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La maldicion 3 el sabado

en MicroRelatos

 

 

Desperté en el sofá de la salita serían las tres de la tarde, tapado con una manta, desecho como si me hubieran dado la mayor paliza del mundo. Me quedé pensando y me vino a la memoria la noche de ayer y esta mañana, asustado me levanté estaba en pelota y era yo un hombre, el hombre de siempre, no tenía tetas ni un enorme culo, ni siquiera esa melena larga. Eso sí una sensación de resaca de lo más grande.

 

- Hola cariño, menuda borrachera la de anoche e? - dijo con risitas - Te tuvimos que subir entre el taxista y yo, no eras capas de dar un paso. Te acuerdas de algo siquiera?

 

Yo tenía la mente confusa. Lo que me ocurrió ayer sería un sueño?

 

- Oye te acuerdas de los tipos de ayer?   - le dije.

 

- De quien de nuestros amigos?

 

- No recuerdo que estuviera con ellos en ningún momento, me refiero esos que estaban disfrazados de  elfo y  diablo. - le contesté 

 

- Vaya borrachera te pillaste, no estuvimos con nadie así. Solo con nuestros amigos de siempre.

 

Yo estaba muy confuso, todo había parecido tan real, asta tenía un pequeño regusto en la boca, supongo que es solo sujestion. 

 

- Pues sí que me pille una borrachera buena - dije aliviado. Ella sonrió.

 

-Ven a la cocina que tienes la comida lista, aunque no tendrás mucha hambre - me dijo con dulzura.

 

Me parecía estraño tanta delicafeza después de una borrachera tan grande, pero pensé que algo bueno habría echo, o simplemente estuve muy gracioso y por eso se comporta así.

 

Comi, y me fijé en ella, la veia joven como cuando nos conocimos va quince años. Le dije con voz intrigante.

 

- Te ha hiciste algo? Te ves muy resplandeciente, como si te hubieras quitado años de encima.

 

- Jajaja me hice ayer por la noche una cirugía estética de urgencia mientras dormias - dijo en broma - Sera que descanse muy bien, no se. Hoy tenemos tarde de películas y de amodorrar en el sofá, te parece bien? -me pregunto.

 

- Si perfecto, yo no estoy para mucho más y va tiempo que por una cosa o otra no la pasamos así de asueto.

 

Nos pusimos a ver peliculas pasamos una tarde entretenida, recordando cosas, se podría decir que un poco nostálgica. También sacamos el tema de los hijos algo que siempre me hizo sentir mal debido a mi esterilidad. Después de una tarde un poco bajonera ya no sé si por mí resaca o por un poco de todo, cenamos y nos fuimos a la cama.

 

Yo estaba ya metido en la cama envuelto y revuelto entre las sábanas dispuesto a dormir, cuando la oigo salir del baño, y me dice, con voz picara.

 

- Mírame tengo una sorpresa.

 

- Levanté la cabeza con desgana no tenía el cuerpo para muchos trotes -

 

Allí estaba ella imponente con una bata negra transparente, un corsé de encaje negro, con portaligas , medias de rejilla y un tanga que no dejaba mucho a la imaginación, todo a juego. Ella parecía como si fuera una chiquilla de 20 años, esos senos voluptuosos estaban en plena forma.

Se hacercaba hacia la cama con un baile sexy, yo siendo sincero me gustaba lo que veía, pero es que estaba tan cansado.

 

- No te veo con mucho interés - me dijo. Triste y sin entender lo que me pasaba le contesté.

 

- La verdad es que no, estoy demasiado cansado.

 

- Vaya pobrecito deja que te cuide.

 

Empezó a meterse por debajo de la sabana gateando, asta meter la mitad de su cuerpo, dejando afuera de la cintura para abajo. Empezó a sobarme el pene por encima del canzoncillo mientras veía su redondo culo con el tanga contoneándose de un lado a otro. Se me estaba empezando a poner dura pese a todo mi cansancio.

La me la saco del calzoncillo todabia flácida y empezó a chupármela, sentía su lengua contra mi glande, sus labios.

 

- Mmm - Se me escapó - sigue, sigue.

 

Siempre se le habían dado de muerte las mamadas aunque iba muchos años que no me hacía ninguna. Me recordaba tanto a la chiquilla con la que empecé a salir. 

 

Ya no aguantaba más me iba a correr, aunque sabía que a ella no le hacía ninguna gracia que acabará dentro de su boca, siempre me las liaba después de que ocurriese. Pero fue tan rápido que no tuve tiempo de reacción, el esperma salió disparado a su garganta y su boca. Ella hizo algún sonido de atragantamiento. Levanto la cabeza abrío la boca enseñándomelo y se lo trago. Que bella era.

 

- Mmm te quedaste relajado cariño? te lo mereces  para que descanses , que te noto muy tenso - me dijo con dulzura. - Si eso continuamos a media noche cuando descanses, que ya sabes que me voy una semana de viaje de empresa y no nos veremos.

 

Acto seguido me dio un morreo yo no lo evite, todavía le sabía la boca a mí semen, lo que me hizo recordar las pesadillas de anoche. Ella se dio la vuelta. Yo la abracé y nos dijimos.

 

- Descansa cariño.