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El trio

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EL TRIO

 

Sandra y yo llevábamos tiempo con la idea de experimentar cosas nuevas en verano. Nos atraía a ambos la idea de un trio o un intercambio. Yo tenía experiencia en tríos, pero siempre como el tercero en discordia y no como parte de la pareja anfitriona. 

Pensamos que un trio era mejor que un intercambio para empezar, ya que éramos “mayoria” al ser la pareja y si alguno se rayaba se podia parar en el acto lo que estuviéramos haciendo. 

 

La fantasía cada vez fue siendo más recurrente hasta que un día de calentón empezamos a buscar y hacerlo realidad. Pusimos un anuncio en una conocida página de contactos de este estilo en internet: “Pareja joven busca chic@ para hacer un trio. Condiciones, buscamos gente joven como nosotros y sobre todo buen rollo, interesados contactad con nosotros” 

 

Buscábamos en nuestra fantasía a alguien con quien sentarnos y conversar, y que empezara todo de forma natural. Sandra tenía mucha curiosidad de follar con otra chica, pero últimamente nos gustaba la idea de ser dos chicos con ella, y como es lógico es mucho mas fácil de encontrar a un chico dispuesto. Pero no podía ser un chico cualquiera. Debía ser guapo, atlético, tener un buen pollón, ser joven y simpático. 

 

Bastantes chicos contestaron al anuncio pero después de chatear con los finalistas por fin encontramos al chico perfecto, Pedro. Era un chaval de 20 años, con un buen pollón y una foto enseñando un cuerpo escultural. La verdad es que a ambos nos ponía cachondos y encima era super simpático. 

 

Llegó el día en cuestión. Estábamos ambos nerviosos, cuando llegó Pedro a mi casa, Sandra aún se estaba duchando. Le recibí y nos tomamos unas cervezas en el salón en lo que salía Sandra, mientras manteníamos una conversación muy amena. El no había hecho nunca un trío pero si que había probado alguna vez con un tío, tienes que probar de todo decía. llevaríamos 10 minutos hablando cuando entró Sandra en el salón. Estaba increíble, llevaba un top gris que dejaba ver parte de la piel de su tripa y unos shorts vaqueros que le hacían un culazo increíble. El top dejaba ver algo de su escote, impresionante con las tetas que tiene Sandra. Pedro se levantó a darle dos besos a Sandra, ya estaba empalmado a si que debió de gustarle tanto como a mi como iba vestida. Seguimos hablando y Sandra al principio estaba tímida pero luego se fue soltando poco a poco. Pedro era majísimo, era como un colega mas. Las cervezas fueron cayendo una a una y la conversación fue haciéndose más y más picante. 

 

-¿que es lo que mas te gusta de Sandra Pedro? 

 

-La verdad es que no he podido dejar de mirar tus tetas Sandra, dijo Pedro. 

 

-¿Quieres verlas mejor? ¿te parece cariño?

 

Sandra se quitó el top, dejando ver dos enormes pechos que luchaban por salirse del sujetador. Se lo desabroché y rápidamente cayó al suelo entre nosotros. Sandra estaba sentada entre nosotros. 

 

-Me encantan, puedo? dijo Pedro mientras alargaba una mano para manosear un pecho enorme y caliente de Sandra. Los dos nos acercamos y empezamos a lamerle los pezones, Sandra empezó a respirar más fuerte con la sensación cosquilleante de dos lenguas acariciando sus duros pezones. Era excitante ver a otro hombre con la teta de mi novia en la boca. 

 

Pedro seguía con los pezones de Sandra mientras yo le comía el cuello acercándome a su oreja. Me aproveché de la vena sumisa de Sandra y le dije muy flojito al oido para que Pedro no lo escuchase: “ te vas a levantar, y te vas a poner delante de Pedro, te vas a doblar mientras te bajas el short poniéndole el culo en la cara, quiero que le pongas bien cachondo.” 

 

Como era de esperar obedeció mis instrucciones, mientras tanto yo me fui quitando ropa hasta quedarme en calzoncillos, y Pedro fue haciendo lo mismo. Sandra me miro sonriendo, acarició los abdominales de Pedro, duros bajo su piel tersa… deslizando la mano poco a poco hasta ponerla encima del abultado paquete que tenia a esas alturas, con las dos manos deslizo poco a poco el calzoncillo de Pedro, disfrutando del momento, hasta que una polla larga y gruesa de 19cm apareció de debajo de la tela en frente de la cara de Sandra, que la miraba fijamente con una mirada morbosa, me miró, como pidiéndome permiso. Yo agarré la polla de Pedro y se la metí en la boca. Ver ese pedazo de pollón tan grueso, tan duro, tan caliente dentro de la boca de mi novia me excitó muchísimo. Sandra la estaba devorando como no la había visto nunca. Es que la polla de Pedro era tan impresionante que hasta a mi me daban ganas de devorarla. Me puse junto a Sandra, y mientras ella lamia el glande de Pedro, otro hombre extraño, que no era yo, que estaba mucho mas bueno que yo, yo le empecé a lamer las pelotas. Extasiado con la sensación que estaba sintiendo. Se la empezamos a comer los dos, juntando nuestras lenguas al rededor del glande terso y caliente de Pedro mientras el soltaba gemidos de placer y acariciaba nuestras cabezas. Nuestras lenguas se encontraban en un beso de vez en cuando, pero no era un beso cualquiera, era el beso alrededor de la enorme polla de un desconocido al que nos íbamos a follar. 

 

Me senté en el sofá al lado de Pedro. Sandra con nuestras dos pollas en sus manos nos empezó a hacer una paja mientras sonreía. Nos pusimos de pié y Sandra junto nuestras pollas, la mía de 17cm y de grosor normalito parecía mucho mas pequeña que la de Pedro. Nuestras pollas duras y calientes se juntaron en la boca de Sandra, con los dos capullos en su boca mientras jugaba con ellos con su lengua y agarraba nuestros penes con fuerza. No podia ser mas excitante la vista. El tacto húmedo de la boca de mi novia con la dura polla de Pedro, todo junto con la lengua juguetona de Sandra, estaba en el cielo. 

 

Me encanta ver la cara de guarra que se le pone a Sandra cuando jugamos y experimentamos, a ambos nos estaba encantando. se incorporó y mientras seguía apretando nuestras pollas me miro y me dijo 

 

-Quiero sentirte dentro de mi 

 

me besó, se puso a 4 patas, Pedro se puso en el lado de la cabeza de Sandra, mientras yo bajaba su tanga negro y admiraba las vistas. Su redondo y duro culito y entremedias su húmeda vagina con el tanga despegándose mientras se lo quitaba de lo empapada que estaba. Acerque mi polla a la entrada y jugué un rato con ella como sabia que a ella le encantaba, Mientras solo veía su cabeza moviéndose rítmicamente a la altura de la polla de Pedro, que con su fuerte mano agarraba del pelo a Sandra acompañándola con el ritmo. Metí mi polla en el coño de Sandra, poco a poco, notando su calor, su humedad, la presión que hacia en mi pene poco a poco, hasta meterla entera y volver a sacarla lentamente. Sandra gemía y devoraba la polla de Pedro como si no hubiera mañana. La notaba más cachonda que nunca, movía sus caderas pidiéndome más caña, que la follase más fuerte y más hondo.

 

Se puso boca arriba en el sofa, Pedro le  hacia una garganta profunda aprovechando la postura mientras yo me la follaba. Sandra, extasiada por la situación gemía, me apretaba con sus piernas para que no sacase ni un milímetro de mi polla de su coño mientras acariciaba el terso culo de Pedro para que también hundiese mas y mas su trozo de carne dentro de la garganta de mi novia. 

 

Se saco la polla de Pedro de la boca, y me dijo: “lo siento cariño, me esta encantando, pero quiero sentir este pollón dentro de mi, quiero que me folles bien fuerte Pedro, haz que me corra” 

 

cambiamos de postura. Agarre la polla dura y gorda de Pedro, ahora bien húmeda y roja por la mamada que le había hecho mi novia. Se la metí a Sandra en el coño. empezó a mamar mi polla con mucha fuerza, succionando y tragándosela entera, no la había notado nunca tan cachonda. Gemía mientras Pedro la embestía fuerte, cada vez mas rápido. Las tetas de Sandra no paraban de botar, el sonido del cuerpo de Pedro contra el culo de Sandra llenaba la habitación. Pam pam pam pam pam pam pam pam pam pam 

 

Jamás había oido a Sandra gemir así. Estaba siendo follada por otro hombre que no era yo, me encantaba verlo y formar parte de ese momento. Pedro fuera de sí agarraba las caderas de Sandra y la follaba casi como si fuera un hombre lobo en luna llena. Parecía eso la escena final del Perfume. Sexo loco y desenfrenado. 

 

-Me voy a correr! dijo Pedro

 

Sandra entre gemidos lo apretó con sus piernas y dijo

 

-Relléname con tu leche Pedro 

 

mientras se empezó a masturbar furiosamente con una mano, se movía muy rápido sobre su clitoris mientras la polla de Pedro aparecía y desaparecía rápido en el coño de mi novia. Sandra mientras devoraba mi polla con vicio y morbo. 

 

Nos fundimos los 3 en gemidos de placer. Nos corrimos, yo sobre la cara, cuello, tetas y tripa de Sandra, Pedro dentro de su coño. Pedro sacó su polla del coño de mi novia, y mientras yo me incliné, Sandra me lamia los restos de lefa de mi polla y yo hacia lo mismo de la polla de Pedro, cuando se la dejé limpia lamí la corrida caliente que salía del coño de Sandra en el 69 más morboso que he hecho en mi vida. Después de limpiarnos y recomponernos un poco, nos sentamos en el sofá disfrutando del momento, los 3 mirando al infinito embobados. Sandra me daba la mano con fuerza. 

 

Había funcionado, había salido muy bien el trio y ninguno de los dos nos habíamos sentido celosos o mal. 

 

Pedro se fue, y nosotros seguimos felices, con nuestra relación más fuerte que nunca al poder experimentar juntos. 

 

Si os a gustado o tenéis alguna sugerencia escribidnos a Javier.o.swinger@gmail.com