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Mi exnovia duerme con su novio y follamos

en Hetero: Infidelidad

El fin de semana pasado fuimos a pasarlo a una caballa en el bosque mi grupo de amigos, entre ellos estaba Silvia, mi ex novia. Hacía casi tres meses que habíamos cortado y en ese tiempo ella se había echado novio, Ernesto, un buen muchacho pero en mi opinión era un calzonazos y no era digno de meter la polla donde la había metido yo.

El fin de semana fue cojonudo y nos lo pasamos muy bien, el viernes de copas hasta altas horas de la noche los pocos que fuimos el viernes y el sábado cuando vinieron el resto de gente, entre ellos mi ex novia y su novio,  hicimos una barbacoa en el jardín junto a la piscina, y asamos salchichas y hamburguesas, bebimos varias cajas de botellines de cerveza … bueno para mas contaros alcohol, risas alguna que otra vomitona, promesas de eterna amistad y de más cosas, en todo el día no paramos Silvia y yo de echarnos miradas, marcándonos el uno al otro.

A la hora de dormir nos desperdigados por las diferentes habitaciones. Las tres parejas que había cogieron cada una  habitación de las cuatro que había, en la cuarta habitación donde había varias literas se quedaron Gongo (Gonzalo), Flipe (Felipe), Nacho y Fernando, Alejandro y yo nos quedamos en el salón con nuestros sacos de dormir.

A mitad de la noche me levanté para mear y a la vuelta vi que Alejandro estaba dormido roncando como de costumbre, vi entreabierta la puerta de la habitación de Silvia y con un dedo la terminé de abrir. En la habitación la persiana estaba levantada y podía ver que había dos camas de 90. Ernesto estaba en una durmiendo vestido y en otra estaba Silvia. No me lo pensé mucho y entré en la habitación sin hacer ruido, me puse en medio de las dos camas junto a Silvia. Observé que Ernesto estaba totalmente dormido y que Silvia también. Di la vuelta a la cama de Silvia y le empecé a quitar la sábana con mucho cuidado y vi como llevaba ese pijama rosa con pantalón corto y camiseta de tirantas que tanto me gustaba, la empecé a oler, me encantaba como olía y no solo por la colonia sino su piel. Miré a Ernesto que seguí dormido y comencé a darle besos en el cuello a Silvia, tardó poco en despertarse y tras echarme una mirada miró a Ernesto que estaba dormido profundamente. Puse mi mano en su boca para que no hiciera ruido, ella estaba asombrada por mi osadía y no dijo nada.

Puse mi dedo en la boca para que no dijera nada, ella asintió con la cabeza. Me había entendido. Mi mano seguía tapándole la boca cuando mi otra mano empezó a acariciar su cuello y su pecho por encima del pijama, ella intentaba taparse pero no quería hacer ruido para no despertar a su novio.

-           Ummm Silvia como he echado de menos estos pechos - le dije susurrándole, esto hizo que parara de moverse y le quité la mano de la boca.

-           Eres feliz con él, él te satisface - ella miró a Ernesto que se había movido y luego negó con la cabeza.

-           Déjame que te haga disfrutar como antes - le dije mientras que acariciaba con mi mano sus pechos, bajando por su barriga y llegando finalmente a su coñito.

Yo le bajaba la camiseta mientras ella miraba a su novio.

-           Déjame ver esos pechos que tanto me gustan - le dije mientras que le bajaba una de las tirantas del pijama y dejaba ver su pezón, la tía no llevaba sujetador como cuando dormíamos juntos, besé su pezón repetidas veces, mi mano derecha se posó sobre su pantalón de pijama y mis dedos hurgaron hasta llegar a su coñito el cual comenzó a rascar. Mi boca estaba ocupada con sus pechos había pasado del derecho al izquierdo y ella aparte de disfrutar miraba que su novio seguía dormido. Tiré de su pantalón de pijama y de sus bragas dejando su chochito al aire para que mis dedos pudieran entrar en tal coño con más facilidad. De repente su novio se movió y nos quedamos parados pero su movimiento fue para ponerse mirando a la pared y darnos la espalda.

Me tumbe en la cama e hice que ella se pusiera encima mío, se quitó la camiseta  y seguí mamando sus pechos que siempre me habían vuelto locos, ella respiraba fuerte sufriendo mis besos y mamadas en sus pechos y de repente estalló. Comenzó a besarme la boca, como lo habíamos hecho antes como si esos tres meses que habíamos estado separados hubiera sido solo unas horas.

Silvia sacó mi polla de mis calzoncillos y la acomodó en la entrada de su coño, mi polla estaba lista para entrar en su coño y así lo hizo.

Silvia cabalgaba sobre mi polla haciendo el menor ruido posible para que su novio no se despertar y aunque cimbreaba la cama no hacía que saliera de su sueño, yo mientras chupaba sus pechos y con mis manos agarraba su trasero todo ellos conteniendo la respiración para que Ernesto no se despertara. Silvia siempre fue una bestia en la cama y a veces cuando follábamos se volvía mas bruta y en esta ocasión tras un tiempo cabalgando en mi polla la cama comenzó a cimbrear más casi chirriaba el cabecera contra la pared. Corríamos peligro de que Ernesto se despertara así que hice que parara, me quité los calzoncillos  y la puse bajo mi cuerpo, con las piernas abiertas y mientras le metía la polla en su coño otra vez agarraba el cabecero de la cama para que no hiciera ruido, y empecé a embestirla cada vez con más violencia como le gustaba a ella llegando en poco minutos a correrse de placer y al poco tiempo me corrí dentro de ella rebosando su coño con mi semen.

Saqué mi polla de su coño, me levanté de la cama y cuando estaba buscando mis calzoncillos ella se incorporó y comenzó a mamarme la polla aún con semen y flujos vaginales de ella. Ella me limpiaba la polla mientras yo miraba como dormía su novio como un bendito bebe sin ser consciente de lo guarra que era su novia. Cuando terminó de limpiarme la polla le di un pico y dejé la habitación de la parejita.

Hasta la fecha ella sigue con su novio y no hemos vuelto follar hay que decir que somos unos desastres a la hora de llevar un noviazgo pero follamos de escándalo, no dudo que lo volvamos a hacer en otra ocasión.