Arrodillada frente a mi profesor le brindaba una deliciosa mamada. Me gustaba mucho chupar su glande con delicadeza. Lo miraba en ocasiones para que notará que estaba extasiada.
Mi profesor de ciencias solía ser muy cordial conmigo e inclusive me auxiliaba con mis notas. Me observaba en la hora de comida también en
Existen varios hombres en la vida: uno para aventurarte y divertirte, otro para tener conversaciones estimulantes, y el último para tener