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De playa

en Trios

DE PLAYA

Fuimos un par de días a un pueblo de la costa gaditana a disfrutar del sol y de sus playas interminables. El segundo día decidimos ir a una playa poco concurrida, de las que nos gustan a nosotros, es decir: donde puedes ir sin ropa sin tener ningún tipo de problema. Elegimos un sitio protegido del levante a la vista de la playa, pero detrás de una duna. Después de un rato tomando el sol, Alice decidió ir a darse un baño. Yo cuando la vi levantarse e ir andando por la playa totalmente desnuda, con decisión hacia el agua ya me empecé a empalmar. No podía evitar fijarme en sus curvas, con su culo moviéndose al compás de sus pasos, sus tetas duras y sus pezones desafiantes.

Llegó hasta el agua y sanae metió hasta las rodillas, acostumbrándose así al contraste de la temperatura exterior con la del agua. Llevaba un momento parada cuando llegué yo a su lado. Seguí su mirada y ésta iba dirigida al cuerpo de una chica que en ese momento se sumergía enseñando su culo redondo.

Me tiré de golpe al agua y avance nadando. Volví mis ojos hacia Alice y estaba mirando otra vez a la chica. Ésta se encontraba de pie, mirando al horizonte, con el agua cubriéndole su sexo pero sin llegar a tapar el culo. Tenía la melena morena, con unas tetas redondas, bastante grandes en relación a su cuerpo y el vientre duro de deportista habitual. La chica se volvió a sumergir y fue nadando hacia la orilla cruzándose con Alice por el camino. Mi novia vino hasta donde estaba yo y me plantó un beso.

-He visto donde estabas mirando. Dije yo.

-Joo es que está muy buena. Contestó ella.

– Pues en la playa está plantada mirándote. Dije yo.

-No es verdad. Contestó sonriendo.

Pero yo estaba viendo como los pezones de Alice se hinchaban más que lo provocado por el agua fría y, haciéndola girar sobre si misma, la puse mirando hacia la playa donde sus ojos se encontraron con los de la chica. Yo le agarré sus tetas desde atrás y le dije al oído: -Yo no miento. En ese mismo momento la chica se dio la vuelta y se fue caminando por la arena y nosotros nos dimos un morreo perdiéndola de vista.

Pasamos un buen rato dentro del agua, donde nos metimos mano, nos lo comimos subacuático, nos sentamos uno encima del otro a horcajadas…, lo que provocó que el calentón no se bajara a pesar de ala temperatura del agua.

Alice ya se encontraba tumbada en la toalla a pleno sol cuando salí del agua. Me iba acercando a ella y cuando llegué a la toalla me llevé una sorpresa: la chica estaba detrás de nuestra duna, a unos 10 metros de nosotros.

Estuvimos un rato tomando el sol vuelta y vuelta. Nos encontrábamos boca arriba cuando me incorporé sobre mis codos y me encontré con los ojos de la chica. Estaba mirando nuestros cuerpos descaradamente y no dejó de mirar cuando fue descubierta. Yo que ya llevaba caliente toda la mañana y eso acabó de encenderme la bombilla.

Le di a Alice un morreo y a continuación le tape los ojos con una camiseta.

-¿Quieres jugar? Pregunté.

-Uuuuhhmmm, si. Dijo ella.

Seguí besando a mi novia y, a su vez, bajé la mano hasta su coño, masajeando su clítoris por fuera de sus labios.

-¿Estás caliente? Pregunté yo.

-Compruébalo tú mismo. Respondió Alice.

Metí un dedo en su vagina sin ningún tipo de resistencia sacándolo impregnado de sus jugosa. Lo limpié con la boca a la vez que me aseguraba que me viese la chica. Después volví a explorar su vagina con 2 dedos que tampoco encontraron resistencia, pero esta vez los llevé impregnados hasta su clítoris y lo estuve masajeando hasta que Alice empezó a encoger su cuerpo. Cambié las manos en el mismo momento que la chica se levanto de su toalla. Me puse a masajear las tetas de Alice, tiraba suavemente de los pezones y luego masajeaba las tetas con las dos manos, mientras, Alice ya estaba jalando con descaro mi polla.

Miré hacia la chica y ésta se estaba tocando los pechos a su vez. Baje una mano hasta el coño de mi novia metiendo un dedo en su vagina y la chica hizo lo mismo con su mano derecha. Yo me limpie el dedo con la lengua, y la chica copió limpiándose el suyo.

Le dije a Alice que la chica se había puesto de pie al lado nuestro y noté como se excitaba con lo que le decía.

-¿quieres que te toque? Pregunté.

-Si. Contestó ella.

La chica, que estaba escuchando toda nuestra conversación vino andando poco a poco, hasta situarse a un metro de nuestros pies. Yo, consciente que mi novia no se creía lo que le estaba contando, pase un pie por encima de ella y acaricié su pierna con él a la vez que masajeaba sus pechos con mis manos. Alice dio un respingo, pero enseguida se dio cuenta que era mi pie al tener agarrada mi polla con su mano.

-Te está tocando. Dije.

-No es verdad, me estas tocando tú.

La chica ya se encontraba a escasos 30 centímetros del cuerpo de Alice, de rodillas en la arena y sin dejar de meterse mano. Ahora me fijé mejor y estaba realmente buena, también me fijé en lo que no había podido ver en el agua y tenia el coño completamente depilado, igual que mi novia.

Yo me puse entre las piernas de Alice, y le comí el clítorisa mientras agarraba sus nalgas con mis manos. En un momento le pregunté: - ¿y qué dejarías que te hiciese tu admiradora?

-Buff, no se. De todo. Dijo A.

-¿Te gustaría que te tocase las tetas? Pregunté.

-Ummm, me encantaría. Dijo ella.

Y yo subí mis manos hasta sus tetas para acariciarlas.

-¿Te gustaría que te besase? Pregunté.

-Si que me gustaría. Contestó.

Yo volví a agarrarme de sus nalgas y a masajear rápidamente su clítoris con mi lengua. La chica descendió poco a poco hasta que sus labios se posaron en los de mi novia y las tetas de ambas entraron en contacto. Alice empezó a correrse en ese mismo momento, tenía ganas de gritar pero la chica se lo impedía con lo placentero de su beso. Alice se corrió como nunca y me puso la barbilla y el cuello como si hubiese eyaculado.

Me separé y las vi fundidas en su beso. Alice tenía a la chica agarrada por los riñones y la fue trayendo poco hacia si hasta dejarla completamente recostada encima sobre su cuerpo. Yo subí con ellas y retiré la camiseta de los ojos de mi novia. Le chupé el lóbulo de la oreja y al sentirme cambió los labios de la chica por los míos. Se separó y atrajo a la chica hasta mi boca. La chica besaba bien, pero nada comparado con los besos de mi novia. La chica dejó de besarme para pasar a limpiarme la barbilla y cuello con su lengua, recogiendo así los jugos de Alice en su boca.

Alice me preguntó: ¿te gustaría follartela?

-Si, me gustaría que nos la follemos. Contesté.

Alice se incorporó e intercambió su postura con la chica quedando la desconocida debajo de ella mientras se fundían en un morreo. Yo me puse entre las piernas de la chica y metí 2 dedos en su inundada vagina. Mi novia se volvió a incorporar y, dándose la vuelta, se puso a horcajadas haciendo un 69 con la chica, pero en vez de chupar el coño de la chica, me atrajo hacia ella, empezando a chupar mi polla.

Ella me agarraba el culo con las manos y marcaba el ritmo. La chica lo debía estar haciendo muy bien con su clítoris porque de vez en cuando se escapaba algún gemido de la boca de Alice. En un momento dado me separó de su boca y, utilizando una mano, dirigió mi pene hacia la vagina de la chica, mientras jalaba de mí con la otra mano.

No hubo resistencia ninguna, fue sobrepasar la entrada y rápidamente hasta el fondo. Empecé a marcar el ritmo de la follada mientras mi novia le pasaba la punta de la lengua al clítoris de la chica. En un momento dado yo me salí de la chica y Alice se fue rápidamente a darme unas cuantas chupadas para a continuación meterla otra vez en el interior de la chica. La desconocida estaba ya a punto porque en breve empezó a correrse sonoramente.

Cuando hubo terminado yo salí de la chica y Alice se incorporó rápidamente para tumbarme en la toalla y, dándome la espalda, sentarse encima metiéndose mi polla hasta el fondo de su vagina. Alice se puso a cabalgar así, como una descosida. La chica aún tenía ganas de más y se coloco entre las piernas de mi novia para comerle su clítoris.

Hubo un momento en el que la chica sacó mi pene del interior de Alice, chupo su vagina, chupó mi pene, y lo volvió a meter en la vagina de mi novia. Yo le daba a mi novia un ritmo rápido desde abajo mientras la chica, cuando chupaba su clítoris, cuando nos chupaba a los dos.

Ya no pude más con el morbo y empecé a correrme dentro de su coño. Alice al sentirme se corrió también mientras la desconocida no paraba de darle ritmo a su granito con la lengua. Ya más relajado saque mi pene del interior y la chica se lanzo a limpiármelo brevemente para seguir limpiando con su lengua el chorreante coño de mi novia.

Ya más relajados, entablamos conversación con la chica. Ésta resultó ser muy agradable. Se llamaba Nadia y, aunque era valenciana, se encontraba en el pueblo trabajando. Nos dimos los teléfonos y quedamos en llamarnos por la noche para tomar algo, cuando ella saliese de trabajar.

Este relato tiene el 50% fruto de nuestra imaginación. Aunque la acción fue real y la chica se encontraba realmente en la duna mirándonos, no tuvimos más interacción con ella que la voyeur. Desde entonces hemos tenido alguna experiencia mucho más atrevida. Nos gustaría repetir algo similar. Si quieres colaborar con tu presencia, te puedes poner en contacto con nosotros en alinico69@hotmail.com