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Pringada

en Erotismo y Amor

Bueno, un poquito más de brillo y a ver qué pasa. No me coges el teléfono, no me hablas en la oficina, has decidido quedarte con la del pelo amarillo porque es la hija de papa y nuestro Jefe, pues perfecto…que cabreo tengo, es que si no supiera que es a mí a quien amas, que te mueres por mi huesos como yo me muero por ti, pues vale, pero es que eres tonto de remate.

Escote en su sitio, stiletto Latouche, vestido moldeándome la cadera, si es que parezco una actriz italiana de los cincuentas, estoy más que buena, y vas a flipar lo que te pierdes…jo …llego tarde…bueno me hago de rogar, es lo que hay…que bien sienta el rojo a las pelirrojas.

Aparcada, nerviosa, ultimo retoque, eyeliner en su sitio, perstañon, bucles, labios…y ese perfume que tú me regalaste…no sé si estoy sufriendo o riendo de ti, fíjate tú. Salgo del coche, con mi bolsito mi chupa de cuero, es que hoy soy una loba y es lo que hay. Voy andando ya por la calle, ya veo el restaurante, como te odio y como te amo, deseo ver tu cara de panoli, porque sé que la vas a poner y eso me encanta.

Entro en el salón y ya veo como todo el mundo se voltea, es que estoy para comerme , la verdad, no me suelo vestir así , ni mucho menos , pero es que algo tenía que hacer desde que me soltaste por whatsupp que lo nuestro no podía ser que te tenías que casarte con esa penca malnacida de Aura, vaya nombrecito también…es que le tengo una tiria , la escuálida e insulsa blancuzca niñata de papa, que no sabe ni hacer la o con un canuto o freír un huevo.

En cualquier caso, aquí estoy yo, rabiosa, guapa a rabiar, y con ganas de quitarte el sueño. Entro en el salón que el Jefe ha alquilado y veo como todos se dan la vuelta, me miras de reojo y me siento en la otra punta de la mesa, con la insulsa…mi venganza, ahí la tienes, míranos y compara, es lo que toca hoy y eso tiene que escocer.

La escuálida esta guapa, dentro de lo que cabe y se lo digo, se ríe y ya la caga con esa voz de pito que tiene.

 Me dice que está loca de amor por ti, que eres lo mejor que le ha pasado y que os  vais a casar en un par de meses , que llevas un año prometido…que cabron eres , hace seis meses que llegue a la inmobiliaria y me dijiste que estabas soltero …como te odio…aunque se que desde que nos vimos algo paso y que desde entonces no podemos vivir el uno sin el otro…como odio mi compañía ahora mismo, espero que no se me note y se atragante con el solomillo.

Mi Jefe que es el tuyo, brinda por mi labor en la empresa y dice que desde que he llegado todo está mejor, incluso tú, brindas, claro, como te he dejado conocer cada lugar de mi cuerpo y tu cada piso que teníamos en venta, pues ya ves. Te miro con mi sonrisita de falsa, cuando también se brinda por la inminente boda. Espero que me invites para no ir y follarme a todo lo que se menea esa noche en Madrid.

Como me cansa escucharla, que si las mesas, que si el vestidito de princesa de no sé quién de alta costura, que no veas que estrés tiene con lo de boda, me dan ganas de decirle hace dos días le quite el estrés a tu novio en el baño de la oficina. Fue por detrás, mientras me lavaba las manos, aprovechando que llevaba falda y justo antes le había regalado el tanga que llevaba puesto.

Me levanto al servicio antes de que me pongan el postre, estoy lavándome las manos cuando, apareces tu…me dices que como se me ocurre…y te digo “paso”…me pones contra la pared y te aprietas fuerte contra mi…no me puedo zafar y no quiero…me encanta sentir esa erección que tienes en estos momentos. Me das la vuelta y me arreas un bofetón. Yo te arreo otro…y me zafo de ti…”tengo ganas de matarte”, me sueltas…y le respondo: “adivina adivinanza quien también”.

 Me coge la cara con la mano, me la acaricia y me besas. Sabes a vino tinto, no sé si estas ya apuntillado pero quisiera ahora mismo que me apuntillaras a mí, con esa verga que escondes bajo la ropa…lo que si se, es que esta situación te sobrepasa…como a mi…”que buenas estas cabrona”, me dices y le apunto, un “sabes que te amo”, me vuelve a besar.

Nos miramos…tu cara lo dice todo, me das pena, estas encasillado en algo que no quieres, y lo sabes. Sales por la puerta con cara de derrotado.

Termino de acicalarme, me pongo el labial y recibo un mensaje. “Te amo, estoy perdido sin ti”.

Vuelvo a la mesa, me saludan mis perritos falderos, a los que odias porque sabes que ellos quieren follarme y tú que lo haces, no te puedes jactar de ello. Vuelvo a sentarme con la bruja del pelo amarillo, la causante de todo esto…o ahora que pienso, el causante es tu egoísmo, tu amor por el dinero y tu inseguridad…como poco hombre.

Lo sé, acabo de pasar del “me das pena” a “te odio” otra vez…

El Jefe se te acerca…bueno tu suegro, le sonríes, pero yo sé que es tu cara de cartón y no la de verdad, la que tienes cuando despertamos juntos, cuando nos duchamos, cuando desayunamos, cuando hacemos el amor y cuando me pones mirando para Cuenca. No sé, si salvarte de matarte en vida o matarte yo…que dilema tengo.

Apenas me escucho pensar con la rata que tengo a la vera, me aturde tanta tontería, ni siquiera sabe que te gusta que te la chupen desde abajo, creo más bien que ni te la chupa. Seguro que no sabe que te gusta que te meta un plug en el ano cuando te arrebatas…me está hablando del viaje y solo estoy pensando la primera vez que lo hicimos, en tu piso, fuimos a por unas escrituras que te habías dejado, se me cayeron con los nervios, me baje a la vez que tú y nos dimos un buen coscorrón. Nos tocamos a la vez, pasamos del primer beso a, me arrancaste la braguita, y fue tan salvaje, que cuando terminamos me tuve que volver a peinar, a maquillar, en fin, una locura. Fue como si nos arrolláramos el uno al otro. No dejamos de reír ese día, de felicidad…de saber que tú eras él y yo era tu ella…cómo es posible que nos pase esto, con lo bien que estamos juntos.

Por fin las copas, a ver si me emborracho y dejo de escuchar del todo, a esta penca. Te miro a hurtadillas de vez en cuando, y tú me mandas mensajes de amor a escondidas de todos…cantamos en coro, pobre de mí…cosas así y tú ya estás del todo borracho… Me contoneo cerca de ti, y sueltas una palmada que deja a todo el mundo atónito, incluso a mi…que lo hagas cuando me tienes a cuatro pata vale…pero aquí…y en público…

La escalichá se disculpa por ti…de verdad que no sé cómo puedes estar con ella, es blanda como una alcachofa en salmuera…

Me acerco a ti, cuándo ya no hay nadie cerca, y efectivamente, este pasado, cocido…me abrazas y te pones a llorar. Madre mía…no sé qué hacer, menos mal que la gente, incluido tu suegro piensa que es porque esta borracho y me estas pidiendo perdón.

Todo el mundo sabe que soy tu aliada, tú amiga, tu compinche en las ventas de casas…que hay química vaya…para ello laboral, para nosotros, de la de verdad.

Me suelto de ti, y hago como que te llevo hacia afuera, me topo con tu futura familia y les digo que te llevo a tu casa…no recelan de nada e o incluso la pavisosa me da las gracias…desde luego que el que lleva la ornamenta siempre se entera el ultimo…apabullante…verdad…nunca

Salimos, abrazados como si te estuviera rescatando de tu futuro, como lo haría un buen amigo. Te meto en mi coche, como puedo mientras tu no paras de decirme que me quieres, que tu vida es una mierda, que quieres ser libre, conmigo no con esa. Nada más salir del aparcamiento, abres la puerta y vomitas, todo muy romántico. Tendré que meterte en la ducha al llegar. Cierra la puerta y saludas a los compañeros que estaban saliendo, ni me había dado cuenta, al igual no estás tan borracho…conforme maniobro, te acomodas y cierras los ojos.

Conduzco por Madrid hasta llegar a las Rozas, que pijo eres en el fondo. Entro con mi mando, el que me regalaste con el juego de llaves. Aparco en la plaza que está al lado de tu coche y te despierto. Me sonríes, y esa cara no es la de antes.

Aquí estas tú, y me muero por ti aunque huelas a alcohol…cabron…me afirmas “no me beses que estoy fatal, no me gusta que me veas así, eres lo que más bonito que ha parido madre, no sé qué haces con un pardillo como yo”…”vamos” le espeto y como enamorados que estamos, entramos en el ascensor…hasta la 6ºplanta.

Una vez en el apartamento, te quito la chaqueta, dejo bolso y llaves en la entrada y nos dirigimos al baño, acciono el grifo de la ducha y empiezo a desvestirte, primero la corbata, no paras de mirarme y de sonreír, te lanzo “que cosa más fea” y sueltas “igual que quien me la regalo”, nos miramos y nos reímos.

Te desabrocho el cinturón y el pantalón y te quito la camisa, te sujetas a mi cadera y me hundes los dedos en ella, tanto que me duele, y entonces paro, me miras y me levantas el vestido hasta hacerme levantar los brazos y me lo quitas por la cabeza…te siento en el váter, y te quito los zapatos de cordones y los calcetines, y termino por deslizar el pantalón.

No paras de mirarme…sonriendo, te acerca y me desabrocha el sujetador… “no te pienses que voy a ducharme contigo”…”no más sin ti”, y reímos porque sé que haga lo que haga terminare bajo el agua.

Me coloco la melena con ayuda de tu cepillo de diente y me quito los tacones, las medias, mientras tu desliza tus manos hasta mi tanga…”esto fuera”…ya ando como a ti te gusta, y te levanto para quitarte el bóxer…directo a la ducha, el agua esta que escalada y la templas antes que entre, incluso borracho sigues atento. Cojo la esponja y me sirvo gel, te enjabono, lentamente, deteniéndome en cada recta, en cada recoveco de tu cuerpo, me detengo por tu falo y me esmero en él, espero que mi mente guarde cada centímetro de ti, desde la curva de tu espalda con las nalgas hasta ese lunar que tienes ahí, justo por debajo…pues no sé, si mañana serás de otra, y esto será la última vez.

Cuando termino, mientras te aclaras, te miro, no estás tan pasado como yo pensaba…sacas el brazo y coges la pasta de diente…ya se lo que viene así que te devuelvo el cepillo y te miro como te lava los dientes…no nos quitamos ojos.

Aprovecho para enjabonarme y me robas hábilmente la esponja, abandonando el cepillo y la pasta en el lavabo de una lanzada, me acaricias, me besas los senos, está siendo difícil no pasar a mayores, pero el momento es tan dulce y delicado…sabe a despedida…eso es…así lo tengo que asimilar, y en cuanto antes mejor.

Apagas el grifo y me envuelves en la toalla, esta empapado pero me secas a mí, me besas tan apasionadamente que me falta el aire. Ahora te toca a ti, te seco el cuerpo, y me arrodillo. Ya sabes lo que quiero y respiras hondo…hueles tan bien, ahora que no reparo en nada, te engullo, te devuelvo, una y otra vez, quiero que esto no se te olvide en la vida y te escucho, como gimes, como me coges el pelo para guiarme.

Me levantas suavemente por el pelo y te sientas en el váter, me volteas y tu abierto de piernas y me siento, ahí, uff, es tan bueno que no puedo para de hacer sentadillas…mientras me aprietas los pechos y me mordisqueas el cuello…así estamos hasta que te levantas conmigo empalada y me oprimes contra la mampara.

Entonces, te endureces aún más si cabe y me embistes y no puedo respirar, mi respiración hace condensación contra el cristal, y así, llegamos al orgasmo, entre ruidos de mi cuerpo contra el cristal, fricción de tu cuerpo con el mío y gemidos.

Somos uno y seremos dos ya mismo…lo sabemos.

Cuando por fin, exhausto, nos libramos el uno de otro y de la mampara, me tomas de la mano y me llevas a la cama, es la última vez que duermo contigo, esa es mi sensación…no sé qué pasara mañana, no sé cómo vivir sin ti, soy mejor versión de mi desde que estas…

Nos tumbamos, abrazados y ahí nos quedamos .Somos uno.

No sé cuánto tiempo paso, pero seguro que lo suficiente para recuperarte. Me despertó tu erección contra el muslo, buscando como llegar a mi coño. Es algo que te encanta hacer, despertar en mitad de la noche y darme un repaso…”vaya, estas despierta, no más sin ti”…más lo repites y más tengo que hacer esfuerzo para estar bien y no matar el tiempo antes de que haya muerto.

Necesito sentirte cerca, no solo ahora sino para el resto de mi vida, pero soy una pringada como tu…que asco de vida…me atrapaste los pechos y yo levante una pierna y la recogí sobre tu muslo para facilitarte el acceso, y así hacer presión.

Ese vaivén, sacadito, escuchando tus gemidos a compas con los míos casi como una canción de cuna…me encantaba. Joder que bueno, cada vez que llegas, sentir como te topas con el final de mis entrañas…quiero más, entonces me zafo y me subo ahorcajada en lo alto tuya. Dirijo tu verga a la entrada de mi coño y me penetras con tu polla ya tan gorda que no cabe nada más, mientras te monto, me tocas el clítoris y ya sabes lo que pasa, me disparo y no entiendo , me pongo en cuclillas y ahí que voy.

Una y otra vez, no te doy respiro, te vas de mi vida pero antes , te voy a exprimir , estamos llegando al clímax, lo sé , me cuesta respirar, las piernas me tiemblan ya , pero sigo , hasta que me atrapas y noto como te vacías en mí, caliente , nos quedamos así , callados , enganchados como dos monos…hasta que ya no te noto dentro, y me tumbo a tu lado…solo te escucho decir “joder, un poco más y me da un paro cardiaco”…satisfecha de mí, sonrió y me acurruco para dormir un poco más.

Te siento tan cerca que enseguida me duermo.

De repente, me despierto….escucho una voz familiar, unos sollozos, un portazo….y te veo de pie, desnudo…

” ¿Que ha pasado?”

“…estamos despedidos que lo sepas…era ella…y mejor…no más sin ti”

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Alba