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Lecciones después de clases - Parte 1

en No Consentido

Mi profesor de ciencias solía ser muy cordial conmigo e inclusive me auxiliaba con mis notas. Me observaba en la hora de comida también en el momento que convivía con mis compañeras. Yo lo veía normal aunque muy frustrado porque nuestra clase era la peor del semestre por lo que los directivos no paraban de acosarlo.

Le apodamos “molusco”, por su olor obvio.

Me estaba yendo fatal así que al anochecer fui a la universidad para buscar los exámenes resueltos.

Cuando me hallaba por salir por la ventana del edificio escuche un ruido extraño detrás de mi. Salí corriendo de ahí.

Esto definitivamente fue abierto con una llave. Es obvio que fue una estudiante quien la abrió. Era la copia del examen de la semana que viene.

Estoy segura que el último vigilante nocturno fue… 

Astri — Menciono la directora.

¿No notó nada? — Formulo girando su rostros hacía el profesor.

No… No ciertamente. — Respondió el profesor “molusco”.

Ya veo.. — La directora notó extraña la forma de expresarse del profesor. Mirándolo confusa.

En medio del receso fui al salón de Español para pedir prestado un diccionario de lenguas a mi compañera. Muy amablemente mi profesor que me había estado buscando me pidió si podrías ir después de clases a su salón.

Le respondí:

Claro…Tocando mi hombro lo que inconscientemente hacía que mis senos se vieran más levantados y grandes.

Entré no sin antes pedir permiso al tocar la puerta. El profesor se encontraba sentado en su cubículo. Era extraño.

Umm… ¿Qué sucede profe? ¿De qué quería hablar? — Pregunté.

Tú… estás al borde de reprobar tus clases ¿no? — Profesor. Y me parece que también ciencias.

Estoy segura de que aumentaré mis notas con el examen de la semana entrante. — Segura y contenta respondí: Tomaré un descanso de las actividades del club así que debo apurarme e ir a casa para estudiar.

¿En serio? Si no hubieras robado una copia del examen entonces eso sería una buena explicación. — Aseguró misteriosamente mientras veía por fuera de la ventana.

Lo miré exaltada.

No permito que hayas hecho eso. Eres una niña boba. Aunque uses el examen robado las preguntas del examen serán diferentes de todas formas. — Mirándome de reojo exclamo.

Me enoje y le dije: ¿Qué es lo que está diciendo?

Me mostró una fotografía de mi escapando por la ventana. Y no tardo en decirme que no diría nada en susurro.

¿Me está amenazando? — Más molesta le dije: Si lo hace será usted quien se encuentre en problemas ¿no?

Se giro confuso. Pensando en que tal ves era cierto lo que había dicho.

No tenemos nada más de que hablar, ¿verdad? — Lo puse en Jaque y me retiré.

Él no podía permitir que yo me fuera así que corrió detrás… me tomo por la espalda mientras yo intentaba a gritos que alguien me socorriera pero fue muy tarde. Me hizo oler un químico y caí rendida a sus pies.

Mientras permanecí drogada él se recostó a mi lado izquierdo y me lamía. Desabotonando mi blusa para después jugar con mis senos. Hacía movimientos circulares con ellos y los apretaba.

Había acomodado mi ropa en una vitrina especial. Y me tenía frente a él desnuda. Mis senos como toda niña indefensa expuestos a sus pensamientos furtivos. Retiró mis pantis y estaba completamente servida para degustar su platillo maestro. No sin antes olisquear todos los fluidos que habían absorbido mis pantis.

Se desabrocho el cierre de su pantalón estando frente de mi cuerpo desnudo, paralizado. Y comenzó a jalar su polla de arriba hacía abajo y olía mi ropa interior completado el acto se corrió encima de mi abdomen y suspiró de placer.

Encima de mí apretó mis senos de arriba hacía abajo los movía. Succionaba mi pezón y al momento de pasar al otro, desperté.

¡No sabía que hacer! Intenté huir pero al estar encima no pude hacerlo. Me tomo agresivamente por el cuello, estrangulándome mientras luchaba frenéticamente por escapar empero sin duda él era más fuerte y terminé muy débil pero sin desmayarme.

Se dijo así mismo: No planeo matarte. Si te matara ninguno de los dos obtendría satisfacción… ¿Cierto?

Estaba atada de las manos pero de pie. Lloraba en silencio y no quería mirarlo a los ojos.

Se hinco y olfateo mi parte intima. Comenzó a lamer mi vagina separando mis muslos. Y lo hacía tan rápido que al intentar moverme mis pechos rebotaban sensualmente.

Su lengua era larga porque alcanzó ha abarcar toda mi rajita.

Humillada y con los cachetes rojos no lo miré cuando se levanto y me mostró su lengua. Giré mi cabeza para no verlo.

Mira hacía acá… ¡Vamos! — Susurró.

Bruscamente giró mi cabeza y nuestras miradas se cruzaron. Inicie a jadear dado a que me estaba dedeando mientras me miraba.
Era su puta en ese momento. Al sentir tanto placer… Algo que no había experimentado terminé corriéndome y exhausta.

Se lamió los dedos.

Al dejarme caer y seguir amarrada de las manos tipo jesus en la cruz… Observé que tenía abultado su pantalón a lo que subí rápidamente la mirada para verlo preguntándome si haría lo que pensaba.

Me respondió con el sonido de su zipper bajando. Era su turno, estaba desnudo y con su polla palpitando en la entrada de mi vagina.

No la metía, él se gozaba al verme sonrojada por el placer. Gimiendo al hacer círculos con su pene. Deseaba que estuviera dentro pero sabía que no era bueno.

Metió su polla en el acto final y lancé un gemido de placer.

— ¡Ahh…ahhh…ahhh! — .

Me estaba embistiendo por enfrente en el bajo mundo está posición es llamada como “ El cóctel”.

Estaba tomado de mi culo y lo abría y cerraba de acuerdo al ritmo de la penetración. Entre fuertes gemidos de placer me dijo:

— ¡Voy a correrme !— Respondí: ¡No! Lo que sea menos adentro.

Únicamente pude gritar ¡Nooo! cuando sentí toda su leche caliente siendo expulsada de su polla.

El profesor no había follado en su vida porque me había dejado escurriendo semen por mi vagina y se formaba un charco de espermas debajo de mi.

Le… le dije que adentro no. — Cerrando mis ojos y cabizbaja le dije.

No sé cómo contenerme — Me replico.

Profesor… ¿Será que usted..? Lo siento.

Y estando toda chorreada y llena de mis líquidos su verga volvió a erectarse minutos después de eyacular litros de leche.

Me quería tomar de la cintura y me resistí.

¡No, no lo haga! ¡Nooo! — Gritando.

Las cuerdas estaban amarradas del techo por lo que no importaba mi esfuerzo.

Mi cuerpo… No lográ satisfacerse sin importar cuántas veces eyacule. — Con una voz siniestra declaró.

Suspendiendo mis piernas del suelo ensarto su dura verga de nuevo. Yo volví a gemir mientras mis tetas subían y bajaban. Estaba revotando todo, mis senos, mi culo, pero mi torneado cuerpo no tenía grasa lo cuál lo volvía más placentero a la vista.

Yo gemía dejándome llevar por el momento placentero que ese pedazo de verga de burro me penetraba sin tomar descanso.

Él no paraba de mirarme y se saboreaba viendo lo que se estaba tirando.

Sin sacar su polla comencé a sentir sus hijos o nuestros, escurrir y manchar mi pelvis.

Estaba tan cachonda que me desamarro y me puso en perrito. A que mujer no le gusta que la cogan como lo que es, una perra.

Ahora sentía muchísimo placer, me movía de frente hacía atrás para que entrará todo ese trozo de carne.

Increíble, se siente muy bien — Hable entre gemidos.

Mis tetas seguían botando de un lado al otro, mi culo en pompa formando el tan aclamado corazón. Y yo disfrutando de una violación.

Me tumbó en “perrito tumbado”, la penetración era mucho más placentera. Y ante tantas oleadas de placer manifesté:

¡No… No puedo resistirlo! ¡Ahh… Más… ¡Me voy a correr; me corro!

Rendida caí encima de charcos de fluidos que habíamos expulsado esa noche. Muerta de cansancio boca abajo en el suelo descaradamente dije: Me vine…

— He hecho esto muchas veces pero esta es la primera vez que me corro — . Y le sonreí picaramente.

Él me mostró su verga llena de semen.

¿De nuevo? — Confundida pregunté.

Ahora con la boca — Me dijo.

Sonriendo dije — Bien.. De acuerdo.

Al meter la cabeza del pene él empujó con sus manos mi cabeza hasta que mi oxigeno iba agotándose. Me metió hasta las bolas y embestía mi boca fuertemente. Fue entonces cuando él comenzó a gemir e hincada delante de él y con su verga en mi garganta, terminé comiéndome y manchada de su leche. No es que no supiera bien pero la escupí toda porque tenía ganas de vomitar.

Diariamente el profesor era criticado por su fuerte olor a “calamar” o esperma.

Al irme ese día donde por primera vez pude sentir lo deleitoso de venirme. Había dicho al profesor que si le parecía yo podía ser su compañera sexual de nuevo… Bueno sólo si tiene algo de tiempo libre.

Frase cuál no dejaba de pasar por la cabeza del profesor.

Fantaseaba conmigo mientras recorría los pasillos de la escuela. Abrazándome mientras me cogía y conversábamos sobre su vida privada. Él me veía siendo su puta en el pasillo diciendo cosas como: Tu verga no es nada como lo que he tenido antes. ¡Sería un desperdicio no usarla!

Aunque no me enterará él me seguía a todas partes e incluso había lamido mi flauta. Y yo en clases solía ensayar sin saber que restos de su saliva la habían tocado. Asimismo recurría a mi trabajo donde era mesera de medio tiempo. Algo que no sabía era que…

También me acostaba con mi profesor de flauta.

— Sólo tengo 40 minutos antes de la hora de salida — . Mientras besaba a mi profesor de flauta recostada en su pupitre.

Me dio vuelta y me empotro de perrito. “Molusco” se había enterado de nuestras escapadas y acudió a ver el espectáculo.

En perrito sentía la verga de mi profesor entrar y salir. Embestida tras embestida jadeaba más fuertemente.

— ¿Qué tal? ¿Se siente bien? Se siente bien ¿o no? — Ante mis gemidos preguntaba mi profesor de flauta.

Se siente bien… ¡Ahh…ahhh…ahhh! — .

En la tarde una compañera mía me menciono que debíamos hablar sobre algo. Y fuimos a la parte superior del edificio pero al preguntar sobre qué trataba lo que debía decirme con urgencia… Escuche la puerta abriéndose y enseguida el profesor “Molusco”.

— ¿De qué trata esto? ¿Quién es él? — Despistada dije.

— Quería probar algo distinto — Mencionó el profesor.

A lo que como escapatoria y salida rápida dije que todavía tenía trabajo que hacer, así que me tenía que ir. Pero al girarme para salir por la puerta él me tomo de la mano y me mostró una serie de fotografías mías siendo poseída por mi profesor de flauta.

— Si esto saliera de aquí tú e Higuaín serían expulsados de la escuela. Tú eres diferente a las otras niñas. Tú no tienes padre, y tú familia carece de economía. ¿Cierto? — Sostuvo.

Por eso has estado trabajando medio tiempo en la cafetería del consejo estudiantil… Para poder pagar las cuotas de la universidad. — Aseguró.

— ¡L… Lo siento! Ya no lo haré así que perdóneme. — Con una mirada de preocupación dije por que yo sabía que se aproximaba.

Empujándome hacía el cuerpo del profesor mi compañera me dijo que Astri sólo quería hacerme lo mismo que Higuaín. Así que no debía preocuparme.

En esa misma tarde en la azotea sin mis bragas y con Astri lamiendo mi entre pierna. Mi compañera filmaba todo.

— Hoy tuviste deporte, ¿cierto? Este olor es intenso — pasando su nariz por mi raja.

Yo me dejaba hacer… Hasta que sentí que su lengua estaba invadiendo mi humeda cueva. Di comienzo a mis excitantes gemidos que seguro haz escuchado anteriormente.

Me sujetaba de los brazos mientras seguía comiéndome como si de una sandía se tratase. En ese instante subió rápidamente y mostró mis senos desnudos a la cámara. Sosteniendo cada uno con sus manos y haciéndolos tocarse mutuamente. Y los estrechaba tan duramente que el dolor se transformaba en satisfacción como cuando te dan por culo y gritas como perra en celo pero te encanta tenerla dentro...

Enfocaban muchísimo a mi rostro. Y bastó con ese momento frenético de placer rotundo para bañar el suelo de mis deliciosos líquidos.

— Vamos, dilo — . Mientras me grababa hincada ante él.

— A partir de esté momento. Voy a chupar el gran miembro de Astri.

Y al ver que me detuve y me quede contemplando su dura verga me dijo: Adelante… Es como tocar la flauta.

Proseguí a meterla dentro y mamarla como la perra sucia que soy. Lamía su punta mientras acariciaba sus bolas, bajaba y subía recorriendo el camino de sus venas.

Hice garganta profunda embutiendo ese tronco completamente sin necesitar de aire. Se la mame como si me quisiera tragar esa verga calientita. La metía y sacaba de mi garganta tocando mi úvula. Hasta que…

— Increíble. ¡Me vengo! — Separando mi boca de su pene y eyaculando la lechita en mi rostro. Me baño de leche.

Y en esa puesta de sol estaba yo sentada desnuda únicamente con mis medías. Frente a mi él sin pantalón y una verga erecta, de nuevo. Y mi compañera abrazando al profesor.

A partir de ahí grababan seguidamente mis escenas follando con mi profe. Y me tenían acostada en la mesa tomando mis piernas embistiendome toda llena de semen.

Me cogía y se corría encima de mi a lo que se erectaba otra vez.

De perrito halando mi cabello me hacía llegar al clímax. Y en esa tardes en la azotea me hizo el kamasutra.

Embarraba mi cuerpo a la cerca mientras sostenía mis piernas y rodeando su cintura llegaba a lo más recóndito de mi chorreada cueva.

— Ella esta empezando a mostrar su verdadera cara — Al notar que en está ocasión me excité muchísimo.

— Increíble — En el paraíso dije: ¡Se siente demasiado bien!

Cabalgándolo supe que no se sentía bien… ¡Era mucho mejor que eso!

Saltaba encima suyo y él veía mi cara llena de semen y tomaba mis pechos como si quisiera exprimirlos.

— Esta caliente… mi cuerpo… ¡Me corro! — Exclamé en un llanto de gemidos.

Tumbada sin fuerzas cerré mis ojos. Pensé que había sido todo pero sentí su dedo entrando por mi chiquito.

— No, ahí no! Recobrando a la vida y poniéndome en cuatro.

Mientras lubricaba con su semen mi culito dijo: Estará bien. Aunque lo lubrique sólo con mi esperma será capaz de entrar — .

En culo en pompa me envistió.

 

— ¡En verdad está apretado! — Al ver que no entraba exclamó. Pero si lo agrando puedo venirme dentro tanto como me plazca.

Inundada de dolor dije: ¡Ah, no! Se va a desgarrar.

A él no le importo y siguió con desgarrando mi estrecho culo.

Al ver tanto y no ser participé mi compañera se acercó y pidió que se lo hiciera a ella también levantando su falda mostrando que estaba mojadisima de ver.

— Claro, por qué no — Mientras mi rostro estaba en el suelo y mi culo en el airé sentía un dolor placenteramente rico.

— ¡Excelente! Grite y caí en sueño — .

Mi sorpresa fue que al recobrar vi que estaban copulando.

Le desgarraba el culo y yo estaba ahora en su posición. Era la espectadora de tan rico manjar de leche pero no podía dejarla recibir todo el placer así que me acerqué y tome el brazo de mi profesor para dirigirlo a mi vagina.

De un lado tenía a mi compañera cabalgando su deliciosa polla y yo siendo penetrada duramente con su puño entero saliendo y entrando rápidamente.

Me la mamo mientras mi compañera brincaba de arriba hacía abajo. Yo sentada en su rostro gemía en éxtasis.

Nos abrazábamos para movernos muchísimo más rápido. Y terminamos mamandosela entre las dos.

Segundos después volvió la erección. Y así fue como en esa tarde me enseñaron el kamasutra.

 

Continuará...