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En la carretera

en Sexo con maduros

Hace algunos días, mi hombre tenía que ir a otra ciudad por cuestiones de trabajo, me invitó y así podíamos pasar tiempo juntos y quien sabe que más podría llegara suceder.

Una noche antes, comencé arreglar lo que llevaría puesto, pensando en todas las posibilidades que tendría, opté por un vestido un poco holgado pero que marcara la silueta de mi cuerpo, solamente pensaba todas lo que se podría hacer durante el recorrido.

En el camino de ida íbamos hablando de todo y nada, una conversación casual sobre la vida de cada quien, sobre nosotros, sobre la familia, de vez en cuando una que otra broma y un comentario inadecuado que ponía tensión pero que no duraba más de unos minutos, ya que uno de los dos comentaba cualquier cosa.

No sé, cada momento que pasaba con el en la carretera, me hacía sentir algo, un cosquilleo en mi interior, de vez en cuando ponía su mano sobre mi pierna y la empezaba a recorrer desde la rodilla hasta el fondo de mi ser, sentía un nerviosismo como si fuera la primera vez, si en algún momento no hacía caso a su mano, con un leve movimiento de su dedo sobre la mía se producían mariposas en el estomago, sensaciones inesperadas por momentos casuales.

De vez en cuando me gusta comportarme como una niña, haciendo bromas tontas como si no supiera que estuviera haciendo, íbamos hablando de un tema casual el cual no recuerdo pero lo que si recuerdo es que mi mano estaba sobre su cabello haciéndole piojito, mi mano comenzó a deslizarse lentamente hacía abajo hasta llegar a su verga. Yo con una cara de niña traviesa, notaba como su verga se iba poniendo cada vez más dura y veía su cara de excitación, dándole ganas de que en ese momento me la comiera toda. Otra de las cosas que me han gustado hacerle, es comer de una manera provocativa, en este caso, un plátano, metía y sacaba el plátano de mi boca como… creo que no tengo que explicar como lo estaba haciendo; con cada mordida existía una cara de satisfacción, de provocación y sin dejar de quitar mi mano sobre su verga, notaba cual era su reacción.

Inesperadamente decidió detenerse por un momento, se bajo del coche se dirigió hacia mi puerta, la abrió, me quitó el cinturón de seguridad, me tomo de la mano y me bajo del coche, simplemente me abrazo, me dio un beso apasionado, me dijo al oído -buenos días! Te amo-

sin esperar ese momento mi corazón se derritió en mil pedazos, me volvió abrazar pero quise llevar el momento un poco más allá, ya que note como su verga estaba un poco parada, comencé a desabrocharle el pantalón y discretamente metí mi mano tomando su verga y la comencé a mover, me recargue un poco en el asiento del coche y comencé a mamarle la verga, inmediatamente se le puso dura, saque sus huevos y comencé a succionarlos mientras seguía jalándole la verga, levanté mi mirada y lo vi sorprendido por lo que estaba pasando, la excitación era demasiada, estar en medio de la nada y mamándole la verga, comiéndomela toda, disfrutando de lo que se hacía que no tardo mucho en venirse en mi boca, después de terminar y de haberme comido su semen le limpie la verga con mi boca para que no quedara rastro alguno de lo sucedido, se acomodo la ropa y acto seguido me ayudo a subirme al auto, cerró la puerta y volvimos a retomar el camino.

Llegamos al lugar a donde se pretendía llegar, hizo su trabajo, fuimos por algo de comer, nos perdimos en la ciudad, pasamos hacer una que otra compra y se optó por regresar a nuestra ciudad.

Ya entrando nuevamente a carretera le pedí de favor que hiciera una parada técnica en el baño, entré y salí sin tardarme más de unos minutos, no se comentó nada de lo que había sucedido en el baño hasta que ya de regreso en nuestro camino, puso nuevamente su mano sobre mi pierna, comenzó a subir sutilmente, fui abriendo poco a poco mis piernas, llegando hasta el fondo de mi ser, en ese momento se percató que mi tanga había desaparecido y que se encontraba con una situación muy húmeda, metió su mano y comenzó a masturbarme

 

- Dios! Como puede ser posible que hayas hecho eso, esta tan húmedo

- Quiero que me hagas terminar cuantas veces sea necesario en el camino

- Oye y tu…

A su sorpresa cuando toco mis tetas se dio cuenta de que ya no tenía brassier, mis pezones en ese momento se pusieron duros y se notaba claramente a través del vestido.

- Y bien, lo harás?

Metió sus dedos a mi boca y comencé a chuparlos, acto seguido tenía sus dedos en mi pucha

Para llegar al primer orgasmo hubo un poco de cohibición, pensando en que los otros coches pudieran ver lo que estaban haciendo conmigo y que yo estaba casi desnuda, aún así la satisfacción que estaba sintiendo era tremenda, sentía el latir de mi corazón y mi pucha tan caliente que me hubiera encantado pedirle que en ese momento cogiéramos, no se ni como pero lo hubiéramos hecho.

Nunca había sentido un orgasmo tan extenso y que me dejara en puntos suspensivos.

Yo con las piernas sobre el tablero y el vestido lo más arriba posible y las tetas de fuera seguía tocándome, me sentía en el éxtasis, la gente que pasaba a lado de nosotros podía llegar a notar lo que estaban haciendo, de vez en cuando le pedía que se emparejara con algún tráiler para que pudieran ver lo que sucedía en nuestro coche, una que otra persona pitaba como si nos dijeran que ya nos habían visto, yo seguía mojándome cada vez más, sentía como su mano se resbalaba con tanta facilidad, le quise ayudar con lo húmedo que lo tome de la mano y lleve sus dedos a mi boca para limpiárselos y probar un poco de sabor.

-No sabía que tan puta eras hasta hoy, te encanta exhibirte

-Aún así soy solo tu putita, tu perra, los demás solo se imaginan pero tu me tienes

Volvió a introducir sus dedos como si me estuviera cogiendo, mientras tanto yo tocaba mi clítoris y jalaba mis pezones, termine por segunda ocasión.

-Quiero tocarme para ti

-Tócate putita, tócate para mí

 

Me  senté de lado, recargando mi espalda hacía la puerta, me abrí de piernas y comencé a tocarme, notaba como el bulto de su pantalón se iba haciendo más notorio.

Metía y sacaba mis dedos de mi pucha luego tocaba mi clítoris y el tenía su mano sobre mis tetas, jalando y retorciendo mis pezones, aumente el ritmo de movimiento en mi clítoris iba gimiendo, gozando todo lo que estaba pasando, no pude controlar mis gritos y mi tercera venida llego. Para ese entonces decidí detenerme un poco por que estaba demasiado excitada y un poco agotada, preferí tomar un poco de agua y comer un poco ya que nuestra siguiente parada iba hacer en el motel.

Llegamos al motel en donde lo habíamos hecho la primera vez hace más de un año.

Estando en la habitación, decidí entrar al baño para limpiarme un poco, salí del baño completamente desnuda, me le acerque a mi hombre, el estaba en un sillón en bóxer, me senté arriba de el comencé a besarlo de una forma apasionada, mordiendo su labio, note como su verga despertó nuevamente, me tomo del cabello lo jalo hacía atrás dejando mis tetas más visibles para que las comenzara a chupar, mordiendo los pezones, me fue llevando hacía atrás al grado que tuve que bajarme del sillón.

-Así que eres una puta que quieres que todos te vean?

-Pero solo soy tuya, quiero que sientan envidia de que tu me tienes

-Si quieres ser una putita y una perra, lo vas hacer

 

Me coloco que cinturón sobre el cuello y me traía a gatas por la habitación, tomó mi cinturón y lo traía en la mano si me detenía por que estaba cansada me pegaba con el cinturón sobre las nalgas para que continuara con mi camino, me llevo así hasta la cama me coloco en cuatro y el de pie detrás de mi me metió la verga, comenzó a cogerme, jalándome de mi correa de perra para que levantara la cara, con la otra mano seguía dándome de nalgadas hasta que se me pusieron rojas.

-Gimiendo… Dame, dame más, cabrón

-Levanta las nalgas, levanta las puta

-Métemela más duro, cógeme hazme tuya!

Me sacó la verga me jalo de la correa y me dijo que yo no le decía que hacer, que yo solo obedecía, me quito el cinturón del cuello, volvió a ponerme en cuatro dejando mis tetas pegadas a la cama coloco sus manos sobre mi cuello y comenzó ahorcarme un poco, sentía con el movimiento de la cogida y sus manos como me costaba respirar, trataba de decirle que fuera más despacio pero cualquier sonido que emitía me ahorcaba un poco más, le hice una seña con la mano para que se detuviera, acto seguido me saco la verga y me volteo, puso su mano sobre mi boca

-Eres mi puta y te cojo como yo decida, hago lo que quiera contigo

-Seguía con su mano en mi boca y solo asentí

-Estás aquí para complacerme y tu callada con las piernas y la boca bien abierta, puta!

Ya estando boca arriba me abrió de piernas, abriéndolas en ¨V¨ llevándolas hasta que tocaran la cama, recargo todo su peso en mi, solo sentía el chocar de sus huevos metiendo y sacando su verga se levantaba un poco para chuparme los pezones y seguía con el movimiento constante, hizo que cerrara mis piernas y ahora aprisionando su verga con mis piernas seguía cogiéndome tan satisfactorio como lo hacia; a decir verdad yo estaba demasiado cansada con los tres orgasmos que tuve en la carretera y el desgaste de los golpes y el ahorcarme estaba exhausta lista para llegar al último orgasmo y poder descansar un momento.

Minutos después siguiendo en la misma posición me abrazo por la cadera, me encanta cada vez que hace eso por que mi clítoris se estimula un poco más, comencé a gemir y llego el último orgasmo que se hizo uno mismo con el de el, quedando complacidos los dos, nos acostamos un momento en la cama, me dio un beso en la frente y casi inmediatamente me quede dormida.

El pasando unos minutos se levanto para darse un baño, cuando pude incorporarme un poco, me acerque a uno de los espejos y pude ver que me habían quedado marcas sobre mi cuello al igual que en mis nalgas se veían rojas y un poco hinchadas, me vestí y espere a que el estuviera listo, nos dimos un último beso;

-Hace un año te cogí sin amarte y ahora te amo y sigo cogiéndote como si fuera la primera vez

-Si mi amo

-Te amo

Salimos de la habitación como dos personas normales, como una pareja normal, disfrutando del uno y del otro.