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Los ex de Carlota (primera parte)

en Sadomaso

Os voy a contar la historia de cómo me divertí con los ex de mi mejor amiga Carlota.

Mi nombre es Juan y Carlota es mi mejor amiga desde bien empezada la primaria.

Durante la etapa de la adolescencia, mi mejor amiga ha estado saliendo con 3 chicos de los cuales me obsesioné hasta el punto de correrme a chorros pensando en ellos. Pensaba en ellos, en sus pollas y en sus huevos, en sus tamaños en su textura y la carga que tendrían.

Eran 3 chicos completamente distintos entre si con sus virtudes y sus defectos.

Con quien más tiempo compartí, fue con Javier. Era sin duda el chico más guapo de los 3, rubio, ojos claros como el mar y un cuerpo fibrado. Pero sin duda lo que más me llamaba la atención de este chico era la forma de V que poseía en su cuerpo y bajaba justo hacía sus atributos masculinos.

Jose por su parte, era el chico que menos llamaba la atención físicamente, era el más bajito, moreno y de ojos marrón oscuro. También era el más velludo de los tres pero su cuerpo era bonito y tenía el mejor trasero. Sus pantalones le quedaban siempre ceñidos y dejaba ver a la perfección el potencial de su culo.

Por último Jaime, que era el chico más musculado de los tres y el más alto. Jaime tenía unos abdominales de escándalo y en pecho fuerte y bien trabajado, sin duda su estado físico lo hacia fácilmente atractivo, pero además se intuía un bulto de grandes proporciones… un gran paquete que no pasaba desapercibido para nadie.

Estos eran los tres chicos que tenía contantemente en mi cabeza y pensando en cómo serían esas pollas y las pelotas de esos hombres.

En ocasiones mi imaginación disfrutaba pensando en cómo Carlota les mamaba las pollas o incluso como se la follaban, pero con lo que mi mente y mis corridas disfrutaban más era pensar en cómo Carlota les agarraba sin compasión los cojones de todos ellos... 3 pares de huevos bien cargados y pesados.

En una ocasión pude ver en pleno directo como Javier se golpeaba las pelotas justo delante de mis ojos practicando con el skate. Haciendo uno de sus movimientos el patinete incrustó justo entre sus piernas dejando parte de su escroto bien aplastado por la punta del skate. Javier se retorcía en el suelo sobando sus cojones prácticamente si poder aliviar el dolor que le producía aquel golpe. Mi erección era tremenda entonces y no sabía cómo disimularla ya. Tardaron varios minutos hasta que Javier se levantó del suelo, sus manos no paraban de masajear sus adoloridos huevos y ya poco a poco el dolor fue disminuyendo. Fue un momento mágico para mi... ver a uno de los ex de mi amiga siendo golpeado en sus testículos. En mi casa ya por la noche tuve varias corridas recordando lo sucedido aquella tarde con los cocos de Javier.

En otra ocasión mantuve una conversación con Jose en la que me envalentoné a preguntarle si en alguna ocasión había sido golpeados en sus joyas reales. Jose me contó un par de historias en las que practicando fútbol había sido golpeado en dicha zona y en cómo habían tenido que incluso operarle por un balonazo recibido. Mientras Jose me narraba su relato no dejaba de pajearme y mientras mi imaginación se centraba en ese campo de futbol y en como los huevos de Jose eran aplastados por el balón. Me lo imaginaba retorciéndose de dolor agarrando sus pelotas y revolcándose por el campo.

De quien menos sabia y menos relación tenía era con Jaime. Era un chico un poco radical además de independentista y en su tónica diaria siempre estaba el meterse con alguien. En mis pensamientos estaba todo el día la idea de plantarle yo mismo el puño entre sus piernas cuando hacia algún comentario despectivo sobre algunas personas. Sin duda era el chico más fuerte de los tres y a su vez el que más bulto se le marcaba. Sin duda alguna Jaime tenía que tener una polla descomunal acompañada de unos huevos gordos y pesados.

Por casualidad, en una tarde de verano que había quedado con blanca me contó que habían estado ella y Jaime en la piscina, ya solo de  imaginármelo en la piscina con el bañador marcando paquete hacía que mi polla estuviese bien dura mientras me contaba.

Lo que no me esperaba era saber que durante esa misma mañana Jaime haciendo alarde de sus habilidades e intentando saltar la piscina se había dado de lleno con el canto de la piscina en sus huevos. Si ya tenía la polla dura, ahora ya me estallaba. El simple hecho de imaginármelo golpeándose y después revolcarse en el césped me tenía muy caliente.

De los tres ya tenía algún relato proveniente de cómo se habían dado en su hombría pero aún así necesitaba más.

Las tres relaciones de Carlota fracasaron y acabe perdiendo el contacto con dos de ellos, pero lo que estaba en mi mente no podía dejarlo pasar por alto... deseaba tanto tenerlos frente a mi desnudos que idee el mejor plan de toda mi vida.