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Yenny mágica aventura

en MicroRelatos

Se que a todos nos han rompido (roto para los lectores fuera de La Laguna) el corazón alguna vez ó mínimo se han llevado una decepción amorosa de vez en cuando. Llevo semanas sin contratar ni acudir a salas desde el escándalo de la última reseña. Solo la bella e inteligente Yenny tiene el toque mágico para aparecerse y ponerme de buen humor. Intentamos vernos pero como siempre mi ir y venir por diferentes ciudades no me dejan el tiempo que se necesita ni para visitar a los amigos o estar con la familia. Finalmente le pude confirmar para una tarde de viernes, amenazo que si quería complacerla al menos deberíamos permanecer encerrados 3 horas. Al fin! Una atleta sexual. Tenia ya pensado el lugar donde nos íbamos a quedar solitos. Pero hubo un pequeño cambio de planes, tendría que ser un lugar que a ella le quedara más cerca, así que me dirigí a un mall que se encuentra en alguna de las ciudades hermanas laguneras en una colonia muy concurrida cerca del periférico. Tenía planeadas tantas cosas, que se disfrazara de catwoman, corretearla por toda la habitación con el cinto, una pelea de almohadazos. Pensaba y pensaba mientras el taxi me acercaba a mi destino le mande un mensaje, me estaba esperando ya. Finalmente llegue. Le mande otro mensaje avisándole que estaba en el estacionamiento -Deja le camino para allá- me aviso. La reconocí de inmediato, esa apariencia de top model de las que no puedes dejar de mirar, alcanzaba el metro ochenta con tacones, pelo negro al hombro bien peinadito, una carita preciosa como de las que se denuncian para Nuestra Belleza. Jajajaja paso a mi lado, soy tan x, ni siquiera se dio cuenta. Maliciosamente la seguí unos metros para contemplar como se menaba, con un sexy compás, le llame una vez en voz normal, pero el barullo cotidiano no la dejo escucharme. Finalmente me pude acercar pues se había detenido para checar por dónde andaría yo. Ahí le aborde. -Hola, soy tan x que ni me viste Jenny.- -Hola, como estas?- Me dijo. -¿A dónde vamos?, ya no conozco bien por aquí. -Un taxi nos llevará, no es lejos-. Recuerdan cuando en las telenovelas graban en locaciones en vivo con gente real, toda la gente mirando a los actores mientras se mueven, pues algo así sentí, un don nadie como yo con semejante belleza es poco creíble. Le abrí la puerta del taxi y en cosa de 3 minutos ya estábamos ingresando al lugar. Le ayude a bajar del taxi, pague transporte, pague hospedaje por una curiosa ventanilla, subimos escaleras, sus enormes squats quedaron cerca de mi cara, intente morderlas pero como adivinando mis intenciones, camino más aprisa para abrir la puerta. -De verdad que es muy difícil permanecer tranquilo ante semejante mujer tan hermosa- le dije. Ella me miraba, la sentí un poco tímida aunque el nervioso era mas bien yo que ojos, que boca, las manitas. No podia dejar de mirarla. -Apagaré la luz- le dije. -Esta bien, voy a cambiarme, no veas eh-. Me dijo. Espere unos minutos, escuche sus pasos acercándose. Aun con las luces apagadas se veía imponente, los poderosos muslos, su manera de mirarme tan coqueta, esos ojazos. Se sentó en la mesita de centro, frente a mi, me acerque, le tome las manos para colocarlas en mis hombros y la bese. Un beso profundo, apasionado, de pronto una sensación más fuerte, estaba mordiéndome el labio inferior, el hechizo, la magia comenzó. -La última vez que alguien me mordió...- La ahorcaste- Me dijo. -No- Conteste. -Me case con ella- Reimos mientras continuaba recorriendo su cuerpo con mis manos, deje que se entendieran, desabroche el bra, bese su cuello y entre sus pechos, cálidos, suaves, pase mi boca por sus pezones. -Vamos a la cama, para que estes cómoda, dejamos el bra en la mesita. De pie a la orilla de la cama la abrace para volver a besarla... -Un detalle, no compre condones- Los pedí a la amable recepcionista. Proseguimos, le dije siéntate, voy a quitarte los zapatos-. Le quite ambos se incorporo, ahora si frente a frente, ya no quedo su cara arriba de mi. Tocaba, su cuerpo, sus nalgotas, por encima de su tanga, estaba ya muy caliente. Tire de la prenda hacia abajo, -Voy hacía el sur- Le dije, baje besando su pecho, ombligo, una pasada leve en su pubis mientras levantaba una pierna y luego otra para sacar la fina lencería. La lance hacía un buró, regrese a su depilada vagina y muslos. -Ven acuéstate-. Subió a la cama. -Joven aquí están sus condones- Dijo una voz, por otro artefacto giratorio, los tome y deje el dinero. Regrese para desnudarme, y subir a la cama para volver a besarla, volvió a morder mi labio, eso hace que se me pare la verga, se pone bien dura. Bese sus ricos pechos, y de nuevo al sur esta vez atacando completamente su panochita, buscando complacerla. De vez en cuando miraba su cara, pasaba la lengua por sus labios, saboreándose, disfrutando mi tratamiento. La acomode al borde de la cama, ahora mis lengüeteadas se volvieron furiosas frenéticas, meti mi lengua en su vagina comenzo a reírse le daba cosquillas, la segui metiendo, para escucharla reir. La sentí flojita y soltó un gran suspiro. Me subí a la cama con el miembro ya dispuesto, al buen entendedor pocas palabras dicen...

-Ay no eso que Tony!- -Mejor escribo yo, hombres, no son detallistas- Le quite el celular para continuar la historia -Si soy yo Yenny-. Tony subió a la cama, se recosto boca arriba, su miembro erguido esperaba que le hiciera los honores. Me acomode a su lado como gatita que va a tomar leche, pase mi lengua alrededor de la cabeza abri mi boca en forma de circulo para comerme la parte de arriba, baje casi hasta el tope y subi a la cabeza de nuevo. Ay! Senti su fuerte mano nalgueandome una vez. Cuando lo hacia de nuevo me dijo -Esa no valio, fue muy suave- Zas! Me encantan unas buenas nalgadas. Al frente de mi había un espejo, podia verme a mi misma aplicando el oral, su piernas temblaban y su respiración cada vez más y más fuerte. Cuando sentí unas pequeñas contracciones en su glande, supuse que lo terminaría en ese momento. Pero me dijo -Deja me pongo el condón no te muevas-. Sentí sus piernas alrededor de las mías, luego su peso sobre mi cuerpo. Paré las nalgas, esperando ser penetrada. De un sólo golpe la dejo ir, tomaba mi cintura para agarrar más vuelo, se recostaba sobre mi, su aliento en mi nuca, besaba mis hombros que sensaciones tan ricas. Mi vagina se inundaba en jugos. Tome su mano -Mira toca, como me pones- Pase su mano por abajo de mi cuerpo hasta que toco mi puchita, el no paraba de penetrarme. -De verdad, asi te puse yo. Estas bien mojada- Me dijo. Esa sensación de estar sometido bajo su control, me hacia sentir más deseada. Estuvo besando mi espalda, mis hombros, su mano izquierda busco la mía para tomarla, apoyando el momento. Ese momento fue suficiente para venirme. -Ven siéntate aquí en la orilla de la cama- Le dije. Puse una almohada en el piso para colocarme sobre de ella asi de rodillas. Esta vez no se me iba a escapar. -Quieres lechita?- me pregunto. Le dije -Si, eso quiero.- Pase mi lengua a lo largo del palo desde la base hasta la cabeza. Mi lengua en su cabezota se movía haciendo círculos, luego comencé a meterla hasta tocar mi garganta, antes de ahogarme, la sacaba y de nuevo hasta lo más profundo de mi garganta. -Aghh, aghh- casi me ahogo esta vez, me empujo la cabeza con su mano. -Déjame ayudarte como en las pelis porno- Me dijo. Tomo su verga y comenzó a pajearse sin alejarla de mi boca. -Ya Yenny!, tómalos- Sus líquidos brotaban, los frene con mis labios pero quería probarlos, abrí mi boca, algunos chorros me pegaron adentro. Con mi lengua saboree los que se iban escurriendo mientras su verga continuaba disparando. -Que rica demostración.- Me dijo. El tiempo se fue volando. Hasta la próxima vez, se despide de ustedes Yenny Rodríguez.