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Invitado en casa (Parte 3)

en Bisexuales

Al día siguiente yo me levanté más temprano y me fui al trabajo. Mi mujer me llamó y me contó que Antonio se había sentido un poco cortado pero que había disfrutado muchísimo. Había quedado en que tendríamos más encuentros así mientras que estuviera en casa. Me encantó la idea.

Volví a casa tras el trabajo y estaba solo mi mujer.

¿Y Antonio? pregunté.

Ahora viene, se ha quedado una hora más para estar con un profesor de diversificación.

Ah, bien.

Escúchame mi mujer se puso interesante―. Cuando llegue le haré creer que estamos solos y que tú comes fuera hoy. Te vas a esconder en el cuarto de la niña y no vas a hacer ningún ruido. Me lo llevaré al dormitorio para hacerle la mamada del día. He colocado la cámara en el dormitorio para grabarlo todo. Le voy a tapar los ojos con un pañuelo que está en el cuarto de la niña, así abriré la puerta. Tú espera a que yo te dé la señal y vienes. Serás tú quien se la chupe hoy.

¿Y él creerá que has sido tú?

Claro, luego le enseñaremos el vídeo.

Notará la diferencia, yo nunca me he comido una polla y tú lo haces genial.

Espera que te enseño.

Mi mujer se lanzó hacia mí y me quitó los pantalones, dejando mi polla morcillona al aire. Empezó a explicarme cómo tenía que hacerlo. Era una gran profesora, sin duda. Como explicara matemáticas tan bien como lo hacía esto sería la mejor. Me corrí y ya casi era la hora de que llegara Antonio. Me duché rápido y me puse colonia de mi mujer para que en eso no encontrara diferencia. Nada más entrar en el cuarto y cerrar la puerta llegó Antonio.

Hola Antonio.

Hola Carmen ¿y Juan?

No come aquí hoy, viene después a la tarde, hoy tiene trabajo acumulado y come cerca de la oficina, así que tenemos la casa para nosotros solos mi mujer quería poner cachondo a nuestro invitado.

Llevo toda la mañana deseando que llegara este momento.

Pues disfruta, cariño se besaron―. Ven, vamos a mi habitación, es más cómodo.

Entraron en la habitación esta parte la narro del vídeo grabadoy ella lazó a Antonio a la cama y ella se lanzó encima para besarlo.

Desnúdame le pidió mi mujer.

Antonio le sacó la camisa que llevaba y se tiró a su pechos, aún dentro del sostén. Le quitó el sujetador y se maravilló con los pechos grandes y aún firmes de Carmen. Bajó y le quitó el pantalón dejando al aire unos culottes negros que a mí me ponen muchísimo. Le sobó el culo y el coño. Le quitó el culotte y dejó a mi mujer entera desnuda ante sí.

Mi mujer ahora se fue a por él. Le quitó los zapatos y los calcetines y le besó los pies, algo que a mí me encantaba y que, al parecer, a Antonio también. Le quitó los pantalones y la camisa y le besó el cuello y los pezones antes de pararse en su entrepierna. Le sacó el slip poco a poco y dejó al descubierto su polla completamente dura. La besó y le dio la vuelta, para verle su hermoso culo. Lo mordió.

Espera que vamos a jugar un poco, no tardo.

Mi mujer salió y fue al cuarto de mi hija donde estaba yo esperándola. Cogió unas telas y salió. Volvió al cuarto, en donde Antonio no se había movido.

¿Dónde fuiste?

Ahora toca jugarLo acostó en la cama y le amarró los dos brazos al cabecero y los pies a la parte contraria. Quedó inmóvil Esto no queda así, me encanta que te sorprenda todo.

Mi mujer le tapó los ojos con una tela negra más gruesa para que no viera nada. Carmen se levantó y miró a su presa.

Ahora me toca a mí hacerte disfrutar.

Esa era la señal. Salí del cuarto de mi hija sin hacer ruido y entré en mi habitación. Me empalmé nada más ver a Antonio. Lo tenía para hacerle lo que quisiera así que primero le di un beso en la punta de su polla que apuntaba al techo. Su sabor me agradó muchísimo pero mi mujer, por gestos, me dijo que esperara y que le chupara los pies. Bajé y pasé mi lengua por el dedo gordo de su pie izquierdo. Sin duda le gustó. Pasé mi lengua por aquellos pies, entre los dedos, en la planta, lamiendo los dedos como si fueran pollas. Antonio disfrutaba de lo lindo y cada vez tenía más líquido preseminal en su glande.

Llegó el momento de ir a por su polla. Sin pensarlo me la metí entera en la boca y Antonio disfrutó como un enano. Le chupaba la punta para después bajar por su tronco con mi lengua. Le comía los huevos y me volvía a introducir su miembro todo lo que podía. Seguía a rajatabla los consejos de mi mujer.

No puedo más, quiero follarte dijo Antonio.

Primero te corres y después echamos un polvo dijo mi mujer.

Me voy a correr en breve como sigas así, cariño pues venga, espero ansiosa mi ración de leche joven y fresca.

Antonio se puso a mil y volví a mamar esta vez acompañándome de la mano. Lo pajeaba sin dejar de comerle la cabeza hasta que sentí que se estremecía y me llenó la boca con su leche. Aguanté una arcada pero pronto me encantó ese sabor. Me la tragué entera.

Cuando acabó de echar leche me fui de la habitación y mi mujer desató a Antonio que, sin pensárselo dos veces, se la folló con pasión. Desde la habitación de mi hija notaba sus gemidos y que Antonio se corrió rápidamente, aunque decidió darle un buen cunilingus a mi mujer. Terminaron y se fueron a duchar, primero mi mujer y luego Antonio.

Cuando salió éste de la ducha hice como el que llegaba y me recibieron como si nada hubiera pasado. Estaba deseando ver el vídeo.

Continuará...