Generalmente saliamos siempre a comer con un grupo grande de compañeros de trabajo, nuestra relacion iba mas alla del trabajo y nadie lo sabia.

En esa ocasion solo nos acompaño una persona. Fuimos al restaurante de mariscos que nos fascinaba a la orilla del rio.

Entrados en la comida y al calor de las cervezas con la brisa del rio; ese calor comenzo a recorrer mi cuerpo, nos gustaba jugar con la adrenalina.

Eso hacia nuestra relacion mas candente, lograba ponerte cachondo.

No recuerdo de quien fue la idea solo se que te fuiste tu primero al baño y recibi un mensaje diciendome ven, fue como si la sangre me hirviera.

Me pare y camine hasta el baño de mujeres, y entre ambos baños ahi estabas tu; me empujaste hacia el baño y entramos en uno.

La sangre nos hervia y las ganas de tenernos mas, nos besamos con esas ganas de comernos.

El espacio estaba muy pequeño pero esa posicion de perrito que me fascina me hizo gemir, sudar; la adrenalina recorria todo mi ser.

Como habiamos bebido no lograbas venirte y yo te decia gimiendo: no te vas a ir de aqui hasta que me mojes papito!!!

Cual fue nuestra sorpresa que de repente oimos como crujio pero la taza del baño y empezo a salir agua, entre excitacion y risas no sabiamos que hacer, ya habiamos terminado nuestro round de sexo salvaje y alocado.

En ese momento rapidamente te arreglaste y saliste. Despues lo hice yo.

Cuando llegue a la mesa el acompañante no nos quitaba la mirada de encima, como se tardaron; nos dijo.

El sexo se nos reflejaba en la cara, colorados, extasiados de placer. Que rica estuvo esa comida.