Mientras sonaba música lenta, tras de ese largo y pausado beso, empezamos a bailar muy despacito agarrados mientras apoyaba la cabeza sobre su pecho, dejándonos llevar mientras su mano sobaba mi culo. Tan lanzada como había conseguido estar cuando él llegó ahora estaba hecha un flan y sin saber bien que es lo que quería hacer ahora.
En ese momento acariciando mi brazo me cogió la copa y se fue al armario a renovar la copa y el hielo mientras yo me sentaba en el sofá. Desdé el sofá le veía y me sorprendía a mí misma la cara de tonta que se me ponía mientras le miraba como me atendía. Tiene ya los 50 y se mantiene fuerte, sexi, y su modo de hablar es claro y pausado. Entonces apenas sabía nada de su vida privada, y la verdad es que no me importaba.
En ese momento me acercó la copa, acariciando mi cara y sentándose a mi lado mientras me abrazaba.
En ese momento hizo una pausa para beber un trago que yo aproveche para sentarme sobre sus rodillas, quiso seguir hablando y le puse el dedo en los labios mientras me acerque para besarle la boca. Nos quedamos así un rato y él sonriendo me dijo… parece que aceptas mientras yo en su oído le susurre que sólo quería que me hiciera suya y que contara conmigo para todo lo que le hiciera falta.
En ese momento me empezó a besar el cuello mientras me sobaba el culo bajo mi falda, y yo movía ligeramente mis caderas frotándome contra él. Su pene estaba duro y me encantaba notarlo contra mí. El decidió levantarme y apoyarme contra la pared mientras me abrazaba por detrás y apretaba contra él. Me subió la falda y me desabrochó los corchetes del bodi y bajo lentamente para lamerme el culo jugar con su lengua en el… yo estaba casi paralizada no sabía que hacer hacer mientras genia…
Se desabrochó sus pantalones y me dijo, nena ya es hora de hacerte mía. Desde ahora esto será lo que probarás y lo quiero sólo para mí. Yo me encargaré de él de alimentarlo, de educarlo y de mimarlo.
Lentamente fue acercando su pene y yo notaba como se apoyaba sobre mí, cuando estuvo perfectamente alineado a ni ano me susurró al oído que abriera mis muslos. Así lo hice y noté como empujaba mientras mi esfínter se intentaba resistir. Entró y noté rápidamente un escozor y dolor que me hizo gritar, pero rápidamente él se paró me dijo que me relajara, que lo disfrutara y cuando notó menos resistencia siguió empujando… si remediarlo alguna lágrima salió de mis ojos, él quiso para y yo le dije que su princesa no podía ser tan estrecha que siguiera, me educara y rápidamente empecé a notar como sus huevos golpeaban en mi culo mientras mi grito se convertía en gemidos y el mayor placer se acumulaba en mi interior, deseando que nunca acabara.
Al poco tiempo noté como su pene empezó a convulsionar y me rellenaba por dentro como si fuera una fuete. El rápidamente salido y me metió un plug que saco de su chaqueta. Nena, me dijo, hoy dormirás con el puesto y mañana hablamos. En ese momento me agache y le limpié el pene quería quedarme con ese rico sabor en mi boca.
Le despedí en la puerta, dándole las gracias, sintiendo no haber estado a la altura que él se merecía. No te preocupes, me dijo, así podré moldearte y hacerte totalmente mía, sin vicios. Me dio un beso limpio, me pellizcó el pezón y se fue.
Ya eran la 1 de la mañana, yo estaba… agotado?, agotada? , me dolía el culo y tenía, necesitaba, descansar y pensar aunque quizás pensar no fuera lo que más necesitaba.