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Mi mejor amigo me utiliza

en Gays

Hola a todos, os voy a contar lo que pasó con Pedro, mi mejor amigo... o algo así. En principio no tengo pensado continuar esta historia, salvo que os guste y queráis que lo haga... Ya me diréis.

Pedro es mi mejor amigo desde que recuerdo. Nos conocimos en la guardería y desde entonces siempre hemos estado juntos en clase, tanto en el colegio, en el instituto y ahora en la universidad. 

Ambos estudiamos INEF y, como os imaginaréis, hacemos mucho deporte aunque Pedro tiene un cuerpo mucho más desarrollado que el mío: Mide 1'90, tiene todos y cada uno de sus músculos marcados y definidos y encima el cabrón cuenta con unos ojos verdes de los que llaman la atención. Todo eso unido a su pelo negro y a su simpatía hacen de él un tío al que todo el mundo se le acerca, sobre todo las chicas más guapas de toda la ciudad.

Ambos somos hetero, nuestra relación es de amistad entre colegas, es decir, hemos descubierto las pajas juntos y muchas noches que dormíamos en su casa o en la mía nos quedábamos viendo una porno mientras nos la machacábamos, cada uno la suya claro, no os penséis nada raro.

El caso es que un día nos quedamos en su casa a preparar un examen que teníamos un par de días después y, como empezaba a hacerse tarde, pedimos unas pizzas e hicimos plan de quedarnos viendo una peli y a dormir allí.

Era casi verano, examenes de junio, y estábamos viendo la peli en boxers en el sofá. A eso de la 1:30 de la mañana la peli se acabó y anunciaron que empezaba una película para adultos, por lo que nos miramos riéndonos sabiendo lo que tocaba.

- Parece que va a caer una "manuela" eh? - Me dijo Pedro, tocándose el paquete.

- Pues nada, habrá que darle a la zambomba! - contesté, haciendo el gesto de tocar dicho instrumento.

El problema fue la peli que empezó, que cuando vimos el título nuestra cara cambió: "Universitarios buenorros estudian anatomía"

Empezamos a reírnos de la situación, porque ninguno había visto nunca porno gay, evidentemente.

- Pues yo no me quedo sin mi paja, así que esto mejor que nada. Si nos da asco, la quitamos - Dijo Pedro muy serio.

He de decir, que en aquélla época no era tan fácil acceder al porno como ahora. Como no te descargaras una peli (que tardaba un par de días) o la alquilaras en el videoclub, lo único que te quedaban eran revistas y tu imaginación, y al final te cansabas. Por lo que desperdiciar una peli en pantalla plana, tampoco era una opción.

- A ver si te va a gustas y vas a querer tocármela - Le dije entre bromas.

- No bromees con eso, cabrón, que me asustas.

Empezó la peli y dos chavales cuadrados aparecieron en la biblioteca estudiando y entró otro más grande todavía que ellos, sentándose a su lado. Uno de los que estudiaba se quedó mirándole y el recién llegado le preguntó que qué cojones miraba, que si le gustaba o qué. El aludido empezó a disculparse pero el chulito se levantó, fue hasta su sitio, le tiró al suelo, se sentó él en su lugar y le dijo que empezara a tocarle la polla, se la sacara y se la comiera mientras él leía un libro. Todo esto bajo la atenta mirada de su compañero.

- Joder con el chulo ese cómo domina al pringado, me la ha puesto todo tiesa - Dijo Pedro, que tenía una tienda de campaña evidente. Siempre he sabido que le gusta dar órdenes cuando se folla a alguna tía, porque además le mola mucho contármelo cuando está cachondo.

- Uf, sí que da morbo esto tío, tengo el rabo ardiendo- Le contesté, aunque me quedé mirando cómo se sacaba el rabo hiper duro.

- Mira tío, tengo el glande rojo y empeza a echar prelefa a chorros- Pedro estaba muy muy cerdo.

A estas alturas, el pringado de la peli ya tenía el rabo en la garganta y el chulito no paraba de decirle cómo comerla o que se la lamiera de tal o cual forma mientras el otro chaval se masturbaba mirando.

- Edu, tócame el rabo anda, sólo un poco que estoy todo cerdo- Dijo Pedro, pegándose a mi.

- Qué dices, cerdo? A ti ver esto te está sentando mal, eh?- Contesté sorprendido. Aunque dicho eso, me quedé mirando bastante curioso su polla, porque estaba durísima y el cabrón no paraba de restregarse el precum por el glande mirándome.

Acerqué la mano y le toqué el glande, pero como algo instintivo, sin pensarlo, y esa fue mi perdición.

- Vaya, parece que no le haces ascos eh? Anda, hazme tú la pajilla pero despacito, sólo tocando el capullo.

Yo instintivamente quité la mano, pero a Pedro ya se le había cruzado el cable y estaba en modo animal, por lo que me cogió la mano y la dirigió a su rabo.

- Que me hagas una puta paja te he dicho, joder! que no te estoy pidiendo nada más! - Dijo cabreado. Empezaba a asustarme.

- Pedro tío, déjate de coñas que hasta se me ha bajado la polla. De qué cojones vas?

ZASSSSS!!!!!! Me pegó una hostia y volvió a poner mi mano en su polla.

- A mí no me hables así. Sé bueno, hazme una paja y nos vamos a dormir- Me dijo todo serio. No me quedaba otra.

Le cogí el glande con dos dedos y empecé a acariciárselo mientras él miraba la peli tranquilamente. Le gustaba cómo humillaban al chaval que estaba debajo de la mesa comiéndose los 2 rabos.

- Así, así, ves como no pasa nada? No te pares anda, que estamos muy agusto- Dijo mirando cómo mi mano acariciaba su cipote. 

Yo aceleré un poco el ritmo, a ver si terminaba rápido y terminábamos con esto.

- Venga tío, córrete ya que quiero irme a dormir - Le dije con desgana.

- Edu tío, es que eres tonto. Con lo bien que ibas y me metes prisa. No aprendes eh? - Me dijo con desprecio. - Pues mira, voy a acabar rápido, pero me vas a ayudar - Dijo, tirando un cojín al suelo. - Y cuidado con lo que dices si no quieres pillar otro sopapo.

Yo ya me resigné y me arrodillé delante de él para hacerle mejor la paja.

- No, no, si desde donde estabas me la estabas haciendo bien - Y sonrió.

- Entonces por qué quieres que me sentara en el cojín? Dije desconcertado.

Él seguía riéndose y me puso la mano en la cabeza, empujando hacia abajo. - Venga Edu, que no te lo estoy pidiendo, vas a hacer lo que te diga, y si tienes dudas, mira a la peli. Tú sólo piensa que sabe a yogur.

Yo empecé a hacer fuerza hacia atrás pero me agarró del pelo. - No te la juegues ahora, gilipollas, que te hundo la vida. Vamos a portarnos bien y a ser amigos eh?

- Pero tío, por qué me haces esto - Dije sollozando.

- No es por ti, es sólo que los amigos están para ayudarse. Y qué mejor ayuda que una mamadita y una limpieza de lefa, no? Venga, empieza pasando la lengua y probando mi néctar, que es sólo el aperitivo. Y con ganas eh? A ver lo putita que eres.

Yo acerqué mi lengua, con bastante asco, por cierto, y en cuanto tocó su polla, dio un suspiro y echó la cabeza hacia atrás.

- Ufff, si yo sabía que ibas a ser mi puta particular. Venga, ve pasando la lengua despacito, arriba - Y me movía la cabeza hacia arriba sin despegar su rabo de mi lengua - y abajo - haciendo lo mismo en sentido contrario.

- Venga, ahora tú solito, lame- Y se puso a mirar cómo mi lengua recorría su rabo.

Estuve así un rato, sólo haciendo lo que me había dicho. El gilipollas se recreaba mirándome.

- Venga, esto mola pero vamos a probar otra cosa. Métete sólo el capullo en la boca rodeándolo con los labios, y el resto de mi polla la pajeas despacito. Por supuesto, la lengua que no deje de moverse por  mi glande eh? - Y me dió dos "palmadas" en la cara.

Yo hice lo que me dijo y empecé una leve paja mientras le lamía el glande dentro de mi boca. Laa verdad es que no sabía a mucho, así que me imaginaba que estaba chupando un dedo.

- Ves qué bien?Qué gustito me estás dando putilla, ni mis zorras me comen el rabo como quiero. Estamos entrando en la recta final, ¿Quieres leche?

- Pues no, la verdad - Pero nada más contestarle me empujó la cabeza contra su rabo violéntamente.

- Era una puta pregunta retórica, claro que te vas a tragar mi lefa y como se te salga una gota, la próxima vez será por el culo, así que pórtate bien, bébete tus vitaminas como buen amigo. Ahora voy a empezar a mover yo tu cabeza, vas a comérmela entera, primero más despacio e iremos subiendo el ritmo. Cuando te diga que me voy a correr quiero que no dejes de lamérmela mientras me pajeas y que toda mi lefa caiga en tu lengua, lo pillas? si lo has entendedo dame un beso en el cipote, que no quiero que lo dejes ni para hablar.

Yo le besé la polla y entonces me agarró del pelo y me metió la polla hasta la garganta.

- Ufff qué calentita tienes la boca, zorrita, ah, ah, ah - Empezó a respirar fuerte mientras iba subiendo y bajando mi cabeza metiendo y sacando su polla.

- Venga, vamos a subir el ritmo que casi estamos. Y da gracias que mira cómo se follan entre los dos al gilipollas ese, que ganas no me faltan de hacértelo a ti eh?

Empezó un mete y saca bestial. Yo daba alguna arcada pero el cabrón no me dejaba respirar, por lo que empecé a babear.

- Hostia tío, me estás lubricando la polla que te cagas, va mi leche, haz lo que te he dicho. La lengua, va!!!

Le cogí la polla y empecé a lamerle el capullo, rozándolo con mis labios. Él me miraba con cara de salido. - Va, va va!!!!!!! toma tu leche zorra de mierda, TOMA, TOMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Empezó a echarme chorros de lefa en la lengua, calientes y espesos. Pude contar hasta 5 chorrazos que dejé en mi lengua.

- Uf qué morbo me da esto. Anda, trágatela y métete mi rabo en la boca, que no quiero manchar el calzoncillo. Succiona toda la lefa que quede y vámonos a dormir tío, que mañana hay que estudiar.

Yo le limpié bien el rabo, me levanté y me fui a su habitación, sin mirarle.

A los dos minutos, él llegó y se metió en la cama de al lado. Apagó la luz y me dijo - Lo has hecho bien tío. Mañana cuando me despierte quiero otra, que me gusta correrme antes de desayunar. Vamos a pasarlo bien a partir de ahora.

Y así es como nuestra relación cambió, para él a mejor aunque no tanto para mi.