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Idus de marzo del odio al amor. capitulo 9

en Lésbicos

Los días en la comisaria estaban demasiado ocupados para la teniente, ya que Edrián, tal como ella lo había pronosticado hacia un trabajo eficaz dentro de la camorra, tanto que prácticamente les enviaba información todos los días sobre sus  movimientos en la ciudad. Ella estaba triangulando los puntos en los que los mafiosos se movían, tratando de descubrir cuál sería su siguiente objetivo y Cristian estaba junto a ella como un perro fiel. Asentía cuando ella sugería algo, celebrara cada vez que llegaba a una brillante conclusión y eso a la teniente le estaba gustando demasiado, incluso la sensación de incomodidad hacia él estaba comenzando a desaparecer

-          Creo que hemos avanzado mucho estas semanas. Tenemos vigilancia en cada uno de los puntos que Ávila entrego, solo es cuestión de tiempo para que comentan un error y los tengamos en nuestras manos   

-          Eso espero Cristian. Ya no tengo la más mínima duda que estos cabrones mataron a Valentina y Yo más que nadie quiero que esa escoria pague por lo que hizo

-          Y Así será. Ten por seguro que vamos por el camino indicado  

-          ¿Tú crees? – Dijo con duda, sabiendo lo difícil y corrompido que era el sistema judicial en su país. Era suficiente un juez corrupto para que un trabajo de meses o hasta años se fuera por el piso - Hay veces creo que ese camino no la vale la pena. No tienes idea de cómo desearía tomar un arma y acabar con todos de una vez, sin darle explicaciones a nadie

-          Esa no serias tú. Esos tipos se merecen una muerte dolorosa pero no vale la pena si eso condena el resto de tu vida. Has luchado mucho por llegar hasta aquí, haciendo lo correcto  

La teniente se quedó observaban a Cristian en silencio. No imaginaba que alguien con su reputación de egoísta y soberbio pudiera decirle esas inesperadas palabras de aliento, que necesitaba oír desde el fondo de su alma

-          Ya es tarde – Dijo Cristian viendo su costosísimo reloj de pulsera - ¿Te gustaría que ir a cenar, yo invito?

Helena lo pensó un momento. Era viernes y se le había vuelto una rutina tratar de salir temprano para encontrarse con Alex, pero eso a la vez se estaba convirtiendo en un problema. Dedicarle tanto tiempo a una persona por la que se supone, no se siente nada más que una atracción física podía ser peligroso. Helena no quería que la detective, mal interpretara su interés por ella y lo confundiera con amor u otra clase de sentimiento porque eso nunca iba a pasar, Alex sería la última persona con quien compartiría su vida

-          Si, encantada acepto tu invitación. Solo déjame ordenar un poco todo esto y nos vamos  

Para Alex fue muy difícil reprimir la rabia que estaba sintiendo al ver a la teniente salir de su oficina colgada del brazo de semejante Soquete. Duval para ella solo era un don Juan de cinco pesos, que se creía el hombre más interesante del planeta y creía que tenía el derecho de tratar a otros como tapates. Varias veces fue testigo de cómo humillaba a los vigilantes o las asistentes de servicio porque no saltaban cuando él se los ordenaba, así que las mismas veces le dejo claro lo que pensaba de él, de una forma poco sutil, como la vez que rayo su Porsche cuando se enteró que se había metido con las cosas de Valentina

-          ¿En qué piensas todo el día tendido sobre la yerba? Parécesme un gran doctor embelesado en su ciencia

-          Carolina ¿Me parece o tienes el atrevimiento de llamarme Buey?

-          Pensé que no te sabia ese poema, así que tan buey no es eres

-          ¿!!!TAN¡¡¡?

-          Jajaja… Cariño, estas muy sensible hoy. Que te parece si mejor vamos a tomar una copita tu y yo y discutimos más a fondo sobre el asunto

-          Acepto lo de tomar una copa, pero de ninguna manera vamos a discutir que tan buey te parezco, porque, aunque sé que no soy la más lista de este lugar si soy la más hermosa – Alex le saco la lengua, mientras tomaba su mano para irse de la comisaria. En verdad necesitaba mucho de esa copa    

Después de pasar varias horas tomando cocteles en un Pub cercano al apartamento de Alex, decidieron ir a rematar la noche a este. Si bien Alex había decidido que lo que tenía con Carolina debía terminar no pudo evitar seguirle el jugo cuando esta se le abalanzo a besarla con tanta pasión que terminaron acostadas en el sofá más grande de la sala, sin embargo, algo más fuerte que ella le impidió continuar con esa demostración de pasión

-          Lo siento Carol, No sé qué me pasa – Dijo Alex al tiempo que volvía a abotonar su camisa

-          Yo sí. Estoy segura que en este momento solo tienes un nombre en tu cabeza. Helena Marti ¿o me equivoco? - Alex se levantó de un salto sorprendida por lo que la mujer acaba de decir

-          No sé de qué demonios me hablas – Carolina la tomo cuidadosamente de la mano para que se volviera a sentar

-          Tu sabes lo que siento por ti. Estoy segura que más de una vez te he declarado mi amor, y por esa misma razón paso una buena parte de mi tiempo en comisaria pendiente de lo que haces. Fue inevitable no darme cuenta que algo está pasando entre tú y la teniente

-          Dios santo – Se lamentó – Es verdad que Helena y yo nos hemos hecho más cercanas, pero no es lo que crees

-          Entonces ¿no te estas acostando con ella?

Alex quedo impresionada con el nivel de suspicacia de Carolina. Se había dado cuenta de todo lo que había pasado con la teniente y no tenía sentido negárselo porque seguramente la joven no descansaría hasta descubrir toda la verdad, y conociendo a Helena la mandaría hasta la región más remota del país para salvaguardad su secreto     

-          Si – suspiro – Me acuesto con ella. No preguntes como paso, porque no tengo la más remota idea

-          ¿Te estas enamorando? – Pregunto nuevamente, temiendo la respuesta

-           No seas tonta, eso de ninguna manera podría ser amor. No sé, simplemente es una atracción desenfrenada, tal vez porque ella fue la última persona que compartió su vida con Val. Es alguna especie de extraña atracción

Por lo nerviosa que se había puesto Alex al responder, Carolina supo de inmediato que no era simplemente una atracción sin importancia, porque de ser así, no tendría sentido detenerse cuando le ofrecían sexo del bueno. Para ella, la castaña era una persona muy sexual, pero a la vez un ser con un alto sentido de la lealtad y el compromiso     

-          Entonces, me estás diciendo que acostarte con ella representa para ti lo mismo que estar con Valentina

-          ¡NO! Como se te ocurren esas cosas. Si Val era el ser más dulce incluso en la cama, mientras que Helena es todo lo contrario, como una gacela que obtiene fieramente lo que quiera y luego se va

Carolina noto la tristeza de Alex al hablar y sabía que por mucho que intentara ocultar sus nacientes sentimientos por la Teniente, tarde o temprano esa extraña Relación con esa mujer iba hacerle muchísimo daño. Helena Martí nunca iba admitir que tenía una relación seria con Alex por lo que representaría para su estatus en comisaria meterse con la detective más volátil e insubordinada, que además fue novia de su difunta esposa

-          No quisiera meterme en tu vida, pero lo mejor que puedes hacer es alejarte de ella. No hace falta ser un genio para saber que nunca vas a ser correspondida

-           Yo no busco ser correspondida – Se levantó nerviosa – Lo que busco es que este dolor que tengo aquí – Señalo su pecho – Desaparezca. Desde la muerte de Valentina la vida se ha vuelto un total martirio de oscuridad. Estar con Helena es como revivir esos momentos en que Val estaba viva y nos obligaba a convivir, de alguna manera Helena se convirtió en parte de mi vida y estoy segura que ella piensa igual

-          ¿Entonces que va a pasar cuando la teniente decida seguir con su vida? ¿Has pensado en eso Alex? Tal vez tu peor defecto es que intentas aferrarte a imposibles. Lo hiciste con Valentina y terminaras haciéndolo con el Helena, pero seguramente ella solo te soltera y seguirá adelante – Carolina supo al instante por el rostro de tristeza que puso Alex que no debió ser tan cruel – Créeme que esto no te lo digo como una forma de revancha, al contrario, te lo digo porque no quiero que sufras con un imposible como me pasa a mi contigo – Carolina se abrazó a ella  

-          Lo siento muchísimo. Me gustaría tanto poder corresponderte, pero es que… simplemente no puedo y estoy segura que si lo intento terminaría destrozando tu corazón. Prefiero que me odies por un tiempo a que lo hagas por el resto de tu vida

-          No digas nada mas – la silencio poniendo un dedo sobre sus labios – Yo sé, que sobre el corazón nadie puede mandar. No voy a insistir más con esto porque sé cuánto te lastima, pero por favor, no me quites tu amistad

  

-          Eso nunca. Tu eres mi mejor amiga y siempre va hacer así – Se abrazaron por un largo tiempo por motivos diferentes. Carolina porque quería despedirse del cuerpo de Alex y Alex porque estaba feliz de no haber perdido a su amiga - Que te parece si vemos una película

-          Bueno, pero recuerda que mamá solo me dio permiso hasta las dos de la mañana

-          Que mal chiste. Tú vives solo con Tiago

-          ¿Si? ¿Y Quién crees que lo está cuidando? Enserio Alex, tengo que llegar temprano porque mañana pienso pasar todo el día con mi querubín. Así que debemos ver una película corta como Anabel o la noche del demonio

-          Por supuesto que no.  Mejor veamos que ofrecen los canales pague por ver- Tomo el control para buscar la información de dichos canales – Tenemos “Misión imposible” o “la favorita” ¿Qué escoges?  

-          Que Cobarde eres. Pues no habiendo más escojo la favorita dicen que es muy buena  

-          Excelente Elección

Carolina se acomodó frente al televisor para ver la película mientras Alex prepara todo lo indispensable para disfrutar de una noche de películas, que incluía las palomitas de maíz, Cerveza y otras cuantas chucherías. Nunca se hubiese imaginado tener una noche así con Carol pero estaba feliz de que sucediera

-          Alex. Ahora que estamos así solo como amigas. Hay algo que siempre quise preguntarte, pero nunca me atreví - Dijo con algo de cautela Carolina cuándo la castaña ya estaba sentada a su lado

-          Dispara

-          ¿Porque terminaste con Valentina?

-          Esa es una historia muy larga

-          Te doy hasta las dos de la mañana para que me la cuentes  

-          Pues todo se remonta a mi hermano. Mi único hermano de hecho. Él y yo nos criamos con un tío por parte de madre, ya que ella murió de una dolorosa enfermedad y mi padre… Bueno, el decidió largarse a la Argentina después de su muerte, dejándonos tirados

Alex odiaba hablar de ese sujeto. Para ella, él era la viva imagen de la cobardía y el egoísmo. Tal vez por ese trauma tan deprimente de abandono, es por lo que ella no podía dejar ir a las personas que amaba

-          Cuando mamá murió Damian tenía doce años y yo apenas diez. Ambos terminamos de criarnos junto a nuestros tres primos como si fuéramos hermanos, pero obviamente el lazo que existía entre él y yo era mucho más fuerte

Recordó como su hermano era siempre tan protector, pero lo que más extrañaba era como la motiva constantemente para perseguir sus sueños

-          El tiempo paso y nos hicimos adultos y a diferencia mía, mi hermano siempre supo que quería hacer con su vida a pesar de que solo era dos años mayor. El eligió ser médico, una profesión demasiado costosa y a pesar de contar con nuestros tíos no había dinero suficiente, Así que Damian decidió buscar a nuestro padre para pedirle ayuda y se fue solo a Argentina donde efectivamente lo encontró – La expresión de Alex se volvió sombría al recordar lo mal que resulto para su hermano esa elección -   El viejo tenía un viñedo que estaba empezando a ser muy restable o al menos eso fue lo que me dijo mi Damian, así que le propuso trabajar con él y allí paso seis años de su vida

-          ¿Y tú? ¿Qué fue de tu vida en esos años? – Interrumpió Carolina, la vida de Alex siempre le causo curiosidad

-          No mucho. Pase tres años trabajando en una tienda de tatú después conocí a Val y decidí entrar a la academia, pero eso es desviar el tema ¿Quieres que continúe? – Carolina afirmo con su cabeza. Sabia por la expresión abatida de la detective que hubo mucho más en su vida, de lo que obviamente no quería hablar – Un día mi hermano me llamo y dijo que volvería al país para cumplir su sueño. Había ahorrado lo suficiente para estudiar y papá le había prometido mandarle una mensualidad para sus demás gastos así que estaba feliz, sin embargo, cinco días después recibí la noticia de que él había fallecido en un accidente de tránsito y me volví como loca

-          En ese entonces ya eras novia de Valentina – Lo afirmo, atando los cabos de lo que había pasado como buena policía

-          Así es. Y como podrás imaginar entré en un lugar muy oscuro de mi mente. Empecé a sufrir ataques de pánico, no podía dormir y tampoco comía, así que le compraba pastillas para relajarme a un dealer, pero con el tiempo dejaron de funcionar, entonces el tipo empezó a proporcionarme drogas más fuertes – la voz de Alex se quebró - Vivía prácticamente drogada y borracha y por supuesto que Valentina no lo podía soportar, discutíamos constantemente y… – Dudo un poco antes de continuar - Dejamos de tener relaciones por decisión de ella y en vez de detenerme a pensar y pedir perdón, preferí estúpidamente buscar otras mujeres con quien acostarme, hasta que en una de esas ocasiones Val me siguió al apartamento de una de ellas, forzó la puerta y nos vio… Tu sabes

-          Follando – Alex asintió

-          Yo salí corriendo tras ella, pero cuando Valentina me vio también salió corriendo, paso la calle sin ver el auto que finalmente la atropello – Las imágenes de ese nefasto día llegaron a su cabeza en cascada -  Tuvo un trauma serio, se rompió varios huesos y por supuesto cuando salió de cuidados intensivos, me pidió que me fuera, porque no soportaba verme y eso hice. Pedí un permiso por tres meses y me fui a un centro de rehabilitación, pero cuando volví…

-          Ya estaba con Helena

-          Acertaste nuevamente. Como ves se la serví en bandeja de plata, porque estaba tan ensimismada en mi dolor que no me di cuenta del suyo y termino cambiándome por alguien mejor

Carolina tomo su rostro suavemente

- ¿Por qué siempre te tratas así? ¿Cómo si no valieras la pena? – Alex solo levanto sus hombros como respuesta – Si pudieras ver lo que yo veo, te darías cuenta de la gran persona que eres, por eso Valentina no te pudo dejar por completo. Ella te amaba y se le notaba cada vez que te veía

-          ¿Entonces porque se fue?

-          No sé, tal vez por miedo o tal vez también se enamoró muchísimo de Helena. Como dije. No se puede mandar en el corazón.      

Helena y Cristian estaban tomando un café después de la estupenda cena que tuvieron en uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad. Sin duda Cristian se portó como todo un don juan en esa velada y Helena no podía negar que eso tenía su encanto. Había pasado ya un tiempo, desde que dejo de salir con hombres para concentrase en las mujeres y siempre era ella la que iniciaba los galanteos

-          ¿Qué tal te pareció la cena?

-          Estuvo exquisita, gracias por la invitación

-          El mesón esta reseñado como uno de los mejores restaurantes de Latinoamérica y una princesa como tu merece ese lugar

-          Creo que estas exagerando – La verdad es que ella prefería la comidas que Alex le preparaba cada vez que llegaba a su apartamento, que por lo general constaba de la más suculenta comida para llevar – Aunque por el precio, sí parecería un banquete exclusivo para reyes

   

-          Si sales conmigo tienes que acostumbrarte a lo mejor  

Helena no se había puesto a pensar antes de lo faustoso que era Cristian. Nada más su vestimenta sin incluir su reloj debía costar por lo menos un tercio del salario de ella. Se preguntaba de donde sacaba tanto dinero, porque sabía que su sueldo no podía darle el nivel de vida que el aparentaba tener

-           La verdad Helena es que esta salida tiene una doble intención – Cristian carraspeo un poco antes de continuar – Es innegable que tú me gustas mucho y me gustaría que intentáramos conocernos más íntimamente

-          Cristian tú sabes que yo acabo de pasar por la peor tragedia de mi vida y no creo estar lista para una relación

-          Oh no… Querida no me mal intérpretes. Yo no me refiero a una relación física – A Helena eso le sonó muy pretencioso porque ella tampoco se refería a sexo – Yo sé que tú eres una mujer que merece mucho más que eso – Algo más que pudo concluir sobre Cristian es que era de esos machistas que creen que las mujeres no pueden simplemente disfrutar de su sexualidad sin compromiso – Yo se lo difícil que debe ser para ti pensar en una relación sexual con alguien en estos momentos

-            (si supieras) - pensó Helena al tiempo que le ofrecía una sonrisa condescendiente que Cristian por supuesto no comprendió

-          Yo estoy interesado en ti de una manera romántica. Estoy dispuesto a conquistarse y esperar el tiempo que sea necesario

-          Es muy… lindo lo que me dices, pero Valentina aún está conmigo y creo que va hacer imposible olvidarla

-          No tienes que olvidarla. Solo tienes que abrir otro espacio en tu corazón y en tu vida para alguien más – Tomo sus manos – Helena, tú eres muy joven, hermosa e inteligente como para escoger la soledad

Definidamente Cristian era todo un galán. Seguro siempre sabía exactamente como hablar para lograr la atención de las mujeres que le interesaban, pero ella no estaba interesada en nadie, o al menos eso era lo que quería creer

-          No sé qué decir, me tomaste por sorpresa

-          Con que no me digas NO o vete a la mierda, me basta – Helena sonrió como colegiala, lo que le dio a Cristian más esperanzas

-          Bien, entonces no te lo diré, pero no te prometo nada

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Disculpen la demora y mil gracias por seguir leyendo, principalemente aquellas que han dejado tan lindos comentarios. :)