua Val se separo de ella, comenzó a despojarse de su camiseta al tiempo que los gemidos de Carlos anunciaban un inminente orgasmo, Valeria siguió desnudándose pausadamente,  dejo caer los pantalones y se bajo las braguitas.

Tenia un cuerpo muy hermoso decorado con varios tatuajes, se acerco nuevamente a Gloria que como respuesta se despojo de su camiseta dejando al descubierto sus enormes pechos embutidos en un sujetador de encaje, ella le beso el hombro y bajo lamiendo lentamente con su lengua al tiempo que hábilmente desabrochaba el sujetador que caía al suelo dejando a la vista los grandes pezones rodeados de una inmensa aureola, la boca encontró su premio y pronto entre caricias lametones y mordisquitos Gloria comenzó a gemir.

Carlos tras correrse en la boca de Oscar, que no desperdicio ni una gota de su jugo, comenzó a besarle por todo el cuerpo hasta llegar a su ano donde se había detenido para regocijo de su amante, lamia dejando gran cantidad de saliva mientras con gran habilidad se colocaba un preservativo en su ya otra vez enorme polla, pronto le suplico que le follase, Carlos se coloco en posición y procurando que se viese bien introdujo despacio la enorme verga en el estrecho ano de Oscar que ronroneaba de placer mientras notaba que le llenaba, el movimiento lo inicio el propio Oscar pero pronto la voz cantante era de Carlos que le imprecaba –Puta, como te gusta un buen rabo en el culo- a lo que respondía –Siiiii, soy tu puta, dame fuerte con ese rabazo, lléname de el, fóllame como a una zorra- todo esto lo aderezaba con tremendos cachetes en las nalgas, pronto Oscar se corrió entre gemidos pero Carlos no disminuyo el ritmo –Putita, ya te has corrido, pues todavía te queda un buen rato de polla en tu culo- y comenzó a follarle con envites fuertes y repentinos, la respuesta era unos gemidos sordos mientras con los ojos en blanco se retorcía si lo que sentía era placer o dolor para el que lo viera no había diferencia, volvió a coger ritmo de cabalgada y Oscar desmadejado se dejaba hacer, en su cara una sonrisa y de su boca salían gemidos de placer otra vez Carlos comenzó a gruñir y empujar con mas fuerza y se corrió dentro de el con unos últimos espasmódicos movimientos.

Gloria había conseguido nuevamente juntar la lengua de Val con la suya, sus manos acariciaban la espalda y buscaban sus nalgas prietas y menudas, mientras ella masajeaba su enorme culo al que había despojado de la ropa, se encontraban desnudas cuerpo a cuerpo, sus pezones se encontraban en cada movimiento y con su cadera buscaba frotarse con su pubis.

De pronto Valeria la agarro por el cuello y la arrojo al sofá dejándola boca abajo, le metió la mano entre las piernas y le levanto el culo dejando expuesto su ano y su empapado coñito, enseguida sintió la lengua recorriendo sus labios vaginales mientras le acariciaba las nalgas, su hábil lengua lamia de arriba abajo hasta encontrar el erecto clítoris donde se recreaba un rato antes de volver en dirección al ano donde también enterraba durante un rato la lengua, Gloria se acariciaba los pechos que se desparramaban sobre el sofá y gemía de placer, pronto sintió un orgasmo creciendo, por un momento el mundo dejo de existir y solo estaba su cuerpo y la lengua que tanto placer le estaba dando, perdió la noción de todo el orgasmo fue tan violento que casi pierde el conocimiento.

Cuando se recupero Val aun seguía con la cabeza entre sus piernas su cara estaba brillante por la cantidad de fluidos que le habían salpicado, pero tenia una gran sonrisa en el rostro. Gloria le beso los labios y lamió sus fluidos de la cara de ella con su mano busco la entrepierna de ella que estaba totalmente depilada y consiguió arrancarle un gemido de gusto, en la otra habitación Oscar había conseguido con su boca que Carlos volviera a ponerse a tono y tras ponerle un condón se sentó encima de la erecta verga y cabalgaba ahora a buen ritmo entre gemidos.

La boca de gloria recorrió el camino entre el rostro y la entrepierna de su pareja lamiendo y chupando el atlético cuerpo y pronto su lengua probo el salado sabor de la vagina de su amiga, estaba mojadísima y no le costaba nada introducirla entera, chupaba el clítoris haciendo que se retorciera, una de sus manos le apretaba la cara para que no parara, al tiempo que su lengua se ocupaba del clítoris le introdujo dos dedos en la vagina lo que pareció entusiasmar a Val que le ayudaba moviendo la cadera, de repente Val se encogió, sus músculos se tensaron y con un gran gemido se corrió apretando a Gloria entre sus piernas. 

Oscar gemía ostensiblemente con la gran verga de Carlos clavada en su culo entregado a la vorágine de la sodomía, su cuerpo saltaba sobre la pelvis de su amante anal que apretaba sus dientes para acometer cada embestida, mientras tanto Valeria se había colocado con su depilado coñito entre las piernas de Gloria, y comenzaba un suave vaivén mientras ambas no perdían detalle de lo que sucedía frente a ellas, Oscar saltaba como poseído sobre el mástil de carne que llenaba sus entrañas Carlos solo bufaba intentando aguantar el máximo tiempo posible, un chorro de semen caliente salio disparado de la polla de Oscar, que se entregaba al orgasmo y le salpico el pecho y la cara, le agarro de la cadera y le volteo y ya con el dominio de la situación termino de follarse a su pareja entre rugidos de placer para deleite de los observadores, el ritmo de la polla entrando y saliendo fue en aumento e hizo que Gloria y Val incrementasen el suyo, los labios vaginales de ambas estaban chorreando y se deslizaban con facilidad pronto ambas empezaron a sentir como el placer las inundaba y les sobrevino casi al unísono un orgasmo de proporciones épicas, Carlos saco la polla del culo de Oscar y quitándose el condón expulso una copiosa corrida sobre su rostro desencajado por el placer que se le había proporcionado, su cara quedo llena del espeso liquido blanco y Carlos sacudiéndose la verga, que empezaba a quedarse flácida, miro a cada uno de los espejos con una sonrisa de victoria se dio la vuelta y dejo a su amante tendido en el suelo sin fuerzas para seguirle.

Las luces de las salas se encendieron y los espejos se volvieron opacos, Gloria se arrojo encima de Val y la beso apasionadamente tras un rato ella la aparto suavemente – Tengo que despedir a la gente- dijo recogiendo su ropa y vistiéndose, se quedo observándola mientras se ponía la ropa, memorizando cada una de las curvas que componían su bello cuerpo y tocándose al mismo tiempo su entrepierna resbaladiza y empapada de los fluidos de ambas buscando un nuevo orgasmo. Valeria la observo sonriendo y recreándose en la Venus desnuda que con una mano en su grandioso teta derecha y otra acariciando su hinchado clítoris la tentaba a abandonarse a la lujuria.

Abrió la puerta y salio con cara de arrepentimiento, Gloria se volvió a correr mientras se acariciaba sus pechos de duros pezones hinchados por la excitación que sentía. Al rato se sintió sola y entupida, recogió su ropa y comenzó a vestirse, escucho a alguien entrar y se giro esperando que Val hubiese vuelto para seguir con esa noche de placer desatado, pero quien estaba en el marco de la puerta era Paula, Gloria tenia todavía el torso desnudo, Paula se acerco y le acaricio  un pecho suavemente se detuvo frente a ella, era algo mas alta que Gloria, seguía llevando el minivestido de antes y sus pezones se marcaban bajo el tejido, acerco su rostro y le echo el calido aliento en la cara, movió sus manos recorriendo las voluptuosas formas hasta llegar al culazo embutido ya en los vaqueros, Gloria estaba como paralizada, no sabia que hacer, por una parte había descubierto que el sexo con mujeres era muy satisfactorio para ella, en ese momento sus bragas se encontraban totalmente empapadas y amenazaba con crear una mancha en la entrepierna de sus vaqueros, se desabrocho y se los bajo, una sonrisa de satisfacción se dibujo en el rostro de Paula que seguía acariciándole el cuerpo con su rostro a escasa distancia del suyo, Gloria coloco sus manos en las caderas sobre su vestido y comenzó a subírselo descubriendo el glorioso cuerpo que ya antes le había impresionado, tenia unas nalgas duras y prietas y un abdomen bastante musculazo, estaba sin duda esculpido a base de horas de gimnasio, subió hasta descubrir sus pechos menudos y duros como piedras, desafiaban la ley de la gravedad, deslizo el vestido sobre su cabeza y lo arrojo al suelo, la melena pelirroja cayo sobre sus hombros, sus labios estaban a escasos milímetros de los suyos sentía su aliento en su boca y la tibieza de su cuerpo en el suyo, respiro profundamente y sus pechos se rozaron, ya no pudo aguantar mas y busco con su lengua la boca de ella, sus cuerpos se juntaron y las caricias se hicieron mas violentas, se recorrían el cuerpo con ansia y sus lenguas combatían la una con la otra Paula deslizo su mano al encharcado chocho de Gloria y le introdujo con facilidad dos dedos, solo separaban sus labios para gemir de placer, gloria correspondió la maniobra haciendo lo propio en la también empapada vagina de Paula y tras un rato de caricias y besos se corrieron primero Paula que no bajo el ritmo con su mano y a continuación Gloria tuvo un nuevo orgasmo entre gritos de placer.

Valeria traía ropa limpia para Gloria y se había quedado mirando desde el umbral, se acerco y beso a Gloria primero y a Paula después –Deberíamos hacer esto las tres en alguna ocasión- dijo mientras Paula acariciaba los grandes pechos de Gloria mordiéndose el labio lascivamente - Cuando tu quieras respondió- recogió su vestido y se marcho contoneándose mientras se lo ponía sin dificultad.

Valeria le señalo una ducha que había en una esquina de la estancia y ambas se ducharon, nuevamente las caricias y los besos fueron subiendo el tono y antes de terminar de enjabonarse sus coños eran presa de los dedos y sus cuerpos hambrientos de placer volvieron a ceder ante los orgasmos producidos por las caricias.

Salieron, le tendió la ropa que le había traído, varias braguitas y tangas, un pantalón holgado y una camiseta de tirantes, las braguitas le quedaban pequeñas así que se puso un tanga que apenas le tapaba nada, las camisetas le quedaban también pequeñas ajustándose  a su cuerpo como una segunda piel, en cambio el pantalón le quedaba perfecto, al ser holgado se ajustaba a su gran cadera y luego bajaba suelto hasta sus tobillos donde una goma lo sujetaba, sus pechos amenazaban con desgarrar la camiseta que los levantaba mejor que un sujetador, Val le pidió que esperase un momento y volvió con una camiseta mas grande, seguramente de chico, se la puso sobre la otra y el resultado las dejo satisfechas a ambas – Vamos a terminar la fiesta- dijo y la llevo a la calle, bebieron y fumaron, bailaron y se besaron y con el sol ya alto en el firmamento se despidieron

-¿Vendrás otro día?- le pregunto –Tengo mucho que contarte y hoy no he tenido tiempo- dijo mientras le acariciaba el pecho sobre la ropa

-Ya te llamare- le contesto Gloria –Tengo muchas ganas de saber todo eso que quieres contarme, la beso suavemente en la boca y subió al bus que la llevaría a la casa de sus tíos.