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El día de natación

en Sadomaso

El día de natación.

Jorge era un chico que sufría el acoso de algunos de sus compañeros. Era un chico tímido y con pocas amistades y su principal hobbie eran los videojuegos. Una de las salidas que su instituto cada año organizaba era pasar el día en un gran centro deportivo, fútbol, natación o equilibrio eran algunos de los ejercicios que los chavales del centro tendrían que ir practicando.

Adrián era uno de los chicos más populares del instituto y uno de los que más se metía con Jorge, metiéndole la cabeza en los lavabos, tirándoles los libros o simplemente insultándole llamándoles friki o mariquita.

Jorge se encontraba solo en el vestuario, aprovecho el momento para relajarse, pero en ese momento entró Adrián para cambiarse.

Jorge no podía apartar la mirada del atlético cuerpo de Adrián. Un torso fuerte, un abdomen bien definido y un culazo. Adrián en ese momento se dio cuenta de que el joven estaba embobado contemplando su poderoso cuerpo. El joven increpó a Jorge y lo cogió rápidamente del cuello, en ese momento acercó la cabeza de Jorge a su miembro viril, Adrián pasaba su polla por la cara de Jorge sin que Jorge pusiese hacer nada por el miedo, pero justo en ese momento se percató del tamaño de sus huevos. Eran grandes y colgaban pesados, era la ocasión perfecta para librarse de las mofas de su agresor. Con ganas Jorge aferró los grandes huevos de Adrián, su cara cambió radicalmente mientras el chico oprimía sus pelotas cada vez con más ganas. El rostro de Adrián estaba blanco y la fuerza que ejercía sobre el cuello de su compañero bajo casi por completo, la fuerza del chico se desvanecía y ahora solo podría rogar por que le soltase los huevos. Adrián intentaba quitar las manos de su compañero cogiéndole de las muñecas pero lo único que conseguía era que tirase más y le retorciese más si cabe las gónadas.

En un momento, Jorge soltó las aferradas bolas de Adrián pero lo que no esperaba era el puñetazo que le propinó en el rostro lo que hizo que fuese directamente al suelo.  La ira de Jorge era enorme solo quería verlo sufrir y si era necesario iba a reventarle los huevos. El chico lo cogió de los tobillos y se los alzó para después con fuerza chocar su desnudo pie sobre los desprotegidos huevos. Fueron 3, 4 y hasta 5 las ocasiones en las que Jorge pateó de forma brutal los cojones de su agresor. Con la mano cogió la base del escroto aplastando al máximo los testículos y mientras con el puño le iba lanzando devastadores puñetazos.

Adrián pataleaba gritaba y lloraba al mismo tiempo, era una tortura la que estaba sufriendo, sus pelotas se estaban hinchando mucho y Jorge disfrutaba de la escena. Una de las últimas patadas de Jorge le propinó choco brutalmente contra sus huevos aplastándolos entre su pie y su pelvis.

Pocos minutos después todo el resto de compañeros se encontró a Adrián en el suelo inconsciente y con los huevos morados.

La venganza de Jorge, había dejado a Adrián por unos largos días en el hospital, afortunadamente para él no había perdido sus preciadas bolas.

Poco se sabe de la verdad de lo que sucedió puesto que Adrián lo único que se animaba a decir y con vergüenza era que se había golpeado,