• Muy bien, ahoras eres un niño grande- levanto mi cara que ahora miraba el piso y me dio un largo beso en los labios - Ahora yo soy tu pololo y me debes hacer caso en todo.

Después de sacarme de la ducha me llevó en sus brazos de vuelta al dormitorio, seco mi cuerpo dándole especial énfasis a mi culo y espalda y me acostó en el rincón de la cama, yo tenía mucho sueño por todo el cansancio de lo que habíamos hecho, por eso me dormí enseguida.

Me desperté cerca de la 1 de la tarde y el cuerpo de mi primo me daba todo el calor necesario para esa fría tarde de invierno, ya que sus brazos y cuerpo prácticamente me cubría por completo en un gran abrazo. Al moverme un poco para poder mirarle la cara mi primo se despertó y con una linda sonrisa me miro a mi cara tierna y me dio un largo beso en la cual nuestras lenguas jugaban.

-Te veías tan lindo durmiendo mi amor- dijo después de largos minutos estando en silencio - Recuerdas lo que te dije cierto, nadie se puede enterar jamás. ¿Entendido?

-Si…-dije tímidamente.

-Otra cosa cada vez que estemos con otra persona, no nos podemos besar o tocarnos, esto es un secreto de nosotros solo lo haremos cuando estemos solos. ¿Está claro?

No le respondí con palabras, sino con un tierno beso en sus deliciosos labios, beso que él respondió acariciando todo mi cuerpo en especial tocándome las nalgas. Jaime miro la hora y vio que ya era cerca de las 2 de la tarde y mirándome tiernamente dijo

-Ya es hora pronto comenzarán a llega tu mama y el benja debemos levantarnos.

En esa mañana, mi vida cambio, no tan solo había tenido sexo con mi primo sino que tambien me enamore y quería que los sentimiento que sentía cuando estaba con él perduraran para siempre, una mezcla de cariño, admiración y deseo.

Al llegar mi mamá del trabajo a eso de las 3 de la tarde, me fui a casa, deseando que la próxima vez que pudiéramos estar solos no fuera muy lejana, pero por miedo a ser descubierto, ese segundo tuvo que demorar un poco.

----Un mes después---

Mi tia Maribel, es una tía paterna muy cercana a mi mamá, la única en la familia que no le dio la espalda cuando mi papá se fue a trabajar al norte y de paso a formar una nueva familia, estaba embarazada y entró en trabajo de parto en nuestra casa mientras tomaba once con nosotros, obviamente la casa se volvió loca con la situación mi tía Ana es la única en la casa que tenía automóvil por lo que la llevo al hospital, con ella tambien fue mi mamá para acompañarla mientras su marido llegaba. Dejando a Jaime a cargo mientras ellas iban al hospital, yo no quise ir a su casa ya que en ella esta mi primo Benjamin.

No pasaron ni 10 minutos desde que se fueron para que Jaime tocara a mi puerta.

-Hola bebe- dijo después de entrar rápidamente - No sabes cuanto te desee todo este tiempo, siempre estoy pensando en ti y en tu cuerpo.

No medio más palabras, se arrebato encima mio y me comenzo a comer la boca como un salvaje, recorría mi cuerpo con un dejo de desesperación, como drogadicto con síndrome de abstinencia, me cargo por las escaleras al cuarto de mi mamá y me arrebató toda la ropa, me tendió en la cama y hay freno para ver mi delicado cuerpo desnudo y dispuesto a todo. Se quitó la polera y bajó los pantalones quedando solo en boxer marcando su evidente miembro ya erecto.

-Amor echaba tanto de menos tu cuerpo, tu piel, tu olor y tus labios- me susurro en mi oído mientras mi cuerpo desnudo se estremecía por completo.

Recorrió mi cuerpo besándolo, luego me giro y se enfocó en tocar mis nalgas y a masajear el ano con sus dedos para poder dilatar, fue en ese ejercicio que comenzó a lamer mi ano y en todo mi cuerpo comenzó a sentir escalofríos. Cuando vio que estaba suficientemente dilatado decidió penetrarme lentamente así mi ano se acostumbró más rápido que la vez anterior y el vaivén de su cuerpo comenzó a acelerar, cada vez que penetraba me obligaba a gemir, cuando vio que estaba gozando acompañaba su penetración con una sonora nalgada. Su cuerpo se tensó y sentí todo el moco dentro de mi. En ese momento mi cuerpo extasiado, también se tensó y sentí mi pene un poco humedo, me comenzo a besar la espalda y a decir que esto se comenzará a repetir más veces, Cuando escuchamos que se abría el portón de la casa. En ese momento Jaime sacó su miembro rápidamente y se vistió super rápido recogido mi ropa y me pidió que me acostara en mi cuarto que me hiciera el dormido. Mientras yo salía a el cuarto con mi ropa, el ordeño la cama de mi mamá para que ella no se diera cuenta, y antes que ella entrara a la casa, él entró a mi cuarto me dio un beso corto en los labios y cuando escucho que mi mamá subía las escaleras, salió de mi cuarto.

-Shhh… Está durmiendo, lo vine a acostar.- le dijo a mi mama susurrando cerca de la puerta.

-¿Enserio?, muchas gracias hijo, te pasaste- le dijo mi mamá dándole un sonoro beso - ¿Cuanto te debo por cuidarlo?

-Nada tía, es un favor-

-¿Como?, te debo pagar ocupaste tu tiempo y eso se recompensa toma ahí hay 10 dólares.

-Gracias tía, cuando necesite le cuido al niño - dijo mientras bajaban las escaleras.

Escuche la puerta del exterior cerrándose y mi mama subio mientras fiel a las órdenes de mi primo no había movido ni un músculo desde que él salió del cuarto, mi mamá abrió la puerta me vio acostado y susurro

-Duerme bien mi hijito.

Al cerrar la puerta, me relaje y me dormi pensando en el hombre que más deseaba, mi primo.

Continuará…

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PD: Si llegaste aqui muchas gracias por leer, los comentarios son de gran ayuda y esta historia planea seguir para deleitarlos.