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Mi iniciacion 5

en Gays

Llevaba un buen rato en aquella cama atado, y aun no sabia cuando iba a volver mi amo. Tenia en la boca todavia restos de las corridas que me había dado y notaba su regusto un poco amargo, pero no me importaba me gustaba mucho.

Nunca pensé que llegara a gustarme tanto el semen de otro hombre, pero había descubierto que me gustaba mucho que me llenaran la boca y tragarmelo. Creo que me estaba haciendo adicto a su semen, tan espeso y tan caliente.

Creo que en parte me había dejado allí en la cama para que evaluara todo lo que estaba pasando, y me diera cuenta si realmente estaba hecho para ser su sumiso y entregarme totalmente. Hasta el momento no me lo había planteado tan en enserio, pero después de un rato pensándo en todo lo que había vivido con él, creo que mi decisión ya estaba tomada. Cuando empecé a quedar con él, pensaba que sólo iba a ser para unos ratos, pasarlo bien y ya está. Pero él me había hecho darme cuenta que mi verdadera condición era la de ser un sumiso, lo que realmente quería ser.

Despúes de un rato, escuché la puerta, había vuelto. Se oía ruido de cosas y al momento abrió la puerta de la habitación donde me encontraba. Se acercó a mí y me desató los pies y las manos. Y me dijo que lo acompañara al baño. Una vez dentro me dijo:

- Como ya te había dicho antes, ahora voy a mearte encima. Quiero ver como recibes con gusto mi orina. Entra en la ducha y arrodillate allí.

Tal y como me ordenó, entré en la ducha y me arrodille. Estaba un poco nervioso, nunca antes había hecho ni me lo había imaginado. Pero como me había pasado con otras cosas, me excitaba la situación.

Se acercó a mi, se puso delante y con su polla apuntando hacia mi cara, y sin darme cuenta empezé a notar algo muy caliente sobre mi cara. Me estaba meando todo. Era una sensación rara, su orina era muy caliente y olia un poco, pero conforme me estaba llenado más de orina, mas me gustaba. Hasta que llego un momento que abrí la boca, quería sentirla en la boca y ver como sabía. Él vio lo que hice y me dijo:

- Así me gusta, disfruta de ella. No pensaba que fueras a disfrutar así. A partir de ahora cada vez que quiera mear lo haremos así. La recibirás toda.

Cuando terminó de mear, me dijo que me la metiera en la boca y que se la dejara bien limpia. Así lo hice, se la chupe un rato hasta que no quedó nada de orina sobre en su polla. Mi miró y me dijo:

- Muy bien, así me gusta. Esta será una de tus tareas siempre, cada vez que orine me la dejaras bien limpia. Ahora duchate y limpiate todo. Cuando termines, hablaremos sobre tu situación. Ahora vas a tener que decidir si finalmente te entregas a mi o lo dejamos aquí. Tu iniciación ha terminado.

Salió del baño, y yo comencé a ducharme. Mientras me limpiaba, estuve reflexionando un rato sobre lo que me había dicho. Ya había terminado mi iniciación y ahora tenía que decidir si me entraba a él o me iba y se acababa la historia.

Una vez limpio y seco, salí al salón donde me estaba esperando sentado en el sofa. Cuando estuve delante de él, empezó a hablarme:

- ¿Qué has decidido? ¿ Estás dispuesto a entregarte totalmente a mí ? Creo que estás preparado para servirme.

Durante un momento dudé en que contestar, estaba nervioso, pero cuando comencé a hablar se fueron todos los nervios:

- Sí estoy dispuesto a entregarme a ti ami, soy todo tuyo.

No podía creer lo que estaba diciendo, había aceptado ser su sumiso, entregarme a él totalmente, pero al mismo tiempo me estaba dando cuenta que era lo que siempre había querido.

Se quedó un momento mirándome, y me hizo un gesto para que me acercara. No lo dudé ni un instante, me acerqué a el. Ví como de una bolsa que tenia a su lado sacaba un objeto, era un objeto pequeño, que no había visto antes.

- ¿Sabes lo que es esto? Es un cinturon de castidad. Se pone en tu polla y se cierra con un candado del que sólo yo tengo la llave. A partir de ahora, seré yo quien decida cuando te vas a empalmar y cuando a vas a poder correrte.

Me quedé un momento un poco pálido, no me lo esperaba. Vi como se acercaba a mi polla, y en un momento sin poder reaccionar me dejé poner aquel objeto en mi polla y cerraba el candado. Desde ese momento ya no podía tocarme ni empalmarme hasta que mi amo me dejara. Ví como se llevaba la llave, pero ya no pude ver donde la guardaba.

Se volvió a sentar en el sofá, y sacó otro objeto de la bolsa. Parecía como un consolador, pero pude ver que estaba hueco por dentro. 

- Esto es una funda que tendrá que ponerte cada vez que te quite el cinturón y vaya a follarte el culo. No quiero que mientras estemos follando te toques la polla. A partir de ahora, la única forma que vas a tener para correrte es por tu culo. Bien mientras te follo o bien cuando te de permiso para correrte.

Estaba empezando a estar un poco asustado, pero a la vez, satisfecho. Esa era mi condición. Sólo iba a poder tener placer anal, como un auténtico sumiso.

Dejó la funda a su lado, y sacó otro objeto. Tampoco sabía lo que era. Me miró y me dijo:

- Y bueno como sólo voy a dejarte que tengas placer por tu culo, también tengo que asegurarme que no te vas a meter nada mientras no te vea y te corras aun teniendo tu cinturon puesto. Esto es otro cinturón de castidad, pero para tu culo. Quiero tener todo el control sobre ti.

Se acercó de nuevo, lo introdujo en mi culo, y cerro el candado. 

Ahora ya estaba completamente a sus ordenes. Ya no iba a poder masturbarme sólo nuca más, sólo cuando él me dejará y sólo por el culo, como un autentico sumiso. Los primeros días fueron dificiles hasta adaptarte a todo, pero pasado un tiempo fue lo mejor que me había pasado. Ya no me interesaba masturbarme como antes lo había hecho, descubrí el autentico placer mediante mi culo. Siempre por mi culo, todas las veces que me corrí con él fueron mientras me follaba. Siempre me llenaba la boca de leche. Y cada vez quería más.

Y así terminé convirtiéndome en un auténtico sumiso.