Jugaba un Euromillón esa semana y me tocaron 1500€. Y sin pensarlo dos veces me fui a la oficina de viaje de mi calle y contraté unas vacaciones de 7 días, a la playa con mi hijo de 10 años en un resort con régimen de todo incluido.

No había tenido un buen año. El sexo había sido aburrido. No tenía pareja ni trabajo estable. Pero tenía claro que pasaría una semana a cuerpo de reina.

El primer día nos pusimos en las hamacas de la piscina. Notaba como miraban mi cuerpo unos extranjeros que tenía enfrente. Si me inclinaba, los pechos firmes se marcaban más y empezaban a comentar. Cuando me levanté por un mojito y un helado para mí mí hijo, los 5 movían la cabeza al unísono. Movía más mis caderas para excitarles y sacar más comentarios de ellos. Eran ingleses y algo se les entendía. Me desnudaron con sus comentarios.

Se me acercaron dos de ellos a pedirme fuego y tuvieron excusa para traerme otro mojito. Entre miradas a mis pechos y risas, me propusieron ir a su habitación. El ambiente se había desinhibido bastante y mi hijo jugaba con otros niños en la piscina.

El coño me empezó a chorrear de placer de pensar que en unos momentos estaría siendo penetrada por los dos ingleses. Eran unos caballeros en las hamacas por mi hijo. Pero sus palabras eran dardos de placer a mi imaginación.

Me dieron una llave electrónica y se levantaron perdiéndose en el resort. A los 15 minutos, me despedí de mi hijo y le di instrucciones de vernos en 2 horas en el comedor exterior para la comida. Y me dirigí a la habitación de los ingleses, la 242 que marcaba la llave electrónica.

Me abrió el más alto. Me cogió la mano y me llevó a la cama donde estaba el más rubio con un mojito en la mano. Se sentó el más alto a mi lado y me besó. Cuando gire la cabeza bese al rubio. Mis manos acariciaron sus miembros viriles. Tremendos rabos. Me imaginaba algo más normal y no esos dos monstruos venosos que saque.

Engullía el miembro del rubio después del beso. Un glande gordo y rojo que hacía mis delicias. El alto me giró un poco y me retiro el tanga. Acercó su lengua a mi coño y empezó a jugar con mis labios. Que placer por favor. Estaba siendo el mejor polvo en muchos años.

Le dejé que me introdujera un dedo por mi culo mientras seguía comiéndome el coño. Hasta que el rubio me besó y se incorporó para meterla a 4 patas. Me lleno toda con ese monstruo que se calzaba. Y de frente me encontré con otro sable que saboreé hasta la garganta. Notaba en los labios ese miembro venoso que engullía ansiosa de correrme con la polla del rubio dándome duro.

Estaba siendo follada como en una película de Esperanza Gómez que me dejó prendada desde que la vi. Esa mujer parecía que no tenía límites con las grandes pollas que la follaban. Estaba teniendo una follada de película.

Sacó el rubio su tremendo sable y apunto a mi culo y apretó con suavidad. Su gran glande entró y notando su venoso falo me la introdujo hasta que sus huevos chocaron con mi coño. Así estuvo un rato hasta que mi culo se acostumbro a tremenda polla. El ritmo fue despacio hasta que empecé a correrme y arqueé mi espalda sacando el rabo de mi alto inglés de la boca. Resoplaba de placer durante varios minutos en los que no dejo de follar a ritmo frenético mi culo.

Cuando paró, estuvo un buen rato llenando mi culo de leche caliente que me devolvió la energía de querer la polla del alto en mis entrañas. Sacó su polla de mi culo y ocupó el alto mi agujero negro. Alternó la follada entre mi coño y mi culo y a los 15 minutos me dió la vuelta y me folló a lo misionero comiéndome el cuello. Que placer, Dios!!

Noté su corrida en mis entrañas y procedió a besarme con pasión. Fue un beso largo y me excitó a tal grado que me provoco otro orgasmo que ahogó mis gemidos de placer.

Me puse el bikini siendo observada por los dos ingleses que me ofrecieron terminar con ellos el mojito. Salí de la habitación y me dirigí al comedor. El primer día fue mejor de lo esperado. La tarde organicé mis ideas para pensar como follarme a los otros 3 ingleses del grupo.