miprimita.com

Ella con tacones y yo con cuernos (3)

en Hetero: Infidelidad

Capítulo anterior: https://www.todorelatos.com/relato/150568/ 

 

Ella con tacones y yo con cuernos (3): Su primer polvo con el griego

Despertamos ya tarde, aunque aún quedaba mucho domingo por delante. Vaya finde habíamos tenido. Y no había sido ningún sueño húmedo, había sido muy real. Nos dijimos buenos días y desayunamos (aunque era casi la una) como si nada, tratándonos como siempre. Bueno, ella me hacía alguna sonrisa picarona, pero nos dimos mimitos de pareja bastante normales. En el fondo, también éramos eso. Una cosa no quitaba la otra

Cogió el móvil y dijo que era el griego, que le preguntaba si iba a comer con ellos. Entonces me cogió de la cabeza y me lanzó hacía su coño. Ella solo llevaba un camisón, hacía bastante calor ya, aunque faltaban unos días para entrar oficialmente en el verano.

  • Uff, así, cómemelo. En un rato voy a irme para quedar con un tío de verdad, un tío que me va a follar como una perra. De mi solo vas a catar esto ahora y ya veremos el qué cuando vuelva. Si vuelvo.

  • Diosa, te lo mereces todo -yo ya empezaba a tenerla dura y me estaba acariciando por encima del pantaloncito-

  • Vas a estar todo el día pajeándote eh, jaja que patético. Mientras a tu novia se la folla un casi desconocido y, quien sabe, también su compañero de piso, tú vas a estar masturbándote en casa.

Entonces me apartó. Se ve que quería ir muy muy cachonda, y, de paso, dejarme a mi también con las ganas. Se fue a la ducha, pero salió un segundo y me dio su móvil.

  • Cornudo, me está hablando Román. Con todo esto del griego, no le he contestado desde ayer antes de salir. Quiero que, mientras me ducho, le hables como si fuera yo. Confío en ti eh, no me falles. Dile cosas cariñosas, con él me gusta hablar también con amor.

Y entré en la conversación. Su último WhatsApp de la noche anterior decía “De fiesta, guapaa?? Yo también! Ojalá contigo y bailando juntos como aquella noche”. Luego, proseguía con el mensaje que yo debía responder. Y a ello me puse:

  • Hello, buenos días! Qué pasa que el pelele no te dejó contestarme? 

  • Holaa -así empecé-, jaja el pelele no importa. Solo que me lié bastante.

  • Sí, noo? Seguro que triunfaste mucho y le salieron nuevos cuernos jajaja

  • Jaja, la verdad es que me tiraron bastante, pero no te pongas celosín que tú eres especial… -me puse muy en el papel, y me puso muy cachondo aquello-.

  • Y tú.. Bueno, yo conocí a una peruana riquísima, lo hicimos en mi coche y me encantó. Pero ahora solo me apetece hablar contigo

  • Ay, qué picaflor eres… Yo no ligué con ninguno al final, solo pienso en ti. 

  • Jajaja mi Celia

  • <3

Exacto, Celia era el nombre de mi novia. Después de poner yo (bueno, para él, lo ponía ella, claro) el emoji del corazón ya dejó de estar en línea. Celia acababa de salir del baño y se estaba arreglando con rapidez. Se dejó el pelo recogido para ganar tiempo pero se puso una minifalda, unos tacones y un escotazo que me volvían loco. Vino a por su móvil y su expresión cambió radicalmente:

  • ¡Pero como le dices eso! Me acabas de dejar como una tonta, y ahora él se lo habrá creído demasiado. Estás idiota.

  • Perdona, Diosa, como dijiste lo de hablar con cariño...

¡Plas! me soltó una bofetada en toda la cara. Yo, sin ella añadir nada, me arrodillé y le empecé a besar los pies.

  • Perdona, perdona, perdona… Soy un idiota, no te merezco, Diosa, Ama…

  • Mira, esclavo. Porque me voy con el griego y no quiero perder más tiempo que si no te ibas a enterar.

Me levantó la cara, me escupió y se marchó. Antes de cruzar la puerta me dijo que si le enviaba un solo WhatsApp molestándola, no sabría nada de mi. Que ya volvería ella cuando le diera la gana.

Aquellas horas fueran una bomba de excitación. Cuando ya se habrían hecho las 8 de la tarde-noche recibí un WhatsApp suyo. Salté del sofá. Aunque ya me había corrido una vez después de comer, ahora estaba masturbándome de nuevo.

Era una foto. Una foto de un condón usado. Me decía:

  •  Tengo un regalito para ti. Si quieres que te perdone por lo de hoy, tendrás que tragártelo entero. 

Yo le puse unos emojis y luego, recordando su aviso, escribí: 

  • ¿Puedo contestarte, ama? No quiero molestarte. Y aceptaré todos los castigos que me merezca”

Su respuesta fue, primero, un video. Estaba grabado por un chico sentado. Y se la veía a ella arrodillada chupándole la polla, con los brazos hacia atrás y un poco de saliva por la zona del ojo. Nunca había visto algo ni parecido. Me lo podía imaginar de la forma más realista del mundo, pero verlo en un video fue increíble. Yo estaba cachondísimo. Solo me salió escribir: 

  • Ufffff, qué bien lo haces, Diosa, que suerte tiene… ¿Es el griego?

  • Sí. De hace ya rato, estoy llegando, cornudo.

Entonces llegó. Abrió la puerta y me avalancé hacia ella. No me quiso ni besar. Se fue directamente a la cama y me dijo que la siguiera de rodillas, como un perro. 

  • Aquí está tu premio y castigo -y sacó el condón del bolso-. Tu castigo porque aún te tengo que perdonar y tragarte el semen del griego puede ser una buena forma de humillarte. Y tu premio porque a partir de ahora tu mayor placer va a ser que yo tenga placer. Va, bésalo y dame la gracias.

  • Gracias, Ama, gracias -dije besando el condón-. 

  • Es el yougur griego que te ha vuelto a hacer cornudo. Esta vez ya del todo.

Lo abrió y desparramó la mitad por sus pies, que enseguida me mandó lamer. Era la primera vez que cataba semen. E iba a ser semen de otro hombre. Y de otro hombre que se había follado a mi novia. No me podía sentir más humillado y excitado a la vez. Fui pasando la lengua por su empeine, comiéndome todo lo que otro tío había tirado a un condón con el que se había follado a mi chica.

  • Bien, sube.

Me puse en la cama, totalmente empalmado. Dirigió mi polla a su coño mojadísimo, sentándose ella encima de mi. Luego, se tiró a la boca el resto del semen que quedaba y bajó la cara para echármelo en mi boca. Entonces nos morreamos. No nos habíamos besado en ningún momento y lo hicimos con el semen de otro tío por medio. Después de un buen rato de morreos, yo ya me lo había tragado todo.

  • Bueno, cornudo, te voy a contar todo lo que he vivido esta tarde. Cuando me ha abierto la puerta me ha mirado con esa sonrisa que tiene que me derrite y me ha morreado cogiéndome a saco del culo. Me he sentido totalmente suya, una mezcla entre ser su novia y su chochete.

  • ¿Su novia? ¿También le vas a mandar corazones a este como a Román?

  • No, con el griego, que por cierto se llama Stathis, es diferente. Me trata como una más de todas las pavas que se tira. Y me pone muchísimo eso, me gusta que para ti sea una Diosa y para él una zorra entre muchas. Me ha puesto cachondísima cuando me ha dicho algo así como “you’re only a hole with legs”. 

  • No eres un agujero con patas, eres la mejor Diosa que hay en el mundo.

  • Jaja muy bien cornudito, ganándote mi perdón. Pero para él soy solo eso y me encanta. Cuando hemos ido a su habitación se escuchaban ruidos y jadeos en la habitación de al lado. Se ve que su compi de piso también había quedado con una y estaban follando. Eso aún me excitó más, y aún me hizo pensar más en la cantidad de tías que pasarían por ese piso.

  • Llegué a pensar que incluso habrías hecho un trio, pero si el otro estaba ocupado…

  • ¿Te imaginas? Yo también lo pensaba antes de llegar. Que mi primer polvo poniéndote los cuernos iba a ser un trio. Eso sí sería empezar fuerte. Pero bueno, todo se andará. La verdad es que no he echado nada en falta. Después de besarme en la habitación ha empezado a insultarme mientras me sobaba y lamía por el cuello o las tetas. Eran frases tipo “you’re a bitch, do you know it, right?”... Yo no he parado de decirle que sí, que lo era. Y luego me ha pegado una bofetada.

  • ¿Qué dices, en serio? Eso ya es un poco fuerte no?

  • No si es consentido, cornudo. Me trata como yo a ti. ¿A que te pone cachondo? A mi tambien me lo ha puesto. Esto es una cadena de poder, tú estás debajo del todo, luego voy yo y luego él.

  • ¿Y entonces, luego, qué? ¿Habéis follado?

  • Luego, después de la bofetada me ha cogido de las manos y me las ha atado con una cuerda por detrás de mi espalda. Me ha puesto la mano en la cabeza y me ha tirado para abajo, dejándome de rodillas. Entonces me ha dicho que le abriera el pantalón con la boca y se la chupara. Me ha costado un poco desabrocharlo con los dientes, me ha ido insultando y escupiendo mientras tardaba. 

  • Joder, que fuerte, Ama… Y tú gozándola… Eres toda una zorra…

  • La que más. Al final he podido liberar a su pedazo de polla y me la he metido en la boca. Me ha encantado notar como se hacía grande. La otra vez en el baño de la discoteca ya la tenía totalmente dura cuando me la metí. También me ha grabado en video, que luego me ha pasado y te lo he enviado a ti. Cuando llevaba un rato comiéndosela, me ha tirado con violencia a la cama. No me ha desatado. Me ha puesto a cuatro patas, me ha quitado el tanga, se ha puesto el condón que te he traído y me ha empezado a follar como un toro, gritándome lo puta que era, pegándome cachetadas al culo, estirándome del pelo y escupiéndome en la cara cuando yo la apoyaba de lado en la almohada. Ufff… He tenido tres orgasmos, cornudito, ha sido una locura. Estaba en el cielo. Al final se ha corrido dejándose caer y me ha abrazado. Ha sido la única muestra de cariño que me ha mostrado, aunque ha durado no llega a 10 segundos.

  • ¿Tres orgamos?? Hostia, te ha molado eh, y eso que es tu postura menos favorita.

  • Con él me ha encantado, me sentía muy sumisa. Contigo ya no la haremos nunca más. Follaremos siempore como ahora, yo encima.

  • Sí, Ama, como tú digas, a mi me encanta. ¿Y luego, te has venido ya directamente, no?

  • Bueno, lo primero ha sido ponerme bien la minifalda, que me la había subido pero la seguía teniendo puesta. He buscado el tanga pero lo ha cogido él primero. Se ha quitado el condón, lo ha cerrado y se ha limpiado con mi tanga su prepucio. Entonces, ya me lo ha dado para que me lo pusiera. En vez de decirle nada malo, le he dicho "thanks" y luego le he pedido el condón. Me ha mirado extrañado, entonces le he contado como he podido que era un regalo para mi novio, para demostrarle lo cornudo que era, que teníamos una relación abierta pero solo para mi.
  • ¿Le has dicho eso en serio?? ¿Y qué ha dicho?

  • Se ha reído. Y ha dicho que le gustaban esos juegos, no sé, parecía como que lo veía normal. No debemos ser la primera pareja así que se encuentra. Parece que es todo un corneador y dominador nato. No he dicho nada pero, a la próxima deberías estar tú mirándonos jaja.
  • Uff, me pondría hiper cachondo.

  • Conociendo ya un poco como es Stathis, seguro que te ataría a una silla. Incluso también te pegaría a ti y te escupiría en la cara.

  • Dios, eso sería muy fuerte, Celia.

     

     

  • Muy fuerte y muy excitante. Me pongo cachondísima de imaginarlo. No sé si pasará, pero si algún día lo conoces, será como un Amo para ti. Hará lo que quiera contigo igual que hace conmigo, así que me enfadaría mucho si no le obedecieses.
  • Lo haré, Diosa.

  • No esperaba menos. Por cierto, la semana que viene es San Juan y tengo una propuesta morbosa que hacerte. 
  • ¿Cuál? 

  • Quiero que vayamos solos tú y yo a una playa, mano a mano, y que seas tú quien me consiga un ligue a mi. Que te hagas pasar por mi hermano o por mi amigo gay. Me encantaría besarme con un chico guapo desconocido delante de ti, ¿te atreves?
  • Si tú lo deseas, claro, Ama. Lo haremos.
  • Así me gusta, cornudín. Y ahora corrámonos juntos.